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Viernes, 19 de Abril de 2024
Entrevista

Convencional Barraza (PC): “No tengo duda de que al final de la CC la derecha al unísono va a estar por el rechazo”

Maximiliano Alarcón G.

Marcos Barraza dijo a INTERFERENCIA que no confía en el grupo de derecha que se ha declarado dialogante. Mientras que por el lado de su sector, cree que el pacto Apruebo Dignidad debe profundizar su perspectiva antineoliberal, además de crear mayorías con otras fuerzas transformadoras como la Lista del Pueblo y Movimientos Sociales Constituyentes.

Admision UDEC

Son siete los militantes del Partido Comunista (PC) al interior de la Convención Constituyente. Pese a ser menos que otros bloques como los 16 del Frente Amplio (FA) o los 24 de La Lista del Pueblo (LDP), la colectividad con más de 100 años de historia ha sido igual de protagonista.

En el primer mes de funcionamiento del organismo que escribe la nueva carta fundamental, han mantenido semanas de tensión con sus socios del FA en el pacto Apruebo Dignidad, las cuales fueron determinantes a la hora de definir varios temas relevantes de la Convención, como las normas básicas de funcionamiento, en favor de los comunistas, y la ampliación de la mesa directiva, en desmedro de los mismos.

En los últimos días ambos colectivos de Apruebo Dignidad han retomado las conversaciones con el fin de limar asperezas y ver la posibilidad de articular una mayoría. En esto, Marcos Barraza, ex ministro de Desarrollo Social durante el segundo gobierno de Michelle Bachelet, es uno de los que trabaja en tender puentes con el FA.

En entrevista con INTERFERENCIA, este convencional del distrito 13 realiza un análisis de lo que ha ocurrido en la Convención, en términos de relaciones con otras fuerzas políticas, como también en lo que cree que está simbolizando el organismo para la ciudadanía. Asimismo, proyecta escenarios de qué ocurrirá dentro de la discusión temática que se aproxima, como también en qué hará la derecha chilena cuando sea el plebiscito de salida.

- ¿Cuál es la evaluación del PC sobre el primer mes de la Convención?

- Ha sido un mes de mucha intensidad. La Convención Constituyente en términos de simbología, significado e impacto político, ha inundado el debate nacional. La misma instalación en la ceremonia del 4 de julio reflejó una expectativa desbordante en las calles y creo que en términos de proyecciones políticas, culturales y sociales. La simbología que expresó la Convención en su inicio, y que ha seguido desarrollándose en este mes de funcionamiento, es que de alguna manera aquí no sólo se está discutiendo la dimensión política y económica normativa, que por cierto es súper relevante pensando en el devenir del país, pero se ha hecho más evidente y se ha profundizado la disputa entre democracia y neoliberalismo. 

Las fuerzas políticas han ido alineando sus posiciones en función de dicha contradicción, pero además lo que aquí se está recreando es una dimensión cultural y social que está cuestionando permanentemente los parámetros de una república elitista, excluyente, racista, colonialista y patriarcal. 

"Veo una expectativa social muy alta en relación a que las, los y les constituyentes estén a la altura de la demanda y el mandato popular"

Creo que la evaluación del primer mes no se puede restringir sólo a lo normativo, siendo esto muy relevante, porque la política está altamente determinada por la transformación cultural y societal que vive el país. El valor que han adquirido los pueblos originarios en términos del significado político es muy potente, el feminismo está adquiriendo una dimensión muy fuerte, está profundizando su incidencia política y social. La dimensión de clase desde el punto de vista de la exclusión de los abusos, de una economía orientada a la exclusión y acumulación de unos pocos, está quedando de manifiesto en este mes de Convención. Veo una expectativa social muy alta en relación a que las, los y les constituyentes estén a la altura de la demanda y el mandato popular.

- En el primer mes ustedes han tenido fricciones con el FA, pero dentro de su análisis parece ser algo menor. En este sentido ¿Qué sectores de la Convención cree que comparten el diagnóstico que haces?

- Creo que mayoritariamente, al interior de la Convención, prevalecen visiones transformadoras mayoritariamente, por el Apruebo Dignidad que incluye a Chile Digno y al Frente Amplio, por La Lista de Pueblo, por Escaños Reservados, por los Movimientos Sociales Constituyentes. Creo que el Colectivo Socialista, en términos de visiones de país, ha ido incorporando elementos transformadores importantes. Pero las divergencias también existen y están puestas en la táctica y en la estrategia de cómo hacer prevalecer esa mayoría transformadora. 

Lo bueno es que esto es posible discutirlo y convenir un diseño que ponga al centro esta dimensión transformadora, la institucionalidad pública se está recreando en la Convención Constituyente, se está diseñando y lo que pasa en la Convención Constituyente sin duda tiene impacto en el conjunto del país. Los medios de comunicación han puesto su orientación, en términos de difundir contenidos, especialmente en la Convención, porque ahí está germinando el nuevo Chile en términos de convivencia política, social y económica. Pero para eso también hay que profundizar más en las perspectivas estratégicas que debe tener esta Convención Constituyente.

- El PC ha hecho algo interesante, porque a partir de la distancia con el FA, ustedes se acercaron bastante a La Lista del Pueblo, Movimientos Sociales Constituyentes y Pueblos Indígenas, por tanto, quizás tienen una perspectiva más amplia que otros sectores respecto de la visión de otros sectores.

"Uno no puede prescindir de fuerzas transformadoras, tiene que establecer puntos de convergencia que permitan relevar la expectativa de un Chile justo y digno"

- Nosotros somos solidarios con lo que ocurra en Apruebo Dignidad, somos parte de una alianza que tiene que profundizar su carácter antineoliberal y que transversalmente está mediado por la discusión sobre la futura presidencial, en ese sentido nosotros creemos que tanto en el debate de contenidos como en el debate estratégico, el Apruebo Dignidad tiene que profundizar su carácter antineoliberal y vamos a perseverar en ese ejercicio, porque somos parte de la misma alianza. Sin embargo, también hay que establecer puntos de encuentro con otras fuerzas políticas que tengan equivalente o similar perspectiva transformadora y antineoliberal, porque aquí se requieren mayorías y que hay que construirlas para dotar a Chile de normas constitucionales propias de un estado democrático y social de derecho. En ese sentido uno no puede prescindir de fuerzas transformadoras, tiene que establecer puntos de convergencia que permitan relevar la expectativa de un Chile justo y digno.

- ¿Cree que el PC puede ser el articulador que una a la La Lista del Pueblo, Movimientos Sociales Constituyentes y el Frente Amplio?

- Yo no hablaría en términos de metas de esa naturaleza. Lo que yo diría es que aquí hay que construir mayorías que sostengan el proceso constituyente, porque este no se acaba con la firma de la nueva constitución, no se acaba con el plebiscito de salida. El debate a posterior indudablemente va a estar puesto en un nuevo sistema político, entre otros, y eso significa un nuevo congreso, una nueva presidencia, significa resetear las instituciones públicas de manera tal que el sistema político en el corto plazo sea depositario de la nueva constitución, por tanto pensar que el proceso constituyente concluye con la promulgación de la nueva constitución es cortoplacista, entonces las fuerzas transformadoras tenemos que ir buscando perspectivas comunes.

- Apruebo Dignidad está en una candidatura presidencial, pero ¿Cómo está la relación entre el PC y el FA al interior de la Convención?

- Estamos conversando, hay que esforzarnos por tener profundidad de ideas, miradas convergentes. Nos parece que a propósito de las normas de participación tenemos que tener puntos de encuentro, también con la renovación de la próxima mesa de la Convención tenemos que tener puntos de encuentro, también en la discusión sobre cómo se diseñan las normas constitucionales, y por cierto, sobre las reglas de quórum también tenemos que tener una conversación. Estamos en ese esfuerzo, estamos comprometidos, del mismo modo tratando de tener puntos de encuentro con otras fuerzas, especialmente en las normas constitucionales. 

- ¿Cómo impactó el resultado de la primaria entre los convencionales del PC?

- Fue un golpe no haber triunfado en las primarias, pero los constituyentes del PC tenemos una vocación de transformación y lucha social que nos obliga rápidamente a seguir trabajando.

- Pero con las primarias quedó una sensación de incertidumbre respecto de qué quiere el votante chileno, porque con ésta se puede pensar que busca el centro, pero con las elecciones de mayo se pensaba en un giro del país hacia la izquierda.

"El país demanda transformaciones profundas y de corte antineoliberal, la primaria así lo reflejó".

- Todavía está en desarrollo el análisis partidario, pero yo creo que los procesos de transformación tienen avances y tienen reveses. Yo pondría en valor que Apruebo Dignidad es un proyecto antineoliberal y hay que profundizar esa perspectiva, tanto en los contenidos como en las estrategias. En esa perspectiva creo que, sin perjuicio de que uno en el debate nacional y en las correlaciones de fuerza se aprecian avances en una y otra dirección, lo de fondo es que mayoritariamente el país demanda transformaciones profundas y de corte antineoliberal, la primaria así lo reflejó, que la de Apruebo Dignidad haya sido la más concurrida con una votación histórica, muestra confianza en un universo del país importante.

- Hay un escenario en que la nueva constitución podría modificar el sistema presidencial y llamar a adelantar elecciones.

- El levantamiento social del 18 de octubre en adelante fue una ruptura constitucional que tuvo dentro de sus fundamentos la necesidad de un nuevo sistema político en Chile. También la expectativa de justicia social, pensando en calidad de vida en términos de derechos sociales. Asimismo un nuevo ordenamiento económico, a propósito de la excesiva concentración y la desigualdades, las que no hay que entrar en números para saber que existen, porque son vivenciales.

Esto obliga a que la nueva constitución tenga a la vista el cambio en el sistema político, es decir, un nuevo congreso; un sistema que nosotros creemos que tiene que ser semipresidencial, con más atribuciones para un congreso unicameral; un proceso de descentralización real y efectivo que establezca parámetros de justicia fiscal federativa, con un sólido principio transversal en la constitución sobre justicia fiscal, es decir, redistribución progresiva y permanente como un parámetro constitucional. 

Sin duda esto implica superar la actual institucionalidad política y ponernos la meta de que después de la promulgación de la nueva constitución los períodos de vacancia sean cortos y que nos dotemos de una nueva presidencia, de un nuevo parlamento, de nuevos gobiernos regionales, es decir, un sistema político en sintonía con la voluntad social.

- ¿Pero en el PC están de acuerdo con adelantar elecciones?

- Sí, sin duda.

- ¿Cómo se plantea una campaña presidencial en ese contexto?

- En Apruebo Dignidad parte de la premisa es que hay que superar este sistema político, para esto se requiere de una presidencia en el país que acompañe este proceso transformador, con la perspectiva transformadora y de cambios que tenga. La derecha y el gobierno del presidente Sebastián Piñera debe ser de los gobiernos con más descrédito e impopularidad en la historia del país, compite con la dictadura de Pinochet para efectos de impopularidad, pero pese a esto, el gobierno ha obstruido la implementación de la Convención Constituyente con pequeñas medidas, como no tener la infraestructura en tiempo y forma funcionando, operar con negligencia desde la unidad administrativa que dejó el gobierno. Estos son detalles que obstruyeron la instalación de la Convención. Sería impensado que la nueva constitución se diera en el marco de un gobierno de derecha, porque los cambios que hay que impulsar requieren de un gobierno democrático, por eso el debate sobre lo que ocurre en la Convención no está disociado de lo que ocurre en el debate nacional.

- En el PC es muy importante que en procesos importantes como este, como también en movilizaciones, haya personas de la colectividad dirigiendo. Ahora no tienen el candidato presidencial del pacto y Bárbara Sepúlveda no entró en la mesa directiva de la Convención ¿Cómo toman este panorama?

"Estamos empeñados en abordar eso, con sentido crítico, con nuestros aliados y rápidamente disponernos a que en la próxima presidencia nosotros estemos presentes como corresponde a un pacto de estas características"

- En la Convención se impuso un diseño que en nuestra opinión fue lesivo respecto de fuerzas democráticas, entre esas nosotros. Me refiero a las firmas para conformar la ampliación de la mesa directiva, eso sin lugar a dudas fue una mala señal. Estamos empeñados en abordar eso, con sentido crítico, con nuestros aliados y rápidamente disponernos a que en la próxima presidencia nosotros estemos presentes como corresponde a un pacto de estas características.

- En un mes la Convención ha hecho bastante. Ha conformado 8 comisiones y ha votado más de 100 propuestas. Cuando se llegue a la discusión del contenido de la nueva constitución ¿Cuál será el aporte más relevante del PC?

- La construcción de un estado democrático y social de derecho, en términos de derechos sociales garantizados y de carácter universal, tiene que tener como antecedente inmediato y causal la construcción y la recaracterización del Estado de Chile. El debate de fondo, a nuestro entender, es cuál es el tipo de estado que Chile tiene que diseñar con ocasión de esta nueva constitución. 

Esto es un estado con impulso económico, un estado propietario, con economías estatales pero a la vez mixtas, con propiedad colectiva, privada, comunitaria, estatal. Un estado con capacidad de planificación social y económica. Un estado que supere los cuatro parámetros del modelo neoliberal, en los que se ha sostenido el neoliberalismo en Chile, que es el estado subsidiario, la propiedad privada excesiva y sobrerregulada, que debilita los bienes públicos. Que supere el principio de no discriminación entre lo público y lo privado, que en los hechos sólo beneficia la gran iniciativa empresarial privada. Que por cierto también revise el carácter del Banco Central como entidad autónoma, a propósito de cómo la tecnocracia se superpone a las decisiones políticas de bien común, entonces esa discusión es de estado, junto con la discusión del sistema político.

Porque cuando decimos que el proceso constituyente no termina con la promulgación de la nueva constitución, lo decimos porque ahí viene una transformación legislativa importante, que tiene que ser el resultado del cambio constitucional y se dé en términos de coherencia social y popular, se requiere un sistema político que asegure una democracia coherente y participativa. 

- ¿Cómo sería esa democracia participativa?

- El debate sobre si el régimen debiese ser semipresidencial o no presidencial, sobre la revocatoria de mandatos en las autoridades públicas, la iniciativa de voto popular, la descentralización efectiva mediante justicia fiscal federativa también, la recaracterización de los gobiernos regionales y locales a propósito de los municipios y su rol fundamental en el vínculo entre el estado y la ciudadanía, obligan a pensar en una democracia participativa, porque para sostener las transformaciones que se tienen que impulsar a continuación de la nueva constitución, se requiere de un pueblo y una ciudadanía con capacidades de deliberación. 

En esta discusión, como eje estructurante, es indispensable que las normas constitucionales pongan especial atención en el trabajo como función social. Aquí hay un problema de redistribución que no se resuelve sólo con carga impositiva, sino que hay una desigualdad que parte en la redistribución de las riquezas por concepto de trabajo. Entonces, el papel de las trabajadoras y los trabajadores en la nueva constitución es clave si uno quiere impulsar un proceso de justicia social. Y eso parte por reconocer la función social del trabajo y no la libertad de trabajo que es la libertad de contratar y despedir que actualmente existe en la constitución. Entonces la discusión sobre modelos de desarrollo, que son las bases económicas y sociales del país, tiene un núcleo central que es el problema del trabajo, el valor del trabajo y una economía guiada por el trabajo”. 

-Qué le han parecido los personajes de derecha que se han mostrado como más dialogantes dentro de la convención, alejándose de las polémicas mediáticas que impulsa la derecha más dura. O sea, conocemos a Evópoli y todo lo que pasó en el Estallido Social siendo leales al gobierno mientras se violaban Derechos Humanos, pero se están mostrando como más dialogantes en la Convención ¿Cómo los ha visto?

- Yo creo que la derecha desde su interés siempre ha cultivado esta visión de tener más de una sensibilidad operando al interior de la derecha. Ellos en algún momento se dividían entre derecha social, derecha nacionalista, el fascismo de Kast, la derecha económica, la derecha empresarial, la derecha militarizante, pero al final del día todas tributan al mismo principio ordenador de los privilegios de las élites. Entonces, es un discurso bien falaz, porque en los hechos, a propósito del despertar de conciencias que vive el país y que está en desarrollo, todas estas nociones han ido quedando develadas de que son más bien construcciones mediáticas. 

No dudo de que hay gente más razonable para conversar que otras, eso sin duda. Y que habrá gente de la derecha que tiene una disposición al diálogo mucho más real que aquellos que son fervorosos defensores del fascismo. Sin embargo, y a propósito de la afirmación que haces, si uno mira la trayectoria de la derecha desde el Estallido Social, todos los sectores de derecha resistieron el cambio constitucional desde el 18 de octubre de manera uniforme. Cuando ya era imposible sostener el levantamiento social que exigía una nueva constitución, hubo un sector que dijo que estaba por ella y otro que no. Pero al final toda la derecha de manera uniforme terminó llamando al rechazo en el plebiscito del 25 de octubre. Se esforzaron por construir un tercio obstructivo, hoy están en la construcción de mayorías dinámicas que les permitan obstruir materias constitucionales. Yo no tengo ninguna duda de que la derecha al unísono al final de la Convención Constituyente va a estar por el rechazo al cambio constitucional. 

"La derecha tiene dos escándalos en la semana como promedio, que siempre es por una disrupción verbal abusiva o maltratadora por alguno de sus integrantes"

Y en el intertanto, de manera articulada con los grandes medios de comunicación hegemónicos y neoliberales, la derecha está empeñada en deslegitimar y desacreditar la convención constituyente, para situarla en el espacio de la politiquería. La derecha tiene dos escándalos en la semana como promedio, que siempre es por una disrupción verbal abusiva o maltratadora por alguno de sus integrantes, respecto de pueblos originarios, feminismo, comunidades LGBTQI+. Siempre hay una vulneración verbal orientada a generar ese escándalo y lo que buscan es empañar en la convivencia la convención. 

El propósito de tener en la Comisión de Derechos Humanos a Arancibia, que fue parte de la dictadura, que fue edecán de Pinochet entre 1981 y 1982 en uno de los períodos de asesinatos más duros por parte de la CNI, que suscribió en 2017 una declaración reivindicando el golpe, que está en Informe Especial de TVN declarando que él quería salir a matar comunistas con un fusil, que en 2004 señaló en La Nación que la tortura se justificaba a propósito del clima que vivía el país en 1973, que se ufana de haber impulsado la mesa de diálogo donde las FF.AA. le mintieron a los familiares de los detenidos desaparecidos respecto del paradero de sus seres queridos. O sea, el que la derecha haya puesto a Arancibia en la comisión de DD.HH. es una provocación para generar tensiones y conflictos al interior de la convención. 

-¿No sienten que están cayendo en provocaciones?

- Yo creo que no hay que dejarse provocar, estoy de acuerdo. Pero tampoco hay que dejar sin respuesta aquellas provocaciones como es la de Arancibia en la comisión de DD.HH. porque eso revictimiza a las víctimas. Es una afrenta a la honra de nuestros caídos. Mira, mi mamá figuraba en el Informe Valech, fue torturada y prisionera política. Fue brutalmente torturada por la CNI, nunca se recuperó y falleció con una depresión brutal. Nunca volvió a ser la misma después de la tortura. Y fue entre 1981 y 1982, cuando Arancibia era edecán de Pinochet. Mi papá lo mismo. Para las víctimas, que Arancibia esté en la comisión de DD.HH. es revictimizador. No hay que dejarse provocar pero tampoco hay que aceptar el insulto.



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En realidad, creo que la derecha está por el rechazo desde el día de la firma del salvavidas a Piraña.

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