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Jueves, 17 de Julio de 2025
Entrevista

Boris van der Spek, periodista al que visitó la PDI a su casa por entrevistar a Llaitul: "es una forma de intimidación que parece ser normal"

Lun Lee

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Boris van der Spek. Foto: borisvanderspek.com
Boris van der Spek. Foto: borisvanderspek.com

El periodista holandés que cubre noticias en Chile para el mundo anglófono a través del medio Chile Today, fue uno de los últimos reporteros en entrevistar a Héctor Llaitul antes de su detención. La PDI lo visitó dos veces, una a su casa y otra a los familiares de su novia. Hasta hoy, no se han vuelto a contactar con él ni explicado las causas de la visita. 

Es 25 de agosto y un vuelo desde Holanda con destino a Chile sobrevuela la cordillera de Los Andes. Uno de sus pasajeros es Boris van der Spek, un periodista holandés que semanas atrás había entrevistado a Héctor Llaitul a las orillas del lago Lleulleu a propósito del aniversario de la muerte de Pablo Marchant. 

Luego de la entrevista, publicada el 20 de julio, decidió volver a Europa los primeros días de agosto. En paralelo, la familia de su novia, lo llamó para comentarle que efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) habían llegado hasta su domicilio a preguntar por él, con una fotografía suya en sus manos. 

Van der Spek consiguió un teléfono de la PDI y se puso en contacto para saber por qué lo estaban buscando, la institución se negó a dar explicaciones, pese a que su nombre -producto de la entrevista realizada- ha figurado en distintos medios de comunicación y en voz también del propio fiscal que lleva la causa contra Llaitul, Roberto Garrido. 

Garrido descartó que existiera un hostigamiento contra el periodista y consideró una "opinión" lo acusado por el profesional, quien denunció el comportamiento de la PDI en redes sociales. "No es una persona que esté directamente para requerir información, en la medida que él voluntariamente lo quiera entregar [...] No es determinante para la investigación", declaró Garrido

Boris van der Spek conversó con INTERFERENCIA respecto a este episodio.

"El hecho de que fueran a mi casa ya es raro. El hecho que fueran a casa de familiares con una foto mía para preguntar donde yo estaba, eso es más raro todavía. El hecho de que después cuando yo los llamo a ellos preguntándoles ¿qué onda? y ellos dicen después que no, que sí me están buscando pero no me pueden decir por qué, sigue siendo más raro", dice el periodista.

“Un periodista tiene que poder hacer su trabajo libre y sin que después las instituciones o las autoridades lo vayan a buscar", sostiene. 

- ¿La PDI ha vuelto a tomar contacto con usted? 

No, nada todavía. Ayer fue la formalización de Héctor Llaitul y durante la formalización, el fiscal -el señor Garrido-, mencionó mi nombre y que yo sí soy parte de la investigación. 

Después un colega mío le preguntó qué piensa él de mi denuncia y la llamó una 'opinión'. Parece que él encuentra que la forma de actuar de la PDI es completamente normal. Pero, también lo que dije hoy, escucho mi nombre todo el tiempo en los medios, por parte del fiscal, de toda la gente, y todavía no he escuchado nada de ellos directamente y eso me parece muy raro.

-Respecto al fiscal Garrido, él descartó que se tratara de un hostigamiento. ¿Cómo califica el actuar que tuvo la PDI?

-Yo trabajo hace seis años en Chile y cada año me acredito con la Secretaría General de Gobierno. Entonces ellos tienen mis números, ellos tienen mi correo si lo necesitan. De hecho, yo una vez hice una denuncia en la PDI por unas amenazas de muerte que recibí por hacer mi trabajo. Entonces ellos en todos lados tienen mis contactos, si ellos quieren contactarse conmigo, siempre me pueden llamar.

El hecho de que fueran a mi casa ya es raro. El hecho que fueran a casa de familiares con una foto mía para preguntarles dónde estaba, eso es más raro todavía. El hecho de que después cuando yo los llamo a ellos preguntándoles '¿qué onda?' me dicen que sí me están buscando, pero no me pueden decir por qué, sigue siendo más raro. Y el hecho de que el fiscal Garrido, en su investigación, hable de mí, mientras yo no soy citado ni nunca me han dicho algo, eso lo encuentro también raro.

"Yo nunca he visto en Holanda que la policía te vaya a buscar a la casa porque hayas hecho una producción periodística".

Entonces, él puede decir que no es hostigamiento. Yo no quiero hablar desde la arrogancia -porque vengo de Holanda-, pero yo nunca he visto en Holanda que la policía te vaya a buscar a la casa porque hayas hecho una producción periodística.

Esa es la línea que encuentro han cruzado. Yo hice una entrevista nada más, pudo haber sido una entrevista con cualquier persona, solo la hice con Héctor Llaitul. De hecho, en Twitter yo expliqué por qué la hice, subí todo el material e igual me buscan. Entonces eso lo encuentro como raro y yo encuentro que se puede calificar como intimidación.

Lo hablé también con colegas de la asociación de corresponsales y gente del Colegio de Periodistas y todos ellos están de acuerdo, también, porque ha pasado antes que gente que reportea la causa mapuche luego les han intervenido el celular o los han seguido.

Entonces es una forma de intimidación que parece ser normal y también -viendo algunas reacciones- está muy normalizado. Yo encuentro que no se debe normalizar eso, porque no es normal. Un periodista tiene que poder hacer su trabajo libre y sin que después las instituciones o las autoridades lo vayan a buscar.

-En ese sentido, ¿ha pensado en tomar alguna acción de carácter legal?

No. Obviamente estoy en contacto con el Colegio de Periodistas y con la asociación de corresponsales. Ellos me entregan apoyo legal si es necesario, y mientras no escuche nada de la PDI, tampoco voy a hacer otra cosa.

Yo creo que lo más importante ahora es esperar lo que pase, además estoy con mucho trabajo por el plebiscito. Entonces tampoco tengo más tiempo para eso, pero creo que con hacerlo público di un paso, con mostrar lo que pasó. 

Me imagino que la PDI de alguna forma se ha enterado de la declaración, entonces veremos lo que pasa, pero por ahora todavía no he pensado en tomar otros pasos.

Leí por ahí que algunos abogados me lo recomendaron, pero primero quiero esperar.

-¿Qué opinas respecto al periodismo en Chile y precisamente este tipo de rasgos autoritarios en materia de libertad de expresión?

Creo que Chile tiene muy buenos periodistas. eso ahí hay un problema en que algunos medios no hablan desde la verdad, pero sí desde los intereses económicos.

Y en temas de libertad de expresión, yo creo que Chile todavía no es 100% la democracia que quiere ser. Por ejemplo, durante el estallido, el Presidente Sebastián Piñera sabemos que llamó para que dejaran de seguir equipos de observadores de derechos humanos en la calle.

Sabemos que en algunos periódicos los editores les dijeron a sus periodistas que dejaran de escribir sobre derechos humanos. Sabemos que Piñera, por ejemplo, llamó a La Red cuando estaban haciendo cosas. 

Ciper hace un tiempo publicó un reportaje sobre eso, de cómo están interviniendo los celulares de algunos periodistas y siempre son periodistas que escriben sobre temas de derechos humanos o sobre aspectos que tienen que ver con atacar el poder.

Ahí el gobierno tiene que actuar más fuerte y dar más señales. Eso no se puede hacer, porque el periodismo libre es lo más importante en una democracia.

Decir que no hay periodismo libre, eso sería muy fuerte, pero yo sí creo que todavía hay algunos pasos que Chile tiene que tomar para mejorar la libertad de expresión.

Por ejemplo, las amenazas que reciben muchos periodistas. Eso se normaliza mucho. Cualquier paso que amenace la libertad de expresión no se debe normalizar, de inmediato debe ser confrontado, porque si se normalizan y se aceptan esas prácticas, pueden pasar cosas más graves.

Entonces es esa parte Chile tiene que quizás mejorar un poquito o quizás no todo Chile, pero las autoridades pueden ser más firmes en condenar cualquier acción de agresión hacia periodistas.

-¿Qué opina de la utilización de tu entrevista a Héctor Llaitul por parte de los otros medios?

-Casi todos los medios me preguntaron, después la entrevista, si podían usar -por lo menos los de la televisión, TVN, Mega, Canal 13- las cuñas, Eso lo encuentro muy bueno porque así se muestra que están dando créditos al trabajo de otros.

Pero, lo que sí pasó después de la entrevista con Héctor Llaitul es que algunos medios tradicionales sacaron solo las partes provocativas. Todo el mundo el día después estaba hablando sobre que la CAM iba a tomar acciones más fuertes para hacer venganza por Pablo Marchant.

Y obviamente Héctor Llaitul sí dijo eso en la entrevista, pero también dijo otras cosas que yo encontraba muy interesantes, para entender mejor el conflicto mapuche en el sur o entender mejor su movimiento y esas partes no fueron citadas.

Entonces pienso que lo único que quieren es provocar, como un conflicto y quizás pintar al pueblo mapuche como el enemigo.

También en esos medios tradicionales, los jefes o los dueños de esos medios, son gente que tienen intereses en el sur, en las forestales, entonces es un círculo que es bastante difícil de romper.

Antes de realizar la entrevista ya sabía que eso iba a pasar, que esos tipos de medios iban a hacer eso, pero en el momento en que pasa es como una lata, porque después el presidente tiene que salir a responder y después la oposición, que tiene un electorado en el sur, empiezan al tiro a pedir acciones más fuertes.

Es la primera vez que me pasa, pero yo sé que no soy el único. Yo he hablado con otros colegas que tienen mucha experiencia en Chile reporteando, por ejemplo la causa mapuche, que sí dicen que han pasado por las mismas cosas.

Y así empieza un círculo que quizás también terminó con la detención de Héctor Llaitul -yo no tengo ninguna opinión sobre esa detención-, pero sí yo creo que la entrevista que hice estaba sacada de contexto por medios que quizás tienen otros intereses más que transmitir la verdad.

-En toda su experiencia como periodista y corresponsal de noticias, ¿había sido testigo de algo como lo que le pasó con la Policía de Investigaciones?

No, nunca. Pero una vez en Chile, durante el primer plebiscito que hubo el 2020, recibí amenazas de muerte -por yo creo que era gente del Rechazo- y en ese momento también el Colegio de Periodistas, toda la gente, me ayudaron.

Nunca más he escuchado algo de la PDI sobre esta denuncia. Sí recibí mucho apoyo de la fiscal Ximena Chong en ese momento en Santiago. Me ayudó a poner un recurso de protección y todo, pero desde las autoridades de la PDI nunca más escuché algo.

Es la primera vez que me pasa, pero yo sé que no soy el único. Yo he hablado con otros colegas que tienen mucha experiencia en Chile reporteando, por ejemplo, la causa mapuche, que sí dicen que han pasado por las mismas cosas. A Paola Dragnic, de Telesur, le han hecho la vida imposible en el pasado, pero también periodistas chilenos como Mauricio Weibel y también otros periodistas muy buenos que tiene Chile.

Entonces yo sé que no soy el único y por eso yo encuentro que es tan importante que las autoridades se den cuenta de que el periodismo no siempre está libre y que no se pueden tolerar actos de intimidación desde las autoridades.



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Comentarios

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Y que dice al respecto de Boric?, Nada. La PDI, en 2022, con tácticas mafiosas a lo más DINA. Y qué dice Izkia Siches. Nada. Seguimos en dictadura, 4o años de transición mentirosa? Dónde está el F. Amplio, donde está Jackson? Piolitas. Dónde los Fiscales.? Este país es una sarta de mentiras públicas y vicios privados. Finalmente.mandan los Matte. Cosa de levantar el teléfono y los monitos corren, y les da lo mismo, que se vea mal o bien, si al final de cuentas la democracia es una tapadera.

El pueblo mapuche además de luchar por recuperar lo que les pertenece, deben luchar contra una corrupción que hasta ahora, no da indicios de detenerse. Esperemos que la nueva Constitución ponga fin a todo lo que sabemos "es normal" en Chile.

A Llaitúl lo tienen preso porque es el único que se atreve contra la mafia, es peligroso para el corrupto.

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