Este artículo es parte del newsletter exclusivo La Semana del pasado sábado 11 de febrero de 2023, y ahora se comparte para todos los lectores.
En el frente, los rusos lanzaron otro masivo ataque aéreo y continúan con lentos pero macizos avances territoriales, con lo que parecen estar cerca de lograr la captura Artiómovsk-Bajmut, la estratégica ciudad del Donbás. Mientras, los ucranianos se preparan para resistir la que puede ser una gran ofensiva rusa, hacia el final del invierno e inicio de la primavera boreales, estando a la espera de los tanques y otras armas prometidas por Occidente, con las que esperan equilibrar las fuerzas y retomar la iniciativa.
Pero, los sucesos de la guerra no solo ocurren en el frente. Durante el tiempo reciente ha aparecido alguna información desde el mundo de la inteligencia -el cual suele ser hermético y, cuando se comunica, suele hacerlo con fines de propaganda o desinformación- que muestra movimientos importantes, aunque todavía crípticos, en los centros de decisión.
A continuación, cuatro cartas que parecen provenir de la inteligencia de los países en conflicto que mueven el avispero.
1. Un Pulizter estadounidense devela una acción de guerra de Estados Unidos.
Seymour Hersh publicó en su blog el artículo Cómo Estados Unidos destruyó el gasoducto Nord Stream, en el cual ofrece detalles de la planificación y operación militar estadounidense que llevó a que buzos tácticos pusieran explosivos en el gaseoducto ruso en aguas internacionales del Báltico, a fines de junio de 2022, y que lo hicieran volar el 26 de septiembre del mismo año de manera remota (acá el artículo traducido al español por Ctxt).
El afamado periodista -quien fue clave en develar casos tales como la masacre en el poblado de My Lai durante la guerra de Vietnam y las torturas de estadounidenses a iraquíes en la prisión de Abu Ghraib, merecedor de un premio Pulitzer, y quien es caracterizado como un lobo solitario y un dolor de cabeza para quien esté sentado en la Casa Blanca- basó su artículo en lo que le reveló una fuente de inteligencia anónima, "con conocimiento directo de la planificación de la operación".
Desde luego Hersh no develó la identidad de su fuente -un aspecto clave en el periodismo, pues de otro modo ésta no le habría revelado información y el conocimiento de su identidad podría atentar contra su seguridad-, con lo que los políticos y grandes medios occidentales optaron por ignorarlo o desprestigiarlo, por basar la información más relevante en una fuente anónima. Aunque, no se atrevieron a desmentir los variados detalles de la información, los que muestran -por ejemplo- la participación concreta de los noruegos en el sabotaje -quienes se verían beneficiados económicamente después al incrementar sus ventas de gas a Europa-, y las diferencias al interior de la comunidad de inteligencia de Estados Unidos, en las que prevaleció la CIA.
Nunca es descartable que una fuente de este nivel le mienta a un periodista para realizar una operación de desinformación, pero es improbable que algo así suceda con Hersh, dada su experiencia develando escándalos militares estadounidenses, quien seguramente tomó resguardos en la comprobación de los datos. La pregunta que sigue, entonces es ¿por qué liberar esta información?
De todos modos, vale la pena este artículo de opinión en el conservador periódico Washington Examiner; Fuentes dicen, donde Becket Adams afirma que no basta con la fuente de Hersh para dar por cierto lo que dice el artículo.
Por el contrario, los políticos y los medios rusos, han dado fuerte difusión a las revelaciones, aunque desde el primer día dijeron que el Nord Stream fue atentado por parte de Estados Unidos, para forzar a Alemania a la política de boicot contra los hidrocarburos rusos. Una situación similar sucedió con China, cuya diplomacia también exigió explicaciones a Estados Unidos. Al respecto es interesante este artículo del periódico chino en inglés Global Times, de Porwang qi; Se insta a Estados Unidos a explicar las explosiones del Nord Stream después de la investigación del ganador del Pulitzer.
¿Quién es la fuente de Hersh?
Lo más probable es que se lleve el dato a la tumba, pero nadie duda que el periodista -de 85 años- tiene una nutrida libreta de teléfonos en el mundo de la inteligencia estadounidense (lo que incluye alternativas para corroborar lo que dice una fuente principal y algo que se usa de manera estándar en el periodismo de investigación), por lo que su fuente puede provenir de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional, por su sigla en inglés), el Departamento de Estado, el Pentágono (Departamento de Defensa), la Casa Blanca e incluso de la misma CIA (Agencia Central de Inteligencia, en inglés), que es la entidad que queda peor parada.
Nunca es descartable que una fuente de este nivel le mienta a un periodista para realizar una operación de desinformación, pero es improbable que algo así suceda con Hersh, dada su experiencia develando escándalos militares estadounidenses, quien seguramente tomó resguardos en la comprobación de los datos. La pregunta que sigue, entonces es ¿por qué liberar esta información?
En concreto, es posible afirmar que quedan mal parados el presidente Joe Biden y su asesor en estas materias Jake Sullivan, el secretario de Estado, Tony Blinken, la subsecretaria de Asuntos Políticos, Victoria Nuland y el director de la CIA, William Burns. Esto, sin contar los políticos noruegos y alemanes.
Los alemanes -agredidos por sus aliados- quedan particularmente incómodos con estas revelaciones, pues, por un lado, la acción militar de Estados Unidos afectó gravemente su competitividad industrial, al empujar al país a comprar gas más caro a Estados Unidos y Noruega, y favorecer a Polonia como centro logístico, en su detrimento, y por otro todo el episodio del Nord Stream 2 los lleva a reevaluar su política respecto del gas ruso antes de la guerra.
Respecto de Hersh, en general el mainstream alemán optó por ignorarlo (la propaganda rusa por ejemplo, destacó cómo Der Spiegel pasó de llamar al mismo periodista como "legendario" en 2016 a "polémico" en 2023). En cuanto a la discusión del gas ruso en la política alemana, este artículo de la Sociedad Alemana de Política Exterior muestra la discusión más de fondo (que no incluye el ataque a Nord Stream, pues es de diciembre de 2022), en la que se evalúa que Alemania ha pensado históricamente más en términos económicos que geoestratégicos y de seguridad; Después de la Ostpolitik.
En la otra cara de la moneda, no queda tan claro quiénes de la inteligencia estadounidense ganan con la revelación, pero en la lista deben estar los que no están conformes con el curso de los acontecimientos.
Por su parte, Sputnik, un medio estatal ruso para público fuera de Rusia, puso foco en Sullivan, con un perfil que muestra, entre otras cosas, su vínculo con la operación que buscó asociar la campaña de Donald Trump con los intereses rusos, lo cual no ha podido ser probado ni hay mayor evidencia: ¿Quién es Jake Sullivan, el hombre que supuestamente reunió al 'Dream Team' para destruir Nord Stream?
Acá, la cobertura que realizamos junto con Diego Ortiz del caso en INTERFERENCIA: Premio Pulitzer estadounidense asegura que comandos de Biden destruyeron gasoducto ruso Nord Stream.
2. La Rand Corporation aconseja no involucrar a Estados Unidos en una guerra larga (es decir, dice que debe negociar con Rusia).
En enero apareció el reporte Evitando una guerra prolongada, de Samuel Charap y Miranda Priebe, de Rand Corporation, una corporación público-privada californiana de estudio de asuntos de Defensa de Estados Unidos, en el cual participa la industria militar, académicos y los Departamentos de Defensa y de Seguridad del gobierno estadounidense.
El reporte hace un análisis teórico acerca de la situación militar de la guerra entre Rusia y Ucrania, desde la perspectiva de los intereses de Estados Unidos, en el que concluye que para el país es inconveniente que la guerra se prolongue, por los riesgos de escalamiento que conlleva, y porque eso perjudica cualquier post-guerra, generando problemas de largo plazo.
El reporte también dice que la prolongación del conflicto es posible pues rusos y ucranianos creen que pueden ganar en el frente, y porque -el caso de Ucrania- el país está recibiendo la asistencia militar que alimenta esa esperanza. En paralelo, ninguna de las partes ve beneficios claros en la paz.
El análisis es coherente, y para algunos analistas representa bien el pensamiento del Pentágono y de los militares de carrera, pero tiene el problema que contradice la mirada de los halcones en el gobierno estadounidense.
Respecto de lo que debiese hacer Estados Unidos, Rand dice que el país de intentar maximizar las recuperaciones territoriales ucranianas sin pensar en una victoria total improbable y apostar en algún momento ventajoso a un escenario de salida del conflicto por la vía de un acuerdo político, o por un por armisticio (una especie de empate en el que se desmilitariza el frente, pero continúa el conflicto a nivel político, como pasó después de la Guerra de Corea en los 50'). Esto, en el entendido de que es improbable que alguna de las partes logre una victoria total, lo que incluye a Rusia.
El análisis es coherente, y para algunos analistas representa bien el pensamiento del Pentágono y de los militares de carrera, pero tiene el problema que contradice la mirada de los halcones en el gobierno estadounidense, quienes parecen apostar por armar a Ucrania, sino es para conseguir una victoria total sobre el presidente ruso Vladimir Putin, al menos para crear -mediante asistencia militar sostenida, de manera más o menos permanente- un Estado que lo complique en sus narices, en un modelo parecido al de Israel en el Cercano Oriente después de la Segunda Guerra Mundial, respecto de los países árabes recién descolonizados.
El reporte seguramente sacó ronchas en Washington, pues -entre otras cosas- aborda el tema de las sanciones económicas, y concluye que Estados Unidos debe decirle a Rusia que las suavizará en la medida en que se cumplan ciertos pasos hacia la paz, de modo que Rusia, asediada económicamente, tenga incentivos para salir de la guerra.
3. Un diario turco cita al Mossad para mostrar que las bajas rusas son mucho menores que las ucranianas.
El periódico turco Ürseda Haber, afirma en su artículo Bajas ucranianas y rusas según Mossad que la información que maneja la agencia de inteligencia israelí es que Ucrania tiene 157.000 soldados muertos y 234.000 heridos, mientras que las bajas rusas son 18.480 muertos en combate y 44.500, lo que representa una diferencia abismal en favor de Rusia, y que coincide con lo que dicen los generales rusos, en cuanto apuestan más por causar bajas militares que captura territorial.
El artículo también muestra grandes diferencias en cuanto al material de guerra destruido. Por ejemplo, afirma los rusos han perdido 889 tanques, mientras que los ucranianos perdieron 6.320.
Varios medios de fact checking occidentales salieron a desmentir la información, pero ninguno dice que el Mossad haya descartado los datos. En general, los desmentidos son con otros datos proporcionados por la inteligencia británica o estadounidense, los cuales muestran un panorama al contrario, habiendo versiones que indican que ambos bandos están más o menos empatados en bajas mortales en torno a los 100.000 por cada ejército.
Varios medios de fact checking occidentales salieron a desmentir la información, pero ninguno dice que el Mossad haya descartado los datos. En general, los desmentidos son con otros datos proporcionados por la inteligencia británica o estadounidense, los cuales muestran un panorama al contrario, habiendo versiones que indican que ambos bandos están más o menos empatados en bajas mortales en torno a los 100.000 por cada ejército.
Tal vez el artículo haya sido en respuesta a este de The New York Times, El elevado número de muertos da una visión sombría de las tácticas rusas, de Helena Cooper, Eric Schmitt y Thomas Gibbons Neff, quienes citando fuentes estadounidenses y otros aliados dicen que las bajas rusas son de 200.000 soldados, entre muertos y herid0s.
La verdad es que es casi ocioso ponderar estos números, pues estos divergen de manera inmanejable según quien los diga, y las únicas fuentes disponibles son de inteligencia, lo que incluye a quienes cuentan armamento destruido a través de tecnología satelital.
Lo curioso del caso es que en este caso se cite al Mossad, siendo la postura de Israel ambigua en el conflicto, pues su alineamiento con Estados Unidos no es total, así como tampoco la ruptura con Vladimir Putin, dados varios intereses en común.
4. Investigadores internacionales dicen que hay "indicaciones sólidas" de que Putin está tras el derribo del vuelo de Malasya Airlines sobre Ucrania de 2014.
El caso se remonta al inicio del conflicto del Donbás, en 2014, cuando un misil separatista -es decir pro-ruso- derribó el vuelo MH17 de un Boing 777 de Malasya Airlines que surcaba cielo ucraniano, cubriendo la ruta entre Ámsterdam y Kuala Lumpur, en el que murieron 298 personas, principalmente holandeses.
Esta semana, el Equipo Conjunto de Investigación del caso, con sede en Holanda, dijo que no o tenían suficiente evidencia para procesar a más sospechosos y suspendieron la investigación de ocho años y medio.
Lo que llama la atención del caso es su timming, que se produce después de las revelaciones del Nord Stream 2, y mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, presiona para que Estados Unidos considere a Rusia como un "estado terrorista", lo que cambiaría el marco legal de la guerra.
Sin embargo, la fiscal holandesa, Digna van Boetzelaer, dijo que "hay fuertes indicios de que el presidente [Vladimir] Putin tomó una decisión a nivel presidencial para suministrar el sistema de misiles Buk TELAR [que derribó el avión]”. En el argumento está la idea de que hay responsabilidad de mando por parte del presidente ruso en la provisión del armamento que produjo el atentado.
También los investigadores se quejaron de la falta de cooperación de los rusos en el caso; "la invasión ilegal e inmoral de Rusia a Ucrania y su falta de cooperación con la investigación han hecho que los esfuerzos de investigación en curso y la recopilación de pruebas sean imposibles en este momento”, dijeron en un comunicado conjunto.
En el caso también se subrayó que Putin, como jefe de Estado, tiene inmunidad.
Al respecto, recomiendo la crónica de AlJazeera: MH17: 'Indicaciones sólidas' de que Putin aprobó el suministro de misiles.
Lo que llama la atención del caso es su timming, que se produce después de las revelaciones del Nord Stream 2, y mientras el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, presiona para que Estados Unidos considere a Rusia como un "estado terrorista", lo que cambiaría el marco legal de la guerra.
Comentarios
Excelente articulo..! da
Felicitaciones nuevamente por
Añadir nuevo comentario