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Viernes, 25 de Julio de 2025
Entrevista

Consejero Alihuen Antileo sobre restitución territorial: "No se puede abandonar, es una demanda histórica y hay que plantearla"

Lun Lee

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Alihuen Antileo
Consejero constitucional Alihuen Antileo. Foto: Interferencia.

En conversación con Interferencia el único consejero electo por escaños reservados con 160 mil votos, relata las primeras dificultades de ser un independiente en una institución estructurada por los partidos. Asimismo, comenta parte de la estrategia que seguirá para incidir en la toma de decisiones, los puntos claves a impulsar y a cuáles ya se renunció.  

El consejero Alihuen Antileo fue el único consejero constitucional electo bajo la circunscripción nacional indígena en elecciones donde el resto de candidatos lo hizo bajo circunscripciones senatoriales. Allí, enfrentó una de las primeras dificultades, tener que hacer una campaña nacional extremando esfuerzos y recursos que tampoco le aseguraban un escaño dentro del Consejo Constitucional. Con todo, Antileo fue electo con 160 mil votos. 

En entrevista con Interferencia, Antileo relata las dificultades que ha tenido que enfrentar por ser el único candidato electo fuera de lista de partidos. Indica que su primera sorpresa, fue que para poder argumentar su voto e integrar una comisión, debía pertenecer a una bancada de partido, sin eso, solo podría haber votado, sin derecho a fundamentar. 

"No hay ningún candidato que no sea de lista de partido. Yo tengo mucho respeto por la labor que realizan los partidos políticos, pero ellos no los únicos que detentan la representación ciudadana o la representación popular [...] Esto fue hecho para que los partidos tuvieran la hegemonía", comenta a esta redacción. 

De allí que fuera invitado a la bancada de Revolución Democrática, la que precisamente necesitaba un consejero para sumar los cinco que necesitaban para conformarse como tal. Bancada que además, está integrada por otros dos consejeros mapuche Julio Ñanco y Kinturay Melin. 

"Nosotros venimos del mundo asociativo de base, no tenemos las condiciones materiales y estructurales de un partido, por eso nuestra estrategia será distinta", afirma Antileo, quien es vocero de la Plataforma Política Mapuche (PPM) en Santiago y en el pasado fue uno de los fundadores de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM).

Sobre su biografía, un archivo del Museo de la Memoria recoge: “Partió al exilio a los nueve años junto a su familia, radicándose en Suiza. En 1986, retorna a Chile con la decisión de prepararse para luchar contra la dictadura, primero integrando la Unidad de Combate en Lucha Callejera y luego en el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, FPMR. Luego del fin de la dictadura deja la militancia para concentrarse en temas relacionados con el pueblo Mapuche y su trabajo académico”.

-¿Cómo ha sido esta primera semana como consejero?

-Bien, desde el punto de vista administrativo. Conocí a mis colegas -por decirlo de alguna manera- recién esta semana y en ese sentido, los primeros días han sido de instalación. Pero una primera sorpresa, porque no habíamos reparado en ese hecho, es que para integrar una comisión se requería el aval de una bancada, que se conforma con cinco consejeros.

Como soy el único consejero de escaños reservados, no tenemos una bancada. Eso nos impedía inscribirnos en una comisión y por lo tanto solo habríamos podido votar, sin justificar ni participar del debate de las comisiones que es donde se exponen los argumentos en los que uno quiere sustentar sus propuestas constitucionales. Eso fue complicado al inicio.

-¿Por algo más ideológico?

-Justamente, porque nuestra campaña fue basada en la independencia, una estricta independencia y poder dirigirnos a un público indígena en general y a uno mapuche particular, pero sin preguntar credo religioso, sensibilidad política, ni nada. Entiendo y sé que hay sectores o comunidades que normalmente votan por la derecha que apoyaron mi candidatura. Por lo tanto, la disyuntiva era qué hacer, porque entiendo que desde el reglamento en caso de no tener bancada, se asigna a cualquier bancada.

-¿Habría terminado en cualquiera?

-Exactamente, si una situación ya era incómoda, la otra lo era aún más. 

-¿Qué otros problemas ha enfrentado siendo el único independiente en el Consejo Constitucional? Algo me comentaba sobre las asignaciones.

-Los escaños reservados son un padrón nacional. A diferencia de los otros consejeros, todos los demás consejeros trabajaron en una sola región, pero en los escaños reservados lo hicimos en todo el país. Eso es un desgaste físico, de tiempo y de recursos mayor. Viajamos al menos a cinco o seis regiones y si consideramos las asignaciones, si quisiera dar cuenta al electorado de mi trabajo no tengo presupuesto asignado como sí pueden tenerlo los demás colegas.

-¿Eso es así reglamentariamente?

-Derechamente yo no tengo. Eso ya es así, ya lo confirmé. Los demás consejeros no es que tengan un presupuesto destinado, pero aprovechan de viajar donde sus familias -con lo que estoy totalmente de acuerdo- y dan cuenta a su electorado del trabajo que han hecho.

Yo tengo mucho respeto por la labor que realizan los partidos políticos, pero ellos no los únicos que detentan la representación ciudadana o la representación popular.

Aunque no pueda, tengo que hacerlo y lo haré de alguna manera. Fue tremendamente difícil superar la barrera de los votos, pero después ya te encuentras con este tipo de cosas.

-Apuntaba a que eso tiene que ver con una estructura hecha para los partidos.

-No hay ningún candidato que no sea de lista de partido. Yo tengo mucho respeto por la labor que realizan los partidos políticos, pero ellos no los únicos que detentan la representación ciudadana o la representación popular.

Que de 51 consejeros iniciales 50 sean de partido da cuenta de lo que estamos diciendo. Esto fue hecho para que los partidos tuvieran la hegemonía. Y al no haber un mecanismo específico para independientes se desincentiva la participación y este es el resultado. Ahí no tengo otra alternativa que incorporarme a una bancada. Gentilmente me invitó, la bancada de Revolución Democrática, donde se encuentran los dos hermanos mapuche, Kinturay Melin y Julio Ñanco.

-Además de Revolución Democrática ¿hay otro partido que haya buscado tender puentes?

-He participado en reuniones con el bloque de Unidad para Chile y les he mostrado nuestras propuestas, nuestra estrategia conforme nuestra independencia y autonomía política. A partir de la próxima semana se inicia una dinámica de comisiones que dará una sensibilidad distinta para afinar la estrategia a desarrollar en cada una de estas instancias. 

Yo tengo la impresión que ellos conversarán como conglomerados políticos, yo lo haré con las asociaciones mapuche. Ya tengo una visión más acotada de cómo trabajar con las iniciativas populares de norma, las audiencias.

-Allí podría haber una estrategia, recoger el caudal de 160 mil votos indígenas y buscar las 10 mil firmas. 

-De hecho la gente quiere participar. Es posible ocupar esa estrategia porque está contemplada y lo mejor que le puede pasar a un proceso de esta naturaleza es que haya mayor número de personas que participen.

Nosotros venimos del mundo asociativo de base, no tenemos las condiciones materiales y estructurales de un partido, por eso nuestra estrategia será distinta. 

Lo que sí. para que no se consolidara la idea de que había una participación garantizada para la población indígena, este mecanismo que propusieron las universidades con una especie de encuesta intercultural o con pertinencia intercultural, porque los indígenas tenemos un mecanismo particular que es el tema de la consulta. Por eso lo planteamos el mismo día que sesionó el Consejo, para ganar tiempo con los plazos. Porque este proceso dura cuatro meses y medio, máximo cinco.

La participación política es algo que a nosotros nos parece que profundiza la democracia, que consolida las instituciones y además canaliza pacíficamente tus demandas, porque cuando del otro lado siempre tienes una negativa, se acumula un resentimiento y una frustración que deriva después en decir bueno, si no puedo conseguirlo por esta vía, lo consigo por otra.

-En noviembre como Consejo ya tienen sus últimas tareas.

-Por eso el primer día ya hicimos esta solicitud, porque además es una demanda que plantearon las asociaciones. Simultáneamente, viendo los informes de la subcomisión de Sistema Político, con mi asesora jurídica, más un equipo de apoyo de la Asociación Plataforma Mapuche, definimos qué es lo que nos interesa, en qué artículos específicos enfocarnos y cómo lo vamos a trabajar.

Eso es actuando de manera autónoma, pero esto se gana con votos y tenemos que necesariamente conversarlo con los hermanos mapuche de la bancada de RD y posteriormente con los otros sectores, con Republicanos, UDI, Renovación Nacional y Evópoli. Tengo que plantearlo, es lo que corresponde.

-¿Tampoco se han acercado desde ese lado?

-No. Lo que sí, un trato muy cordial, muy protocolar. No ha habido ningún problema en ese sentido y no creo que lo haya tampoco.

-Entiendo que hay una parte jurídica más técnica, pero cuáles son esos grandes temas a instalar. 

-La participación política de los pueblos indígenas vía escaños reservados. Ese es un tema que para nosotros es tremendamente importante que hemos planteado hace décadas. Ahora se cristalizó en esta figura de escaños reservados que se justifican, hay que mantenerlos y hay que acrecentarlos, en la línea que la votación indígena aumentó en este segundo proceso.

Nosotros obtuvimos un poco más de 300 mil votos en la papeleta verde entre los dos candidatos. La vez pasada hubo 280.000 eso indica un crecimiento que fortalece la identidad cultural y electoral indígena. Eso debería traducirse en tener escaños en el Parlamento, en los gobiernos regionales y comunales, en los cargos de elección popular.

-¿Eso sería según población o padrón?

-Nosotros planteamos un criterio demográfico, pero eso se puede discutir. Lo que no debería suceder es que no haya ninguna consideración al respecto porque por esa vía no hemos incidido mucho en los espacios de poder político durante los últimos 30 años.

Nosotros sabemos que existimos como pueblo, no necesitamos que una institucionalidad o un Estado lo reconozca, nosotros tenemos una autoconciencia de existencia como pueblo en consideración que llevamos 8000 años en estas tierras.

La participación política es algo que a nosotros nos parece que profundiza la democracia, que consolida las instituciones y además canaliza pacíficamente tus demandas, porque cuando del otro lado siempre tienes una negativa, se acumula un resentimiento y una frustración que deriva después en decir bueno, si no puedo conseguirlo por esta vía, lo consigo por otra.

-De allí que se hable de una demanda histórica. 

-Nosotros lo que buscamos es darle un cauce institucional a nuestra demanda y en eso estamos, eso es lo primero. Ahora, reconocimiento constitucional, bien... pero eso debería tener una bajada más precisa.

-¿Le gusta la palabra reconocimiento?

-Actualmente ya está instalado el concepto y es un punto de partida, pero es como si yo reconociera tu calidad de persona cuando tú sabes que eres persona, independiente de si lo reconozca o no, tú eres una persona. Objetivamente es así y eso te da derechos determinados.

Nosotros nos sentimos así. ¿Significa que si usted no nos reconoce, no existimos? Nosotros sabemos que existimos como pueblo, no necesitamos que una institucionalidad o un Estado lo reconozca, nosotros tenemos una autoconciencia de existencia como pueblo en consideración que llevamos 8000 años en estas tierras.

Y es bueno considerar que nuestra identidad cultural no es producto de los últimos 20, 30 o 60 años. Estamos hablando de 8000 años de historia anterior al Estado. Por eso decimos preexistente. Aquí donde tú estás sentado junto conmigo, mi pueblo libró guerras antes que con España con el imperio Inca.

Esa conciencia histórica de pertenencia a un pueblo con historia, con objetivos, con una religión, viene desde mucho tiempo, que el Estado lo reconozca o no, es un punto de avance, pero veamos ahora en qué se traduce este reconocimiento.

[Sobre restitución de tierras] No, no se puede abandonar de nuestra parte, no es posible. Es una demanda histórica y por lo tanto hay que plantearla, lo vamos a plantear de manera más técnica, pero hay vías. 

Y ahí una inclusión real en los distintos estamentos de la administración del Estado, el Congreso, aspectos judiciales, que estemos realmente representados.

Lo planteo de la siguiente manera, si es que alrededor de 390.000 funcionarios públicos son pagados por nuestros impuestos, indígenas y no indígenas y nos atenemos a un criterio demográfico, debería haber un 13%, alrededor de 42.000, funcionarios indígenas en la administración del Estado y no superamos los 6000.

-¿Ahí identifica un sesgo?

-Esa es una exclusión institucional y estructural. Por qué nosotros no vamos a poder formar parte de la administración del Estado si también ayudamos y contribuimos en eso ¿Por qué no? ¿Por qué nuestra gente que egresa de un liceo técnico, un liceo técnico profesional o de una universidad no va a poder aspirar a formar parte de la administración del Estado? ¿Dónde está el problema en eso? ¿En qué daña eso a la sociedad? A eso le decimos reconocimiento. 

Y eso podemos explicarlo en una comisión. Nosotros no estamos planteando cosas maximalistas, simplemente una interculturalidad que consagre nuestros derechos educativos y lingüísticos, pero que se enseñe en las escuelas públicas.

Habrá que discutir si aplicarlo donde haya una mayor presencia indígena o un componente demográfico considerable, pero que haya recursos para eso porque desde el punto de vista legal eso está consagrado en Chile, pero cuando no hay recursos queda en un plan de una subsecretaría y no se implementan. El impacto social que tienen esas políticas y esas definiciones no llegan a nuestra gente y tampoco llegan al resto de la sociedad.

Si nos dicen que no hay presupuesto, claro, si de 155 diputados tenemos solo dos diputadas, Ericka Ñanco (RD) y Emilia Nuyado (PS). que discuten la Ley de Presupuesto todos los años.

No es una crítica a este gobierno ni al gobierno del señor Piñera o de algún sector de derecha. Es un diseño institucional del Congreso y de la participación de los pueblos indígenas que hace que nuestras demandas no puedan cumplirse porque no hay presupuesto y no lo va a haber nunca si se mantiene esta estructura. Siempre vamos a tener dos o tres diputados, pero no vamos a incidir realmente en aquellas instancias de toma de decisión.

Cada bancada tomará la posición política que estime pertinente y es muy respetable desde nuestro punto de vista. Lo que nos corresponde hacer, es dar cuenta de la posición que adoptan estas bancadas ante la opinión pública indígena. Es decir, aquellos rechazaron por tales razones, aquellos quisieron modificarla en tales aspectos y aquellos quisieron aprobar. Y nosotros daremos cuenta de esa situación.

-¿Cómo lograr esos avances en perspectiva?

-Tener un horizonte a cinco o diez años plazo en materia de educación, por ejemplo, en materia de hogares de estudiantes, en liceos técnicos profesionales. Lo que queremos es dotar a nuestra gente de mejores condiciones en educación.

La opinión pública debe recordar, no saber, sino que recordar que los peores índices en materia de educación son aquellos que afectan a la población indígena de nuestro país, de todos los pueblos indígenas y en particular de la 9ª Región. Lo mismo en materia de salud y lo mismo en materia de vivienda. Estamos hablando de las cuestiones básicas, para eso requerimos tener incidencia. 

-¿Va a plantear demanda de tierras en el Consejo?

-Sí, es una demanda histórica.

-Eso no se abandona.

-No, no se puede abandonar de nuestra parte, no es posible. Es una demanda histórica y por lo tanto hay que plantearla, lo vamos a plantear de manera más técnica, pero hay vías. 

Nos parece tremendamente positivo que se vaya a constituir una Comisión por la Paz y el entendimiento, que trabaje sobre un plan de restitución de tierras o de compensación en caso de no ser restituidas.

-¿Es posible consagrar eso constitucionalmente?

-Si hay voluntad, es posible, porque lo que puede pasar y el riesgo que tiene esa comisión, al no tener un anclaje legal y constitucional, es que la próxima administración de gobierno puede perfectamente desatender esta comisión o sus planteamientos.

En función de eso hay que tomar en cuenta estas dos situaciones y tenemos que formular una propuesta constitucional para los efectos de este Consejo. Ese es el desafío para nosotros.

Por lo tanto, en dos semanas tenemos que tener planteado y empezar a conversar, porque esto requiere tener una formulación política, histórica, jurídica que después conversaremos con todas las bancadas. Nosotros no vamos a plantear nada de exclusivo de un sector, nuestro planteamiento, es un planteamiento que nosotros le hacemos al país por medio de los representantes electos.

[Sobre el audio filtrado del presidente Boric y sus declaraciones sobre restitución de tierras]: desde el punto de vista técnico, no podría haber planteado otra cosa. No existe presupuesto de Estado capaz de satisfacer en una administración de gobierno una demanda de esa magnitud.

Cada bancada tomará la posición política que estime pertinente y es muy respetable desde nuestro punto de vista. Lo que nos corresponde hacer, es dar cuenta de la posición que adoptan estas bancadas ante la opinión pública indígena. Es decir, aquellos rechazaron por tales razones, aquellos quisieron modificarla en tales aspectos y aquellos quisieron aprobar. Y nosotros daremos cuenta de esa situación.

Tenemos que hacer algo en materia de tierras y proponerlas, y lo vamos a hacer.

-En una reciente grabación filtrada por el diputado Miguel Mellado, el presidente Gabriel Boric sostiene que lo referido a tierras es una tarea que finalmente quedará para el próximo gobierno. ¿Qué opina de tales declaraciones en esta perspectiva de restitución de tierras?

-Lo que entiendo de estas últimas declaraciones es que la Comisión va a establecer un catastro y un plan de restitución.

Hay que considerar que la magnitud de las tierras a restituir es muy amplia y a mi juicio, si lo hubiese dicho un presidente de oposición, desde el punto de vista técnico, no podría haber planteado otra cosa porque no existe presupuesto de Estado capaz de satisfacer, en una administración de gobierno, una demanda de esa magnitud.

Y nosotros como pueblos indígenas y como pueblo mapuche, tenemos que tener un criterio constructivo respecto de cómo se materializan las soluciones de esta magnitud. Estamos hablando de solucionar un problema de carácter histórico. No estamos hablando aquí de una reivindicación gremial, estamos hablando de una cosa que involucra decenas de gobiernos.

No existe administración, sea de derecha o de izquierda, que pueda resolverlo. Tampoco podemos ponernos en una situación de que lo quiero todo ahora porque no existen los dineros suficientes para eso. En segundo lugar, hay que atender que estamos en un proceso de crisis económica donde técnicamente estamos en recesión en este momento.

Por eso hablamos de un horizonte de expectativas para atender este problema. No estamos hablando de plazos de cinco años, estos son temas que se arrastran donde hemos buscado estas coyunturas durante décadas.

Si se genera una gran expectativa que luego es frustrada, recomponer esa confianza cuesta mucho y se impone el criterio de que esto no funciona por la vía del diálogo, que no funciona por la vía institucional, y por lo tanto, vámonos por otra vía. Eso es lo peor que le puede pasar a un país y a mi pueblo.

Hay que mirarlo con una perspectiva de décadas, eso no significa que haya que bajar la demanda, sino que debe considerarse en la planificación y desde esta instancia acompañar y fortalecer la demanda territorial del pueblo mapuche. Pero de que hay que plantearlo, hay que plantearlo.

-Esa restitución bajo qué criterios, ¿por títulos de merced?

-Ese es un antecedente, es un piso, pero también me gustaría atender a otros criterios que han planteado otras comunidades que se formalizarán en los próximos meses. Algunos plantean tierras antiguas y tendríamos que ver dónde porque no en todas partes se podrá.

A mi juicio va a operar una participación bastante numerosa en los próximos meses y surgirán múltiples propuestas, porque hay muchos actores involucrados y de todos los territorios. Por ejemplo, el tema de los parques nacionales, esa es una variable también, no conozco la disposición que tengan los empresarios forestales, y ahí hay otro actor. Lo único que ojalá se priorice es que los actores institucionales y privados, den cuenta rápida de su voluntad para que se empiece a restituir cuanto antes.

Porque si se genera una gran expectativa que luego es frustrada, recomponer esa confianza cuesta mucho y se impone el criterio de que esto no funciona por la vía del diálogo, que no funciona por la vía institucional, y por lo tanto, vámonos por otra vía. Eso es lo peor que le puede pasar a un país y a mi pueblo.

-¿Ya renunció a la plurinacionalidad y el pluralismo jurídico?

-Definitivamente, no voy a plantear eso. 

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