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Miércoles, 7 de Mayo de 2025
A dos años de la visita a Cúcuta

Invitados por Piñera y ahora expulsados: hablan venezolanos residentes sobre la crisis migratoria y la amenaza de Allamand de no vacunar 'ilegales'

Diego Ortiz

INTERFERENCIA conversó con cinco ciudadanos de a pie de Venezuela, quienes consideran "inhumanas" las expulsiones. También rechazaron los dichos del canciller Andrés Allamand respecto de que Chile no vacunaría "ilegales", algo que fue desautorizado por el mismo gobierno.

A mediados de febrero de 2019, el presidente Sebastián Piñera viajó a Cúcuta, ciudad colombiana fronteriza con Venezuela, para entregar ayuda humanitaria –avaluada en $102 millones– y solidarizar con los venezolanos, en un plan conjunto con los gobiernos de Donald Trump (Estados Unidos) y de Iván Duque (Colombia), cuyo propósito final era desestabilizar el régimen del presidente venezolano, Nicolás Maduro.

Desde un podio y hablando a un costado de Juan Guaidó, el líder opositor venezolano, quien pretendía ser presidente encargado en reemplazo de Maduro, el mandatario chileno reprochó duramente a Maduro: “No hay nada más perverso que un régimen que niega la ayuda humanitaria a su propio pueblo”.

Estas palabras se volvieron contra Piñera como un bumerang, pues el régimen de Maduro no cayó, y sus palabras de empatía y solidaridad hacia los venezolanos que requieren huir de su país, funcionaron como uno de los alicientes para transformar a Chile en uno de los destinos preferidos de los emigrantes de ese país, junto a Colombia y Perú. Después de todo, si Piñera alegaba una crisis humanitaria, es complejo después no dar caracter de refugiados a las mismas victimas.

Dos años después, en medio de esta grave crisis migratoria que tiene en tensión a la localidad de Colchane, vecina a Bolivia, por la llegada de centenas de migrantes -la mayoría venezolanos- el mismo gobierno de Piñera expulsó de Chile a 138 personas, en un vuelo de la Fuerza Aérea.

Vistiendo todos overoles blancos obligatorios -algo que recuerda campos de prisioneros- y escoltados del brazo por efectivos de la Policía de Investigaciones, los migrantes subieron al avión para ser enviados de regreso a sus países de origen. De acuerdo a declaraciones del ministro del Interior, Rodrigo Delgado, se trataba de personas que ingresaron clandestinamente hace menos de tres meses a Chile.

El vuelo gatillo que hasta un detractor de Nicolás Maduro emplazara a Piñera. "Presidente Piñera por favor no expulse a los venezolanos, que se fueron a pie hasta la frontera. Son seres humanos que se fueron para luchar, para buscar un futuro mejor”, dijo el diputado opositor Luis Florido de la Asamblea Nacional de Venezuela (AN). 

En paralelo, el canciller Andrés Allamand el miércoles 11 de febrero declaró que Chile no vacunaría a inmigrantes ilegales, ante el fenómeno de migración ilegal de algunos extranjeros que podrían venir al país a buscar una inoculación, algo que fue calificado como "turismo de vacunas". Las declaraciones de Allamand no solo contravienen las leyes chilenas, sino que además representan un peligro sanitario, pues el Covid-19 no distingue pasaportes, por lo que Allamand fue desmentido por los ministros Delgado y Enrique Paris (Salud), además del jefe del Departamento de Extranjería, Álvaro Bellolio.. 

Pese a que se echó pie atrás en la medida, las palabras de Allamand caldearon un ambiente anti inmigrante, y anti venezolano, al ser esta la nacionalidad que más presiona por entrar a Chile. 

INTERFERENCIA consultó por sus opiniones al respecto a cinco venezolanos residentes en Chile, que han migrado tanto por razones económicas como políticas, en contrariedad con el régimen de Maduro.

Se trata de una cocinera, una ejecutiva de una AFP, un conductor de Rappi, un mesero y un cajero, quienes dieron sus impresiones a esta redacción sobre el viaje y; también, sobre la polémica declaración de Allamand,

Un viaje inhumanitario

“Yo lo entendería si estuvieran devolviendo personas a Argentina o Perú, donde sacar pasaportes y visas es fácil. Acá estamos huyendo de una dictadura y del hambre, estamos buscando una vida”. Para el mesero Luis Valero, la expulsión de sus compatriotas no es una situación aceptable.

La burocracia y el alto costo de un traslado regular hacia Chile, sumado a la compleja situación en materia de derechos humanos en Venezuela, hacen de los vuelos de repatriación o la denegación de entrada al país un tema delicado. Ejemplo de esto es el caso de su madre: “le compré un pasaje para el 5 de agosto del año pasado, pero el 4 anunciaron que se pediría una nueva visa y no la dejaron entrar”.

La madre de Valero perdió su pasaje. “No tenemos como reencontrarnos”, explica el mesero, quien ya cumplió tres años en Chile.

Para Fabiola Viera, ejecutiva de una AFP, el asunto es controversial. “Me afectó ver las imágenes de los compatriotas siendo expulsados en el avión, que los sacaran como unos delincuentes. Me pareció horrible”, explica Fabiola. La ejecutiva agrega que “hay que ponerse en sus pantalones: no todos tuvieron el privilegio que tuve yo de llegar en avión y con ahorros”.

Viera estudió administración de empresas en Venezuela y llegó al país hace siete años, tiempo en que ha desarrollado una mirada crítica sobre el problema migratorio de sus compatriotas. “Igualmente, tampoco creo que sea responsabilidad total de otros países de solucionarnos todos nuestros problemas a los venezolanos”, advierte. Para Viera, migrar a un país como Chile tampoco es una respuesta mágica a los problemas de sus compatriotas. “Nos cuesta a quienes llegamos con un título, ¿cuánto más le costará a quien no tiene documentos?”, reflexiona.

Daniel Hernández llegó a Chile hace cuatro años y trabaja como repartidor para la empresa Rappi. En su opinión, quienes vienen tienen que “entender las normas” y ajustarse a la legalidad de los países a los que migran. Sin embargo, agrega que “hay que considerar la situación en la que se encuentran”, quienes ingresan irregularmente a los países. “Están en la desesperación absoluta”, concluye.

“Entiendo la situación de los paisanos, porque están arriesgando su vida”, opina la cocinera Ángela Yánez. Para ella “estaría bien que se expulse a quienes comentan delitos, pero expulsar a todos por ser irregulares y meterlos en la misma bolsa no está bien”.

Por otro lado, Yánez también destaca la excesiva burocracia detrás de una migración regular. “Yo tuve que esperar un año y medio por mi permiso, y con la situación en Venezuela hay gente que simplemente no se puede dar ese lujo”, cuenta. Al igual que Valero, Yáñez también intentó traer a su madre por la vía regular al país. “Tenía el permiso listo, la VRD [visa de responsabilidad democrática, entregada solo a venezolanos y que permite una estadía de un año prorrogable por otro más en Chile], pero se la cancelaron arbitrariamente”, situación que en su opinión ha propiciado que se desaten crisis migratorias como la actual en Colchane.

Jefferson García migró hace cinco años a Chile y trabaja junto a otros dos venezolanos atendiendo un almacén, quienes comparten sus comentarios a la hora de hablar sobre la expulsión de sus compatriotas. “Es un tema muy controversial porque está la parte humanitaria y la legal”, explica. García asegura que la migración venezolana, con el correr de los años, ha mutado. “Antes venían más profesionales, ahora viene gente sin mucha preparación o que incluso delinque”, siendo éste un problema “que se debe frenar, ocurra en el país que sea”.

Pero también destaca las dificultades detrás de lograr una migración regular. “No todos pueden sacar la visa porque a veces el Estado simplemente no te la entrega. El pasaporte, lo mismo, en el mercado negro te puede llegar a costar 2 mil dólares y mucha gente no puede pagarlos, como tampoco pueden pagar un vuelo en avión”, reflexiona.

Con o sin visa, vacunas para todos

Entre todos existían diferencias y similitudes en cuanto a sus opiniones sobre el vuelo de expulsión de venezolanos, pero respecto a los dichos del canciller Allamand sobre negarle la vacuna a los migrantes irregulares, sus impresiones fueron unánimes: todos deben ser vacunados, sin importar su estatus migratorio.

El consenso fue unánime: no se le puede denegar una vacuna a una persona por el hecho de tener una situación migratoria irregular. “Es ilógico porque igual se van a contaminar y eso es peligroso para el resto”, apunta el mesero Luis Valero, quien también destaca que el coronavirus “no distingue entre quien tiene o no una visa”.

Jefferson García, en tanto, argumenta que se puede entender una medida así para el caso de los llamados “turistas de vacunas” que viajen solamente a conseguir una inoculación. Pero para el caso de migrantes en situación de irregularidad no se justifica: “Es necesario vacunar a todos para salir de la pandemia”.

La ejecutiva Fabiola Viera concuerda con García en ambos aspectos, tanto en fortalecer políticas para que no se presten las vacunas chilenas para “turismo” como en garantizar un proceso vacunatorio para todos. La cocinera Ángela Yánez comparte el primer punto que hace Viera, y agrega que “no pueden decir que no van a entregar la vacuna si hace menos de una semana dijeron que la darían a migrantes”.

Por último, Daniel Hernández, el repartidor, es tajante respecto a la entrega de vacunas: “No debería negársele a nadie porque todos se pueden ver afectados y, además, son seres humanos. No se justifica”.



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Otra medida propagandistica infantil, de un no-gobierno desesperado por salir del fondo de las encuestas. Intentan inutilmente y por todos los medios posibles reproducir el exito de las chaquetas rojas. Todo lo que hacen es efectista, con un solo operativo antinarco en Temucucui quisieron señalar que el gobierno combate efectivamente el narcotrafico (cueq!), con un solo operativo anti-inmigracion ilegal quieren mostrar que están haciendo algo concreto con un problema complejo, atacan por lo mas delgado del hilo, porque no solo llegan venezolanos huyendo del regimen de maduro, tambien llegan los que lavan activos venezolanos confiscados en EEUU y Colombia, amañados por Guaidó y su patota y ahi no ponen tanto celo. Con esa misma hipocresía muestran a los funcionarios de salud en los terminales de buses y a los pacos en las carreteras atormentando al chileno comun y corriente y mientras en el aeropuerto y las fronteras que son las mayores fuentes de riesgo sanitario por Covid no hacen nada. Eso es a proposito por que, dejaron pasar el virus, porque la crisis sanitaria les vino de perilla para ponerse ahora las chaquetas rojas y montar el circo de las vacunas. El gran problema de esta farza es que a gran parte de los chilenos les faltan neuronas y se comen los montajes de estos payasos canallas.

Nada de extrañar de este presidente que un intelectual y Rector de una Universidad, Sr. Carlos Peña en un genial cometario se refirió a él como un verdadero FIASCO. Es un "fiasco" como presidente si hasta en una visita a Alemania escribió en el Libro de Visitas unas estupideces que fueron borradas. Tiene muchísimas intervenciones como un verdadero "fiasco" como fue su fracasada intervención como un supuesto líder de la libertad y democracia cuando estuvo en Cúcuta. para entregar una farandulesca ayuda humanitaria al pueblo venezolano y hasta hablando que Maduro tenía hasta los días contados. La fotos están allí junto al llamado presidente encargado Guaidó. Les abrió las puertas a los venezolanos que estaban bajo la dictadura de Maduro. Más cautos fueron otros peores que Piñera, fueron Macri y Bolsonaro que guardaron más distancia. Pero la egolatría de Piñera le llevó a dar ese paso en falso. Y aquí tenemos a los invitados por el FIASCO que para dar una imagen de estadista ordenado echa a sus invitados. Después de todo dentro la fauna de la derecha más cuerda a actuado la Alcaldesa de Providencia, Doña Evelyn que frente a los inmigrantes fue con acciones legales y humanitarias. Algún lector me podría decir si estas palabras son para incitar al odio como me tiene castigado Facebook.

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