El Partido por la Democracia (PPD) vivirá este sábado una jornada política trascendental. En la instancia, la colectividad que preside Natalia Piergentili, definirá las próximas elecciones internas para decidir la próxima mesa directiva que dirigirá el partido, todo en un escenario complejo y de declaraciones cruzadas que han crispado el ambiente tras la derrota del 7 de mayo que supuso ser de los partidos menos votados a nivel nacional y sin la posibilidad de conseguir un consejero dentro del Consejo Constitucional.
En dicho contexto, dentro del PPD no hay una visión común respecto de la derrota, pues por un lado resienten el resultado electoral, pero por otro valoran tener presencia en el Comité de Expertos y también en el Comité Técnico de Admisibilidad. Esto, en un escenario en el que la comprensión común tiende a justificar la decisión de ir en listas separadas, pues habría sido algo por convicción más allá de obtener un escaño u otro dentro del órgano redactor, y porque la apuesta de largo plazo, afirman, es capturar un centro político que busca la moderación. Algo que, de todos modos, no pudieron capitalizar en la última elección.
Con ese tablero en mente, existen dos movimientos que desde el PPD están evaluando para las próximas elecciones de agosto. El primero, apunta a la creación de una mesa tal como la actual, elaborada mediante una lista de consenso, con lo que es posible evitar el enfrentamiento entre dos listas (y dos visiones internas del partido) instalando nombres que den garantías a todos los liderazgos internos. Por otro lado, no se descarta que se sinceren dos listas que compitan por el liderazgo si es que no se llega a un diagnóstico común.
De todos modos, todo apunta a que la nueva mesa se establecerá en un clima de cierta calma, al menos sin renuncias intempestivas, y ya suenan nombres de consenso, como el de Marco Antonio Núñez, ex diputado, presidente de la Cámara, intendente y candidato a consejero constitucional. Esto, aunque algunas voces partidarias indican a Interferencia que habrá más claridad este sábado, pues también hay otros nombres tanteando el terreno.
Así y todo, este Consejo definirá la nueva línea que seguirá (o no) el partido mucho más allá de agosto, por lo que no se trata de discutir sobre las eleciones interna, sino también de delinear perspectivas más profundas .
Es justamente en esa tensión entre el ahora y el futuro donde se enmarca el Consejo del PPD, donde se pueden identificar al menos cuatro dilemas que debiesen cruzar la discusión partidaria.
1. La separación del PS y el tercio perdido
Tal vez una de las principales decisiones que se comenzará a tomar en la jornada de hoy es si se produce o no la despedida del PPD del Partido Socialista (PS), y el posterior duelo, entendiendo que la decisión del PS de aliarse con comunistas y frenteamplistas es incompatible con un proyecto de centro izquierda moderado, socialdemócrata tal vez, tal como lo insinuó el nombre de Socialismo Democrático con que llamaron a la última alianza entre estos dos partidos, históricamente aliados.
Esto está -evidentemente- en el centro de la decisión del PPD de haber competido en listas separadas, junto a la Democracia Cristiana (DC) y el Partido Radical (PR), en oposición a la 'Lista de los indultos'. Como se señaló anteriormente, el paupérrimo resultado electoral no parece ser un elemento determinante como para revertir el divorcio con el PS. Esto, con la expectativa de que el PPD al menos se quedará con la casa, con domicilio en la centroizquierda, y con la esperanza de que en algún momento los socialistas vuelvan.
Esto habrá tenido sentido si es que se cumple el pronóstico que indica que el sistema electoral promueve alianzas que terminarán redibujando tres tercios, tal como pasaba antes de la dictadura, lo cual permite al PPD (y a la DC y el PR) pensar que la travesía en el desierto puede llevarlos a la tierra prometida del centro político, hoy desdibujado por la sensación de crisis.
El paupérrimo resultado electoral no parece ser un elemento determinante como para revertir el divorcio con el PS. Esto, con la expectativa de que el PPD al menos se quedará con la casa, con domicilio en la centroizquierda, y con la esperanza de que en algún momento los socialistas vuelvan.
Al menos, conforme a esto han actuado los liderazgos más actuales del PPD, como la propia Natalia Piergentili, José Toro, secretario general, y Marco Antonio Núñez, vicepresidente, quienes en diferentes espacios -a través de declaraciones públicas- han tomado distancia del Frente Amplio y los partidos de Apruebo Dignidad, difereciándose y buscando sentar una especie de límite político entre un sector y otro, más allá de donde esté el PS.
De todos modos, algunas voces del PPD señalan que actualmente la política de los tres tercios es una forma superada. Una visión que se ve reforzada tras la elección de consejeros constitucionales que dejó el centro político electoralmente más despoblado y concentró dos polos principales a cada lado del diagrama de partidos políticos.
Así y todo, aunque esa configuración no llegue, dentro del partido hay quienes siguen valorando haber apostado por la convicción en torno a la idea de moderación, algo que vendrían haciendo desde antes de la pasada elección, sin mayores resultados.
2. PPD + DC + PR ¿+Evópoli?
El hundimiento del centro político no es algo que afecte solo al PPD. De hecho, todos los partidos que se han identificado con éste, han sufrido descalabros electorales, lo que incluye a la DC y al PR, pero también a Evópoli y otros partidos de centroderecha como Amarillos y Demócratas, que ni siquiera han logrado constituirse pese al envión del triunfo del Rechazo que protagonizaron.
En ese escenario, no son pocos en el PPD quienes piensan que es el momento de innovar, y no solo buscar las alianzas obvias con la DC y el PR, sino que también mirar hacia el lado; hacia el lado derecho.
Días antes de las elecciones del 7 de mayo, el secretario general del PPD, José Toro, afirmó en una entrevista con Ex Ante que “desde la visión progresista y liberal, sin duda yo puedo estar más cerca de la derecha liberal, de compartir los valores de la libertad y la justicia social [...] tenemos profundas diferencias con Apruebo Dignidad”.
No ganó ni el evópoli y ni la pepedé, con lo que no solo quedó en cuestión la supuesta capacidad política -y menos electoral- de Lagos de liderar la reconstrucción del centro, pero se empezó a ver como algo posible cruzar la línea. Más todavía si es que se considera que quien cosechó en Santiago los escasos frutos de la moderación, terminó siendo Gloria Hutt, de Evópoli, quien sin dudas quitó votos a los dos candidatos laguistas.
Las declaraciones de Toro tenían como contexto el mensaje de apoyo que el ex presidente Ricardo Lagos envió a la campaña de Jaime Ravinet, candidato a consejero por Evópoli. Luego, el ex mandatario rectificó y terminó apoyando a la candidata de su partido, Piergentili.
Finalmente, no ganó ni el evópoli y ni la pepedé, con lo que no solo quedó en cuestión la supuesta capacidad política -y menos electoral- de Lagos de liderar la reconstrucción del centro, pero se empezó a ver como algo posible cruzar la línea. Más todavía si es que se considera que quien cosechó en Santiago los escasos frutos de la moderación, terminó siendo Gloria Hutt, de Evópoli, quien sin dudas quitó votos a los dos candidatos laguistas.
No obstante, sobre eventuales alianzas en el futuro con Evópoli u otros exponentes de la derecha liberal, no hay más que fantasía o ideas peregrinas, pues quienes se lo han planteado todavía no desarrollan acciones concretas al respecto. Y eso que en Evópoli algo de esta naturaleza puede llegar a ser muy bien recibido. "Es el sueño de muchos de ellos", dice un observador privilegiado de la derecha tradicional, quien considera que ese es un escenario ideal para los seguidores del otro Kast, el sobrino, Felipe, hoy horquillados por el liderazgo del tío, José Antonio, y su propuesta, justamente, iliberal (siendo suave).
De tal modo, señalan en el PPD que las palabras de Toro apuntan hoy a alianzas políticas más circunstanciales, las que podrían incluir pactos temporales con partidos que están fuera de las fronteras ideológicas de las ideas más progresistas, pues no ha habido una discusión seria doctrinaria entre lo que son y piensan el PPD y Evópoli.
Además hay militantes pepedé que ni siquiera se lo plantean, ni lo ven como una posibilidad, pues su visión está en la perspectiva de orbitar y virar hacia la centro izquierda, y porque ven en Evópoli un partido de clase alta, que actúa de modo conservador a la hora de la verdad, pese a que pregona ideas liberales el resto del tiempo.
Con todo, un artículo de El Desconcierto recoge dos duplas PPD-Evópoli que en la política reciente han trabajado en conjunto en el proceso constitucional, y que podrían ser señal de algo. En concreto, Verónica Undurraga (PPD) preside el Comité de Expertos junto con Sebastián Soto (Evópoli) quien ejerce como vicepresidente. Y, en el Comité Técnico de Admisibilidad (árbitros) Ana María Garcia (cupo Evopoli) es la presidenta de la repartición, mientras Claudio Grossman (PPD) opera como vicepresidente.
3. La amenaza del 5%
Probablemente si no estuviese en el horizonte la norma constitucional que impone a los partidos un 5% de preferencias en elecciones generales o al menos ocho diputados, el PPD ni siquiera se estaría planteando la idea de unirse con Evópoli.
Y es que el panorama se pone gris oscuro cuando a la ecuación se le agrega la norma incluida dentro del anteproyecto constitucional y que podría dejar al PPD sin existencia legal.
Ahora, es una cifra de la discordia que no solo acabaría con el PPD, sino también con otros partidos de la ex Concertación como el Partido Radical y la Democracia Cristiana, hacia la derecha pasaría lo mismo con Evópoli; hacia la izquierda, misma suerte correría Convergencia Social, Revolución Democrática, Comunes y FREVS. Es decir, es una norma que busca achicar el número de partidos (evitar la fragmentación del sistema), promoviendo fusiones.
Esta situación hace pensar a algunos militantes pepedés que se abre la oportunidad de crear un gran partido de centro, incluso sí eso significa que el partido "cumpla un ciclo", como algunos altos militantes prefieren decirle tal vez eufemísticamente a la desaparición de la tienda.
En ese sentido, no ven con malos ojos unirse en un nuevo conglomerado que agrupe las fuerzas de centro, "como una federación si se pudiera", dice una de las voces internas.
4. Qué hacer con Tohá
La entrevista que Natalia Piergenteli dio a La Tercera el domingo donde se refirió a un sector político como los "monos peludos", desató la reacción inmediata de la coalición de Gobierno que Apruebo Dignidad encabeza, pero también la de la ministra del Interior, Carolina Tohá (PPD), quien expresó su molestia de manera personal y a través de un mensaje hacia Piergentili.
Esto, pues Tohá quedó en una posición muy incómoda, pues no es primera vez que ha tenido que enfrentar acciones de figuras de su partido que la complican en su calidad de ministra y jefa de gabinete, en instancias en que ella personalmente ha logrado consolidarse dentro de La Moneda, sin que esa situación se explique por su militancia.
De tal modo, una parte del PPD parece no estar satisfecha con el rol que Tohá ha desempeñado e incluso verían su figura como un obstáculo para desarrollar una estrategia de distanciamiento del Gobierno.
Las palabras de Suárez desataron una nueva ronda de polémicas, por la destemplanza del partido que busca moderación. Eso, sin contar que se invocó un gran elefante en la mesa, que es lo que se supone separaba el Frente Amplio de la Nueva Mayoría, que es la probidad.
Eso quedó claro cuando una las vicepresidentas del PPD, Paz Suárez arremetió contra Tohá tras sus descargos contra Piergentili. “Se puede enojar si quiere. Finalmente, todo el PPD en algún momento se enojó con ella por el tema Soquimich, así que se enoje lo que quiera”, dijo Suarez en el canal ViaX, desatando una nueva ronda de polémicas por la destemplanza del partido que busca moderación. Eso, sin contar que se invocó un gran elefante en la mesa, que es lo que se supone separaba el Frente Amplio de la Nueva Mayoría, que es la probidad.
Las declaraciones fueron nuevamente mal recibidas y hubo un apoyo mayoritario hacia Tohá, a quien los pepedé terminaron apoyando institucionalmente a través de un comunicado oficial en que se dijo que “las palabras de la vicepresidenta Suárez obedecen a una opinión errónea y equivocada, que no representa lo que nuestro partido ni los militantes piensan sobre nuestra ministra”.
Consultada sobre las declaraciones de la vicepresidenta del PPD, Tohá respondió que “el caso SQM está aclarado”. Eso, en instancias en que la misma Piergentili criticó a Suarez y solicitó al Tribunal Supremo del partido que abordara la situación y la sancionara.
“No he dicho nada de lo que deba avergonzarme”, sostuvo al respecto Suárez en un capítulo que todavía no acaba.
Comentarios
Humildemente creo que el PPD
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