Desde hace unos meses, un grupo de unas 600 personas, que ahora suman más de dos mil*, entre apoderados, alumnos, ex alumnos y trabajadores del colegio particular Saint George, ubicado en la comuna de Vitacura, están preocupados por lo que consideran un giro en el estilo educativo de este establecimiento católico, históricamente manejado por sacerdotes estadounidenses de la congregación Holy Cross, el que se había caracterizado por su apertura a temas valóricos y sociales.
El hecho que para ellos fue la gota que rebalsó el vaso fue la decisión del rector, el sacerdote David Halm, de pintar la sala donde el grupo extraprogramático Peñicura se juntaba- donde alumnos debatían sobre actualidad y política- borrando así las pinturas y murales que los estudiantes habían hecho en el lugar. Estos -retratos de figuras como Gabriela Mistral, Violeta Parra o Michelle Bachelet- reflejaban las inquietudes políticas y sociales del estudiantado, y conformaban una línea de continuidad con lo que retrata la película de Andrés Wood, Machuca, la cual relata la apuesta educativa de este colegio de elite, en la década de los 70.bajo la rectoría del sacerdote Gerardo Whelan, cuando el establecimiento quiso abrir su proyecto educativo a una población vecina.
La censura de los alumnos no es lo primero que ocurre en esa línea. Frente a hechos similares, desde marzo existe Somos Georgianos, una agrupación de miembros de distintos estamentos de la comunidad, quienes decidieron unirse inicialmente frente a lo que consideraron “maltrato verbal” por parte de la vicerrectora del colegio, Macarena López, quien impidió una manifestación pacífica de un grupo de alumnas por el Día de la Mujer, llamándolas "homicidas" y diciéndoles "que vengan con sus pañuelos verdes es como que yo me fuera a parar a su casa con un cartel que diga quiero matar a toda tu familia".
La vicerrectora López impidió una marcha por el Dia de la Mujer diciéndole a las alumnas: "que vengan con sus pañuelos verdes es como que yo me fuera a parar a su casa con un cartel que diga quiero matar a toda tu familia".
Como resultado de la intervención de López, 92 apoderados, 138 estudiantes y 165 ex alumnos enviaron una carta al rector, el sacerdote estadounidense David Halm, quejándose por el comportamiento de la vicerrectora.
“Semejantes palabras y trato hacia las alumnas JAMÁS, en todos los más de 20 años que llevamos muchas familias como apoderadas/os del colegio, y otras un poco menos, nos ha tocado escuchar de ningún docente, directivo, autoridad, ni trabajador del colegio hacia los y las estudiantes”, consigna la carta, con fecha del 24 de marzo de este año (se adjunta la carta al final de la nota, sin los nombres de los firmantes).
El rector respondió con una carta, dos días después, a la cual hizo referencia recientemente El Mercurio, en una breve nota. El documento firmado por Halm dice: "La carta contiene falsedades, injurias y calumnias e imputa a nuestra vicerrectora, conductas en las que ella nunca ha incurrido. Como rector y con el apoyo del consejo directivo del Saint George’s College, nos vemos en la obligación de rechazar públicamente esa carta y quisiéramos explicar las razones de dicho rechazo”.
El rector afirma además que “los hechos aludidos en la carta, se refieren a un grupo de alumnas que han buscado promover el aborto e introdujeron símbolos pro aborto al interior del colegio” y que dicha postura no va acorde al proyecto educativo de un colegio católico y confesional como el Saint George. (La carta adjunta al final de la nota).
Tras esta respuesta, lo que era una asociación para reunir firmas para una sola carta, se convirtió en Somos Georgianos, el cual se propuso el objetivo de recuperar lo que definen como “el espíritu georgiano”.
Integrismo católico
“En el camino, comenzaron a suceder otras cosas que las mismas apoderadas fuimos tomando con responsabilidad, como la contratación de una profesora que no cumple con los estándares que se esperan del colegio y que confunde la clase de teología con una clase de sexualidad. Alguien extremadamente conservadora, lo que no se espera de un docente", comenta a INTERFERENCIA una de las voceras de Somos Georgianos, Paulina Liendo.
El último episodio que generó la molestia de quienes componen la agrupación Somos Georgianos fue lo ocurrido en la sala de la academia Peñicura, grupo extraprogramático que nació en 1996 por iniciativa de un profesor de historia del colegio. Desde ese año, los alumnos se reúnen para debatir ideas políticas, de la coyuntura, de cultura e historia. Usaban una sala en el subterráneo de la biblioteca que en sus muros contenía las pinturas y murales con rostros como el de Mistral, Parra y Bachelet, antes mencionados, y el pasado 10 de junio se enteraron de que esta sala de reuniones había sido pintada de blanco. Es decir, habían sido censurados.
El rector Halm decidió censurar las pinturas y murales de una sala, con retratos de Violeta Parra, Gabriela Mistral y Michelle Bachelet porque, según explicó, "algunos miembros de la comunidad me han comentado que no se sentían bienvenidos/as ni que pertenecían en el sótano de la biblioteca ya que no se identificaban con las posturas políticas de las personas ahí representadas".
"Nos sentimos muy tristes con lo que pasó con la sala, porque se cambió un espacio que para nosotros era seguro", comenta una alumna del colegio a INTERFERENCIA. La misma alumna afirma que incluso el rector anterior, James McDonald, había dispuesto fondos para restaurar los murales de la sala Peñicura hace unos años.
Tras pedir explicaciones, el grupo Peñicura recibió una carta del rector David Halm, el 18 de junio.
“El Saint George's College es una comunidad muy grande y diversa y en el pasado algunos miembros de la comunidad me han comentado que no se sentían bienvenidos/as ni que pertenecían en el sótano de la biblioteca ya que no se identificaban con las posturas políticas de las personas ahí representadas. Yo entiendo que dichas figuras sean muy importantes para un grupo determinado de miembros de la comunidad pero mi responsabilidad es velar por el bienestar de todas y todos los miembros de la comunidad georgiana, y para que cada una y cada uno se sienta bienvenida y bienvenido y que pertenezca en todos los espacios del colegio. Esta expectativa de un espacio seguro y acogedor para todos es una obligación para mí como rector de la Congregación, al servicio de nuestro Proyecto Educativo”, fue la explicación del rector por la pintura que borró los murales de la sala de Peñicura.
Halm también subió un video a Youtube el 22 de junio, donde da las mismas explicaciones que en su carta del 18 de junio.
Para quienes conforman Somos Georgianos, estas decisiones dañan una tradición de diálogo del colegio, un centro educativo ligado a una visión más liberal en lo religioso. La escuela fue la cuna de festivales de música, donde tocó Víctor Jara, y del mencionado programa de integración de niños de escasos recursos, que inspiró la película Machuca. El propio Andrés Wood estudió en este establecimiento y presenció el programa hasta que terminó con el golpe de Estado, tras el cual el Saint George se convirtió en el único colegio particular intervenido por la dictadura.
La comunidad educativa interpretó la intervención de la sala Peñicura como una decisión más, de varias, que consideran parte del giro ultra conservador o integrista católico de la dirección del colegio. Somos Georgianos respondió a las explicaciones del rector esta semana con otra carta (adjunta al final de la nota), en donde finaliza invitando al rector a reflexionar sobre sus decisiones.
"Padre Rector, vemos en diversas decisiones que ha estado implementando la Dirección que usted lidera, elementos que se alejan fuertemente de esa historia e identidad. Le pedimos respetuosamente, pueda revisar y comprender mejor, lo que significa el Saint George para su propia comunidad escolar actual, para los miles de ex alumnos, ex profesores, y para Chile", expresa la carta.
Para Somos Georgianos, un ejemplo de este giro es la preparación que la doctora Pilar Vigil está realizando a profesores, en torno al programa de educación sexual Teen Star, que se imparte en colegios católicos y que promueve la abstinencia sexual. En sus clases,se enseña la utilización del método de billings y del calendario de fertilidad para evitar embarazos, omitiendo el incentivo al uso de anticonceptivos. Teen Star ha sido usado por el gobierno de Jair Bolsonaro, en Brasil, para promover la abstinencia sexual, a pesar de que estudios en Estados Unidos han mostrado la ineficacia de estas iniciativas.
"Han implantando en los profesores una forma de entregar las materias con elementos religiosos en asignaturas netamente científicas, por ejemplo, en matemáticas, o cuando está el profesor de ciencias explicando cual es el origen del hombre y la lámina de ejemplo dice que el hombre fue creado por Dios, en una clase de ciencias”, dice la apoderada Paulina Liendo,
"Ese programa es el de la negación absoluta. Es pecado el placer, la masturbación, la homosexualidad. Son cursos a destiempo, que no se condice con la realidad que vivimos actualmente", comenta una apoderada del colegio, quien solicitó resguardar su identidad para poder hablar sin temor a represalias.
"Yo a las niñas, a los jóvenes, los veo super afectados, y en pandemia ha sido complicado, porque claro, en la casa las familias tratamos de reparar un poco, darles tranquilidad, que esto va a tener solución y cuando vuelven al colegio vuelven a encontrarse con contenidos que no tienen nada que ver con lo que les hemos enseñado desde chicos", agrega la misma apoderada.
Algunos apoderados también comentan a INTERFERENCIA que lo religioso comienza a invadir todas las áreas del currículum, lo que ha implicado que incluso en las guías de matemáticas, se haga reflexionar a los alumnos sobre por qué Dios es infinito, tal como los números.
“San Tomás de Aquino argumenta que una forma en la cual Dios muestra su naturaleza infinita es porque sus conocimientos son infinitos, por lo tanto, es omnisciente. ¿En que otra forma podemos ver a Dios como infinito? Considera un ejemplo del texto”, es una de las preguntas de una guía de matemáticas de un curso de enseñanza media (guía adjunta al final de la nota).
“El currículum evangelizador siempre ha sido parte del proyecto del colegio, los apoderados lo saben cuando eligen el colegio para sus hijos, pero hoy día se ha tergiversado esa forma de implementarlo, implantando en los profesores una forma de entregar las materias con elementos religiosos en asignaturas netamente científicas, por ejemplo, en matemáticas, o cuando está el profesor de ciencias explicando cual es el origen del hombre y la lámina de ejemplo dice que el hombre fue creado por Dios, en una clase de ciencias”, comenta a INTERFERENCIA Paulina Liendo, quien además de ser actualmente apoderada del colegio, también es ex alumna.
La huella del rector Halm
Liendo afirma que ni Somos Georgianos ni la comunidad escolar han tenido una explicación clara sobre este giro conservador y más ortodoxo en lo religioso de la escuela. No saben si esto se debe a una decisión de la congregación Holy Cross, domiciliada en Estados Unidos, que decide las directrices del colegio y elige al rector, o si este estilo de conducción del establecimiento se relaciona con alguna decisión personal de David Halm.
"Yo considero que sí está cambiando el rumbo del colegio. Me da pena, se está ignorando el espíritu georgiano, sobre todo lo que es la diversidad de opiniones, de debates. Me da pena y rabia", comenta a INTERFERENCIA una alumna de enseñanza media del colegio.
Para los apoderados consultados por INTERFERENCIA, estos cambios se vienen dando ya hace más de un año, desde que Halm asumió como rector del colegio, en enero del 2020. Anteriormente, el sacerdote trabajó con el grupo de pastoral del establecimiento. Se ordenó como sacerdote en 2015, es ingeniero comercial y magíster en teología de la Universidad de Notre Dame. Antes de llegar a Chile, ejerció como sacerdote en Arizona, Estados Unidos.
“Tenemos todo tipo de suposiciones, pero nuestro primer objetivo como grupo Somos Georgianos es que queremos que la dirección del colegio nos entregue una información transparente de todas estas señales que nosotros estamos viendo, que evidentemente nos parece un cambio de rumbo, pero que no ha sido oficialmente informado. Acá tenemos un montón de señales, donde el colegio ha dejado de ser un colegio abierto, con respeto a las diferencias, dialogante, que le da valor a la diversidad, donde se reconocían esas diferencias con respeto. Y eso es lo primero que estamos solicitando al colegio, transparencia de la información”, afirma Liendo.
INTERFERENCIA intentó comunicarse con el rector, pero se nos respondió por correo electrónico que "por el momento el Rector David Halm no está dando entrevistas".
En tanto, Somos Georgianos ya ha sumado a cerca de dos mil personas*, entre ex alumnos, estudiantes, apoderados y trabajadores del establecimiento.
"La verdad es que es increíble el giro, porque se está asimilando a los colegios opus dei, donde son todos iguales, cuando este colegio lo que más tiene es diversidad. Yo no quiero que mi hija esté en un colegio así", comenta una apoderada.
*Esta cifra se actualizó en esta nota durante el mediodía del 26 de junio del 2021.
Comentarios
Para que meten a un colegio
El ejemplo de Machuca no
No entiendo el comentario de
Cuec. ¿Y cuál sería la
Soy apoderado del Colegio por
no se comprende porque
El tema de fondo del artículo
Que buena noticia, si se
La famosa Integración no
Muy triste que este colegio
Solo quiero leer artículos
Soy Senior 1988 de este
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