El interés por ser astronauta es algo que se manifestó desde pequeña en Tatiana López (21), estudiante de segundo año de la carrera de Ingeniería Civil Aerospacial en la Universidad de Concepción. 

En conversación con INTERFERENCIA, relata que “desde pequeña leía sobre el Espacio, y como muchos niños tuve alguna vez el sueño de ser astronauta. Ese sueño nunca se fue, siempre luché por él y así fue cómo me involucré mucho en las ferias de ciencia que había en Concepción y Santiago, y en congresos de Astronomía que desarrollaba la Universidad de Concepción. Esto fue alimentando este gusto por el Espacio, y una vez ingresada a la universidad conocí a los grupos de interés de Ingeniería Civil Aeroespacial, y de ahí es cuando conozco a mis amigos de hoy en día. Ellos también sabían de este sueño que tenía y uno de esos amigos me mandó el link para postular a este programa. Todas esas redes que desde pequeña tengo me han ayudado en este camino”. 

Ese enlace la llevó a postular a la Misión Asclepios, un programa exclusivo para estudiantes que busca entrenar astronautas de forma análoga, liderado por el Instituto Federal de Tecnología de Lausanne (EPFL) con la Agencia Espacial Europea (ESA), donde Tatiana es la única chilena finalista junto a 18 candidatos a astronautas que clasificaron para la última fase que se subdivide en tres partes: la primera y segunda se realizarán de forma remota en octubre y diciembre respectivamente, y la última tendrá lugar en marzo de 2021 en Suiza.

Esta última, que se desarrolla de forma presencial, consiste en pruebas físicas y psicológicas en el Instituto Federal de Tecnología de Lausanne en marzo de 2021. Una vez superada esta etapa, Tatiana entrenaría durante seis meses para llevar a cabo la misión Asclepios II (abril 2022) en una base espacial en los Alpes suizos y cuyas condiciones extremas están simuladas como si fuera Marte y la Luna.

“Fui pasando las fases de selección. En la primera nos pidieron una carta con nuestro currículum y en la segunda nos hicieron responder preguntas complejas sobre nuestro trabajo en equipo, principalmente sobre cómo solucionar rápidamente y de forma conjunta problemas bajo estrés. La tercera etapa, que a mí gusto fue la más entretenida, se trató de una prueba de lógica matemática donde nos hacían preguntas que había que responder en tiempos muy acotados, y luego de ello nos hacían memorizar imágenes o datos gigantes para luego responder preguntas sobre eso, también contra el reloj, y en la última parte nos hicieron trabajar en equipo con los otros candidatos para resolver problemas y exponerlos frente al jurado, donde se encuentra Claude Nicollier, el primer astronauta suizo y uno de los más importantes en el mundo”, cuenta. 

Todas las actividades, que buscan llevar las capacidades de los postulantes al límite para observar cómo reaccionan, fueron en inglés, lo cual no fue un impedimento para que esta estudiante desarrollara las pruebas de forma ágil y acertada. “Un requisito para postular era hablar inglés de forma fluida, ya que todos los ejercicios se hacían en ese idioma. Afortunadamente, no tengo problemas en ese ámbito porque es mi idioma nativo y siempre se ha hablado en la casa”. 

En cuanto al concepto de astronautas análogos, hacia donde se dirige la misión formativa, López explicó que “son los astronautas que llevan a cabo las misiones análogas. Estas misiones son las que se llevan a cabo en la Tierra, y que algún día se realizarán en el Espacio. Por ejemplo, en este caso lo que se hace es simular todas las condiciones de la Luna, para después llevarlo a ese lugar. Así, lo que se observa es a los astronautas, su trabajo en equipo, los experimentos que se tienen que llevar, los trajes espaciales, etc. Todo eso se hace acá, en este caso en los Alpes Suizos, para después ser enviado a la Luna”. 

Para la tercera y última parte de las pruebas se llevarán a cabo de forma presencial en Lausanne, Suiza en marzo de 2021, la estudiante describe que se prepara físicamente desde hace bastante tiempo. “Quienes aspiramos a algún día ser astronautas, entrenamos todos los días como si el día de mañana nos fueran a hacer la prueba física para serlo, que son muy complejas, y te llevan siempre al límite de tus capacidades. Como en marzo debo llevar a cabo las pruebas físicas en Suiza, me encuentro en constante entrenamiento. Practico mucha natación, básquetbol y troto casi 5 kilómetros diarios, además de algunos entrenamientos cortos e intensivos en la casa”. 

En cuanto a sus objetivos inmediatos, la estudiante señaló que “lo que más me gustaría es que gente se inspire por este camino y vean que existe una posibilidad de aspirar a ser astronauta, en este caso desde Concepción. Con mis compañeros de carrera se nos ocurrió hacer una página de divulgación científica (‘Misión Atenea’ en Instagram), donde niños nos consultan diferentes cosas, así que en eso estamos hoy en día”.