Cuando Raúl Soto (PPD), presidente de la Cámara de Diputados, y Álvaro Elizalde (PS), presidente del Senado, se reunieron el lunes 5 de septiembre con Gabriel Boric para delinear los caminos que tomaría el proceso constitucional ahora que el Rechazo ganó en el plebiscito, trascendió que Boric estableció en esa reunión que el Congreso sería el que lideraría las gestiones para conseguir una nueva Constitución y que el gobierno se excluiría para dedicarse a gobernar. 

A una semana de esa reunión, se observan los efectos con claridad: Raúl Soto anunció el pasado lunes al mediodía un acuerdo de cinco puntos entre las distintas fuerzas políticas representadas en el Congreso para una nueva Constitución. A tres horas de dicho anuncio, los presidentes de partidos de Chile Vamos desconocieron el acuerdo y fustigaron que la vocera de Gobierno, Camila Vallejo, se refiriera a estos diálogos parlamentarios. 

Y ayer martes, Javier Macaya (UDI), Francisco Chahuán (RN) y Luz Poblete (Evópoli), líderes de sus partidos, firmaron una carta en la que exigen que esta instancia de discusión “sea de exclusiva participación parlamentaria sin la presencia del ejecutivo (...) de manera de poder deliberar de manera autónoma en cuanto Congreso Nacional”. Si prevalece la intención de estos partidos, entonces queda fuera definitivamente el gobierno de Gabriel Boric de una de las discusiones más importantes de la historia del país.

En la misma reunión del 5 de septiembre en la que Soto, Elizalde y Boric conversaron sobre el proceso constitucional, trascendió que se conversó de otra cosa más. El Congreso sí escucharía a otros componentes de la sociedad civil: empresarios y gremios. 

Empresarios: la Convención no nos escuchó

“En la Convención nos escuchan, pero no nos oyen”, dijo Juan Sutil en marzo de este año, pocos días después de que ocurriera el cambio de mando en el que Gabriel Boric asumió el gobierno. Sutil comentó en el programa Mesa Central de Canal 13 que no había sido invitado a la ceremonia de cambio de mando y, al mismo tiempo, hizo la comparación con la Convención: “fue una mala señal [no haber sido invitado al cambio de mando] pero la Convención también nos dio una mala señal y al final pudimos participar” señaló, y dijo que la Convención Constitucional “no está oyendo a la racionalidad de la ciudadanía, y están yendo, igual que Arturo Prat, todo o nada. ‘Al abordaje muchachos’ y a morir”.

En la misma reunión del 5 de septiembre en la que Soto, Elizalde y Boric conversaron sobre el proceso constitucional, trascendió que se conversó de otra cosa más. El Congreso sí escucharía a otros componentes de la sociedad civil: empresarios y gremios. 

A seis meses de esos días, Sutil ha tenido palabras positivas respecto del histórico plebiscito constitucional en el que ganó la opción Rechazo, pero no solo eso, sino que también se reunió con Raúl Soto y Álvaro Elizalde, los presidentes de las cámaras del Congreso que tienen mayor conducción respecto del proceso constituyente actual.

Luego de la reunión (a la que también concurrió la CUT), que tuvo lugar en el ex Congreso Nacional en Santiago el 8 de septiembre, Sutil señaló que “la ciudadanía ha dado una señal muy clara de entendimiento, de no más extremos”, y que la ciudadanía envió una señal de “cómo construir un Chile del Futuro en base a la racionalidad, al pragmatismo y hacer las cosas bien”, además de que todos los votantes enviaron un mensaje sobre buscar una nueva norma constitucional “bien hecha y dejando fuera extremos que son muchas veces dogmáticos y que no permiten avanzar”.

Sutil señaló que en el camino de encuentro de los chilenos “ahí van a estar los empresarios para colaborar” y entregó algunas ideas sobre el proceso, señalando que la legitimidad puede estar “a juicio mío en un proceso que puede ser una nueva convención, que puede ser con un grupo de expertos. Tendremos que ver lo que dicen las encuestas en los próximos días y la manifestación de la ciudadanía va indicando en el fondo que hagamos un proceso que permita llevar a Chile al desarrollo”. 

Nos comunicamos con Juan Sutil para hacerle algunas consultas sobre sus impresiones del proceso y de la actualidad de Chile, sin embargo desde su entorno señalaron que prefiere no referirse por ahora al tema: “Juan te agradece tu interés, pero no tiene mucho que decir al respecto. Son los partidos quienes están liderando el proceso”, nos mencionaron.

“Yo creo que hoy todo está en el Congreso y por tanto en los partidos”, mencionó Alfredo Moreno a nuestro medio, poniendo énfasis al igual que Sutil en el predominio de los acuerdos que consigan los partidos políticos, organizaciones tradicionales de la política de los últimos años. Ex Concertación y la derecha, el duopolio responsable de los 30 años de vida política desde el fin de la dictadura hasta el estallido social. 

INTERFERENCIA también se comunicó con Alfredo Moreno Charme, ex ministro de Desarrollo Social y también de Obras Públicas de Sebastián Piñera, y también hombre de negocios que desde los ochentas ha desfilado por importantes directorios, como el del Banco de Chile. Moreno ha sido uno de los hombres que ha sabido tener un pie en los negocios y en la política desde hace tiempo. 

“Yo creo que hoy todo está en el Congreso y por tanto en los partidos”, mencionó Alfredo Moreno a nuestro medio, poniendo énfasis al igual que Sutil en el predominio de los acuerdos que consigan los partidos políticos, organizaciones tradicionales de la política de los últimos años. Ex Concertación y la derecha, el duopolio responsable de los 30 años de vida política desde el fin de la dictadura hasta el estallido social. 

En conversación con INTERFERENCIA, algunas fuentes que conocen de cerca a Juan Sutil señalan que el líder de los empresarios -luego de distintas conversaciones con importantes personas del gremio- prefiere que el proceso constitucional concluya con una nueva Constitución y no con una simple reforma a la actual. Esto en consideración de conseguir una carta que contenga acuerdos que permitan un adecuado desarrollo del mundo empresarial que, en todo caso, contenga normas sobre medioambiente y derechos sociales que merme la posibilidad de nuevos fenómenos como el estallido de 2019. 

Otro vocero importante de los empresarios en la actualidad es Richard Von Appen, actual presidente de la Sofofa (Sociedad de Fomento Fabril), la asociación gremial de empresarios más antigua del país. 

Posterior al plebiscito, señaló en entrevista con La Tercera estar absolutamente de acuerdo con que se haga una nueva Constitución, al igual que Sutil, y que el mecanismo en particular que se elija “es algo que no compete a nuestro gremio y que deben acordar las autoridades y líderes políticos del país”, además, al igual que Sutil señaló que la Convención no los escuchó: “Independiente del mecanismo que se defina, esperamos poder aportar y ser escuchados, cosa que no pasó con la Convención”.

Von Appen, señaló que “nosotros sentimos la responsabilidad de contribuir a redactar un texto que incorpore a una gran mayoría, incluida la voz del empresariado y de los emprendedores. Nosotros queremos ser parte de los cambios, los que creemos se deben hacer en forma responsable y sensata. Es muy elocuente que la ciudadanía haya entregado una señal de moderación, de acuerdo y de diálogo, no de extremos ni refundaciones”.

Von Appen también señaló que “como industriales, por supuesto nos preocupa que la nueva Constitución sea acordada en base a un amplio acuerdo social y que permita alcanzar un desarrollo integrador y sostenible”. Además también se manifestó a favor de “una Constitución moderna, que reconozca derechos sociales, la sostenibilidad de las actividades económicas, pero que también tenga solidez en cuanto a su sistema político, judicial, que promueva el desarrollo de las personas, la seguridad, que no genere diferencias odiosas entre los chilenos, que garantice de manera inequívoca el derecho de propiedad, entre otros aspectos relevantes”. 

INTERFERENCIA también se comunicó con Juan Pablo Swett, líder de la Multigremial Nacional de Emprendedores, el cual señaló que “no nos han preguntado nada oficialmente, a pesar de que hemos estado cerca de gente de centro izquierda del Congreso. Pensamos que ojalá dentro de los próximos 15 o 20 días tengamos una hoja de ruta para reducir la inestabilidad”. 

Swett señaló también que -en base a conversación con sus sectores representados- se encuentra absolutamente de acuerdo con una nueva Constitución y no sólo con reformar la actual. “Lo menos que hay que darle a la ciudadanía es la sensación de que esto va a quedar como está”. 

Respecto de su experiencia con la Convención Constitucional, también señaló disconformidad: “No tuvimos ningún tipo de posibilidad de ser escuchados ni influir en el texto. Pensamos que una buena solución para esto sería una especie de mix entre una convención con representantes electos democráticamente, un comité de expertos, en el que se tome en cuenta no solo la voz de constitucionalistas, sino que también de gente que represente a otros gremios como los empresarios, y el Congreso. Si conseguimos eso, creo que podríamos conseguir un texto bien representativo”.

Otras voces del empresariado

También hubo otros actores relevantes del empresariado nacional que se manifestaron respecto del proceso constitucional post-plebiscito que enfrentará nuestro país. 

Hugo Rubio, gerente general del banco de inversión BTG Pactual, proyecta un escenario favorable para el empresariado y su influencia en torno al clima político actual; según se desprende de una entrevista concedida a Diario Financiero. Rubio señaló que se observa optimismo en el mercado nacional con este resultado, y que "la gente en Chile quiere una nueva Constitución y reformas, pero quieren algo que tenga sentido, que sea sensato y que pueda pagar. Creo que el error de la Convención Constitucional es que no supieron medir el alcance. La realidad es que para que haya riqueza, se necesita que la economía crezca y los datos económicos son bastante malos. La reforma fiscal, por ejemplo, no estaba incentivando a que la gente invirtiera en Chile. Eso es lo que tienen que cambiar y encontrar un punto de equilibrio, mantener una agenda social, pero que sea algo responsable y viable". 

Rubio apuntó a las empresas reguladas y el sector minero como los más favorecidos post plebiscito, destacando además que para “que haya reformas y éstas se traduzcan en leyes, tendrá que haber una concesión de todas las partes, porque la realidad es que nadie tiene la mayoría”, algo que “ayuda a que se negocie y nos ayuda a todos”. 

Sin embargo, dentro del mundo empresarial existen voces disonantes en cuanto a las implicancias positivas en los mercados del triunfo del rechazo. La clasificadora de riesgo Fitch Ratings advirtió el pasado 6 de septiembre que el resultado del plebiscito prolongará la incertidumbre en la industria. Si bien destacan que el rechazo alivia “las preocupaciones del sector corporativo en torno a posibles propuestas futuras”, Fitch Ratings asegura que “la incertidumbre seguirá pesando sobre la inversión en sectores clave y, por tanto, sobre el crecimiento económico”, siendo “probable que el gasto social aumente independientemente del resultado del referéndum”. (Revise acá la columna de Fitch Ratings). 

En opinión de la clasificadora de riesgos –una de las cuatro con presencia en Chile fiscalizadas por la Comisión del Mercado Financiero– la incertidumbre ha sido un factor relevante en cuanto a la economía chilena. “El crecimiento económico se ha ralentizado bruscamente tras el espectacular repunte pospandémico de 2021 impulsado por la demanda interna. El PIB se contrajo 0,8% en el primer trimestre de 2022 con respecto al trimestre anterior y se ha mantenido estático en el segundo, en parte debido a la incertidumbre política, así como a un impulso fiscal negativo y a la restricción monetaria”, indican. 

En cuanto al resto de las clasificadoras de riesgo fiscalizadas por la CMF –Humphrey’s, ICR y Feller Rate– no se han pronunciado respecto al impacto del triunfo del Rechazo en la economía nacional.