Siendo bien intencionados a la hora de pensar, el presidente Gabriel Boric debe desear profundamente que la candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, se convierta en la próxima mandataria.
Pero hechos recientes levantan suspicacia sobre si esto efectivamente es así, porque consciente o inconscientemente, la actual máxima autoridad del país ha lanzado algo de ‘fuego amigo’ a su ex ministra del Trabajo.
Primero la postulación de la ex presidenta, Michelle Bachelet, como la próxima secretaria general de la ONU y poco después una cadena nacional que causó polémica por atacar –sin dar nombre–, a otro aspirante a La Moneda: el líder del Partido Republicano, José Antonio Kast.
A simple vista pueden parecer buenas noticias para la izquierda, pero han traído consecuencias que complican de cierta manera a la aspiración de Jeannette Jara.
Primero. El pasado 23 de septiembre, durante su discurso en la Asamblea General de la ONU en Nueva York, realizó el anuncio respecto de Bachelet, destacando la importancia de que una mujer sea la máxima representante de la organización.
Pero ¿Cómo afecta esto a Jara? En términos prácticos, la ex mandataria ya no podrá ser parte de la campaña presidencial, específicamente, cuando comience la franja presidencial, dado que tácitamente tomar campaña en una elección interna es incompatible con el rol diplomático que exige la ONU.
Segundo. El pasado 30 de septiembre Boric realizó una cadena nacional para hablar de la Ley de Presupuesto 2026. El problema es que mediáticamente esto desembocó en un conflicto con José Antonio Kast.
"Un estado responsable no abandona a su gente. Por eso es irresponsable e indeseable la propuesta de recortar 6.000 millones de dólares de gasto sin decir de dónde van a hacerlo. Es imposible recortar 6.000 millones de dólares sin afectar beneficios sociales como la PGU", dijo el presidente respecto de la propuesta del programa de Kast.
Después de esto el republicano acusó la performance de Boric como un "acto de cobardía y corrupción". Luego, la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, dijo que la crítica era “pertinente”. Más tarde, Boric contestó diciendo que "conversar de política y propuestas no es cobarde, sino democrático".
Con su cadena nacional, el presidente instaló un versus entre él y José Antonio Kast que opaca a Jeannette Jara en tiempos de campaña.
La militante del Partido Comunista reaccionó, señalando en TVN que “el presidente tomará sus decisiones en base a criterios que él tiene, pero lo que sí puedo decir es que ese no es mi estilo, más que nada un tema de estilo”.
Fuentes del comando de Jeannette Jara señalaron a Interferencia fuera de micrófono que al interior del equipo sintieron como “desafortunada” la acción de Boric.
Fuentes del comando de Jeannette Jara señalaron a Interferencia fuera de micrófono que al interior del equipo sintieron como “desafortunada” la acción de Boric, lo cual va en la misma línea de lo dicho por la abanderada en televisión.
Pero respecto del tema Bachelet, sostienen que en realidad no ha impactado de forma negativa y que incluso puede darse un escenario positivo para la izquierda, dado que el que la ultraderecha se oponga a la avanzada de la ex presidenta, podría dejarlos como antipatriotas.
Alguien que sí destacó públicamente el problema para Jara con la postulación de la ex presidenta a la ONU, fue su antigua asesora comunicacional, Paula Walker,
“Yo creo que afecta. No la tiene y la presidenta Bachelet atenúa con creces el efecto del Partido Comunista en la campaña de Jara", dijo Walker en el podcast de Cadem con Diario Financiero.
Si fue a propósito o no el ‘fuego amigo’ es un misterio. Lo que sí, un antecedente importante es que según fuentes oficialistas que hablaron con Interferencia en tiempos de campaña de las primarias del sector, Jara no era la carta del presidente, sino que era su ex ministra del Interior, Carolina Tohá.
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