Tras meses de incertidumbre finalmente Elon Musk es dueño de Twitter. Desde las primeras tentativas de compra en abril, las acusaciones de que la red social estaba sobrepoblada de bots y spam, hasta la demanda de la compañía para que el hombre más rico del mundo cumpliera el acuerdo, el 28 de octubre pasado se confirmó la adquisición de Twitter por US$ 44.000 millones a manos de Musk.
El plan de Musk para Twitter es claro pero caótico en su ejecución: reducir costos al máximo, recortar personal y desplegar nuevos servicios de pago en la plataforma. Según el director ejecutivo de Tesla y SpaceX, la red social pierde mucho dinero: el último trimestre Twitter generó ingresos por US$ 1.100 millones, pero gastó US$ 1.500 millones.
En esa línea, Musk ha culpado en reiteradas oportunidades a las decisiones directivas de Twitter, apuntando a una política de moderación que limita la libertad de expresión. Al respecto, ha señalado el caso del bloqueo permanente de la cuenta del ex presidente estadounidense Donald Trump, quien fue suspendido luego del asalto al Capitolio en enero de 2021.
Los intentos de Musk por modificar la política de moderación de Twitter, expresada en tuits desde que comenzaron las tratativas para adquirir la red social, han golpeado la confianza de los anunciantes en la plataforma.
La entrada de Musk en Twitter significó la salida de los ejecutivos que hasta entonces habían cruzado palabras con el multimillonario en la red social.
Según The Washington Post, el nuevo CEO de Twitter ha destinado su primera semana a cargo a reunirse con ejecutivos de la publicidad en Nueva York para calmar las aguas ante los anuncios sobre relajar las reglas de contenido de Twitter.
En el artículo ‘El Twitter de Elon Musk se enfrenta al éxodo de anunciantes y ejecutivos’ el New York Times asegura que “IPG, una de las empresas de publicidad más grandes del mundo, emitió una recomendación el lunes a través de sus agencias de medios para que los clientes detuvieran temporalmente sus gastos en Twitter debido a preocupaciones de moderación”.
A nivel de empresas, IPG administra como holding varias agencias que manejan los gastos de publicidad de American Express, Coca-Cola, Johnson & Johnson, Mattel y Spotify. En tanto, su división Mediabrands gestiona alrededor de US$ 40.000 millones en inversiones de marketing a nivel mundial, el mismo precio que pagó Musk por Twitter.
A la recomendación de IPG de pausar el gasto en Twitter siguió a un anuncio de General Motors, que dijo la semana pasada que suspendería temporalmente su publicidad en Twitter, afirma el Times. Aunque cabe recordar que GM es un competidor directo de los vehículos eléctricos Tesla de Musk.
Altos ejecutivos fuera
La entrada de Musk en Twitter significó la salida de los ejecutivos que hasta entonces habían cruzado palabras con el multimillonario en la red social.
Sus acuerdos para comprar la empresa estipulan deshacerse de un 75% de los 7500 trabajadores de Twitter.
Hasta ahora la prensa estadounidense ha confirmado la salida de al menos cinco altos ejecutivos de Twitter, entre ellos Leslie Berland, directora de marketing; Jay Sullivan, jefe de producto; Dalana Brand, responsable de personas y diversidad; Nick Caldwell, el ejecutivo responsable de tecnologías centrales como infraestructura y Sarah Personette, directora de atención al cliente, que gestionó las relaciones de la empresa con los anunciantes.
Según el artículo del Post Musk despidió de inmediato al director ejecutivo de Twitter, Parag Agrawal, quien reemplazó al histórico fundador de la red social Jack Dorsey. Misma suerte corrió su director financiero, Ned Segal, “y a otros antes de actuar rápidamente para instalar a confidentes cercanos e ingenieros de confianza de sus otras compañías en la firma de redes sociales”.
Recortes de personal: el 75% sería despedido
Reunir US$ 44.000 millones para comprar Twitter no fue tan fácil para Musk.
Por lo mismo y en consonancia con sus planes, sus acuerdos para comprar la empresa estipulan deshacerse de un 75% de los 7500 trabajadores de Twitter. La idea del empresario es reducir la empresa a una plantilla de poco más de 2000 empleados.
Al respecto, el Post también publicó ‘Documentos detallan planes para desmantelar la fuerza laboral de Twitter’, artículo que reveló el plan de Musk para realizar grandes recortes reduciendo “la nómina de la compañía en alrededor de US$ 800 millones para fines del próximo año, un número que significaría la salida de casi una cuarta parte de la fuerza laboral”.
En medio de las dudas de los anunciantes, la idea de Musk es hacer Twitter menos dependiente de los ingresos por publicidad que hoy representan un 90% de las ventas de la compañía.
Aunque aún no se oficializó nada, trabajadores despedidos ya han comentado su situación en redes sociales. Así también un correo electrónico de la compañía confirmó que sus oficinas estarán cerradas temporalmente y que el personal no podrá ingresar al edificio hasta que sepan si mantienen o no sus empleos.
Además, los recortes de la nueva administración también vendrán en infraestructura, “incluidos los centros de datos que mantienen el sitio en funcionamiento para más de 200 millones de usuarios que inician sesión cada día”, afirma el Washington Post.
Hacia un modelo de suscripción
En sus habituales declaraciones por Twitter, donde ha tratado de calmar a los anunciantes, Musk afirmó que comenzará un servicio de suscripción de US$ 8 al mes por Twitter Blue, que vendría a verificar a los usuarios actualmente verificados.
Según Musk, los suscriptores verían menos publicidad, podrían compartir videos largos y podrían evitar los muros de pago de la prensa que se asocie con Twitter.
En medio de las dudas de los anunciantes, la idea de Musk es hacer Twitter menos dependiente de los ingresos por publicidad que hoy representan un 90% de las ventas de la compañía.
Sin embargo, este plan no sería visto con buenos ojos por el equipo interno, quienes lo habrían calificado como una medida de alto riesgo.
Según un correo obtenido por el Post, el plan de suscripciones tendría "riesgos relacionados con el contenido protegido por derechos de autor, los problemas de confianza del creador/usuario y el cumplimiento legal", por lo que la función se someterá a una breve revisión interna sobre esos problemas antes de seguir adelante.
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Hay que esperar un poco,
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