Elecciones 2025

El voto obligatorio en América Latina revela una paradoja: aunque la ley exige participar, la participación real depende mucho más de la confianza ciudadana que de las sanciones.

En una previa marcada por los reproches de la candidata oficialista a su rival republicano por negarse a asistir a entrevistas e instancias de debate, ambas cartas se enfrentarán por primera vez desde que obtuvieron el paso al balotaje, donde se avizora cuál será la estrategia argumentativa de cada uno de aquí a los comicios de diciembre.

La abanderada oficialista ha increpado a su contendor en segunda vuelta por no participar en los debates donde ambos podrían mostrar sus propuestas a la ciudadanía, quien replicó que se verán las caras este jueves, aunque su estrategia parece estar enfocada en no cometer los mismos errores de los comicios pasados tras exponerse en el balotaje.

Jorge Quiroz, economista del equipo de José Antonio Kast, fue parte de la formulación del caso de coordinación de precios y registra una condena por manejo en estado de ebriedad. Él se mantiene en el equipo, a diferencia de Darío Quiroga, quien salió del grupo de Jeannette Jara por burlarse de la hermana de Franco Parisi.

Intercepciones telefónicas al conservador de Puente Alto, Sergio Yáber, dejan entrever que habría pagado $1,7 millones al diputado republicano Cristian Araya, hermano de la jefa de gabinete de Kast, por información para dar un golpe periodístico contra Daniel Manouchehri, diputado que promovió la acusación constitucional que destituyó al ex ministro Antonio Ulloa por sus vínculos con Luis Hermosilla.

Jeannette Jara apuntó al rol del asesor económico de JAK, Jorge Quiroz, en la colusión de los pollos. Kast defendió a Quiroz, asegurando que sólo emitió un informe. La sentencia del caso describe que Quiroz y su oficina proporcionaron consultoría económica y modelos utilizados por las empresas condenadas por la colusión de los pollos. En la colusión de las farmacias, declaró en favor de las empresas afirmando que no había indicios de corrupción.

La candidata de la centroderecha tradicional no pudo imponerse fuera de las fronteras de las comunas más privilegiadas de la Región Metropolitana, a diferencia de Kast y Jara, quienes lograron sendos triunfos en sectores populares, tanto en Santiago como en regiones. La abanderada oficialista, que entre sus desafíos busca captar votos de centro pensando en quienes sufragaron estratégicamente para evitar un candidato de extrema derecha en el balotaje, tendrá que intentar convencer a electores de zonas que históricamente han votado de forma conservadora.

Este domingo el país vivirá una jornada electoral que trasciende la competencia entre candidatos. No se trata solo de elegir un nuevo presidente, sino de exponer una verdad que durante años se ocultó bajo capas de aparente neutralidad: los chilenos saldrán del clóset político asumiendo su corrupción.

No estamos frente a propuestas de derecha racionales, sino que ante el resurgimiento de tendencias chilenas de tradicionalismo que se hallaban bien ocultas tras el paso de las décadas. A algo similar a lo que contaban sobre el nazismo en El Retorno de los Brujos.

En los últimos días se ha dicho que existe la posibilidad de que el libertario desplace al republicano al tercer lugar, esto en base a algunas encuestas. Un momento clave ocurrirá esta jornada, cuando ambos personajes intenten mostrar quién es mejor para representar a la ultraderecha.

La primera semana de la franja electoral deja un mosaico no muy variado de emocionalidades y más mezquino en cringe de lo que se podía esperar. Los ocho candidatos presidenciales –salvo excepciones– no se han esmerado en ser originales ni en mostrar lo que son o quiénes los acompañan sino en hacer calzar emociones con propuestas de solución.


El candidato nacional libertario presentó una querella por injurias y calumnias, luego de que Parisi lo acusara de “un intento de corrupción” por no renunciar a su dieta parlamentaria durante la campaña presidencial.

En 2022 el principal asesor económico de José Antonio Kast, Jorge Quiroz, y sus socios pusieron en marcha el proyecto Sierra Atacama en Antofagasta, durante el peak del precio del cobre. Dos años después, quedaron al borde de la quiebra con deudas por $70.000 millones. La aventura acabó en 2024, cuando los compró Salar Blanco.

Tras haber dicho que la “mano derecha” del dueño de la toma de San Antonio estaría en el equipo de la candidata y luego de los dichos de Jara sobre la reconstrucción en Viña, el titular de Vivienda intentó calmar la polémica, que escaló y generó molestias en La Moneda. “En ningún caso busqué individualizar ni establecer implicaciones políticas de ningún tipo”, sostuvo.

“En Estados Unidos, la división de los ciudadanos fue siempre racista, blancos y negros. Ahora es entre izquierda y derecha. Eres pro o contra Trump. Chile antes era clasista, ricos y pobres. Ahora es una división política: “Zurdos y fachos” Si alguien se opone a la dictadura de Pinochet es un comunista, y si la apruebas eres fascista”.

Se trata de dos aportes por $2 y $9 millones. Se suma a los hechos por su madre, la ex primera dama Cecilia Morel, con $15 millones; de su hermana, Magdalena Piñera, con $8 millones, y de su tío, Polo Piñera, con $1 millón. La campaña de Matthei es la única que ha dado a conocer sus aportantes, los que suman $213 millones.

En distintos distritos y circunscripciones se llevarán a cabo disputas entre oficialismo y oposición. Valparaíso, por ejemplo, asoma como la madre de las batallas en términos de elección de senadores, ya que se disputan cinco cupos donde la oposición busca sacar ventaja. “Los partidos oficialistas mostraron que tienen mucho más interés en el Congreso que en la presidencial, que la dan por perdida”, dice el analista Carlos Correa.

La ex primera dama desembolsó $15 millones para la candidatura presidencial de Matthei el pasado 30 de julio. El aporte se suma a los $8 millones donados por su hija Magdalena Piñera y el millón de pesos de Pablo Piñera, hermano del ex presidente.




