Cinco días después del contundente triunfo presidencial de José Antonio Kast, el candidato de la ultraderecha chilena, Marco Enríquez-Ominami, concedió una entrevista a Interferencia en la que analizó los resultados de los comicios y habló su pobre desempeño en la primera vuelta, que tildó de “veredicto”.
En esta conversación de una hora, realizada vía telefónica el viernes 19 de diciembre, MEO se explayó sobre las causas de la derrota de la centroizquierda, anticipa lo que, a su juicio, traerá el nuevo gobierno de Kast, y promete continuar en la política. Y también se pronunció sobre las causas que explican el gran retroceso de la izquierda en Occidente y las razones que han llevado a la nueva derecha radical a ganar el poder político en gran parte de Europa, Estados Unidos y América Latina.
A continuación una transcripción de esa conversación, levemente editada para mayor claridad.
¿Quiere aprovechar esta oportunidad para anunciar su retiro de la política?
¡Me está matando con esa pregunta! ¿Está grabando?
Sí, ya estoy grabando.
Creo que lo que yo recibí el día de la primera vuelta electoral no fue un resultado, sino un veredicto.
¿A qué se refiere con un veredicto?
Yo recibí un veredicto el 22 de octubre, 20 días antes de la primera vuelta, que después de once años me declaró inocente en la decimotercera causa penal. Y esa noche fue una noche emocionante. Pero recibí un segundo veredicto el 16 de noviembre. O sea, 20 días después, un segundo veredicto que fue sancionatorio. Ahí fui duramente castigado por el electorado. Son dos veredictos. Aun así, estoy convencido que aportamos en la campaña al debate y no nos dejamos manipular ni arrastrar.
En la campaña se nos presentó que los únicos temas eran la inmigración y la seguridad. Y en realidad, el verdadero tema de Chile es su ciclo económico, que afecta a la inmigración y la seguridad.
Sobre su pregunta inicial, yo participaré del debate público cada vez que afecten al interés de mis compatriotas, y sobre todo de los más pobres. Evidentemente, no soy un imprescindible. Me parece que es fundamental que Chile cambie y estaré muy atento a cuál será el comportamiento del presidente electo José Antonio Kast.
O sea, ¿no descarta volver a presentarse en cuatro años si el escenario le fuera favorable?
Me parece una pregunta completamente inapropiada y fuera de contexto. Lo hace a menos de cinco días de que obtuvimos [la centroizquierda] un veredicto durísimo, en que el gobierno recibió el peor castigo en cien años para nuestro mundo. Es el peor resultado del siglo. En cien años. No de este siglo, en cien años. La mayor tragedia electoral. Y tenemos hoy día al presidente electo con la mayor adhesión democrática de la historia de Chile. La mayor votación. Con la mayor participación. Por tanto, esa pregunta hoy es totalmente fuera de foco. Hoy hay un presidente electo recién.
"Estamos frente al mayor fracaso del mundo de izquierda y hay un responsable: Gabriel Boric y su gobierno. Ellos defraudaron sus promesas, pensaron que el lenguaje era más que la realidad, la consigna más que la convicción, y que la empatía era suficiente".
Para muchos en el mundo progresista es el momento del mea culpa. Giorgio Jackson sacó un documento al respecto. ¿Cuánta culpa tiene el actual gobierno de centro-izquierda en esa debacle centenaria que usted describe, que le cedió el poder político a la derecha dura?
Es la hora de la responsabilidad, y la responsabilidad es indelegable. Me pareció fundamental a las primeras 48 horas del desastre electoral, exigirle responsabilidades al gobierno. Y es que La Moneda es responsable del mayor fracaso de la centroizquierda en la historia de Chile, nunca nuestro sector obtuvo un porcentaje más bajo.
Estamos frente al mayor fracaso del mundo de izquierda o progresista, y hay un responsable: Gabriel Boric y su gobierno. Ellos defraudaron sus promesas, pensaron que el lenguaje era más que la realidad, la consigna más que la convicción, y que la empatía era suficiente. Al frente tiene una derecha occidental que no habita el poder, sino que lo ejerce. Y la izquierda está todos los días preocupada de deconstruirse frente a líderes que solamente entienden la relación de fuerza.
Por tanto, creo que la responsabilidad es asumir que no ejercieron el poder para cumplir sus promesas, lo que explica el enorme fracaso de la candidata oficialista y de la centroizquierda.
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Explíqueme un poco más a qué se refiere con el progresismo y la centroizquierda empeñada en deconstruirse.
Yo creo que cuando uno dice, y tratas de explicarle al país, que lo más importante es ser un hombre deconstruido, y tienes al frente a Trump, no estás entendiendo qué adversario tienes.
Hoy la izquierda busca coleccionar causas de minoría, que son muy importantes, y trata de deconstruir todo lo que fue la izquierda, que ha sido su lucha contra la desigualdad, la pobreza, el ingreso injusto, la soberanía económica, la combatible expoliación respecto de las rentas, los recursos naturales, la captura de la renta del trabajo a través de las AFP. Y si pones por delante el aborto o los debates de la diversidad sexual, que son muy importantes, presentas una izquierda deconstruida. Pero al frente tienes a alguien como Milei, que ejerce el poder de manera salvaje, violando la Constitución y la ley. Yo discrepo profundamente de ese camino que ha tomado la izquierda, y creo que es una de las explicaciones del gran fracaso. Y quiero aclarar algo.
¿Qué cosa?
Yo soy el autor de muchas de estas leyes ‘deconstruidas’. El aborto, el matrimonio igualitario, soy de los primeros en la historia de Chile. Por tanto, entiendo que es un debate muy importante, pero no es un elemento estructurante. Entonces, creo que la izquierda tiene primero que asumir su responsabilidad de gobierno. La izquierda tiene que ponerse de pie a partir de enero, y a partir de marzo, atender que si el presidente Kast cumple el 10% de sus promesas, afectará a los más pobres y a los más discriminados.
"No es verdad que ya no existan ideas de izquierda. Chile es esclavo de la inteligencia artificial de otras potencias; o sea, no tiene soberanía digital. Tampoco tenemos soberanía eléctrica, no tenemos industrias, somos una economía vulnerable. No veo cómo estos temas no sean parte de los combates actuales que tiene que dar la izquierda".
¿Y cuáles serían las bases ideológicas de una nueva izquierda? Porque el escenario y el análisis que usted realiza no sólo afecta a Chile, afecta al progresismo en gran parte de Occidente, que ha ido perdiendo una elección tras otra. ¿Existen todavía ideas progresistas que resuenen con el electorado?
Lo que su pregunta insinúa no tiene nada de cierto. Las AFP siguen siendo el mayor fracaso previsional de la historia de Chile. Por tanto, no es verdad, que ya no existan ideas de izquierda. Le doy más ejemplos. Chile es esclavo de la inteligencia artificial de otras potencias; o sea, no tiene soberanía digital. Tampoco tenemos soberanía eléctrica, no tenemos industrias, somos una economía vulnerable. Entre 2019 y 2023 salieron del país capitales por unos 60.000 millones de dólares. Las razones de esa fuga no son solamente de mercado, sino que también de empresarios poco patriotas. Y está el problema de los ingresos en Chile, que es la segunda preocupación de los chilenos. No veo cómo estos temas no sean parte de los combates actuales que tiene que dar la izquierda.
De nuevo, la izquierda creyó que el lenguaje era más que la realidad, que la consigna era más que la convicción, lo que finalmente llevó a que la autoridad no se ejerciera. Ejercer el poder es parte del mandato constitucional. Y un gobierno que decidió no ejercer el poder, decepcionó a quienes votaron para la transformación y quienes marcharon durante el estallido social.
¿Cómo se explica que a seis años del estallido social, de esas enormes movilizaciones que exigían un Chile más digno, hayamos elegido un Presidente que es uno de los grandes herederos y defensores del neoliberalismo chileno?
Gracias por su pregunta. En la centroizquierda obtuvimos dos tercios de la Convención Constituyente, la gran mayoría de los gobernadores y alcaldes en todo el país y un Presidente que, hasta ese momento, era la mayor votación y participación en la historia de Chile. Esa era la situación en marzo de 2022 cuando la centroizquierda ingresó a La Moneda, ¿no es cierto? Eso es factual. Y cuatro años después es exactamente al revés. Eso se llama una gran farra, por las razones que antes describí. Por eso cuando dije antes que la responsabilidad es del presidente Gabriel Boric y del gobierno, es porque intentan obviar esto, y eso es una izquierda perezosa y sin ningún rigor.
Lo segundo, creo que la izquierda hizo una interpretación histórica equivocada del estallido social. Aceptó la trampa que instaló el ex presidente Piñera, que en paz descanse, cuando convocó a un camino que se llamó el acuerdo de paz. Este no trajo la paz e hizo perder a Chile cuatro años de debate constituyente y de parálisis de la economía. Y encauzó toda la demanda contra el sistema previsional, contra el sobreendeudamiento, contra el abuso del sistema financiero, contra el abuso del mercado, contra la insuficiencia del Estado, en un solo punto. Porque las marchas de 2019 no eran anticapitalistas, ni por una asamblea constituyente, sino que marchas de rabia contra las AFP y la versión chilena del neoliberalismo. Y la izquierda cayó en la trampa que, con mucha legitimidad y mucho talento, hizo la derecha chilena convocando este camino, cuyo primer firmante, hay que recordar, fue el diputado Boric, el actual Presidente.
Y quiero decir que soy el único líder nacional, aunque suene antipático, que no suscribió ese camino estimado periodista. El Partido Progresista y esta persona que a usted le habla, no suscribimos ese acuerdo y dijimos que iba a terminar mal. Lamento decir que lo que anticipé en noviembre del 2019. Y en diciembre de 2025 terminó mal, tal como anticipé.
"Hago un llamado a la responsabilidad, no es una bronca, no es una rabia la que tengo, es un problema de responsabilidad. Si no se asume la responsabilidad, no saldremos adelante. Fue completamente irresponsable la izquierda y eso tiene consecuencias . Alguien dirá, pero Marco también fue sancionado. Yo fui sancionado en la primera ronda electoral. El porcentaje que obtuve es un porcentaje de resistencia. Yo estoy consciente de eso".
El Partido Comunista tampoco suscribió.
Por eso dije líder nacional y mi partido. Todos los demás liderazgos nacionales suscribieron el acuerdo.
Pero hay que aclarar.
Sí, claro y le agradezco la pregunta y que me permita responder con calma, porque esta entrevista en un diario tan importante e investigativo permite una reflexión distinta. Yo espero que lo mío se lea con generosidad. Simplemente hago un llamado a la responsabilidad, no es una bronca, no es una rabia la que tengo, es un problema de responsabilidad. Si no se asume la responsabilidad, no saldremos adelante. Fue completamente irresponsable la izquierda y eso tiene consecuencias y sanciones. Alguien dirá, pero Marco también fue sancionado. Yo fui sancionado en la primera ronda electoral. El porcentaje que obtuve es un porcentaje de resistencia. Yo estoy consciente de eso.
Yo anticipé en abril que ganaría José Antonio Kast, por la irresponsabilidad de no asumir el cambio profundo que el gobierno actual había prometido.
Candidatos presidenciales 2013.

La autocrítica que Giorgio Jackson realizó hace poco, ¿cree que va en el camino correcto, o es demasiado poco y demasiado tarde?
Lo importante es escuchar al presidente Boric, que asuma su responsabilidad. Todo lo demás será insuficiente. Porque nunca en la historia de Chile un líder tuvo depositada tanta esperanza como en él. Ni Salvador Allende. Insisto, nadie. Ningún líder político de la historia gozó de tanto poder. Y ninguno prometió tanto como él.
Recuerdo la entrevista que dio al diario Página 12 de Argentina al inicio de su mandato, donde dijo que su gobierno sería el comienzo del fin del sistema neoliberal.
Que sería la tumba, eso dijo. Lo dijo en su discurso de victoria. ‘Chile fue la cuna del neoliberalismo y también será su tumba’, eso dijo. Pero lo que me gustaría plantear en esta entrevista es que no se pierda la palabra ‘tragedia’. Yo vivo esto como una tragedia. El resultado del domingo pasado fue trágico. Es un veredicto, no un resultado. Y eso es trágico.
"Boric fue alguien que durmió en La Moneda, no alguien que ejerció el poder en La Moneda. Y en el primer semestre, que es el verdadero momento en que tienes autoridad, no honró un axioma que es universal: la primera impresión no se repite dos veces. Los que gobernaron deben asumir su responsabilidad. Si no, después el próximo presidente será Johannes Kaiser".
Usted antes mencionó que la centroizquierda se perdió en la forma, dejando de lado el fondo. Que ha habido muchos discursos altisonantes, pero pocas políticas públicas que lo respalden .¿Identifica dos o tres momentos claves en los que el actual gobierno de alguna manera se perdió o entregó la toalla?
Sí. Yo creo que el primer momento es la idea de ser un presidente árbitro que intenta caerle bien a todos. Los árbitros nunca han sido llamados a caer bien. En una cancha de fútbol no se puede estar vestido de negro y tratar de caerle bien a los dos equipos. Gabriel Boric trató de ser un árbitro amado, pero no ejerció el poder, no ejerció la autoridad. Fue alguien que durmió en La Moneda, no alguien que ejerció el poder en La Moneda. Y en el primer semestre, que es el verdadero momento en que tienes autoridad porque después tu poder se devalúa, no honró un axioma que es universal: la primera impresión no se repite dos veces. Lo que no haces en los primeros seis meses, no lo harás nunca.
Y ese primer semestre el Presidente Boric no presentó ninguna reforma que tenía que ver con sus compromisos. Ninguna. Digo ninguna es ninguna. No desmilitarizó La Araucanía, no presentó una reforma tributaria, no presentó una reforma educacional, no presentó el fin de las AFP, no presentó el límite al abuso de las Isapre, nada.
¿Y por qué cree que fue eso?
Es que en septiembre del 2022 ya se acabó el gobierno.
Sí, con el plebiscito constitucional. ¿Y por qué cree que no presentaron nada después?
Porque creo que intentaron seducir a la derecha.
¿Para caerles bien?
Claro. Y repitieron la irresponsabilidad total de repetir el discurso de que no se trata de izquierda o derecha. Y no se trata de caerle bien a la izquierda o de hablarle a tus fieles. Es un asunto casi de ética. Tú prometiste cambio, tiene que haber cambio. Le guste o no a la derecha. Para eso te eligieron.
Desde el retorno a la democracia, la centroizquierda ha tenido pavor de convocar a sus simpatizantes a las calles cuando ellos son gobierno. Me imagino que debe ser el trauma de la Unidad Popular. ¿Usted lo ve así? ¿A qué cree que se debe?
Es que en marzo de 2022 no se necesitaba movilizar a nadie. Chile ya se había movilizado en 2019 y había sido clarísimo que no le gustaba a las AFP. La gente le dio cuatro gobiernos a la centroizquierda y vio que no cambiaron la estructura política y económica de Chile. Por tanto, para mí tiene lógica que haya arrasado José Antonio Kast. No me gusta, ya lo dije, pero tiene lógica. Y yo llamo a la izquierda ‘tonta’ de no seguir insultando el resultado. No sigan insultando a todos los que votaron por Kast, ya que claramente hay gente de centro-izquierda ahí también.
"Kast tiene un voto de fatiga, de fatiga democrática. Pero la responsabilidad es de la centroizquierda, que nunca tocó la estructura política y económica de Chile. Y frente a esa decepción y la crisis de seguridad, Kast proyectaba un cierto orden".
Es evidente que cuando sacas 60% con 7 millones de votos que haya gente que votó por Kast que habría votado por una alternativa de centro-izquierda. Pero que está cansada. Y yo creo que el presidente Kast no tiene un verdadero voto de adhesión.
¿Cómo es eso?
Tiene un voto de fatiga. De fatiga democrática. Pero la responsabilidad es de la centroizquierda, que nunca tocó la estructura política y económica de Chile. Y frente a esa decepción y la crisis de seguridad, Kast proyectaba un cierto orden, lo cual no es cierto, desde luego. Pero por eso entiendo perfectamente la decisión del 60%, aunque no la comparto.
¿Y cómo interpreta su propio resultado en la primera vuelta, que fue de apenas 1,2%?
Nunca se podrá decir de nosotros, ni de las más de 150.000 personas que votaron por mí, que no advertimos, que no peleamos para que esto no pasara. Pero, evidentemente, no fuimos capaces de convencer a una mayoría. Obtuvimos un resultado desastroso, pero seguimos siendo un voto muy importante en la historia de Chile. Nuestro voto será recordado como un voto lúcido, que advirtió que esto iba a pasar.
Cierre de campaña ME-O, elecciones presidenciales 2017.

Interesante su interpretación. ¿Y ese sería también el voto de Harold Mayne-Nicholls o el de Parisi?
No, yo creo que en la primera vuelta hay que tomar acta de que el 73% de los chilenos votó por candidatos que adherían a la dictadura. De candidatos que habían votado por la dictadura. O sea, yo creo que hay que tomar nota de que fue un enorme castigo al presidente Boric. Para ser honesto, no me sorprendió en nada el resultado de la segunda vuelta. Pero nada de nada. Ya en abril, cuando la centroizquierda hizo una primaria desastrosa, advertí de todo esto. Y el voto útil me fusiló. Pero no me arrepiento nada de haber sido extremadamente claro en advertir que esto era inevitable si se perseveraba en la continuidad de este gobierno. Y así terminó.
Siendo hoy viernes (19 de diciembre) no he escuchado todavía a La Moneda asumir su responsabilidad. ¿Y por qué es importante eso? No lo hago con ánimo odioso. Lo hago porque, para ponernos de pie, tenemos que actuar como adultos y asumir cada uno su responsabilidad. Los que organizaron la primaria deben asumir su responsabilidad. Los que gobernaron deben asumir su responsabilidad. Si no, después el próximo presidente será Johannes Kaiser.
El Presidente Kast tiene la mayor legitimidad de la historia chilena. Más que Boric, más que Ricardo Lagos, más que cualquier jefe de Estado. Entró en la historia de Chile, devolviendo al pinochetismo al poder, por la vía democrática y con la mayor participación electoral jamás registrada.
"El Presidente Kast tiene la mayor legitimidad de la historia chilena. Más que Boric, más que Lagos, más que cualquier jefe de Estado. Entró en la historia de Chile, devolviendo al pinochetismo al poder, por la vía democrática y con la mayor participación electoral jamás registrada".
Con una centroizquierda ideológicamente confundida, ¿usted ve alguna chance que en cuatro años más pueda volver al poder? ¿O estamos frente a un ciclo más largo de gobiernos de derecha y ultraderecha?
Es que si se persevera con la continuidad de lo que pasó en este gobierno, por supuesto que podría repetirse el mismo resultado en cuatro años más. Salvo que el gobierno del Presidente José Antonio Kast sea un desastre y, de nuevo, gane la teoría del péndulo por fatiga. ¿Pero qué interés tiene someter a la gente en los campamentos, a los más pobres, a una gran manipulación electoral? Cada vez que le va mal un sector elijo al otro, pero nada cambia. El hecho es que si bien en los años 90 se redujo la pobreza y la desigualdad, no se tocó la estructura política y económica de Chile. Y hoy día vuelve, esto es lo más impactante, el pinochetismo no solamente por la vía democrática, sino con la mayor votación de la historia de nuestro país.
O sea, el Presidente Kast tiene la mayor legitimidad de la historia chilena. Más que Boric, más que Ricardo Lagos, más que cualquier jefe de Estado. Entró en la historia de Chile, devolviendo al pinochetismo al poder, por la vía democrática y con la mayor participación electoral jamás registrada.
Si la izquierda simplemente le quiere echar la culpa al algoritmo, o a la manipulación de los empresarios, de los medios de prensa, a la falta de unidad, no te alcanza para analizar los resultados. Y yo, como los conozco de memoria, son perfectamente capaces de, en cuatro años más, decir volveremos, volveremos. Y si esa es la tesis, se vuelve completamente irrelevante la respuesta.
El electorado chileno lleva 20 años votando por la oposición, castigando al gobierno de turno .¿Cree que la gente vota hoy más por castigo que por programas o visiones de país?
Sí. Pero también creo que hay que tomar nota de lo que pasó. ¿A quién eligieron para castigar esta vez? Eligieron al representante de los valores económicos y políticos de la dictadura. Porque había otros nombres para castigar al gobierno.
Lo fatídico es que cuando hubo más caos en Chile fue durante la dictadura. Le digo solamente algunos datos, porque veo que está la cobardía de una cierta izquierda que ha permitido que la derecha instale mentiras. Por ejemplo, hubo un 45% de pobreza en dictadura. El promedio de crecimiento económico en los 17 años fue 1,5%. Hubo 20% de desempleo. Se fue casi todo el capital extranjero de Chile. No querían invertir, por eso inventaron las AFP, para prestarle plata a los bancos, la plata de los trabajadores. Por eso nacen las AFP. No nacen como una solución previsional, nacen como un problema de credibilidad de la dictadura en materia económica. Nadie quería invertir en Chile.
Entonces lo que quiero plantear es que si no hacemos un ejercicio de responsabilidad, vamos a enfrentarnos probablemente a Kaiser presidente en cuatro años más, o a que vuelva una izquierda que no habrá aprendido nada y volverá a decepcionar en ocho años más. Y los que más pierden con ello son los 10% de niños de nuestro país que siguen en la pobreza.
Nadie tiene una bola de cristal, obviamente, ¿pero cómo cree que será el gobierno de Kast?
Creo que él va a ser un alumno del presidente Boric, en tanto no va a repetir el error de no ejercer el poder. Yo creo que él en marzo lo más probable es que acelere su agenda. Y como fue diputado durante 16 años y lleva 35 años en cargos públicos y en la política, lo más probable es que haya entendido esta idea de que los primeros seis meses son los que valen. No creo que quiera ser un presidente árbitro, no lo creo.
Pero lo veremos en marzo. Además, creo que él va a gozar, por razones inerciales, de un crecimiento económico mejor que el de este año, porque el precio del cobre y el precio del litio van a estar más altos, por lo cual él va a gozar de eso. Después yo creo que él va con mucha fuerza incumplir sus compromisos en materia tanto de seguridad y de migraciones, pero va a hacer cosas de impacto.
"Fue importante la señal que Kast dio al visitar a Milei. Nos dio una señal de que él no es un soberanista, él no es un hombre de la reindustrialización, no es un hombre de proteger la economía chilena. Por eso, más allá de la motosierra con la que se saca la foto, su visita a Milei es la reafirmación del neoliberalismo".
Y después creo que se va a dedicar a provocar al Parlamento. Va a poner al Parlamento como gran obstaculizador para construir un escenario plebiscitario respecto a su gobierno, con lo cual creo que va a ser un primer semestre muy agitado si es que decide no arbitrar la realidad, sino que transformarla con sus valores.
Kast forma parte de agrupaciones de la nueva derecha dura y populista en Occidente, una suerte de hijos ideológicos de Steve Bannon. Pero entre de todos esos líderes él parece ser el único que es 100% neoliberal. El propio Presidente Trump ha usado aranceles comerciales como un arma geopolítica, algo que en el canon de los mercados libres es casi una herejía. ¿Cómo ve a Kast en este sentido? Porque, claramente, el nuevo Presidente representa una continuidad de una política chilena que apunta a que, a fin de cuentas, ‘el modelo no se toca’.
Exactamente. Por eso es fue tan importante la señal que Kast dio al visitar a Milei. Nos dio una señal en ese sentido, que él no es un soberanista, él no es un hombre de la reindustrialización, no es un hombre de proteger la economía chilena. Por eso, más allá de la motosierra con la que él se saca la foto, hay que leer bien su visita a Milei: es la reafirmación del neoliberalismo. Eso significa achicar el tamaño del Estado, achicar el subsidio a la oferta y aumentar el subsidio a la demanda. Vale decir, que el modelo neoliberal se basa en eso, en el subsidio de la libertad de consumo del individuo, no en el subsidio de la dignidad del individuo, o en el subsidio de su derecho a elegir, de su educación, su salud, ni la oferta. Evidentemente será un presidente que va a tener ese cariz, ya ha insinuado que va a nombrar de ministro de Hacienda a un neoliberal. Así nos vamos a enfrentar a una gran defensa del modelo pero, insisto, con una gran legitimidad.
¿Pero cree que la gente votó por Kast para sostener el modelo neoliberal? ¿O votó, como dijo antes, por castigo al gobierno actual y por haber sido un candidato más creíble en temas de seguridad?
No, yo creo que votaron por fatiga, y que durante la campaña el presidente democráticamente electo hizo un ejercicio manipulatorio, que yo denuncié todo lo que pude. Creo que todo está basado en una gran mentira de la derecha dura: ni tienen soluciones para la inmigración, ni para la seguridad, tampoco tienen una propuesta económica, pero lograron impedir que en el debate presidencial se hablara de economía. O sea, asistimos a una gran manipulación, a una gran estafa del debate público.
"Yo sigo denunciando: creo que Kast fue electo sobre una gran estafa. La estafa de hacer creer a los chilenos que el problema migratorio no tiene nada que ver con el modelo económico".
Yo denuncié, y lo sigo denunciando: creo que fue electo sobre una gran estafa. La estafa de hacer creer a los chilenos que el problema migratorio es un problema que no tiene nada que ver con el modelo económico, que es un problema de seguridad, de combate.
Como le dije, unos 60.000 millones de dólares salieron de Chile entre 2019 y 2023, pero eso no salió en la campaña, porque Kast logró imponer todas las coordenadas del debate en torno a su oferta. Era la oferta del miedo, de la incompetencia del actual gobierno, pero nunca se pudo discutir en serio del problema del ciclo económico, que es el problema real que tiene Chile. Chile tiene un gran problema: el ciclo económico se agotó. Chile nunca más va a volver a crecer a siete puntos, pero Kast no hizo, ni tiene, ninguna propuesta al respecto. Ninguna.
Lo que va a proponer ahora, acuérdese de lo que le digo, es desbloquear la permisología, va a proponer cerrar ministerios. Pero eso en nada resuelve el problema estructural de la economía chilena, que es vulnerable y que tiene problemas serios de cambio de su matriz productiva. A él le parece que el modelo económico chileno es un buen modelo. Eso es lo que él sostiene.
Pero el sistema económico mundial está cambiando, y el neoliberalismo tradicional de los años 80, los 90 y de los 2000 ya no está tan en boga. ¿Se puede quedar Chile fuera de los nuevos ciclos económicos por insistir con un modelo que ya incluso la derecha occidental de a poco está dejando de lado?
Completamente. Por eso yo insisto que falta pensar en políticas públicas en materia eléctrica, en materia energética, en materia de inteligencia artificial, en materia de ciencia y tecnología, que hay que hacer cosas muy distintas. Creo que el presidente electo va continuar con el modelo actual, que lo único que hace es condenar a Chile a la mayor irrelevancia económica… como ya lo es. Lo que yo traté de explicar en la campaña es que, si no hacíamos cosas muy grandes desde el punto de vista del modelo, estamos condenados a lo que estamos viviendo. Y por eso es que soy tan severo y tan ácido con el actual gobierno. Insisto: no es un asunto de bronca, es un asunto de lucidez. Si no nos ponemos de acuerdo en qué fallamos, ¿cómo vamos a salir adelante’
Porque el próximo gobierno nos va a proponer un modelo económico de la inercia, no del cambio. Eso es lo paradójico. Los chilenos votaron por un cambio, pero finalmente eligieron un conservador, un ultraconservador, que nunca tuvo una sola propuesta económica para los problemas reales de Chile. Ninguna.
"El estallido social fue la mayor energía transformadora y la mayor estafa política del siglo. Nunca los chilenos se habían movilizado tanto, y nunca habían sido tan estafados. Me parece que la elección de Kast no tiene esa energía transformadora, no veo en Chile una ‘kastmanía’".
Probablemente mucha gente sentía que, dado su historial y dado el sector al que pertenece, con grandes empresarios que lo apoyan, de alguna manera sabe manejar bien la economía.
Me recuerda a las expectativas que mucha gente tenía con Piñera en 2010 y 2018: él es empresario, él no va a robar, él sabe generar empleo. ¿Puede haber algo de eso?
Yo lo veo un poco distinto, porque entre medio hubo un terremoto social, el estallido social. El estallido social fue la mayor energía transformadora y la mayor estafa política del siglo. O sea, nunca los chilenos se habían movilizado tanto, y nunca habían sido tan estafados. Me parece que la elección de Kast no tiene esa energía transformadora, yo no veo en Chile una ‘kastmanía’. Es más, ni siquiera veo mucha adhesión a él, para ser honesto. La noche de su triunfo, apenas hubo festejos en los barrios. O sea, para alguien que saca casi el 60% de los votos, uno supondría que habría una efervescencia popular. No la hubo. Es un voto fatigado.
"¿Por qué no castigar a un gobierno que te cobra más cara la luz y cuyo jefe de la economía arranca? ¿O me equivoco?".
O sea, a su juicio ,en Chile no existe -todavía- un movimiento social y político con el impacto transformador como el de MAGA en Estados Unidos.
Hay más de fatiga democrática, hay más decepción. Y cuando hay decepción, hay confusión y uno vota por el orden. La opción del orden la representó Kast, pero más por fatiga que por convicción. Insisto, no hay ninguna ‘kastmanía’. No hay ninguna poesía en su triunfo. O sea, como dice usted, no existe un ‘trumpismo’ en Chile. Pero capaz que en el ejercicio del poder construya una ‘kastmanía’.
Desde hace 20 años que yo he sido un duro adversario de José Antonio Kast. Me enfrenté a él en la Cámara de Diputados por la ley de aborto y a mí me inventó la bancada por la vida. Después me enfrenté a él por el matrimonio igualitario. O sea, toda mi vida he peleado con él. Pero no sé cómo va a ser a cargo del Ejecutivo. ¿Cómo va a entender el ejercicio del poder? Su liderazgo nacerá el 11 de marzo, no nace hoy. Va a nacer en el poder, no nació como candidato.
Quiero recordar que durante la campaña presidencial pasaron varias cosas que son muy locas. En agosto renunció el ministro de Hacienda y poco después el gobierno presentó una ley de presupuesto con ajuste económico en medio de la campaña, ¡en campaña! Con eso demostró que había renunciado a la elección. Y poco antes, el ministro de Energía reconocía que no había sido capaz de controlar un cobro abusivo a los chilenos. Estas cosas fueron en plena campaña presidencial. Frente a eso tiene toda la lógica que la gente haya castigado al gobierno. ¿Por qué no castigar a un gobierno que te cobra más cara la luz y cuyo jefe de la economía arranca? ¿O me equivoco?
Antes los ministros de Hacienda eran casi intocables. Pero Rodrigo Valdés también renunció al gobierno de Bachelet al inicio de la campaña presidencial de 2017.
Y ganó Piñera.
Sí, bueno, pero hemos tenido alternancia en el poder por 20 años.
Pero en México ganó la continuidad, porque el ministro de Hacienda y el Presidente de la República presentaron una ley de presupuestos expansiva. Lo que digo es que la manipulación en el debate presidencial es que nadie habló de economía. Se bloqueó la conversación.
La economía no existió en esta campaña y el gran problema de Chile es básicamente su ciclo económico. Es la plata. Y lo curioso es que nunca se habla de plata. Y toda conversación política en torno a esto se deja a los expertos en la economía. Pues bien, los expertos no tienen ninguna responsabilidad ni ningún coraje para enfrentar la realidad y decir la verdad. El ciclo económico está jodido. ¡Si el ministro de Hacienda renunció en campaña presidencial! Y a todo mundo le pareció normal. El ministro se va y el mercado, para ayudar a Kast, dice no, todo normal, no hay problema. ¿Cómo normal? ¿Cómo? A ver, se fue el ministro de Hacienda.
"Nunca se había visto tanta concentración de la riqueza como hoy, por ejemplo el caso de Elon Musk. Y eso ya empieza a irritar a los pueblos. Hace tan solo seis años hubo en Chile un gran enojo con la concentración de la riqueza. Por tanto, ni Chile ni América Latina están anestesiados. Eso se está acumulando y se va a expresar. En las urnas y ojalá por la vía democrática".
Termino con una idea sobre este tema. Yo creo que la derecha eligió el teatro en que quería competir y a la candidata que le convenía. ¿Qué más cómodo? Una militante comunista, ministra del empleo, en un gobierno que aumenta el desempleo. Si tú fueras de derecha, sería la candidata soñada.
Además, está el profundo anticomunismo en Chile. Todo lo que huele al PC, para la mitad de la población es ácido sulfúrico, aunque los PC chilenos tienen poco de comunistas.
Pero fue un sueño para la derecha tener al frente una candidatura, la ministra del trabajo, que en el primer trimestre de 2025 generó 150 empleos. Es perfecto. ¿Qué más querías? Yo creo que la derecha manipula el debate público, y fue obsceno como en los debates presidenciales nunca se habló de economía, y como las preguntas fueron todas reducidas a omitir el debate económico. Nunca se le preguntó a ningún candidato, y menos a Kast, cómo financiaría sus propuestas [en seguridad e inmigración]. Nunca se le enfrentó seriamente con el problema de que él quiere reducir el tamaño del Estado. El candidato a jefe de Estado no tenía propuesta alguna para un Estado eficiente. Ninguna. Sólo estaba la consigna de un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares. Pero nosotros estudiamos su programa de gobierno, y su programa supone un aumento de 0,5% del presupuesto debido a las medidas de seguridad. Pero las campañas modernas, sobre todo las que ha llevado adelante la derecha, son de esa índole.
Así es, y en la segunda campaña de Donald Trump tampoco hubo un programa más allá de consignas en torno a temas de seguridad e inmigración. Me gustaría hacerle un par de preguntas más. Usted fue uno de los fundadores del Grupo de Puebla, fue asesor de Alberto Fernández en temas internacionales cuando él estaba en la Casa Rosada. ¿Va a seguir en ese grupo? ¿Cómo cree que ese grupo lo recibirá tras su última y baja votación?
Primero, en América Latina y en el Caribe, en España y en Portugal, hay una coordinación muy activa que ve con preocupación lo que está ocurriendo [avance de la ultraderecha][, como el caso de Honduras, entre otros. Sabemos que hoy los liderazgos de derecha ejercen el poder de manera autoritaria, prefieren pedir perdón antes de pedir permiso, pero eso será sancionado tarde o temprano. Porque violar la ley, violar el derecho, violar la Constitución, violar el derecho internacional, nunca es gratis, nunca. Gratis no es. Eso siempre termina mal.
Todos los presidentes con los que hablo cotidianamente tienen clarísimo que hay que coordinarse, pero sobre todo hay que construir valores que enfrenten con dureza, de manera lúcida, el abuso total del poder que están cometiendo los presidentes [de derecha]. Pero las cosas cambian, y en eso soy un optimista.
Porque nunca se había visto tanta concentración de la riqueza, por ejemplo el caso de Elon Musk, que ya empieza a irritar a los pueblos. Hace tan solo seis años hubo en Chile un gran enojo con la concentración de la riqueza, que fue el estallido. Por tanto, ni Chile ni América Latina están anestesiados. Eso se está acumulando y se va a expresar. En las urnas y ojalá por la vía democrática. Pero yo digo, cuidado, que siempre hay una acción y una reacción. El abuso que están cometiendo todos estos presidentes será sancionado democráticamente. Así lo pienso.
Pero, ¿usted personalmente?
He retomado todas mis actividades profesionales. Al día siguiente [de la primera vuelta] he retomado todo eso. Se me ha pedido que vuelva a coordinar con mucha fuerza toda la articulación regional, y lo haré. Y hoy lo primero es que el dolor de la derrota se transforme en lucidez. Esa es mi única tarea. Buscar que seamos lúcidos frente a lo que está pasando.
"Si Kast irrita y agrede a los más pobres, toda la izquierda estaremos juntos. Si el Presidente electo tiene una estrategia muy ultraconservadora, muy sectaria, de un Chile del odio, si lo hace -y no sé si lo hará- nos reuniremos todos".
¿Hay un problema con el algoritmo? Lo hay. ¿Hay un problema como se ejerce el poder? Lo hay. ¿Hay un problema con la izquierda woke? Lo hay. ¿Hay un problema con la izquierda que ha gobernado por fatigada también? Me refiero, por ejemplo, a la concertación. Lo hay. ¿Hay un problema con la izquierda que yo represento? También lo hay. Pero todo eso hay que transformarlo en una alternativa país.
Si Kast irrita y agrede a los más pobres, toda la izquierda estaremos juntos. Si el Presidente electo tiene una estrategia muy ultraconservadora, muy sectaria, de un Chile del odio, si lo hace -y no sé si lo hará- nos reuniremos todos. Pero hoy en diciembre y mañana en enero son semanas claves para que tengamos lucidez sobre cómo ponernos de pie. Y esa es mi convocatoria. Convocaré en enero a mucha gente a pensar. Quiero participar en ordenar el debate.
¿En Chile o se refiere a la región?
No, en Chile y en América Latina. Mi prioridad es Chile. Y lo segundo, yo quiero plantear preguntas más que respuestas. Creo que es la hora de las preguntas más que de las respuestas.
¿Cómo cuáles, por ejemplo?
Pregunta, ¿cómo es posible que después de 35 años de democracia se cierre un paréntesis de la mano de un pinochetista desembozado? ¿Cómo es posible que los problemas de seguridad, que evidentemente dependen de la coordinación regional, elijan a un liderazgo aislacionista? ¿Cómo es posible, con lo que sabe América Latina de las consecuencias de la doctrina Monroe, Chile elija una opción política, José Antonio Kast, que admira la doctrina Monroe? Son preguntas. Una respuesta es la responsabilidad del gobierno chileno. Cierto. Una respuesta es la responsabilidad que le cupo al peronismo en Argentina. Es una respuesta. Si eso fuera así, sería simplemente una historia de péndulo. O quizás, es una pregunta, no tengo respuesta, es un problema de sentido. Y a la izquierda, cuando se enfrasca en debates, colecciona minorías y no apunta al problema de la estructura económica del mundo, se ausenta de los hogares, de los votantes, y pierde.
O sea, mi pregunta es: ¿es un problema de sentido o es simplemente un problema de péndulo? Yo ya veo en América Latina y en Chile gente y líderes que se soban las manos diciendo: no importa, volveremos por la vía del péndulo. Me parece a mí un camino insuficiente. El problema del péndulo es que arrasa en el camino. No es un péndulo inocuo. Arrasa, porque hace daño a los más pobres.
La alternancia política, que es una vieja discusión del liberalismo y que es muy sana, en este caso no es inocua. Como no lo fue Bolsonaro en Brasil. Hubo sectores de la izquierda brasileña que encontró que no era grave la alternancia. Pero mire lo que pasó en Brasil: aumentó la pobreza. Entonces, no es inocuo. La alternancia es como un rastrillo, que arrasa todo lo que está abajo.
"Yo he recorrido Chile como loco, pero vi poquísimo líderes de la centroizquierda en terreno. Vi a ministros burócratas encerrados en sus oficinas, y vi también a los portavoces de la izquierda hablándole a los diarios hegemónicos, dando entrevistas de quejas, de amenazas, de reflexiones, muy importantes algunas, pero desde el territorio de nadie".
Por eso me hago la pregunta: ¿estamos frente a la teoría del péndulo inocuo o a un péndulo que le hará mucho daño a los más pobres en Chile? Esa es toda la discusión que viene, y no tengo la respuesta.
En diciembre de 2018, entrevisté en Interferencia al economista griego Costas Lapavitsas, que denunciaba que el problema de Europa no eran los extremos, sino el “fanatismo del centro político”, un sector tecnocrático y neoliberal que no cuestionaba el modelo existente. Se lo menciono porque, desde entonces, la nueva derecha populista ha ido conquistando los votos de la clase trabajadora, mientras que la izquierda se ha convertido en representantes del ‘fanatismo de centro’, que no cuestiona el modelo, y cuyos votantes son importantes sectores de la burguesía ilustrada, pero que ya apenas tiene vasos comunicantes con el pueblo. Eso me lleva a pensar, y me gustaría saber su opinión al respecto, de que estamos frente a un cambio estructural en la política, que es algo de más largo plazo y no solamente un péndulo, donde la izquierda ya no es capaz de convencer a las grandes mayorías.
Es verdad, y yo creo que hay que reconstruir la relación con los territorios, que hay que recorrerlos. Yo he recorrido Chile como loco, pero vi poquísimo a los líderes de la centroizquierda en terreno. Vi a ministros burócratas encerrados en sus oficinas, y vi también a los portavoces de la izquierda hablándole a los diarios hegemónicos, por decirlo así, dando entrevistas de quejas, de amenazas, de reflexiones, muy importantes algunas, pero desde el territorio de nadie. Creo que hay que volver a construir un tejido de reflexión, pero escuchando, hay que articular, hay que construir. Creo que hoy en día estamos frente a una izquierda desarmada. Es una izquierda fatigada y aturdida. Por eso yo llamo a la responsabilidad. Por eso las leyes penales se aplican de un modo más fuerte a los adultos que a los menores. El adulto tiene responsabilidad. Y yo llamo a la responsabilidad, que es la palabra más ausente estos cuatro años, la responsabilidad con tu pueblo, la responsabilidad con la palabra empeñada, la responsabilidad con la ética, con la moral.
No puede ser que nadie asuma la responsabilidad por este resultado. Hubo una primaria con la menor participación de la historia, de todas las primarias, y con una candidata oficialista que ya en mayo sabía que iba a perder. Nunca una sola encuesta mostró que ganaba en segunda vuelta.
"Yo llamo a la responsabilidad, que es la palabra más ausente de estos cuatro años: la responsabilidad con tu pueblo, la responsabilidad con la palabra empeñada, la responsabilidad con la ética".
Y me parece a mí que lo primero en estos días, por eso doy esta entrevista, es una invitación a la reflexión, a la articulación y también a la responsabilidad. Y yo estuve con un bozal más de una década. Mis tres últimas campañas presidenciales las hice ya no en contra de mis adversarios, sino contra fiscales sin ética. Las tres últimas. Yo llevo apenas dos meses de mi vida, después de más de una década, como un entrevistado inocente. Ya se acabó, ¿cierto? Fui declarado inocente. Son apenas 60 días de mi vida, después de once años.
Por eso doy esta entrevista con una libertad que me permite volver a construir e intentar ayudar a ordenar el debate. Y hoy día seré alguien que ayude a ordenar el debate y a poner las preguntas. Evidentemente, hoy es momento de que cada uno asuma la responsabilidad y colabore. Y que nadie aspira a ser protagonista. Incluido yo.
Le agradezco esta entrevista.
Igualmente, gracias.







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