En Chile, un grupo de bullies, en asociación con los generales de una dictadura, a quienes, como no les bastaba con el reparto desigual de la riqueza producida por los trabajadores, decidieron que, además, le iban a sacar, a esos mismos trabajadores, directamente de sus bolsillos, legalmente, mes a mes y desde aquel año de 1981, plata para invertir en acciones. Y como el poder no se puede sostener con la pura violencia, sino que necesita de fuerzas ficticias, a ese acto de usar al Estado como matón para sacar plata a la gente, le pusieron por nombre Sistema de AFPs, y les prometieron que esa plata les iba a volver cuando se jubilaran, pero transformada, como las habichuelas, en un montón más de plata.
Otro grupo de Bullies, que en esencia son los mismos, se pusieron de acuerdo para cobrar a sus clientes no lo justo, sino lo que más pudieran, y así, por años durante las últimas décadas, cobraron abusivamente a la gente por los remedios, por los pollos, por el papel confort, por el gas licuado y hasta por las colaciones escolares.
Otro grupo de Bullies, que en esencia son los mismos, se pusieron de acuerdo para cobrar a sus clientes no lo justo, sino lo que más pudieran, y así, por años durante las últimas décadas, cobraron abusivamente a la gente por los remedios, por los pollos, por el papel confort, por el gas licuado y hasta por las colaciones escolares.
¿Pasó algo? Nada. La gente hace más de una década sabe que, con o sin reforma previsional, va a tener que seguir pagando mensualmente, por planilla y cada vez más a esos matones, por una jubilación que, por lo menos, ahora tienen la verguenza de "no prometer". Y lo mismo con las avícolas, los supermercados, las farmacias o las empresas de gas, a las que tenemos que seguir comprando como si fueran un monopsonio de la caridad.
Pensé en esto de la cultura de la corrupción, no a propósito de estos hechos, sino que de una conversación que tuve con un grupo de amigos finlandeses, uno de los cuales, en una sobremesa, después de haberles hecho este mismo resumen, aunque con bastantes más ejemplos, me preguntó: If they always stole the money, Why'd you let him play? (Si ellos siempre roban el dinero, por qué los dejan jugar?), y entonces me acordé de la primera escena de la fantástica serie de Televisión, The Wire, en la que hay dos hombres sentados en la entrada de una casa, el detective McNulty y el testigo del asesinato de un hombre que yace frente a ellos, tapado por un plástico e iluminado por las luces de las patrullas.
El testigo le cuenta al detective lo que pasó: Todos los viernes en la noche se juntaban los vecinos a jugar a los dados, y todos los viernes, luego de jugar un rato, "Snot" -el difunto-, tomaba el dinero que se había juntado en el bote y salía arrancando. Ellos lo perseguían y a veces le quitaban el dinero -cuenta el testigo-, pero ahora uno sacó un revólver y mató a "Snot". El detective McNulty, sorprendido, le pregunta al testigo: Si Snot siempre robaba el dinero, ¿por qué lo dejaban jugar?. Y el testigo le responde: Got to. This America, man (Hay que hacerlo. Esto es América, hombre)
—¿Por qué los dejan seguir jugando?
— Hay que hacerlo, hombre, es Chile.
Frase que, traducida al chileno, sería: porque así es la cosa no más, qué se le va a hacer, ¿Quién se va andar metiendo en hueás por el Gaete?
Chile era Gaete.
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Es verdad, así es nuestra
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