El ministro de Hacienda Ignacio Briones presentó ayer un plan de rescate para grandes empresas consideradas estratégicas para Chile, pero sólo habló de una compañía: la aerolínea Latam.

En una sesión de la Comisión de Hacienda del Senado realizada anoche, el ex decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, realizó una presentación PowerPoint titulada Marco financiamiento de emergencia a Empresas Estratégicas de Mayor Tamaño (ver presentación en documentos adjuntos). En esta propone al Senado “apoyar la continuidad de empresas viables cuya subsistencia esté en riesgo, cuando ello sea de interés estratégico”.

Sin dar mayores detalles sobre qué empresas son ‘estratégicas’ de acuerdo al gobierno, el ministro de Hacienda detalló una serie de requisitos de elegibilidad que son igualmente confusos. 

“El programa de apoyo de emergencia debe establecer criterios de elegibilidad para asegurar que los recursos o la garantía del Estado serán destinados a empresas productivas cuya continuidad es de interés estratégico”, afirmó Briones en su presentación. “Con un proyecto de negocios viable en términos económicos y financieros que permita retirar el apoyo estatal en un horizonte razonable y con una remuneración adecuada a los riesgos incurridos”.

Y acto seguido, el único ejemplo que da el ministro es el de la industria aeronáutica chilena y, en particular, Latam. De hecho, Briones dedica una lámina de las 13 de su presentación para plantear la pregunta si “¿Sería Latam elegible”.

Sin responder de manera directa, el titular de Hacienda asegura que esa “empresa contrata más de 10.000 empleados directos, y a través de la cadena de suministro aguas arriba y aguas abajo aporta al sustento de 200.000 empleos indirectos”. Es más, según Briones “las actividades de Latam tienen impacto directo, indirecto o inducido por más de US$ 6.000 millones en el PIB de Chile y US$1.750 millones en ingresos laborales”.

¿Y cuál es la fuente de esas cifras? Según se indica en la presentación se trata de un estudio de este año de la agencia Oxford Economics, el cual fue encargado por la misma Latam. En otras palabras, el ministerio de Hacienda utilizó cifras de un estudio que la propia compañía encargó a un tercero. 

Latam en mi corazón

El posible salvataje de Latam, que hoy en día pertenece mayoritariamente a accionistas extranjeros -como Delta Airlines de Estados Unidos y Qatar Airways, aerolínea estatañ de Catar*- ha sido en Chile un asunto político interno y, también, una preocupación presidencial.

Después de todo, Sebastián Piñera amasó gran parte de su fortuna gracias a su participación en LAN Chile, donde durante dos décadas fue socio de la familia Cueto, los otros controladores -tanto accionarios como administrativos- de la línea aérea que pasó de ser un pequeño operador nacional, a la mayor aerolínea de Sudamérica.

Hoy en día, la familia Cueto retiene poco más de 20% de la propiedad de la compañía.

Piñera tiene una debilidad por las líneas aéreas. A fines de 2001, tras los atentados a las Torres Gemelas, el actual mandatario apostó fuerte por aerolíneas estadounidenses, creyendo firmemente que Washington no iba a dejar caer a esa industria. En unos pocos días Piñera perdió más de 30 millones de dólares cuando las acciones de United Airlines, empresa en la que había invertido en medio de la crisis, se desplomaron después de que el gobierno de Estados Unidos anunciara que no iba a rescatar a las líneas aéreas.

No es Alemania, es Chile

En la presentación al Senado, Ignacio Briones dio varios ejemplos de muchos países que han rescatado a sus líneas aéreas nacionales. En esta también se menciona el caso alemán de Lufthansa. 

Sin embargo, a diferencia de Alemania, el plan propuesto por Briones es de una intervención estatal tímida – basada en créditos o deuda respaldada por el Estado- y sin control directo en la empresa. Sólo se habla de incorporar a “dos directores independientes” al consejo de administración de Latam, pero sin dejar en claro si estos son representantes del Estado o ‘independientes’ que corresponden a la configuración tradicional de la gran economía y la gran política chilena.

Lo que sí afirma la propuesta de Briones es que, cualquier participación del Estado, no puede beneficiar a los accionistas o acreedores actuales de Latam, salvaguardando el apoyo fiscal. Pero los detalles, como ocurre con toda la propuesta, no están claros.

En la sesión de anoche, realizada por videoconferencia, estuvieron presentes Isabel Allende (PS), Juan Antonio Coloma (UDI), José García Ruminot (RN), Ricardo Lagos Weber (PPD), Carlos Montes (PS), Jorge Pizarro (DC) y Rabrindatah Quinteros (PS).

Según informó el diario La Tercera anoche, la mayoría de los senadores anticiparon su voluntad de concurrir a un consenso de este tipo.

Briones, la UAI y Latam

Si bien el actual ministro de Hacienda no parece estar emocional y financieramente involucrado con Latam, como sí parece suceder con su jefe Sebastián Piñera, lo cierto es que tampoco está por completo ajeno a esta empresa.

Antes de que La Moneda lo llamara a fines de octubre de 2019 -en medio del pleno estallido social- para reemplazar al ministro Felipe Larraín, Ignacio Briones se había desempeñado durante cinco años como decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Adolfo Ibáñez, el mismo cargo que una década antes había desempeñado el actual senador Andrés Allamand.

Siendo decano de esa escuela, al mismo tiempo ejercía como profesor en la Escuela de Negocios de la UAI, que hace unos años creó un programa de MBA Ejecutivo auspiciado por Latam. Es más, en abril de 2018 el entonces CEO de Latam, Enrique Cueto, daba charlas magistrales a los alumnos del MBA de la UAI, donde Ignacio Briones era profesor.

*En una versión anterior, este artículo afirmó erróneamente que el otro accionista internacional de Latam era Quantas, de Australia. No es así. El otro socio es Qatar Airways. Agradecemos al lector que nos hizo llegar esta corrección.