Los juicios orales por dos casos de violaciones a los derechos humanos durante el pasado gobierno de Sebastián Piñera comenzaron ayer: el asesinato del comunero mapuche, Yordan Llempi, en 2021, y el disparo que quitó la visión al entonces estudiante de psicología, Gustavo Gatica, durante el estallido social.
Por un lado, el ex carabinero Claudio Crespo es acusado de percutar su escopeta antidisturbios el 8 de noviembre de 2019 en contra de Gatica durante una manifestación, provocándole trauma ocular severo, con estallido ocular en uno de sus ojos y contusión ocular grave en el otro. A causa de las lesiones, el entonces universitario fue arrebatado de su visión de por vida. El Ministerio Público pide 12 años de cárcel para Crespo.
El caso de Gatica, alojado en el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, se espera que se extienda por un año, con más de 200 testigos, 600 documentos y 50 peritos.
Por el otro, el cabo primero de la Armada, Ricardo Seguel, es señalado por la fiscalía como el homicida del comunero mapuche Yordan Llempi, muerto el 3 de noviembre de 2021. Llempi, de 23 años, falleció después de recibir impactos de bala en Cañete, mientras participaba de una manifestación en contra del Estado de Excepción declarado por el gobierno de Piñera en octubre de ese año (medida que, dicho sea de paso, ha sido empleada durante casi la totalidad del gobierno de Gabriel Boric). El Ministerio Público busca sea condenado a 15 años de cárcel.
El caso de Gatica, alojado en el 4° Tribunal de Juicio Oral en lo Penal de Santiago, se espera que se extienda por un año, con más de 200 testigos, 600 documentos y 50 peritos. El homicidio de Llempi, en tanto, desarrollado en el Tribunal Oral de Cañete, podría extenderse por seis semanas, también con numerosos testigos y evidencia que analizar.
A continuación, revise la cobertura de Interferencia de ambos casos.
Claudio Crespo: más de 200 disparos ese día y dado de baja por manipular su cámara corporal
Interferencia venía siguiendo el actuar del teniente coronel Claudio Crespo antes de que fuera apuntado como el responsable de cegar a Gustavo Gatica. En febrero de 2020, este medio publicó un reportaje donde se daba cuenta que Crespo, a pesar de registrar un disparo a la cara de un manifestante a menos de cinco metros de distancia en 2018, se encontraba dirigiendo la represión en el centro de Santiago.
El artículo, titulado Alto oficial de Carabineros que disparó a corta distancia a la cara de un manifestante desarmado en 2018, ascendió y hoy dirige la represión en Plaza Dignidad, relata la historia de E.G.A., quien durante protestas por el día del jóven combatiente fue alcanzado por un disparo de Crespo en plena cara, resultando con lesiones de consideración. Crespo fue absuelto este año en fallo dividido por el disparo a E.G.A.
El funcionario en cuestión era Claudio Crespo, a quien Carabineros, en el sumario que elaboró para dilucidar quién había disparado a Gatica, no incluyó como autor de disparos. Esto último aún cuando Crespo fue quién más disparó ese día en la institución: fue autor de 170 disparos
A fines de abril de 2020, esta redacción publicó el reportaje Caso Gustavo Gatica: Fiscalía investiga a uniformado que sumario de Carabineros ocultó. El funcionario en cuestión era Claudio Crespo, a quien Carabineros, en el sumario que elaboró para dilucidar quién había disparado a Gatica, no incluyó como autor de disparos. Esto último aún cuando Crespo fue quién más disparó ese día en la institución: fue autor de 170 disparos con la escopeta antidisturbios y de otros 43 con la carabina lanza gases.
Meses después, Crespo fue dado de baja de Carabineros por “grave incumplimiento de los protocolos” de la institución. Según explicó la propia institución en un punto de prensa en junio, un funcionario no identificado en ese momento descargó los videos de su cámara corporal antes de entregar los registros a la Policía de Investigaciones, que ya investigaba el caso. Poco tiempo después, Interferencia revelaría poco después de la conferencia de prensa que aquel funcionario era el propio Claudio Crespo.
El ex carabinero luego pasaría ser formalizado por las lesiones a Gatica, pasando varios meses en prisión preventiva, de la que salió
Padres de Yordan Llempi: “Querían matar a todos los mapuche”
Horas después de que Yordan Llempi fuese asesinado en 2021, Interferencia tomó contacto con la werkén (vocera) de la comunidad Caupolicán de Lleu Lleu, Mariely Meñaco Paine, quien explicó que se había organizado una manifestación para el 3 de noviembre para “demostrar que estamos descontentos con la militarización”; en relación al decreto de Estado de Excepción en la denominada macrozona sur, impulsado por Piñera en octubre de aquel año.
Meñaco explicó que distintas comunidades del sector decidieron tomarse la carretera. Si bien la werkén de la comunidad Caupolicán de Lleu Lleu no presenció lo ocurrido con Llempi, desde la familia informaron que “el lamngen cayó en el patio de su casa, cerca de la carretera. Los militares llegaron y le dispararon, luego tomaron al papá y lo llevaron detenido”. Mariely Meñaco aseguró que no hubo enfrentamiento con las Fuerzas Armadas, algo que enfatizó el gobierno una vez se conoció el fallecimiento. “Ellos dispararon, llegaron agresivamente al territorio, no hubo enfrentamiento, menos en carretera, donde andan civiles”, aseguró.
En mayo de 2022 y luego de que el Ministerio Público emitiera una orden de detención en contra del cabo primero de la Armada, Ricardo Seguel, esta redacción entrevistó a Ricardo Llempi, padre de Yordan, quien aseguró que el día que asesinaron a su hijo “eran los militares de la Armada que disparaban ráfagas de balas, algunos arrancamos a la bodega, otros se tiraron al suelo, fue un lapso de como dos minutos y mi hijo gritó”.
Ya en agosto de 2023 y en una nueva entrevista con los familiares de Yordan Llempi, su madre Rosa Machacán aseguró que, a su juicio, los infantes de marina que acudieron al operativo el día que falleció su hijo “querían matar a todos los mapuche”. Consultada respecto a la versión que entregó la Armada en su momento, asegurando que actuaron en respuesta a un ataque, Rolando Llempi aseveró que aquello es una mentira: “nunca encontraron armas, ni hubo militares heridos”. Además, explicó que “si alguien los hubiese atacado, habría logrado herirlos”.
La propia Rosa Machacán recordó que, una vez herido su hijo, los militares no les permitieron avanzar en vehículo hacia el hospital por donde tenían cortada la ruta. “Nos detuvieron los milicos por más de 10 minutos y al final no nos dejaron pasar, por lo que tuvimos que dar vuelta hacia Tirúa. Lamentablemente, las primeras postas que encontramos estaban cerradas. Llegamos al final a la de Ranquilgue en la comuna de Tirúa, dónde ya no le pudieron hacer nada”, contó. “Ahí murió mi hijo”.
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