Puede que el presidente Nicolás Maduro haya sorteado con éxito el 23 F, el cual amenazaba convertirse en un escenario capaz de tumbarlo del poder.

Sin embargo eso no implica que la crisis venezolana haya retrocedido en magnitud. 

Bajo este delicado contexto, el politólogo y especialista en gobernabilidad y gerencia política de la Universidad Central de Venezuela, Jesús González, comparte con INTERFERENCIA su impresión sobre el legado de Hugo Chávez, una de las razones que mantienen a Maduro en el poder, pero cuya imagen, explica él, ha sufrido un progresivo deterioro en los recientes años.  

¿Cómo analiza la figura del ex presidente Hugo Chávez hoy en el imaginario colectivo de los venezolanos?

La figura de Chávez ha visto disminuida su popularidad en el colectivo y en la opinión pública, en gran parte porque su heredero político –Nicolás Maduro- recibió un gran problema que se venía manifestando en Venezuela.

¿En qué sentido?

Nosotros no somos un país productivo. Por eso, pese a que tuvimos altos ingresos por el precio del petróleo, eso no se transformó en un aumento de la producción en el resto de la economía, como la agricultura, tecnologías, o educación. Todo eso se estancó.

Cuando cayó el precio del barril de petróleo, toda esa riqueza cayó inmediatamente. Nicolás Maduro únicamente administró el modelo que hoy tenemos.

Vivieron una ficción, entonces…

Claro. Cuando cayó el precio del barril de petróleo, toda esa riqueza cayó inmediatamente. Maduro únicamente administró el modelo que hoy tenemos. Uno que pasó de producir el 85% de sus alimentos a importar más del 92% de estos. Ello, porque se montó un sistema donde el dinero del petróleo podría financiar y comprar lo que fuera, y era más fácil comprar fuera, que producir adentro por las utilidades del negocio cambiario.

¿Maduro introdujo algún cambio o mejora a este modelo?

No ha cambiado en nada ese modelo económico que diseñó Chávez y al día de hoy, tenemos unos resultados desastrosos en términos de desarrollo económico y pobreza.

Claro, se suele decir que Maduro no es Chávez

Chávez tenía un efecto teflón sobre la gente. La idea que se tenía de él era de el gran padre protector de Venezuela, pero no solo dentro del país, sino que en toda América Latina. Fue un referente que utilizó los símbolos de un padre que protege, que te ayuda, que, en términos generales, puede dar ayuda vía subsidio. Y todo eso, se ha ido fracturando por la dura realidad que tenemos hoy.

¿Cuáles eran los símbolos que identificaban a Chávez?

Su claro y carismático liderazgo. Chávez tenía un don de la palabra y de incluir a la mayor cantidad de personas dentro del concepto de pueblo, que él utilizó durante toda su vida política. Todo ello en un contexto en que, primeramente, se buscó abrir más espacios de democracia y participación, lo que no fue posible porque se forjó la idea de un partido –el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) – muy asimilado al Estado.

¿Se dio la participación prometida en un inicio?

Esa idea de participación que todos esperábamos en el país no fue tal. Lo que hizo Chávez fue utilizar los símbolos de la presidencia para dividir el país y generar un clientelismo absurdo alrededor del PSUV. Y este tipo de liderazgo lleva a que, si quieren comer u obtener algún tipo de beneficios sociales, debes pertenecer al partido.

En las últimas encuestas la gente está diciendo que el gobierno de Maduro está perjudicando de manera importante la imagen de su antecesor.

¿Ha tratado Maduro de establecer algún grado de diferenciación con Chávez?

Han intentado desarrollar un conjunto de imágenes permanentes de esa herencia. Eso se puede apreciar en los medios oficialistas y ver a Chávez como si todavía estuviera vivo. Está permanentemente en la televisión, en el discurso, en la palabra del presidente y eso, evidentemente, ha hecho que se erosione la figura de Chávez dentro de Venezuela. Incluso, en las últimas encuestas la gente está diciendo que el gobierno de Maduro está perjudicando de manera importante la imagen de su antecesor. Tanto, que desde hace poco más de dos años ya se habla del madurismo y del chavismo como cosas distintas.

¿Desde la oposición qué se piensa de la figura de Chávez?

Chávez fue y ha sido siempre una figura referente que dominó el discurso político en el país a su antojo. Tanto, que con Chávez vivo, la única figura de peso importante dentro de la oposición era Henrique Capriles, y su campaña tomaba los mensajes de Chávez y los intentaba hacer suyos, cosa que es un error político. El discurso de Chávez caló en el liderazgo opositor, que nunca logró generar una propuesta de contrapoder que hiciera un peso real a las pretensiones de Chávez de tener un control de, prácticamente, toda la sociedad. Pero, además, su discurso, no solamente caló en Venezuela. En las librerías de América Latina, mientras Chávez estaba vivo, uno veía literatura de él, prácticamente, en todas las estanterías.

Un referente también para la izquierda en otros países...

Todavía hoy Chávez es referencia en diversas campañas electorales a lo largo de América Latina y también en España. A favor y en contra, su legado se toma como un ejemplo. Desde ámbitos más conservadores su figura se sigue utilizando como “Mira, ¿ustedes quieren llegar a la situación que está en Venezuela? Pues, no sigan ese camino”. Eso habla que el impacto de Chávez marcó un momento muy importante para la historia de los últimos 20 años.