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Jueves, 17 de Julio de 2025
Salida del Comité Político

Giorgio Jackson, el súper-ministro que no fue

Lun Lee

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Foto: Twitter de Giorgio Jackson
Foto: Twitter de Giorgio Jackson

Iba a ser uno de los hombres clave del gobierno de Gabriel Boric, pero el ex ministro de Segpres y actual titular de Desarrollo Social ha dado pasos en falso que han reducido su capital político. Escasas negociaciones y poca credibilidad como interlocutor con los partidos, son algunos elementos que muestran un desempeño lejano a la expectativa original.  El cambio ministerial no solo implicó un golpe personal por su salida del Comité Político, sino también para su colectividad (RD), el supuesto partido ancla del Frente Amplio.

Tras semanas de dudas, el secreto a voces que rondaba entre los pasillos de La Moneda de un cambio de gabinete ministerial post plebiscito terminó por ser realidad. Leído como 'un golpe de timón', el presidente Gabriel Boric (CS) decidió remover a una de sus cartas más cercanas, Giorgio Jackson (RD), del Ministerio Secretaría General de la Presidencia y reubicarlo en Desarrollo Social. Cartera que se encontraba vacante tras la salida de la ex ministra Jeanette Vega, quien renunció tras revelarse sus intentos por establecer contacto con el vocero de la CAM, Héctor Llaitul.

El movimiento implicó que uno de los colaboradores más estrechos y hombres de confianza del mandatario abandonara el Comité Político, y junto con él Revolución Democrática, bastión político del Frente Amplio. La decisión también significó que el Partido Socialista ocupara el lugar que dejó Jackson, considerando que Ana Lya Uriarte (PS) es la nueva ministra Segpres, lo que acrecienta la influencia socialista en el gobierno.

Pero el golpe de Boric a RD no quedó ahí. Tras la fallida llegada de Nicolás Cataldo (PC) a la subsecretaría del Interior producto de las presiones de la derecha debido a sus dichos sobre Carabineros, el mandatario compensó al Partido Comunista removiendo a Miguel Crispi (RD) de la subsecretaría de Desarrollo Social -una de las testeras más importantes en cuanto a presupuesto y representación territorial- ubicando allí a Cataldo. 

Se desconocen los contactos y puentes que Jackson pueda tender con grupos radicalizados o bien, con otros sectores del mundo mapuche. Aunque cabe destacar, que dentro de su partido existe el Frente Político Mapuche, del que es parte la diputada Ericka Ñanco, quien a modo de ejemplo, ha votado en contra de todas las renovaciones de Estado de Excepción que ha impulsado el Ejecutivo.

La salida de Jackson de Segpres, la inclusión de la ministra del Trabajo, Jeannette Jara (PC), en el comité político, el enroque de Cataldo por Crispi en la Subdere, y el avance de la ex Concertación en el círculo más poderoso del gobierno (Marcel en Hacienda, Uriarte en Segpres, Tohá y Monsalve en Interior), hizo crecer los rumores sobre molestia en Revolución Democrática, sobre todo luego de una interpelación de la alcaldesa de Viña del Mar, Macarena Ripamonti (RD) por un asunto de materia medioambiental.

Cabe destacar además que Boric dejó a Jackson en un ministerio de bastante complejidad, considerando que de dicha cartera depende la CONADI, principal órgano público que se hace cargo de asuntos indígenas. Materia de difícil manejo, teniendo en cuenta que el Ejecutivo ha desplegado estados de excepción en las provincias de Arauco y Bío Bío, y al mismo tiempo el Plan Buen Vivir. En otras palabras, políticas que buscan reprimir a los sectores que buscan autonomía mediante acciones de sabotaje, y por otro lado, políticas que insisten en retomar el diálogo con el pueblo mapuche.

Asimismo, se desconocen los contactos y puentes que Jackson pueda tender con grupos radicalizados o bien, con otros sectores del mundo mapuche. Aunque cabe destacar, que dentro de su partido existe el Frente Político Mapuche, del que es parte la diputada Ericka Ñanco, quien a modo de ejemplo, ha votado en contra de todas las renovaciones de Estado de Excepción que ha impulsado el Ejecutivo.

La historia de la dupla Jackson-Boric

Gabriel Boric y Giorgio Jackson constituyen una de las duplas políticas más fuertes que ha visto el escenario político en los últimos años. Antes de que Boric fuera presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Jackson, ya circulaba en la agenda pública como un reconocido líder estudiantil tras desempeñarse el año 2011 como presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica de Chile (FEUC). 

Desde ese remoto 2011, Jackson y Boric, han sido estrechos colaboradores al ser parte de las presidencias de las dos universidades más emblemáticas del país en un contexto donde la lucha estudiantil gozaba de amplio reconocimiento. Posteriormente, ambos continuaron sus carreras políticas como diputados de la República. Jackson, desde su partido político Revolución Democrática (RD) y Boric como independiente, pero al alero de Izquierda Autónoma, para luego conformar el Movimiento Autonomista y Convergencia Social (CS), su actual partido, aunque siempre con la mayor sintonía con Jackson y RD. 

En 2016, Jackson y Boric, son parte de los artífices del Frente Amplio (FA), una coalición que surgió como respuesta a las dos coaliciones clásicas que existían en el ecosistema partidista nacional; la Concertación y la Alianza (hoy ChileVamos), logrando con la candidatura de Beatriz Sánchez a la presidencia posicionarse como la tercera fuerza política nacional. 

De tal modo, la figura de Boric no puede entenderse sin la de Jackson. 

De hecho, posteriormente al estallido social, Boric firmó el acuerdo del 15 de noviembre pasando a llevar la decisión en contrario de su partido, CS, apoyado precisamente por Jackson, quien con el respaldo de RD -con firma de la diputada Catalina Pérez- suscribió al acuerdo que buscó dar una salida política al clamor popular que pedía la renuncia del ex presidente Sebastián Piñera, junto con un hastío del modelo impuesto en Chile a sangre y fuego durante la dictadura. 

Distintas voces señalan que en un principio Jackson pudo ocupar la cartera de Interior, incluso, tener un rol más solapado en el segundo piso de La Moneda como jefe de asesores, no obstante, habría pedido el sillón de Segpres, debido a que era un cargo que se potenciaba con su pasado como parlamentario, tras haber sido diputado de la República por dos períodos consecutivos. 

Durante la campaña presidencial de Boric, Jackson fue la mayor parte del tiempo el jefe de campaña. En esa calidad, fue uno de los gestores de la victoria en primarias contra Daniel Jadue (PC), y se llevó la carga de la larga campaña de primera vuelta, en la cual -pese a lograr pasar a segunda fase- lo hizo con un rendimiento por debajo de las expectativas, quedando segundo tras José Antonio Kast. En la primera semana de campaña de segunda vuelta, Jackson tuvo que dejar -al menos nominalmente- la jefatura de campaña para pasársela a Izkia Siches, aunque conservó el báculo de 'jefe político' de la campaña.

Luego de la contundente victoria de segunda vuelta, la cual se signó como la de la llegada de la generación de ambos al poder, Jackson se convirtió en el factotum de Boric en la conformación del gabinete ministerial. 

Distintas voces señalan que en un principio Jackson pudo ocupar la cartera de Interior, incluso, tener un rol más solapado en el segundo piso de La Moneda como jefe de asesores, no obstante, habría pedido el sillón de Segpres, debido a que era un cargo que se potenciaba con su pasado como parlamentario, tras haber sido diputado de la República por dos períodos consecutivos, y no implicaba -supuestamente- el fuerte desgaste que se asumen en Interior, en miras a una aventura presidencial propia en 2026.

No obstante, el estilo Jackson, que cultivó en esos ocho años participando en el Congreso, más varios errores, le pasarían la cuenta en su rol como ministro encargado de llevar la agenda legislativa, siendo un secretario de Estado políticamente débil y objetado por gran parte de los congresistas. 

El ministro que no saluda

No es una novedad decir que Jackson tiene malas relaciones con los diferentes partidos que tienen presencia en el Congreso. Algunos parlamentarios, incluso señalan que en su época como diputado no saludaba a varios colegas congresistas, Actitud que como ministro debió cambiar, aunque pervive -dicen varios parlamentarios- un estilo displicente que molesta.

A juicio de varios parlamentarios -de oposición y de Socialismo Democrático- el estilo de Jackson fue lo que provocó que poco a poco las relaciones entre el hombre fuerte de Boric y el Congreso, se quebraran. 

El último episodio que revela esta animadversión, probablemente mutua y con un fuerte componente generacional, fue cuando el ministro se trenzó en una polémica con el senador socialista José Miguel Insulza.

Jackson mencionó en un Zoom que su sector político y generacional tenían una escala de valores distinta a otros sectores y generaciones, lo que causó la inmediata reacción del Socialismo Democrático, justo cuando se debatía la posibilidad de tener una sola coalición de gobierno, y no dos, siendo la línea divisoria -en gran medida- el clivaje generacional. 

Insulza, consultado por las declaraciones de Jackson en Radio Duna sostuvo que "simplemente sinceró su posición sobre las dos coaliciones que apoyan al presidente Boric".  Luego, el senador agregó sobre la idea de unir las coaliciones que "esa es su opinión respecto de sus aliados y, bueno, tenemos que aprender a convivir con eso y no seguir hablando, como lo he hecho yo, de una sola coalición, eso estoy convencido de que terminó de morir el día de ayer".

Cabe recordar que la unión de ambas coaliciones oficialistas es una idea que desde el mismo Partido Socialista habían buscado impulsar desde marzo, debido a los problemas que demostraron suscitarse por contar con dos conglomerados distintos dentro del mismo Gobierno, y que se incrementarán seguramente cuando se acerquen elecciones en las que compitan. Algo que va a impactar sí o sí el trabajo legislativo de los parlamentarios en reelección.

A eso se suma la presencia de nuevos partidos como el Partido de la Gente y el Partido Republicano, con los cuales Jackson estableció tibios contactos.

La impotencia de Jackson para entrar en las discusiones obligó a que en muchos casos las negociaciones las haya tenido que asumir su subsecretaria, Macarena Lobos (INN) y en otros, el ministro del ramo, siendo el caso más señero el de Mario Marcel (independiente pro PS) de Hacienda, por la reforma tributaria, el que es tal vez el único proyecto legislativo grande que ha sido capaz de levantar el Gobierno. 

Jackson hizo esfuerzos por llevar adelante la agenda transformadora que Boric buscaba impulsar al inicio del Gobierno. De hecho, a escasos días de iniciada la nueva administración en La Moneda, Jackson anunció un paquete de siete medidas que buscaba promover y que tuvo un primer coletazo con la suma urgencia que el Ejecutivo puso a la Ley de Amnistía para los presos del estallido. 

Jackson hizo esfuerzos por llevar adelante la agenda transformadora que Boric buscaba impulsar al inicio del Gobierno. De hecho, a escasos días de iniciada la nueva administración en La Moneda, el llamado a ser un súper-ministro anunció un paquete de nueve medidas que buscaba promover, y que tuvo un primer coletazo con la suma urgencia que puso a la Ley de Amnistía para los presos del estallido. 

La medida, generó inmediato escozor entre varios diputados y senadores, principalmente del Partido Socialista, quienes vieron en la jugada una intención soterrada de trasladar la responsabilidad en ellos de dejar en libertad a quienes habían sido procesados por Ley de Seguridad del Estado por el gobierno de Sebastián Piñera. Esto, pese a que el Ejecutivo tenía la facultad de indultar a algunos de ellos, sin tener la necesidad de pasar dicha iniciativa por el Congreso. 

De hecho, la suma urgencia propuesta por el Gobierno, no contaba con los votos en la Sala del Senado, lo que generó mayores dudas respecto a la estrategia planteada por el Ejecutivo, lo que fue leído como una manera de complicar a los senadores y sacar réditos políticos que propiciaran un descrédito a dicha testera y que la ciudadanía, los castigara poniendo fin al Senado marcando Apruebo en el plebiscito de salida. 

El episodio llevó a Jackson a concretar una reunión privada con la bancada socialista, pues el conflicto escaló hasta la palestra pública, donde distintos senadores del partido de Salvador Allende presentaron sus apreciaciones. Tales críticas -al parecer- fueron bien recibidas por el ministro, quien también se comprometió a mejorar el diálogo y descartó que la iniciativa haya tenido un afán de apostillar al Senado para beneficiar lo propuesto por la Convención. 

Sí bien dichas diferencias serían resueltas en el primer consejo de gabinete ampliado celebrado en Cerro Castillo, la tensión continuó. 

Una agenda esquiva y negociaciones fallidas

Comparativamente, el primer mes de Jackson al mando de la Segpres fue un poco mejor que los períodos anteriores de Piñera y Bachelet, puesto que envió un proyecto más que las administraciones anteriores, aunque aquello no tuviera un impacto en la aprobación de las leyes (Revise aquí la cobertura de INTERFERENCIA). 

El Gobierno presentó de forma apresurada un proyecto paralelo al propuesto por los diputados que se ganó el apelativo de 'quinto retiro acotado'. La negociación de dicha iniciativa fue mínima, al punto de que parlamentarios se quejaron de no haber recibido ni el documento ni haber tenido una reunión con Segpres para discutir sobre el proyecto o agregar indicaciones

Asimismo, en estos meses de Gobierno, a Boric se le ha hecho esquivo el control de la agenda y parte de la responsabilidad pudo tenerla Jackson, quien mantuvo un rol solapado tras una serie de errores legislativos que agrietaron aún más su relación con el Congreso. 

Uno de esos errores, y que se encontró con el poco control de agenda del Ejecutivo, fue la discusión por un nuevo retiro de los fondos previsionales durante abril. El Gobierno, desde antes de su comienzo, se mostró reacio a seguir aprobando nuevos retiros producto de su impacto en la inflación, en voz del ministro de Hacienda. (Revise aquí la cobertura de INTERFERENCIA)

Para frenar dicha iniciativa, el Gobierno presentó de forma apresurada un proyecto paralelo al propuesto por los diputados que se ganó el apelativo de 'quinto retiro acotado'. La negociación de dicha iniciativa fue mínima, al punto de que varios congresistas se quejaron de no haber recibido ni el documento ni haber tenido una reunión con Segpres para discutir sobre el proyecto o agregar indicaciones, y ganar así loa mayoría de votos en un Congreso donde el Gobierno debe remar, producto de la minoría en que se encuentra. (Revise aquí la cobertura de INTERFERENCIA)

Para suerte (o no) de La Moneda, ninguno de los proyectos alcanzó los votos necesarios y no pudieron ser despachados. No obstante, fue un primer indicio de la poca calidad negociadora que Jackson tenía. 

A esa derrota legislativa, luego se sumaría la de infraestructura crítica, donde el Gobierno buscó evitar renovar un nuevo estado de excepción, respaldando un proyecto de ley alternativo que había sido presentado durante el estallido social y que permitía a las Fuerzas Armadas hacer resguardo de estas locaciones.

Nuevamente, error de cálculo y malas negociaciones, acabaron por sepultar las intenciones del Ejecutivo y volvieron a mostrar las falencias de Jackson, en esta materia. (Revise aquí la cobertura de INTERFERENCIA)

De ahí en adelante, la presencia de Jackson en el gabinete fue prácticamente en caída libre. 

De hecho, uno de los proyectos ancla del actual Gobierno es la reforma tributaria, en voces de distintos ministros, incluido Jackson, dicha reforma es la piedra angular para impulsar la agenda transformadora de Boric y sin ella, era imposible generar estos cambios al modelo. El problema, es que la Segpres, siendo la testera encargada de llevar las negociaciones y buenas relaciones del Congreso, no participó en las negociaciones. (Revise aquí la cobertura de INTERFERENCIA)

A lo anterior, se suma la preponderancia que Marcel ha ganado precisamente en el terreno legislativo, donde incluso 8 de las 12 iniciativas de ley exclusivas que ha enviado el Ejecutivo corresponden a la cartera de Hacienda, según consigna Ex Ante.

De esta forma, Marcel, acabó por llevar los diálogos sociales para la reforma tributaria con Segpres, pero sin ser parte de las conversaciones con el Congreso, en donde tanto Marcel como su subsecretaria Claudia Sanhueza (RD), se han encargado de suplir esa falencia que Jackson ha dejado al descubierto. 

Esta inexplicable ausencia de Jackson en uno de los proyectos insignia de Boric, pudo ser leída como una nueva señal de que la cuenta de ahorro político de Jackson estaba con poco saldo. 

A lo anterior, se suma la preponderancia que Marcel ha ganado precisamente en el terreno legislativo, donde incluso 8 de las 12 iniciativas de ley exclusivas que ha enviado el Ejecutivo corresponden a la cartera de Hacienda, según consigna Ex Ante

Peor aún, a la salida de la primera reunión para continuar el proceso constituyente tras la victoria del Rechazo, el diputado Jorge Alessandri (UDI) -uno de los presentes en la cita- confesó que Jackson, en su rol de Segpres, les había dicho que 'no legislaran', pues tras el 4 de septiembre nada de eso valdría frente a un eventual triunfo del Apruebo. Las cosas fueron radicalmente distintas, pero el episodio reveló algo que para ese entonces se comentaba solo entre pasillos, el Gobierno estaba a la espera del resultado del plebiscito para impulsar su agenda y Jackson, era uno de sus responsables. 

Boric al rescate de Jackson

Asimismo, cabe destacar que en dos oportunidades el presidente Boric ha tenido que salir al paso de declaraciones desafortunadas de Jackson.

Una primera, cuando el ex ministro Segpres vinculó el éxito del gobierno con el triunfo del Apruebo, Boric desconoció dichas declaraciones días después, quien probablemente intuía a la luz de los estudios de opinión realizados por La Moneda, la derrota del Apruebo Y una segunda, donde tras una trasmisión en la plataforma Twitch, Jackson señaló tener una diferencia valórica con las generaciones políticas anteriores. 

Esta fue la última movida que dejó en jaque a Jackson, pues atacó precisamente a los partidos con quienes debía negociar en esta doble coalición de gobierno, donde el rol de ministro era ser receptor de las reformas que los partidos propusieran para el día después del plebiscito del 4 de septiembre ya fuese con un triunfo del Apruebo o del Rechazo. 

Las declaraciones de Jackson calaron a tal profundidad que dicho papel lo ocuparía Boric, siendo definitivamente él quien canalizaría esta serie de propuestas. 

La Contraloría tomó resolución de las sucesivas acusaciones que desde la oposición habían elevado para apostillar al Gobierno debido a que su actuar no se había ajustado al principio de prescindencia, apuntando a Jackson como uno de los responsables de esto, ya que, en un inicio fue señalado que reuniría las visiones a partir del triunfo del Apruebo, lo que en cierta medida, fue leído como una forma de apoyar dicha alternativa. 

Sin embargo, dicho episodio no quedó ahí. La Contraloría tomó resolución de las sucesivas acusaciones que desde la oposición habían elevado para apostillar al Gobierno debido a que su actuar no se había ajustado al principio de prescindencia, apuntando a Jackson como uno de los responsables de esto, ya que, en un inicio fue señalado que reuniría las visiones a partir del triunfo del Apruebo, lo que en cierta medida, fue leído como una forma de apoyar dicha alternativa. 

Desde La Moneda, negaron dicha interpretación y señalaron que el Ejecutivo siempre estuvo abierto a recibir cualquier propuesta de los partidos y no solo de quienes se inclinaban por el Apruebo. 

La espada de Damócles del caso Oliva

Pero tal vez el problema mayor de Giorgio Jackson no esté latente en el Poder Legislativo, sino en el Judicial. 

Durante noviembre de 2021, un reportaje publicado por Ciper denunció que siete militantes del Partido Comunes habían presentado boletas por un total de $137 millones de pesos para la campaña a gobernadora de Karina Oliva. Tras meses de silencio, trascendió una declaración judicial en la que Oliva aseguraba que "quienes promueven la denuncia en mi contra son quienes recibieron financiamiento irregular". 

Bajo ese contexto, INTERFERENCIA reveló en un artículo que tras recabar el testimonio de varios abogados aseguraron que parte de ese dinero fue hacia las arcas de la campaña de Gabriel Boric y que el encargado de supervisar dichas gestiones habría sido Jackson. Más allá del monto, que no superaba los $10 millones de pesos, el equipo asesor contratado para revisar estas cuentas de primaria, estimó que el impacto político de estas facturas era el verdadero problema.

Hoy el caso está judicializado.



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Comentarios

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Espero que no culpen a Jackson de convertir este gobierno en uno concertacionista, sería lo único que faltaría para la guinda de la torta.

Y por supuesto la guinda de la torta la pone la derecha, porque hay que esperar a que salga de su estado de reflexión, una especie de transe de plena satisfacción post plebiscito para que entreguen una alternativa, por supuesto no la original, a un nuevo proceso constituyente, probablemente un "tongo" para los que creemos en la verdadera democracia

La nueva generación que no fue…… no es mi deseo, pero realmente ya retomó el control del país la vieja política. Nunca tan ingenuos 🤷‍♀️

!!La nueva generación que sigue siendo nueva y tratando de gobernar, teniendo en contra todas las derechas y una Pseudo izquierda " Infantil", como ya fue definida en la historia, que se deja infiltrar y no sabe, por lo mismo, analizar las coyunturas tácticas ni menos las condiciones estratégicas. Que les pasa, tanto a Interferencia ( nada nuevo) y a los comentaristas. O sea para ustedes los super campeones del progresismo y las cosas serias, el cargo de Ministro de Desarrollo Social es una denigración? ¡¡ Vaya que proges tan avanzados tenemos en este país!!

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