La primera sesión de la Convención Constitucional, a celebrarse ayer, fue un fracaso. Luego de un atraso de una hora y media, ésta tuvo que suspenderse ya que no se cumplían las condiciones técnicas ni sanitarias para llevarse a cabo. “Se suspendió la sesión por falta de protocolo sanitario y fallas técnicas que imposibilitaban el diálogo y la votación”, explicó vía Twitter la constituyente María Elisa Quinteros.
Varios de los servicios necesarios para llevar a cabo la Convención –incluyendo el arriendo de micrófonos y de internet, entre otros– fueron contratados el 2 de julio por el Ministerio Secretaría General de la Presidencia de la República (Segpres), apenas tres días antes de iniciarse la discusión constitucional. Uno de estos servicios, disponible en Mercado Público bajo el nombre de Producción de la primera sesión de la convención constituyente, significó la contratación vía trato directo por $450 millones de Street Machine Corp S.A., empresa con cercanía a la UDI.
Aquella sociedad es propiedad de Paul Morrison Cristi, hijo de la ex diputada UDI, María Angélica Cristi, y quien fuera socio del diputado –también UDI– Joaquín Lavín León en la discoteque Aeropuerto. Además, según reveló INTERFERENCIA, Street Machine fue contratada por Cathy Barriga, quien el 2016, en su rol de alcaldesa de Maipú recién electa –corrió como independiente con apoyo de la UDI– decidió adquirir los servicios de la empresa del antiguo socio de su marido para construir una Casa de jengibre gigante y realizar una proyección audiovisual; gastando $44 millones en ambas. (Revise acá el artículo).
Para la Convención fue necesaria la contratación vía trato directo –es decir, sin licitación– ya que “existe una urgencia en la planificación, organización y coordinación” del servicio que “no se pudieron contratar o prever con la debida anticipación dadas las excepcionales circunstancias que atravesamos como país”, dicen desde Segpres.
Para la fallida jornada de ayer en la sede de Santiago del Congreso Nacional, Street Machine Corp S.A. fue la encargada de proporcionar mesas, sillas, una carpa de prensa con todo su equipamiento y un área de sanitización; según se puede leer en la resolución exenta emitida por Segpres. En adición, la empresa de Morrison fue responsable de gestionar el traslado aéreo y terrestre, así como también los alojamientos de todos los Constituyentes que así lo requirieran. (Revise acá la resolución exenta 516-2021 de Segpres).
El servicio ofrecido por Street Machine, según se estipula en la resolución, “no se encuentra disponible en el catálogo virtual de Convenio Marco que administra la Dirección de Compras y Contratación Pública”, siendo necesaria la contratación vía trato directo –es decir, sin licitación– ya que “existe una urgencia en la planificación, organización y coordinación” del servicio que “no se pudieron contratar o prever con la debida anticipación dadas las excepcionales circunstancias que atravesamos como país”.
Una discoteque y una ‘casa de jengibre’
El 2006, Morrison y Lavín jr. inauguraron la discoteque Aeropuerto. “Pueden decir que es la discoteque del hijo de Joaquín Lavín. Yo trabajo en este proyecto y de cierta manera soy parte de ello”, dijo Lavín hijo en los albores de Aeropuerto, quien figuraba como gerente general del negocio. Morrison, en tanto, era uno de los dueños.
Por esos años, la madre de Morrison, María Angélica Cristi, iniciaba su cuarto periodo como diputada por el antiguo distrito N°24, el cual comprendía a La Reina y Peñalolén. Era su primero como militante de la UDI, habiendo militado hasta el 2003 en Renovación Nacional. El padre de Lavín León, Joaquín Lavín Infante (UDI), en tanto, venía de perder su segunda aventura como candidato presidencial.
La relación laboral entre Paul Morrison y Joaquín Lavín León no evitó que la esposa de Lavín hijo, Cathy Barriga, sostuviera un negocio millonario con cargo al fisco con el ex socio de su marido.
Barriga, recién asumida como alcaldesa de Maipú, contrató a Street Machine Corp S.A. para construir una Casa de jengibre. Según se puede leer en la orden de compra, ésta constaba de una estructura con “pórticos” de 2x4 metros y un techo de 2x6, siendo construida con madera de pino. Tuvo un costo de $22.372.000.
Barriga contrató a Street Machine Corp S.A. para construir una Casa de jengibre. Según se puede leer en la orden de compra, ésta constaba de una estructura con “pórticos” de 2x4 metros y un techo de 2x6, siendo construida con madera de pino. Tuvo un costo de $22.372.000.
La 'casa de jengibre' de Cathy Barriga.
En ninguna parte de aquella orden se menciona el uso de alguna sustancia comestible que transformara a la techumbre de pino en una Casa de jengibre. En la página web de la municipalidad aseguraron que ésta fue adornada con “aproximadamente una tonelada y media de merengue, dos a tres kilos de colorante, galletas, chocolates, capas de mostacilla, mucho fondant para hacer estrellas y copos de nieve”; siendo la encargada de dicha tarea la pastelera Anita Cid, jamás mencionada en la orden de compra de Street Machine Corp. Maipú tampoco registra contrato alguno con la pastelera, según la información disponible en Mercado Público.
Además de la Casa de jengibre, el municipio de Barriga ordenó la compra de una producción navideña, también a Street Machine Corp S.A. La municipalidad pagó $22.491.000 por el “desarrollo de una proyección navideña en costado del edificio consistorial de ilustre municipalidad de Maipú, a desarrollarse el 23 de diciembre a las 21:00 horas”, la cual duró menos de 10 minutos.
En su oportunidad, INTERFERENCIA contactó a dos empresas especializadas en el servicio de mapping y proyección audiovisual, asegurando que el mismo servicio a precio mercado no ascendía los cinco millones de pesos.
Esta redacción también contactó entonces a Morrison para consultar por los negocios con la Municipalidad dirigida por la esposa de su ex socio, indicando que ya no trabajaba en Street Machine Corp S.A. “hace más de 10 años”. Esto último, algo que las escrituras públicas de la empresa desmienten.
Ambas compras significaron un gasto fiscal total de $44,86 millones, cifra superior a 500 UTM ($23 millones a esa fecha), lo que significa que debe contar con aprobación del Concejo Municipal. Sin embargo y como reveló INTERFERENCIA, la contratación de los servicios de Street Machine fue dividida en dos órdenes de compra emitidas el mismo día, por lo que los montos no alcanzaron el límite de $23 millones y no tuvieron que ser aprobados por los concejales de Maipú.
Esta redacción también contactó entonces a Morrison para consultar por los negocios con la Municipalidad dirigida por la esposa de su ex socio, indicando que ya no trabajaba en Street Machine Corp S.A. “hace más de 10 años”. Esto último, algo que las escrituras públicas de la empresa desmienten.
El último movimiento en aquella sociedad fue cinco días después de acordarse el negocio con Maipú, el 26 de diciembre 2016, cuando en Junta Extraordinaria de Accionistas se decidió aumentar de $46 millones a $57 el capital social de Street Machine Corp. El mismo Paul Morrison Cristi fue quien presidió la junta, según escritura pública disponible en el Archivo Judicial.
Comentarios
Un narcotraficante
Lo que me da más rabia es que
La guinda de la torta, que
https://bit.ly/3o2HuHQ
La situación económica de
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