Hace 31 años la Concertación de Partidos por la Democracia protagonizó uno de los cambios políticos más relevantes de la historia reciente de Chile. El 11 de marzo de 1990 Patricio Aylwin (DC) asumió la presidencia de la República, dando término a la dictadura liderada por Augusto Pinochet. A tres décadas de esto, el país nuevamente atraviesa un momento crucial con el cambio de constitución, pero esta vez con dicho conglomerado en las ruinas: muchos retirados y otros fallecidos, pero con nombres activos que buscan dar continuidad al legado del emblemático pacto.
La llamada “Lista del Apruebo” que compite por la Convención Constituyente es la heredera de la Concertación, y si bien sus principales dirigentes y la mayor parte de los candidatos mantienen distancia política y generacional con las figuras que gobernaron hasta el fin de la primera década de este siglo, sigue siendo el espacio para que algunos nombres históricos del conglomerado participen de la elección del 11 de abril próximo que definirá a quienes redacten la nueva carta fundamental. Aunque hay otros que no corren junto con sus ex camaradas.
Jorge Correa Sutil, René Cortázar, Felipe Harboe, Jorge Insunza, Patricia Politzer, Clemente Pérez y Mariana Aylwin, son los nombres más fuertes que competirán por un asiento en la constituyente y que tienen pasado concertacionista.
Pero a partir del estallido social del 18 de octubre de 2019, quedó patente que la Concertación es un mal recuerdo, sobre todo basándose en el lema “No son 30 pesos, son 30 años”, que dio cuenta de la crítica de la ciudadanía a cómo se manejó el país en las últimas tres décadas, de las cuales 20 años fueron del conglomerado que descuidó fuertemente los derechos sociales, con medidas que dejaron graves consecuencias para muchos, como el Crédito con Aval del Estado para financiar la educación superior.
Pero más simbólico aún es que bajo el gobierno de Ricardo Lagos en 2005 se llevó a cabo la reforma constitucional más amplia a la instaurada durante la dictadura de Augusto Pinochet, la cual no la eliminó ni tampoco la modificó de manera sustancial.
En este escenario, la Democracia Cristiana, uno de los partidos de la “Lista del Apruebo”, presenta dos nombres con fuerte pasado en el principal pacto de la posdictadura.
Uno es Correa Sutil, quien compite por el distrito 6 de la Región de Valparaíso. Fue subsecretario del Interior durante el gobierno de Lagos e integrante del Tribunal Constitucional entre 2006 y 2009. En los años anteriores al estallido, cuando el segundo gobierno de Michelle Bachelet tuvo un –fallido– proceso de cambio constitucional, este abogado de la Pontificia Universidad Católica participó activamente de la discusión académica sobre el cambio de la carta fundamental, señalando ideas como que el nuevo texto debería ser “un conjunto mínimo de reglas y derechos muy básicos y escuetamente definidos”.
Su perfil refleja muy bien aspectos que son criticados de la era concertacionista, como por ejemplo, la cercanía con grandes empresas como también con los partidos de derecha. Basta con citar que como abogado, Correa Sutil representó a la Celulosa Arauco cuando en 2014 tuvo un conflicto socioambiental en San José de la Mariquina, por otro lado, en 2018 defendió al entonces ministro de Salud, Emilio Santelices, en la acusación constitucional que la oposición presentó en su contra.
“Comencé luchando contra la constitución de 1980 antes que esta se promulgara, en el Grupo de los 24, que era la oposición inicial de todo el mundo de la Concertación. Como no pudimos derrotar a Pinochet con las movilizaciones sociales, se decidió luchas desde dentro con la reforma al texto constitucional, con el compromiso de que se iban a acabar los senadores designados en poco tiempo. Esto no se cumplió y fuimos transformando significativamente al país, disminuyendo notablemente la pobreza y profundizando el goce de los derechos económicos sociales. Eso tuvo un techo, una crisis a partir del 2011 porque hubo gobiernos que no satisficieron las demandas ciudadanas, por eso el estallido social me lo explico como un malestar hacia la llamada clase política”, dijo a INTERFERENCIA este candidato, enfatizando en que hasta 2011, según su punto de vista, hubo “gobiernos realizadores”.
En una situación parecida se encuentra René Cortázar, demócrata cristiano que también compite por la “Lista del Apruebo” en el distrito 8 de la Región Metropolitana, uno de los sectores populares de esta elección.
En su caso, él estuvo en el gobierno de Patricio Aylwin como ministro de Trabajo y lo mismo en el primer mandato de Michelle Bachelet como titular de Transportes, como encargado de implementar el Transantiago. Aunque en su currículum concertacionista también se encuentra el paso por la dirección ejecutiva de Televisión Nacional de Chile entre los años 1995 y 2000.
En tanto, su currículum empresarial también está ligado a los altos directorios de empresas como Entel, La Polar, Corpbanca y Canal 13. Actualmente, según un artículo de El Mostrador, es el candidato con mayor aportes de privados, sumando $36 millones de donantes también representantes del mundo de los negocios, tales como Pablo Echeverría Benñitez (Moneda Asset Management S.A), Nolberto Pavez García (ex presdente de la Cámara Chilena de la Construcción), Pablo Hernán Turner (ex gerente general de Falabella y París, presidente de AD Retail en la actualidad), Wolf Von Appen (Grupo Ultramar), entre otros.
También en la “Lista de Apruebo”, pero desde el PPD, hay casos con pasado concertacionista, como por ejemplo, el ex senador Felipe Harboe, quien actualmente compite por el distrito 19 de la Región de Ñuble.
Los últimos 12 años de su carrera los pasó en el Congreso, primero como diputado en la Región Metropolitana y luego como senador en Ñuble. Pero antes de esto, durante el gobierno de Ricardo Lagos fue subsecretario de Carabineros y luego de Interior, cargo que ocupó también durante el primer mandato de Michelle Bachelet.
Uno de los hechos que da cuenta su fuerte arraigo con el extinto conglomerado es que en 2017, cuando su partido se inclinaba a apoyar la candidatura presidencial de Alejandro Guillier, él fue el único de los “pesos pesados” que se mantuvo firme en su apoyo a Ricardo Lagos, quien buscaba tener una nueva oportunidad en La Moneda.
Por el mismo partido compite Jorge Insunza, quien fue diputado entre 2006 y 2015 y ahora compite en el distrito 13 de la Región Metropolitana. Antes de su carrera parlamentaria, trabajó como asesor político de distintos parlamentarios, pero también de los presidentes Lagos y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Aunque quizás su aspecto político más influyente, paradójicamente, viene desde el mundo privado, puesto que se desempeñó como lobbista en distintos momentos de su carrera. Primero, en los noventa, fue parte de Civitas Consultores, agencia del ex ministro de Augusto Pinochet, Francisco Javier Cuadra. Más tarde, en 2011, Insunza trabajó en Imaginacción, la empresa del mismo tipo pero perteneciente a Enrique Correa, ex ministro secretario general de Gobierno durante el gobierno de Patricio Aylwin.
Pero fueron sus propios negocios los que le trajeron mayores problemas, aunque formalmente esto ocurrió en tiempos de la Nueva Mayoría. En 2015, a menos de un mes de haber asumido como ministro secretario general de la Presidencia en el segundo gobierno de Bachelet, debió dejar el cargo luego que se revelara que sus sociedades Sistema Consultores y Vintus Consultores, prestaron millonarias asesorías a Codelco y Antofagasta Minerals, respectivamente, mientras Insunza era diputado y presidente de la Comisión de Minería de la Cámara.
“Empecé mi actividad política en 1983 en la lucha contra la dictadura, fui parte del Movimiento de Estudiantes Secundarios por la Democracia, por lo tanto el propósito de poner fin a la herencia de Pinochet está en mis motivaciones más profundas. Después en 2005 fui elegido diputado y parte de mi propósito era impulsar las reformas que permitieran ese objetivo inicial para mí, obviamente nos encontrábamos con el muro de contención que era la constitución. En 2018 publiqué el libro ‘Nudos ideológicos de la Constitución’ en el cual explico cuál es la matriz ideológica de ésta”, dijo Insunza en conversación con INTERFERENCIA.
Consultado específicamente por su currículum durante la Concertación y lo que pasó posteriormente en la Nueva Mayoría, agregó que “varias de estas aprehensiones pueden ser legítimas, pero todos tenemos que medirnos por nuestros propios actos. El pueblo es el que tiene que decidir democráticamente quiénes serán sus representantes en el debate constitucional, no sería bueno para el país que nos inhibimos a ser una alternativa, me alejaría de un discurso que habla de vetar a priori. Yo siempre fui de un sector y una voz de izquierda en la Concertación, en eso tengo críticas y autocríticas, las cual sostuve en esos años, no fui condescendiente en ese período”, expresó.
Uno de los casos particulares de la “Lista del Apruebo” es el de Carlos Ominami, quien va en el pacto pero compite como independiente por el distrito 6 de la Región de Valparaíso. Este personaje fue ministro de Economía en los dos primeros años del gobierno de Patricio Aylwin, además de senador durante 16 años, era uno de los hombres más cercanos a Ricardo Lagos dentro del Partido Socialista en los noventa y gran parte de los dos mil, pero en este punto se generó un quiebre importante, puesto que se convirtió en uno de los principales díscolos en respaldo de su hijo, Marco Enríquez-Ominami, con quien renunció a la colectividad para crear el Partido Progresista.
Los que corren por fuera del pacto
Hay algunos nombres que quedaron fuera de la “Lista de Apruebo” pero que de igual forma tienen un pasado en la Concertación y ahora competirán en las elecciones a constituyente.
Una de ellas es la periodista Patricia Politzer, quien va por la lista de “Independientes No Neutrales” por el distrito 10. Nunca ha militado, pero tuvo una identificación con el conglomerado posdictadura. El primer cargo que obtuvo en este contexto fue de directora de prensa de Televisión Nacional de Chile entre 1991 y 1994.
Pero su momento más relevante políticamente fue con Ricardo Lagos. Durante el mandato de este último, la profesional fue por poco más de un año la directora de la Secretaría de Comunicaciones de la Presidencia, el cargo más importante a nivel comunicacional en La Moneda. Inmediatamente fue nombrada presidenta del Consejo Nacional de Televisión hasta que terminó dicho gobierno.
“Yo nunca fui militante activa en un partido de la Concertación, sin embargo participé activamente en ciertos cargos relevantes en los que fui elegida por mi experiencia profesional. El primero fue en Televisión Nacional, porque logramos recuperar la credibilidad en el departamento de prensa, algo que después de la dictadura no existía y que hoy también se exige desde la ciudadanía. Después, en el Consejo Nacional de Televisión mi labor fue aumentar sustancialmente los fondos concursables para una televisión de calidad, sin esto no tendríamos programas inolvidables como 31 Minutos o Los 80”, dijo Politzer a nuestro medio.
De igual manera, agregó que el lema de “No son 30 pesos, son 30 años” le resulta “injusto”, puesto que “en esto treinta años hemos avanzado mucho, lo cual no significa que no haya mucho más que avanzar en igualdad, respeto al otro, que todos seamos igualmente dignos, en que cualquier profesión merezca el mismo respeto, como los profesores que debieran tener un estatus privilegiado”, agregó.
Otros nombres icónicos van por la lista “Independientes por Chile”, ambos compiten por el distrito 11 de la Región Metropolitana y los dos son ex militantes de la Democracia Cristiana: se trata de Mariana Aylwin y Clemente Pérez.
La primera, fue diputada entre 1994 y 1998, pasando posteriormente a ser ministra de Educación durante los tres primeros años del gobierno de Ricardo Lagos. En tanto, Pérez fue subsecretario de Transportes durante el mismo gobierno y fue presidente de Metro en el primer mandato de Bachelet, además de ser el autor de la frase “cabros, esto no prendió” en los días previos al estallido social.
Ambos eran de la línea más conservadora de la DC y entraron en fuerte tensión con el partido durante las elecciones presidenciales de 2017, debido a que la falange se inclinó a apoyar a Alejandro Guillier en la segunda vuelta. Debido a esto renunciaron a su militancia e inmediatamente entraron a colaborar con el gobierno de Sebastián Piñera.
Comentarios
La lista de la "vergüenza
De todos ellos sòlo dejarìa a
Muchas grx.
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