El argumento central de ese trabajo se basa en una simulación lagrangeana completamente determinista de partículas pasivas neutralmente boyantes, forzada por las salidas de velocidad del modelo operativo global MERCATOR. Aunque muchos detalles de ese ejercicio no se explicitan, de las figuras 14 y 15 es claro que la simulación no aplicó ninguna parametrización que diera cuenta de la dispersión horizontal sub-grilla de las partículas. El océano es turbulento. Un estudio de ese proceso, sobretodo considerando el tamaño de grilla de MERCATOR, podría haber aportado información relevante respecto a la eventual concentración de nutrientes originados del vertimiento luego de las casi 6 semanas de deriva que según la simulación requieren para alcanzar Chiloé. La misma masa de nutrientes en distintas diluciones puede tener efectos muy distintos sobre la proliferación de un bloom. En la misma lógica, el trabajo no discute el hecho que sus simulaciones lagrangeanas sólo permiten la llegada de partículas a la costa de Chiloé cuando se las libera durante el último vertimiento (cerca de 450 ton solamente) y sólo en las posiciones que están hacia el Este de los lugares de vertimiento. Todo ello habría agregado un contexto de extrema relevancia al estudio de la probabilidad de que el vertimiento pueda haber influenciado el bloom.