Ya son 21 días los que llevan en paro las y los cerca de 20.000 trabajadores de Fundación Integra, aún sin llegar a acuerdo con el Gobierno sobre sus demandas. Días en que han ido a protestar a La Moneda, por la Alameda y hasta se han tomado las oficinas del Ministerio de Educación.
La Fundación Integra -que hasta hace unos meses era una de las fundaciones que dependía de la primera dama, quien tradicionalmente era su presidenta, hasta que Irina Karamanos decidiera traspasar esas instituciones a diferentes organismos y dejar el cargo- es ahora dirigida por María Victoria Peralta Espinosa, se dedica a impartir educación parvularia a miles de niños a través de cientos de establecimientos gratuitos a nivel nacional y continúa como una fundación privada que depende del Estado, siendo administrada por el Gobierno de turno.
Al ser una fundación de derecho privado, a sus trabajadoras las rige el Código del Trabajo, pero también están incluidas en la negociación del sector público todos los años, debiendo negociar con los ministerios de Educación y Hacienda sobre sus condiciones laborales, las que están en un peculiar limbo entre lo privado y lo público.
La Fundación Integra -que hasta hace unos meses era una de las fundaciones que dependía de la primera dama, quien tradicionalmente era su presidenta, hasta que Irina Karamanos decidiera traspasar esas instituciones a diferentes organismos y dejar el cargo- es ahora dirigida por María Victoria Peralta Espinosa, se dedica a impartir educación parvularia a miles de niños a través de cientos de establecimientos gratuitos a nivel nacional y continúa como una fundación privada que depende del Estado, siendo administrada por el Gobierno de turno.
Yobana Salinas, presidenta del sindicato número 2 de Fundación Integra -con más de 6.500 asociados a nivel nacional, uno de los sindicatos en huelga- conversó con Interferencia sobre sus principales demandas.
Cuenta que este mismo lunes por la tarde se reunieron con el Ministerio de Educación para escuchar su última propuesta, que se debatirá con sus bases de trabajadores este martes. Sus principales demandas tienen que ver con que el Gobierno cumpla un compromiso adquirido con los sindicatos de nivelar el salario de cientos de trabajadores que realizan las mismas labores, pero reciben diferentes remuneraciones. Además, el Ejecutivo se había comprometido a contratar 178 nuevas educadoras, lo que no se ha efectuado.
-¿Cuáles son sus principales demandas?
-En 2022 y hasta 2023 concluimos una negociación compleja. Ahí se acordaron varios puntos y uno de los más importantes fue la nivelación interna de los trabajadores bajo el sistema del Código del Trabajo, que entre ellos hacen la misma función y no tienen los mismos sueldos. Y como principio sindical pedíamos que a igual función, igual sueldo.
Estábamos negociando el año pasado y en última instancia se baja ese punto, excusándose en que Hacienda no ratifica esos puntos que tienen que ver con la nivelación interna. Y como no pudimos ver este tema en esta negociación, el tema se trasladó al Ministerio de Educación, ya que a través de la Subsecretaría de Educación Parvularia se habían referido a este tema.
En enero fuimos a conversar con el ministro Ávila y le señalamos nuestra molestia y él se comprometió a conversar con nosotros en marzo. Y en abril, en reunión con el Ministerio y la Subsecretaría se comprometieron a avanzar en la nivelación este año, además de la incorporación de educadoras, para este 2023. Él nos pidió plazo para ver las formas de aplicar estos compromisos y el presupuesto para esto, pero después de cinco meses, él desechó este compromiso. Ahí vemos una falta de compromiso, un engaño a una negociación sectorial. Vemos que la Subsecretaría ha abandonado su compromiso con una negociación sectorial de un sector que ella misma representa.
"Nos han mantenido estos meses con promesas incumplidas, tuvimos una reunión con el gabinete del presidente Boric que se comprometió a mediar, después hubo cambio de gabinete y de ministro de Educación, etc. Pero la gente no estaba dispuesta a seguir esperando".
Nos han mantenido estos meses con promesas incumplidas, tuvimos una reunión con el gabinete del presidente Boric que se comprometió a mediar, después hubo cambio de gabinete y de ministro de Educación, etc. Pero la gente no estaba dispuesta a seguir esperando si las autoridades no habían cumplido originalmente sus compromisos.
-¿Cuánta gente está en paro en este momento en Integra?
-Un 80% de los trabajadores.
Lo que pasa es que al principio empezamos con cerca del 100% en paro, hoy día nos mantenemos con más de un 80% de los jardines infantiles sin actividades, en otros hay una actividad asistencial solamente, enfocadas en entregar alimentación a los niños, pero la mayoría están movilizados.
-Antes Integra era de las fundaciones de la primera dama, que Irina Karamanos dejó en otras áreas. ¿Ese proceso se relaciona con la paralización actual?
-Aquí, independientemente de las jefaturas que tenemos hoy día, somos parte de una institucionalidad que la da el Ministerio de Educación y eso se relaciona a las condiciones laborales, a políticas educativas y nuestras contrataciones son parte de lo que abarca el Código del Trabajo.
Vemos que cuando dependíamos de Presidencia, a través de las fundaciones de la primera dama, podíamos hacer más presión al Gobierno en estas negociaciones. Antes teníamos un manejo más directo para incidir en los puntos en los que queríamos avanzar.
"Quizás antes esta negociación hubiese sido más favorable para los trabajadores, porque antes la primera dama tenía relación directa con la Presidencia. Pero eso dependía del Gobierno de turno, en los Gobiernos de derecha a veces teníamos más retrocesos que avances".
Ahora dependemos de la Subsecretaría de Educación Parvularia, y quieren homologar el trato que tienen otros establecimientos con los de Integra, cuando nosotros tenemos otras condiciones de trabajo, distintas por ejemplo a Junji o a jardines privados.
Quizás antes esta negociación hubiese sido más favorable para los trabajadores, porque antes la primera dama tenía relación directa con la Presidencia. Pero eso dependía del Gobierno de turno, en los Gobiernos de derecha a veces teníamos más retrocesos que avances. Todo lo que tenemos ha sido por el esfuerzo en la calle de los trabajadores y por el derecho que tenemos a protestar y a negociar.
-¿De quien depende ahora que ustedes se sienten a negociar?
- Hoy día, del ministro de Educación, Nicolás Cataldo.
Además a nosotros nos faltan más de 600 educadoras, hoy quieren incorporar 178, que sería un avance, pero esto no es un capricho de los trabajadores, nuestras demandas tienen que ver con condiciones que necesitamos para dar educación de calidad para niños y niñas.
No hay que olvidarse que la educación inicial es uno de los primeros eslabones para la educación de una persona. Si no nos preocupamos de la educación inicial, empezamos con cojeras para avanzar en el desarrollo educativo de los niños. Los niños necesitan mejores condiciones y también queremos que las tengan. Pero hoy día no se trata solo de que los niños entren al sistema escolar, se trata de cómo el sistema escolar responde a las necesidades de los niños. Hay que responderle a ellos y no a está economía neoliberal, global, que le hace daño a este país.
Llamamos a las autoridades a responder a los compromisos que ellos han tomado, incluso en sus planteamientos de Gobierno.
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