Ayer viernes por la mañana comenzó a circular rápidamente una noticia por los pasillos de Gobierno Digital, dependiente del Ministerio Secretaría General de la Presidencia de Chile (Segpres). Esta indicaba que Andrés Bustamante, jefe de Gobierno Digital, había renunciado a su cargo, luego de una serie de hechos denunciados por la Asociación de Funcionarios de la repartición ministerial dirigida por Gonzalo Blumel.

INTERFERENCIA había publicado parte de esa información un día antes, el pasado jueves, en donde se relataban los supuestos maltratos que había cometido el psicólogo de la Universidad Católica. Uno de estos indicaba, por ejemplo, que Bustamante llamó en abril de 2018 a un trabajador a su oficina, y le dijo que él como jefe valía 100, a diferencia de él, el subordinado, que a juicio de Bustamante valía cero o con suerte 10.

Otro hecho denunciado relató que Bustamante, a inicios de este año, habría llamado a un funcionario a su oficina y, tan solo usando su dedo índice, sin hablar ni prestarle mayor atención, apuntó hacia el suelo donde había un atril de madera desarmado. La orden implícita en ese momento fue que esa persona debía armar la estructura que había adquirido el jefe de Gobierno Digital.

Las aprehensiones que había en la repartición ante el sumario iniciado en contra de Bustamante, era que no ocurriera nada, pues el ex jefe de Gobierno Digital posee contactos muy influyentes del gobierno. Como el de Rafael Ariztía Correa, el hombre que estuvo en las filas de Bancard, y que hoy trabaja para Presidencia con un contrato a honorarios por $7 millones, manteniendo su participación en MFO Advisors, una multi family office que gestiona los patrimonios de grupos económicos en Chile.

Fuentes cercanas a la Segpres confirmaron la información de la renuncia de Bustamante, de la cual no hay todavía una versión oficial.