“Luego de una sesión extraordinaria realizada hoy, el directorio de Codelco aprobó por mayoría avanzar en la preparación del cese de la operación de la fundición ventanas, medida que requiere modificar la ley N 19.993, que obliga a la Corporación a fundir los minerales de Enami, exclusivamente en la planta de Ventanas.
El acuerdo solo involucra al proceso de fundición, ya que la refinería no está en cuestión”, afirma el comunicado de la empresa del Estado.
Según lo que dijo el Presidente de la República, el cierre será paulatino -durante cinco años- y les anunció a los trabajadores subcontratados “que durante todo el proceso que implica el cierre definitivo habrá trabajo para ellos”.
Según lo que dijo el Presidente de la República, el cierre será paulatino durante cinco años y les anunció a los trabajadores subcontratados “que durante todo el proceso que implica el cierre definitivo habrá trabajo para ellos”.
En cuanto al personal de planta, “se concordará un plan laboral para ofrecer una transición justa a los casi 350 trabajadores de la fundición. La empresa mantendrá un diálogo activo con las dirigencias sindicales de Ventanas a través de esta mesa de trabajo, con el propósito de asegurar los puestos laborales, con opciones como la reubicación o planes voluntarios de egreso especiales”.
'Hombre verdes'
Luis Pino, ha sido considerado el primer activista ambiental de la Comunidad de Ventanas. Es un hombre cuya bandera de lucha es su cuerpo, ya que después de retirarse de Enami -donde trabajó durante décadas-, ha tenido que enfrentar una terrible vejez que ha estado acompañada de heridas producidas por los gases contaminantes que se encuentran alojados en su carne. Su piel cada día se descascara y en sus heridas surge un color verdoso; es el dióxido de azufre con el que se envenenó en su trabajo dentro de la plata de Codelco.
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El cierre anunciado hoy por Boric solo incluye la fundición, es decir, se acabarán los gases contaminantes para la comunidad, una satisfacción después de más de cinco décadas de impactos ambientales. Sin embargo, seguirá funcionando la planta de electrolitica, que es el corazón de la planta de Codelco Ventanas.
La nave uno, como la describe a esta planta, Juan Palacios, tesorero del Sindicato de Trabajadores Contratistas de Codelco Ventanas, “es la que más contamina. La gente adentro no puede usar mascarilla, porque el calor es infernal, son los vapores de la electrólisis los que generan el calor. Los trabajadores usan solo un pañuelo, porque la mascarilla te quema el rostro”.
Se trata -según explica el dirigente sindical- un espacio cerrado que seguirá envenenando a los trabajadores que ahí se desempeñan, quienes en mayoría son parte de las empresas contratistas. Los mismos que hoy son los más afectados, porque no tendrán ninguna alternativa más que solo irse de la planta en cinco años más.
“En esta sección trabajan 120 personas, 30 por turno y son dos turnos por día y cada cuatro día cambian las personas. Todos los que salen de esa sección deben comenzar con su tratamiento, todos están intoxicados, ellos son los hombres verdes”, relata Juan Palacios.
“Son como tinas de baño, en mayor proporción, donde trabajan con una lámina de cobre que es un cátodo inicial. A esa lámina por ambos lados le ponen ánodos para que desprenda el cobre y se adhiere a la lámina. A eso le ponen electrolitos y por ende el líquido con ácido se calienta a través de baterías. El vapor que sale de esa celdas de la nave electrolítica es el que respiran las personas que trabajan en esta sección”, relata a Interferencia el tesorero del sindicato.
“En esta sección trabajan 120 personas, 30 por turno y son dos turnos por día y cada cuatro día cambian las personas. Todos los que salen de esa sección deben comenzar con su tratamiento, todos están intoxicados, ellos son los hombres verdes”, relata el trabajador. En toda la División Ventanas de Codelco hay cerca de 800 trabajadores, solo en la fundición hay 500.
“Al cerrar la planta, los trabajadores subcontratados no tocan nada, solo la contaminación. En cambio los trabajadores de planta tienen planes de reubicación, indemnizaciones millonarias y posibilidades, pero nosotros solo tenemos la posibilidad de morir con la planta. Necesitamos que nos incluyan en las negociaciones”, dice a Interferencia Luciano Huerta, miembro de la Federación de Contratistas de Codelco.
“Hay trabajadores que llevan 20 años trabajando en esta compañía, son contratistas, han hecho su vida en Quintero, Puchuncaví y Ventanas. ahora si les ofrecen irse a otra división es como que te quieran cambiar la vida a otro mundo, es casi imposible que eso funcione, para la mayoría”, explica Luciano Huerta a nuestro medio.
Comentarios
Poco se habla seriamente del
Junto con Marcel, la
Que doloroso es reconocer y
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