El titular del 34º Juzgado del Crimen de Santiago, Edgardo Gutiérrez, solicitó a la Corte Suprema que libere una orden de extradición en contra de Mauricio Mazza, cabecilla de una organización que lavó más de 400 millones de dólares de dólares al narco colombiano.
La petición, de acuerdo a los documentos a los que accedió Interferencia, apuntan a que Mazza se encuentra escondido en Argentina, para evitar la condena de seis años de presidio efectivo, que el 7 de noviembre de 2023, le impuso el máximo tribunal por el delito de lavado de activos. Se trata de la causa más importante de blanqueo de capitales ocurrida en Chile y Latinoamérica.
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Junto a este último, deben cumplir condena tras las rejas, sus hermanos Luis Alberto y José Miguel. A ellos se agregan Daniel Mazza Jiménez y María Larraguibel Padilla por el mismo ilícito.
También enfrentaron una sanción penal, pero con la remisión de la condena, Mauricio Magenats, Allans Tapia y Yieninson Yapur.
Según el informe preparado por la PDI, Mazza viajó al país vecino el 8 de noviembre del mismo año, evitando que la PDI lo detuviera. Desde entonces no registra ingreso a territorio nacional. Por esta razón, la justicia lo declaró en rebeldía.
El colombiano
Durante la investigación se acreditó que Mauricio Mazza y el resto de los integrantes, blanquearon más de 400 millones de dólares del narcotraficante Fabio Ochoa Vásquez, uno de los socios del Pablo Escobar del entonces cártel de Medellín.
Ochoa Vásquez fue extraditado desde Colombia a Estados Unidos en 2001 y en 2003 fue condenado a 30 años de cárcel por ilícitos de narcotráfico, trata de personas, distribución de cocaína y conspiración.
Dentro de los antecedentes considerados por el jurado de Miami, Florida, fueron las más de 30 toneladas del alcaloide ingresadas al país del norte.
Mazza otra vez
En 2007, cuando la investigación se desarrollaba en Chile, Mauricio Mazza fue detenido en Estados Unidos portando más de 3 millones de euros.
Por esta razón fue condenado a tres años de presidio efectivo. Al cumplir la sanción fue deportado a Chile.
La llamada operación suspiro europeo y la posterior indagatoria, más los antecedentes aportados por el CDE, la DEA y el FBI estadounidense, acreditaron una red de empresas de papel, por donde pasaba el dinero del narco colombiano.
También casas de cambio extranjeras y una chilena, perteneciente al clan Mazza, llamada Turismo Costa Brava.
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