Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Viernes, 25 de Julio de 2025
La masiva marcha de la CGT y la reacción de Milei

Autocracia en modo peluca

Gonzalo León (desde Buenos Aires)

En un mismo día la emblemática central sindical convocó a 50 mil personas frente a Tribunales, rechazando el mega decreto que cambiaba el marco legal del país trasandino. Como respuesta, el Presidente envió una ley aún más grande que, de ser aprobada por el Congreso, le daría amplios poderes durante dos años, con posibilidad de renovarlos hasta el fin de su mandato.  

Es poco antes del mediodía del miércoles 27 de diciembre y en la plaza Lavalle, frente a los Tribunales, a pocas cuadras del Obelisco, se está realizando la primera marcha de la Confederación General del Trabajo (CGT) después de cuatro años y medio. La última fue en mayo de 2019 contra el gobierno de Mauricio Macri, hoy es contra del gobierno del recién asumido Presidente Javier Milei. Pese a que lleva diecisiete días en el poder, no puede desconocerse que ha sido audaz. Devaluó el tipo de cambio en un 118% (con el consecuente traspaso a precios), dictó un mega Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) (donde anunciaba el cambio del marco legal de toda la Argentina) y ha anunciado que se vienen más modificaciones (según dijo, podrían ser 380 mil más).

Pero por ahora llamó al Congreso a sesiones extraordinarias, donde se tratarán once proyectos más. Es decir, la clase política está abrumada. Ni bien termina de digerir o de leer el mega decreto, Milei anuncia más cosas. Y no sólo son anuncios. Como si continuara en campaña, está muy activo en sus redes sociales, dando RT en X o posteando en Instagram. Milei está en todas partes, y podría decirse que sale hasta en la sopa. Para un político inexperto en gestión pública, eso no es poco, pero nadie sabe si será suficiente para consolidarse en el poder. Y claro, las marchas en su contra no ayudan y en un punto lo irritan.

La semana pasada la izquierda convocó a una marcha en Plaza de Mayo. El protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de seguridad Patricia Bullrich, que penaliza la ocupación de la calle y obligaba a los manifestantes a transitar por las veredas, hizo que la concurrencia no fuera la esperada. Así y todo, entre cinco y siete mil personas marcharon ante el atento dispositivo policial de cinco mil policías de todas las fuerzas.

El protocolo está hecho para amedrentar a los sectores populares con la pérdida de planes sociales. Es decir, no le afecta a la clase media, y eso se vio a la noche de ese mismo día, luego de que el Presidente anunciara el mega decreto, cuando la gente, primero, comenzó a cacerolear y luego se juntó en las afueras del Congreso. Estuvieron allí hasta las dos de la mañana, y ocuparon la calle. Puede decirse que en Argentina ningún gobierno sale bien parado ante el descontento de la clase media: ni el de Fernando de la Rúa ni el de Mauricio Macri. Por eso el peronismo procura tener contenta a este sector de la población. Y cuando no lo logra, pierde el poder y gana, por lo general, la derecha.

Pese a que la gente había pedido un paro general, esta marcha a la sede del poder judicial, convocada en buena medida por la gente que se juntó afuera del Congreso hace una semana, es una pulseada con el gobierno, que con el mega decreto pretende hacer una reforma laboral y cambiar el régimen de obras sociales (mutuales de salud, que están en manos de los sindicatos).

La semana pasada la izquierda convocó a una marcha en Plaza de Mayo. El protocolo antipiquetes dispuesto por la ministra de seguridad Patricia Bullrich, que penaliza la ocupación de la calle y obligaba a los manifestantes a transitar por las veredas, hizo que la concurrencia no fuera la esperada. Así y todo, entre cinco y siete mil personas marcharon ante el atento dispositivo policial de cinco mil policías de todas las fuerzas.

La manifestación cubre el perímetro que va desde Corrientes hasta Viamonte (tres cuadras) y entre Talcahuano y Libertad, más plaza Lavalle. Cuesta ingresar a la plaza por Libertad, porque hay bastante gente ya. Lo llamativo es que el manifestante parece haberle tomado el pulso al protocolo antipiquetes: la prohibición de ocupar la calle ha servido para que las distintas organizaciones se coordinen mejor y tengan una mayor cohesión. Después de avenida Corrientes, el protocolo de la ministra Bullrich no corre, y la gente ocupa la calle sin preocupación, como si estuviera en el gobierno de Cristina Fernández.

Banderas, lienzos, carteles, petardos, tambores, son el decorado de esta manifestación. También hay policías resguardando el frontis de Tribunales, pero nadie parece tomarlos en cuenta. O quizá sí, para sacarles fotos y burlarse un poco de ellos. Es increíble la paciencia que tienen estos policías, en cualquier otro país hubieran disuelto la manifestación. Pero la CGT es la CGT, no se jode con los sindicatos en la Argentina. Y los líderes de la central sindical saben eso, por eso Héctor Daer, uno de sus líderes, pasa raudo rodeado de veinte tipos enormes, empujando a quién se les cruce en el camino.

Si bien al principio el mega decreto se anunció como medidas para la desregulación de la economía, en los últimos días ha quedado clara la idea de que ese nuevo marco legal es una oportunidad de negocios para los grandes grupos económicos, en casi todas las áreas: salud, farmacias, supermercados, privatizaciones de empresas del Estado, sociedades deportivas. Y todo por voluntad del Presidente.

Casi todos los constitucionalistas, que en general no son peronistas, han salido a decir que el decreto es inconstitucional y que corre riesgo la institucionalidad argentina, la poca que queda. Pero al Presidente eso no le importa y ha salido a decir algo que han repetido otros funcionarios de su gobierno: que él ha ganó la elección presidencial y por tanto eso lo habilita para hacer las transformaciones estructurales que había propuesto a la sociedad. En eso no miente. Pero en realidad, el núcleo duro o la base electoral de Javier Milei son siete millones de personas, eso obtuvo en las primarias y en la primera vuelta. Sin embargo, en segunda vuelta obtuvo catorce millones votos, es decir siete millones más, pero esa otra mitad de su electorado no lo había elegido como primera opción. Votó contra el peronismo.

Milei entonces actúa como si hubiera ganado en primera vuelta con catorce millones de votos. Es eso lo que lo está llevando por el camino de la autocracia. Como saben, una autocracia, según cualquiera Enciclopedia de Humanidades, es “un sistema de gobierno que centraliza el poder supremo del Estado en una única persona, cuyas decisiones no podrían ni cuestionarse, ni contravenirse, ni estar sujetas a controles de ningún tipo”.

Veamos algunas características de una autocracia: la represión y persecución de la disidencia, culto a la personalidad, corrupción, violencia, conformación o apoyo de una oligarquía. Por el momento Milei no cumple con todas estas características, le falta aún la corrupción y la violencia, lo cierto es que va bastante encaminado.

Mientras divago todas estas cosas vinculadas a la autocracia, en la plaza todo es cantos, tambores, consignas, un flamear de banderas, sonrisas; sí, sonrisas, porque hay conformidad con el número de manifestantes que hay (cerca de cincuenta mil, y eso que la misma CGT no puso todas las fichas en esta oportunidad, se guardó poder de fuego). En un momento, que habría que calificar de solemne, se canta el himno nacional. Y luego una mujer desde un micrófono explica las razones de la marcha. Básicamente es una marcha simbólica para dejar un recurso de amparo contra el mega decreto en la puerta de Tribunales.

Los cantos son variados, desde los adaptados de la era Macri (“Milei basura, vos sos la dictadura”) a los nuevos, que hay que reconocer que son más divertidos (“nos cagaste de hambre, nos mandaste a la yuta, te coges a tu hermana, sos un hijo de…”). Si bien se puede decir que esta marcha es más peronista que las dos anteriores, también está presente la izquierda: el Polo Obrero, la Tendencia Guevarista, el Partido Comunista. En las vueltas que doy por la manifestación los carteles con abajo el DNU abundan: “Derogación, ¡Ya! DNU 70/2023”, “Abajo el Decretazo”, pero también hay algunos medio destituyentes: “Hay necesidad y urgencia de sacar a Peluca de La Rosada”.

Cerca de la una de la tarde la manifestación se disuelve. Todo indica que ha sido una manifestación exprés acordada con el ministerio de Seguridad de Nación y el ministerio de Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires, dado que no pueden permanecer cortadas tantas calles. Como dije, se ve satisfacción en los manifestantes, ya que a diecisiete días de la asunción de Milei acá se congregó más del doble de la gente que el propio Milei consiguió congregar aquel 10 de diciembre en la Plaza del Congreso.

La reacción del Peluca

Cuando todos los medios ya hablaban del éxito de la manifestación, el Presidente envió al Congreso una ley ómnibus llamada pomposamente ‘Ley de Bases y Punto de partida para la Libertad de los Argentinos’. El documento consta de 183 páginas más 170 de anexos, casi trescientas páginas más que el mega DNU, y es un complemento a ese decreto, ambos funcionan como una nueva Constitución y ambos deberán pasar por el Congreso.

Entre las partes más delicadas de la ley, figura la declaración del estado de emergencia pública hasta el 31 de diciembre de 2025, con posibilidad de extender esto hasta el último día del mandato de Milei. En virtud de eso, el poder legislativo cede sus facultades al poder ejecutivo. También establece restricciones al derecho de reunión y manifestación: más de tres personas en un espacio público se considerará manifestación y, si “impidiere, estorbare o entorpeciere el normal funcionamiento de los transportes” podrá ser “reprimido con prisión de uno (1) a tres (3) años y seis (6) meses”. Para los organizadores de una manifestación les cabrán penas de entre tres y seis años de prisión. Asimismo la legítima defensa se extiende a niveles de percepción, es decir cuando alguien perciba peligro, podrá defenderse utilizando cualquier arma sin que la ley pueda sancionarlo, incluso en el caso de cometer homicidio.

Si bien al principio el mega decreto se anunció como medidas para la desregulación de la economía, en los últimos días ha quedado clara la idea de que ese nuevo marco legal es una oportunidad de negocios para los grandes grupos económicos, en casi todas las áreas: salud, farmacias, supermercados, privatizaciones de empresas del Estado, sociedades deportivas. Y todo por voluntad del Presidente.

Hay artículos incluso que son conquistas sociales de las luchas de las mujeres, como la modificación de la ley de Atención y Cuidado Integral de la Salud durante el Embarazo y la Primera Infancia, y que señala que el objetivo de esta ley será “fortalecer el cuidado integral de las madres en situación de vulnerabilidad y de los niños desde el momento de su concepción hasta los tres años”. El texto que se pretende modificar dice: “fortalecer el cuidado integral de la salud y la vida de las mujeres y otras personas gestantes, y de los niños y las niñas en la primera infancia, en cumplimiento de los compromisos asumidos por el Estado en materia de salud pública y derechos humanos de las mujeres y personas con otras identidades de género con capacidad de gestar…”. En el articulado enviado por Milei se borra todo lo de con “otras personas gestantes” e “identidades de género”, y además se habla de “la concepción”. Es decir constituye un retroceso en derechos.

Además la ley no establece ninguna regulación ambiental y permite el desmonte y la actividad minera en lugares preglaciares. En definitiva, esta “carta fundamental” establece que un individuo sólo es un mero productor de bienes y servicios, y su libertad queda reducida a esa ámbito. Es decir, la libertad de la que tanto ha hablado Milei tendría una sola dimensión, sobre la que supuestamente emanarían todas las demás. Aunque si no emana ninguna otra, tampoco importaría. Otra cosa de color es que obliga a los jueces a usar toga y “martillo para abrir y cerrar sesiones”.

Si bien el Congreso tendrá que votar esta ley ómnibus y algunos creen que sería un contrasentido que el Congreso delegara sus facultades al poder ejecutivo (porque además esto es inconstitucional), lo cierto es que todas estas iniciativas del Presidente hablan de un político más audaz que loco. Sin embargo, esta audacia está motivada por una limitación política: Milei no está construyendo poder, está esperando que los votantes de segunda vuelta no se alejen tan pronto de él, y estos ataques a la democracia sirven para que sea percibido como alguien poderoso. En otras palabras, estos ataques hablan de su debilidad.

Pero además Milei está gobernando como si el Congreso no existiera, y esto no es solamente un desprecio a los que no son parte de su espacio político, sino que incluye a los de su espacio, porque ni siquiera estos parlamentarios saben cómo actuar. En una nota de La Nación de Argentina se decía que no había líneas claras sobre cómo actuar desde La Rosada para los presidentes ni de la cámara de diputados ni del senado, ambos del espacio político del Presidente Milei.

Por último, para observar el particular carácter autócrata de quien gobierna el país trasandino, la noche del miércoles 27 Milei tenía pensado ir a ver el espectáculo que la humorista Fátima Florez estaba haciendo en Mar del Plata, y en donde imita, entre otros personajes de la política, a él. Bueno, dicha asistencia quedó pospuesta para este viernes 29. En el fondo, Milei irá a mirarse al espejo, y la gente que vaya al espectáculo podrá ver y aplaudir a esos dos Milei. A falta de uno, qué más se puede pedir.

Al cierre de esta nota, la CGT ha convocado a un paro nacional para el miércoles 24 de enero.

En este artículo



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.

En este artículo



Los Más

Comentarios

Comentarios

Añadir nuevo comentario