A todo eso súmense los votos de los arribistas, que ni por apellidos, ni por ingresos pertenecen a esas castas, pero van a vivir a esas comunas y votan por esas posturas, creyendo que si logran parecerse a los ricos, de alguna mágica manera se volverán ellos ricos también.
Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.
A todo eso súmense los votos