Angelita Huenuman y Somos cinco mil son las dos creaciones del cantautor y artista Víctor Jara, escogidas por los artistas Jaime Cuyanao (Waikil), Cristofer Collio (Ketrafe) y Francisco Herrera (Üñüm), para elaborar de forma colaborativa la pieza audiovisual denominada Ngoymakelaiñ, que significa "no olvidamos”. Ambas canciones han sido reinterpretadas desde la raíz musical mapuche, el rap y el folcklor del campo chileno.
Sobre Angelita Huenuman, explican que “es una canción muy íntima que escribió Víctor Jara, para honrar el trabajo de la tejedora que conoció en un verano de 1969 en la localidad de Pocuno. En esta letra, se entrelaza la vida de esta mujer mapuche, su relación con la naturaleza, y su oficio de tejedora (Ngürekafe)”.
Waikil señala que es “una necesidad de homenajear en estos 50 años del golpe a uno de los grandes cantautores que tiene Chile. También destacar la sensibilidad que tuvo hacia el pueblo mapuche, como lo hizo con la canción Angelita Huenuman, donde pone en valor su trabajo, pero a su vez, que el mejor postor se lo lleva y cómo hasta el día de hoy se valora muy poco el textil mapuche, por eso era importante hacer una re-versión desde la reflexión que hizo Victor Jara”.
Mientras que Somos cinco mil, “en cambio, es un escrito que da cuenta de un momento final que describe el horror, el dolor y la angustia, en los últimos pensamientos del cantautor frente a la muerte inminente”, añaden. Pues este poema fue el último escrito por Víctor Jara en el Estadio Chile, recinto donde fue torturado y asesinado por agentes de la dictadura cívico-militar.
“Reunir Angelita Huenuman y Somos cinco mil responde a la necesidad de manifestarse en esta fecha de muerte de Víctor Jara".
“Reunir Angelita Huenuman y Somos cinco mil responde a la necesidad de manifestarse en esta fecha de muerte de Víctor Jara, artista al que se le arrebató la vida de forma violenta, y que es parte de los miles de casos de violaciones a los derechos humanos cometidas en el oscuro tiempo que sucedió el 11 de septiembre de 1973. Ambas canciones reúnen en sus dos extremos una pulsión de vida y una de muerte”, explican los artistas.
“Nuestros fütakecheyem”
Los artistas Jaime Cuyanao, conocido como Waikil, investigador, músico y exponente de rap mapuche; Cristofer Collio conocido como Ketrafe (guitarrista y compositor) y Francisco Herrera, Üñüm (violinista y compositor), se inspiraron en el vestuario de “nuestros fütakecheyem, nuestra gente mapuche del campo de los años 70”.
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Así también nace el concepto Ngoymakelaiñ, no olvidamos. “En estos 50 años siempre se ha aludido a lo que ocurrió en Chile claramente, pero también es importante abordarlo desde la mirada mapuche, porque mucha gente mapuche vivió esa dictadura y en silencio no han contado que tenían detenidos desaparecidos. Por ejemplo, yo conocí un chachay que lo torturaron y nunca más lo comentó”, dice Waikil.
“En nuestra historia como mapuche nunca olvidamos, a través de nuestras distintas expresiones orales, como el nütram, el epew, ülkantun, vamos narrando historias, y ese era el ejercicio que queríamos hacer desde el mundo mapuche".
“En nuestra historia como mapuche nunca olvidamos, a través de nuestras distintas expresiones orales, como el nütram (conversación) el epew (cuento), ülkantun (cantar), vamos narrando historias, y ese era el ejercicio que queríamos hacer desde el mundo mapuche, no olvidando a Angelita Huenuman, ni lo que vivió Victor Jara en su último momento. A esto se suma que tampoco queremos olvidar desde lo visual a nuestra gente mapuche campesina, que luchó por defender y recuperar las tierras usurpadas en los 70’, añade el músico.
Por su parte, Catalina Devia, directora de arte del proyecto, indica que el diseño escénico de Ngoymakelaiñ estuvo basado en “la búsqueda de material documental , fotos y videos”. A su vez, explica que hubo dos materiales que fueron los más importantes, el libro de Raymond Depardon, Chile 1971, y el documental de Raúl Ruiz del año 1971, Ahora te vamos a llamar hermano.
“Estudiar sobre el movimiento campesino revolucionario, seguir esa pista, de esas personas que participaron en el movimiento”, añade Devia.
Sobre lo mismo, desde una mirada hacia la revisión histórica, Waikil señala que, “a fines del gobierno de Eduardo Frei Montalva, la movilización mapuche adquiere una nueva y efectiva forma de acción para la recuperación de tierras, en un proceso que fue impulsado por el Movimiento Campesino Revolucionario (MCR): las ‘corridas de cerco’, cuyo objetivo era restablecer los deslindes originales del título de merced y recuperar tierras que habían sido usurpadas por los fundos vecinos”.
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“La reforma agraria en la Araucanía es recordada por las familias mapuche como un proceso en que se lograron reconstituir parte importante de los antiguos Lof, las unidades territoriales previas al proceso de ocupación militar, y como un momento en que la calidad de vida alcanzó niveles insospechados, especialmente durante el gobierno de la Unidad Popular, como resultado de la voluntad política del Gobierno y del presidente Salvador Allende, personalmente”, agrega.
Pero todo ello sufrió un revés con el golpe militar, “pues los logros alcanzados y tierras recuperadas, en un proceso cargado de violencia extrema y con altos grados de racismo, particularmente sobre quienes estuvieron vinculados a los asentamientos, cooperativas y centros de reforma agraria”.
La pieza musical fue presentada en el cierre de la 17° Muestra de Cine+Video Indígena del Museo Precolombino y también está disponible en Youtube. Además, próximamente los videos serán presentados en el festival FAM de la Fundación Víctor Jara.
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Música
Voz: Jaime Cuyanao / Waikil
Violín: Francisco Herrera / Üñüm
Guitarra y arreglo musical: Cristofer Collio / Ketrafe
Equipo Audiovisual
Dirección: Anto Aripe
Dirección de arte y vestuario: Catalina Devia
Idea original: Jaime Cuyanao / Waikil
Montaje: Anto Aripe, Jaime Cuyanao / Waikil
Sonido directo, mezcla y master: Paulo Rojas
Cámara 2: Felipe Poblete
Cámara 3: Matías Mondaca
Fotografía fija: Katherine Jara
Diseño gráfico: Darwin Vera
Soporte técnico proyección: Kristian Orellana
Agradecimientos
Fundación Víctor Jara
Teatro La Memoria
Archivo Patrimonial Usach
Guillermo Ugalde
Francisco Medina
Oxiluz
Comentarios
Excelente reportaje, las
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