Adopciones ilegales de niños chilenos en dictadura de Pinochet

Mirjan Hunze, presidenta de la Fundación Chilean Adoptees, acusó que el Estado neerlandés se ha negado a colaborar con el Estado de Chile en los procesos judiciales e investigativos relacionados con dichas adopciones pese a las solicitudes formales que han realizado junto a su equipo de abogados.

Ayer jueves se llevó a cabo la conversación entre la organización civil y el ministro Alejandro Aguilar, en colaboración con los abogados del Estudio Colombara que representan a las víctimas. El diálogo giró en torno al quehacer de la fundación, donde buscan crear conciencia y averiguar la verdad acerca de como se llevaron a cabo las adopciones desde Chile y quiénes estuvieron involucrados, para que los perpetradores puedan ser llevados ante la justicia, Todo esto, en el marco de una reciente querella por sustracción de menores que fue declarada admisible.

La Fundación de Adoptados Chilenos en Países Bajos contrató los servicios de Ciro Colombara para que represente sus intereses en una acción legal en contra de todos quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices o encubridores, en el marco de una situación sistemática de adopciones irregulares gestionadas por una falsa monja holandesa, quien movilizó a menores chilenos hacia el país neerlandés, al que también se le solicitan gestiones para aclarar el caso.

Truus Kuijpers gestionó adopciones de menores chilenos a Países Bajos sin el consentimiento de sus padres biológicos según prensa neerlandesa. Luego de su muerte, los archivos de Kuijpers fueron traspasados a una fundación, la que ha encontrado información de 155 adoptados. Pronto los involucrados podrán acceder a este archivo.

El instituto, querellante en causas de robo de guaguas en dictadura, acusa que el ministro en visita “ha manifestado cristalina y públicamente la convicción” de que los hechos investigados “no son constitutivos de delito, careciendo de la imparcialidad necesaria”.

Valerie y John Werner viajaron a Chile en 1987 para adoptar a Andy, un niño supuestamente sano de dos meses. Al año supieron que sufría de parálisis cerebral y un extraño e intratable tipo de epilepsia. Tuvieron que pasar 30 años para llegar a la verdad detrás de la adopción: la madre biológica de Andy fue forzada a entregarlo. Interferencia vuelve a publicar esta entrevista de 2022 a propósito de lo ocurrido el pasado 18 de febrero, donde diferentes familias se reunieron con sus hijos, quienes fueron enviados al extranjero para ser adoptados irregularmente durante la dictadura militar.

El medio neerlandés Algemeen Dagblad (AD) reveló que Truus Kuijpers, haciéndose pasar por una monja, envió menores chilenos a Países Bajos sin el consentimiento de sus padres durante la dictadura. Su responsabilidad criminal ya no será investigada en Chile luego de fallecer el año pasado, según AD pudo confirmar.

Hijos y Madres del Silencio, colectivo responsable de casi 300 reencuentros entre adoptados y sus familias biológicas chilenas, viajó a Ginebra para presentar ante Naciones Unidas. Esto se da luego que el ministro Balmaceda, quien lleva la causa por adopciones ilegales, provocara escepticismo en víctimas al asegurar que estos casos no tienen que ver con la dictadura.

Las declaraciones de este miembro de la Corte de Apelaciones de Santiago y encargado del caso, las dio a Mediapart, periódico que reveló además que embajadores franceses en Chile durante la dictadura advirtieron a París de irregularidades en adopciones.

Cerca de 200 niños fueron adoptados por el país europeo desde el Chile de Augusto Pinochet. A pesar de que el Ministerio de Justicia holandés reconoció como “estructural” el robo de menores chilenos, el ministro de Protección Jurídica, Franc Weerwind, descartó una investigación penal: “confío en que el Estado chileno investigará esto a fondo”.

Marisol Rodríguez, presidenta de Hijos y Madres del Silencio –agrupación que ha logrado ya casi 300 reencuentros– explicó por qué pidieron al presidente Gabriel Boric la salida de Susana Herrera, hoy también cuestionada por solicitar fondos al Gobierno Regional del Bío Bío: “no sabemos si va a cumplir con protocolos de búsqueda”, puesto que su madre, asistente social, participó en “cientos de adopciones” irregulares.

En 2001, la monja Gertrudis Kuijpers reunió a Mirjam Welink con su hermano biológico chileno, Jorge Yáñez. Confiaron en su palabra y los documentos que exhibía, estableciendo una relación de hermandad. Dos décadas después, una prueba de ADN reveló que todo era un fraude. Hoy, Mirjam busca tanto sus raíces como justicia por lo que le hicieron.

El medio danés TV2 ha puesto el foco sobre el rol que Ruth Chia Barrios habría cumplido en el secuestro de 111 niños que llegaron a Dinamarca entre 1978 y 1995, apuntándola como una de las principales sospechosas. Entre lo reportado, está su correspondencia que muestra que pasó de 'facilitadora' a gestionar adopciones privadas lejos del conocimiento de las autoridades, y a elevar las 'tarifas' por niños y recién nacidos.

Dos reportajes del diario holandés Algemeen Dagblad informan sobre el papel que desempeñó la religiosa Sor Gertrudis en un esquema de adopciones ilegales, una investigación penal en Chile sobre unos 20.000 niños robados y adoptados ilegalmente durante la dictadura de Pinochet.

De stjålne børn –cuyo primer capítulo fue estrenado el pasado miércoles en el canal danés TV 2– relata la historia de Rune, quien a los 45 años descubrió irregularidades en su adopción. 111 niños chilenos fueron adoptados en Dinamarca, procesos en los cuales el mismo Estado nórdico detectó posibles ilegalidades. Se pagó hasta US$3 mil por niño.

María Diemar ha sostenido reuniones con autoridades del Ministerio de Justicia, Cancillería, Congreso, INDH, Conadi y, próximamente, con Minsal. En conversación con INTERFERENCIA y a un día del 3er Congreso de niños chilenos adoptados ilegalmente, Diemar repasó su agenda y criticó que en Suecia aún pongan en duda casos como el suyo.

La fiscalía nacional sueca consideró prescritas denuncias por adopciones ilegales al haber ocurrido hace más de 25 años, descartando también violación de derecho internacional al interpretar que sólo existió conflicto armado en Chile en 1973. El Congreso de ese país inició una comisión investigadora paralela, pero víctimas desconfían de la profundidad de las pesquisas.

Miembros de Hijos y Madres del Silencio –agrupación dedicada a investigar y reencontrar familias chilenas separadas forzosamente–, el diputado Barrera (PC) y un detective de la Brigada de derechos humanos de la PDI serán recibidos por diputados y autoridades en el marco de una investigación de tres años ordenada por Suecia para esclarecer irregularidades y crímenes.

Valerie y John Werner viajaron a Chile en 1987 para adoptar a Andy, un niño supuestamente sano de dos meses. Al año supieron que sufría de parálisis cerebral y un extraño e intratable tipo de epilepsia. Tuvieron que pasar 30 años para llegar a la verdad detrás de la adopción: la madre biológica de Andy fue forzada a entregarlo.

En diciembre, el secretario de Estado de Infancia francés anunció una comisión investigadora por irregularidades en adopciones internacionales entre 1973 y 2006; incluyendo a Chile. INTERFERENCIA conoció la historia de Johanna, robada de su madre chilena en dictadura a los 5 años y entregada a una pareja francesa con la que nunca tuvo buena relación.

Aunque el informe se centra en niños adoptados desde otros países del mundo, éste menciona graves irregularidades en Chile, incluyendo testimonios de miembros de la organización Chilean Adoptees Worldwide. A los hallazgos se suma la “identificación ocasional” de tráfico de menores chilenos, adulteración de documentos, fraude y corrupción.

Luego de que seis daneses denunciaran irregularidades en sus procesos de adopción desde Chile, la ministra de Asuntos Sociales, Astrid Krag, ordenó una investigación. Ésta determinó que “no se pueden descartar” ilegalidades como la remoción de niños sin autorización de sus familias biológicas y la posible existencia de incentivos económicos para hacerlo.

Una investigación reveló que la dictadura sacaba provecho diplomático de adopciones con ayuda de nazis en Suecia. Elmgren, sueca radicada en Chile, organizaba el envío de niños. Acá fundó la escuela de equitación La Dehesa y creó distintas sociedades. Su yerno es un reconocido empresario, cercano a la familia Angelini y director de Celulosa Arauco.

La doctora en historia relata en detalle a INTERFERENCIA los objetivos que perseguía la dictadura con el secuestro y posterior adopción de niños chilenos a familias suecas. En Suecia, la dictadura chilena buscó como aliados a nazis.

El diario Dagens Nyheter de Suecia publicó los hallazgos de la investigadora chilena Karen Alfaro, los que demuestran una operación que buscó congraciar a la dictadura pinochetista ante los suecos, mientras ésta proveía al país nórdico de al menos 1. 700 niños para ser dados en adopción.

Tras ser adoptada por una pareja alemana a los pocos meses de vida, a los 16 años viajó por primera vez a Chile junto a sus padres. No sabía castellano, ni mapuzugun. Después de una segunda estadía, ya no quería regresar por el racismo que percibió en nuestro país. Finalmente volvió y vive actualmente en Wallmapu. Su historia no es excepcional: durante la dictadura militar cerca de 20.000 niños fueron adoptados por parejas extranjeras, y se estima que al menos 8.000 de estos casos podrían ser ilegales. Este es su testimonio, que se basa en conversaciones con nuestra periodista.