Gonzalo Blumel

El nuevo ministro del Interior, Gonzalo Blumel (Evópoli) -más allá del cambio de tono- mantiene la estrategia de fuerte represión en contra de los manifestantes, pero sin poder resguardar la integridad de la policía.

Con los DD.HH. como espada de Damócles y una agenda social que no cuaja, la continuidad del gobierno depende de una oposición que no conecta con la movilización, y que puede hundirse con el presidente al no exigirle su renuncia.

La salida de Andrés Chadwick hizo pasar desapercibido la continuidad de estos ministros. En tanto, la nueva vocera Karla Rubilar aprovechó el incendio de Santa Rosa para levantar la agenda de seguridad ciudadana.

Luego de que la Asociación de Funcionarios del ministerio que dirige Gonzalo Blumel presentara una denuncia formal –lo que fue informado el pasado jueves por INTERFERENCIA– Andrés Bustamante dejó de encabezar Gobierno Digital.

Este psicólogo a cargo de Gobierno Digital, dependiente de la Secretaría General de la Presidencia, no ha tenido mayor figuración pública durante su gestión. Sin embargo, actualmente tiene abierto un sumario en su contra por graves acusaciones de tratos vejatorios con sus colaboradores.

Ni Admisión Justa ni el proyecto de reforma a las pensiones fueron aprobados en su idea de legislar por las comisiones de Educación y Trabajo de la Cámara de Diputados, respectivamente, en un día particularmente difícil para el ejecutivo.

La firma recibirá $64 millones por parte de la Secretaría General de Gobierno. El resultado del trabajo no será público, pues la ley permite que se guarde bajo reserva durante esta administración presidencial. Mientras las gananacias de Cadem aumentan por tratos directos con el actual gobierno, las críticas metodológicas a sus mediciones continúan.

Cinco días antes de asumir en el gobierno, Andrés Bustamante vendió sus acciones en Asimov Consultores, firma que ha proveído servicios tecnológicos al Estado en el pasado pero que continúa haciéndolo hasta este 2018. En la compañía aseguran que no existe ningún vínculo con su ex socio y que tampoco lo existirá en el futuro.

La reforma propuesta por Piñera no solo acaba con cualquier indicio de ahorro colectivo, sino que también desoye ideas que vienen del propio gremio de las AFP.