Mientras la pauta noticiosa estaba volcada por completo en el escándalo que envuelve a Manuel Monsalve y las esquirlas del caso, el abogado y hermano de Luis Hermosilla, Juan Pablo Hermosilla, el miércoles 25 de octubre dio una entrevista a CNN Prime en que reveló que en un plazo de días cumpliría su compromiso de publicar las conversaciones que su hermano mantuvo con fiscales y otros actores judiciales, pues su convicción es que las filtraciones forman parte de una agenda propia del Ministerio Público para, según él sostiene, tapar otras causas.
Pero también, y casi sin decirlo directamente, Hermosilla volvió al ataque en contra de Ángel Valencia llevando el caso hasta el despacho del fiscal nacional. “El fiscal nacional ha dicho cosas que no son ciertas, cuando él declara que no tuvo más conversaciones con Luis desde que lo nombraron, eso no era efectivo. Él tiene que salir solo a enderezar eso y, además, hay un tema con la forma como se inicia esa reunión y con los contenidos de la conversación”, señaló Hermosilla.
Y agregó: “Creo que él no está contando todo lo que ocurrió en esa reunión”.
Para el analista Patricio Navia, Juan Pablo Hermosilla busca "sembrar un manto de duda", pues argumenta que "él dice mi hermano es un chivo expiatorio, porque aquí hay mucha gente involucrada, desde el fiscal nacional hacia abajo. Así que es injusto que a mi hermano lo castiguen por algo que, si fue delito, fue un delito cometido junto a fiscales, que son en esencia los que se corrompen, porque un civil no puede tener actor de corrupción porque no es funcionario público".
El analista Marco Moreno, señala que "la estrategia de Juan Pablo Hermosilla podríamos clasificarla como disruptiva. Él busca generar un cambio en el que el caso comunicacionalmente está instalado, donde su hermano aparece como el principal responsable, cambiando la narrativa de ese discurso comunicacional involucrando a otras personas".
Sin embargo, advierte que "me parece que hay un error estratégico al pensar que el interés público se mantendrá muy alto para este caso, cuando lo que normalmente ocurre es que la opinión pública cambia sus preocupaciones y hay nuevos temas que capturan su atención".
Por otra parte, el analista Marco Moreno, señala que "la estrategia de Juan Pablo Hermosilla podríamos clasificarla como disruptiva. Él busca generar un cambio en el que el caso comunicacionalmente está instalado, donde su hermano aparece como el principal responsable, cambiando la narrativa de ese discurso comunicacional involucrando a otras personas".
Y profundiza en que "él está jugando en el borde, tomando riesgos, pero que él evalúa que son necesarios para producir este cambio".
En este contexto, algo que no pasó desapercibido respecto de Hermosilla fue su comentario a raíz del caso Monsalve. El abogado se refirió a la contingencia en un podcast en el que participa junto al economista César Barros y que no goza de gran popularidad.
"Parece ser que la versión de él no es negar los hechos sino decir yo salí con esta chica, nos curamos como huasca, no me acuerdo bien lo que pasó, pero fue todo consentido ¿no es cierto? Pero eso ya, si eso es la versión que se terminara diciendo que es realidad, eso es la cag... es un caso de acoso sexual, pero de manual”, dijo Hermosilla con soltura. Asimismo, calificó al fiscal Xavier Armendáriz de dóberman, pues a su juicio era capaz de interrogar al propio presidente sin que le tiemble la mano.
Las jugadas de Hermosilla que llevaron el caso Audio hasta el despacho de Valencia
Así las cosas, no deja de ser particular que el aparato que se ha convertido en el mayor medio prueba para incriminar a Luis Hermosilla, acaba siendo el elemento del que Juan Pablo Hermosilla ha logrado obtener victorias comunicacionales tras la derrota judicial que dejó a su hermano en el anexo cárcel Capitán Yáber.
La jugada suponía un riesgo, pues ante la pérdida de control de lo que se filtraba hundía cada vez más a Luis Hermosilla y a quienes se comunicaron con él, Hermosilla apostó a un all in y solicitó recibir una copia del celular de su hermano con el compromiso de publicar esas conversaciones y acabar con el cherry picking.
“Para terminar de una vez por todas, con que a lo mejor el caso esté siendo manipulado, no sé con qué intereses, por la vía de ir filtrando de a poco estas cosas, creo que es mejor ponerle término a esta discusión […] obteniendo esa información lo voy a hacer público”, afirmó el penalista.
Pero aquella certeza que Hermosilla señaló en su entrevista tiene al menos dos momentos claves que llevaron el caso Audio hasta las puertas del Ministerio Público. La primera de ellas ocurrió el 28 de agosto cuando afirmó que: “Si uno va a abrir el teléfono de Luis Hermosilla y va a usarse para estas cosas que ustedes están señalando, ábranlo entero. Y veamos qué fiscales le pedían favores a Luis Hermosilla; veamos qué ministros le pedían favores a Luis Hermosilla”.
Hermosilla hizo un primer movimiento en contra del Ministerio Público, pues él tenía la certeza que desde ahí emanaban las filtraciones si se considera que en el momento que ocurrieron nadie más tenía acceso a la carpeta investigativa.
“Empezaron a ocurrir filtraciones cuando solo el Ministerio Público tenía estos antecedentes. No los teníamos nosotros, no los tenía el Consejo General del Estado, no los tenía nadie. Solo estaban en el Ministerio Público […] sabemos que la fuente es el Ministerio Público”, dijo el abogado en una entrevista con Mega el 4 de octubre.
Pero aquella certeza que Hermosilla señaló en su entrevista tiene al menos dos momentos claves que llevaron el caso Audio hasta las puertas del Ministerio Público. La primera de ellas ocurrió el 28 de agosto cuando afirmó que: “Si uno va a abrir el teléfono de Luis Hermosilla y va a usarse para estas cosas que ustedes están señalando, ábranlo entero. Y veamos qué fiscales le pedían favores a Luis Hermosilla; veamos qué ministros le pedían favores a Luis Hermosilla”.
“Veámoslo completo y no vayan escogiendo las cosas que a él lo disminuyen. ¿Qué pasa si hay fiscales que están relacionados con la causa que le han pedido a él favores también?”, agregó, dicha declaración, tenía como trasfondo un mensaje directo hacia la fiscal del caso Audio, Lorena Parra.
Y es que, en definitiva, aún sin haber tenido acceso a todos los chats, Hermosilla tiene al actor principal de su lado, quien, según él mismo ha manifestado, aunque no recuerda todas las conversaciones que ha tenido, le ha dicho con quiénes ha hablado. Ahí, la ventaja del penalista.
El 30 de agosto, la Fiscalía confirmó que entregaría una copia íntegra del contenido del teléfono incautado al abogado Hermosilla. Esto se habría efectuado el 4 de septiembre en un disco duro con las famosas 777 mil páginas de conversaciones.
En adición, Navia va más allá y sostiene que con el control de los chats "en realidad los está amenazando, les está diciendo reconozcan ustedes sus culpas. Confiesen sus pecados antes de que yo muestre toda la información. Es una pistola en el pecho, pero no sabes si está cargada o no". Es una amenaza abierta. Pero, por otro lado, para el Estado y la sociedad, es mucho más preocupante que los fiscales no hagan bien su trabajo a que exista un abogado corrupto en la sociedad".
Hermosilla convirtió la fuente principal de pruebas a su favor en una jugada riesgosa, pero con un trasfondo que Hermosilla conocía con anterioridad y que ocupó de manera estratégica para llevar a su terreno lo que parecía muy difícil.
Para Moreno, esa apertura a los chats "le da una herramienta de presión sobre otros actores que podrían estar de alguna manera involucrados. Genera un clima de expectativa que le da cierto poder además del capital político que construyó como asesor para el gobierno de Michelle Bachelet y también como colaborador para el gobierno de Sebastián Piñera".
En adición, Navia va más allá y sostiene que con el control de los chats "en realidad los está amenazando, les está diciendo reconozcan ustedes sus culpas. Confiesen sus pecados antes de que yo muestre toda la información. Es una pistola en el pecho, pero no sabes si está cargada o no". Es una amenaza abierta. Pero, por otro lado, para el Estado y la sociedad, es mucho más preocupante que los fiscales no hagan bien su trabajo a que exista un abogado corrupto en la sociedad".
Interferencia sabe con certeza que Hermosilla conocía con antelación la relación de la fiscal Parra con su hermano. De hecho, varias fuentes aseguraron a este medio que la prosecutora del caso audios se reunió en numerosas ocasiones con el abogado en su oficina en Vitacura y que le pidió, de manera insistente, recibir a Marta Herrera mientras postulaba a ser fiscal nacional, petición a la que Hermosilla habría accedido.
El movimiento de Hermosilla acabó por acelerar una reacción desde el Ministerio Público, pues en un comunicado publicado el 29 de agosto reconocieron que: “Si bien existió en el pasado comunicación – a través de WhatsApp- entre la Fiscal Regional Metropolitana Oriente con Luis Hermosilla esto bajo ningún punto vista inhibió a la Fiscal Regional y a su equipo para investigar a los imputados involucrados en el caso Audio, quienes fueron formalizados quedando dos de ellos en prisión preventiva”.
Al paso salió la propia fiscal Parra quien reconoció que le había enviado su currículum a Hermosilla durante su postulación como fiscal regional Metropolitana Oriente el 29 de julio del año 2021. “Yo sabía que era un abogado importante que tenía acceso al sistema en general, y es por eso que le entrego mi currículum”, señaló la fiscal.
La interrogante que se abre a partir de esto es por qué ni la fiscal Parra ni el abogado defensor habían dado a conocer esta información a la opinión pública.
Con todo, aquella confesión motivó que, a pesar de los constantes elogios a la fiscal Parra, Hermosilla solicitara la inhabilidad de la prosecutora en la causa, amparado en la relación que existía entre ella y su hermano, ya que podía comprometer la “objetividad e imparcialidad”.
El movimiento de Hermosilla acabó por acelerar una reacción desde el Ministerio Público, pues en un comunicado publicado el 29 de agosto reconocieron que: “Si bien existió en el pasado comunicación – a través de WhatsApp- entre la Fiscal Regional Metropolitana Oriente con Luis Hermosilla esto bajo ningún punto vista inhibió a la Fiscal Regional y a su equipo para investigar a los imputados involucrados en el caso Audio, quienes fueron formalizados quedando dos de ellos en prisión preventiva”.
Esta solicitud fue rechazada por la Fiscalía el 3 de octubre. Un día después, Hermosilla otorgó una entrevista a Mega, donde indicó que ella debió inhabilitarse voluntariamente debido a esta información que, antes de ser pública, ella misma conocía al ser la propia protagonista.
“Yo tengo hasta el día de hoy una buena opinión de ella. No creo que ella haya actuado de mala fe; se lo he dicho a ella en algunos momentos. Pero creo que ella se ha equivocado. Me he dado cuenta ahora: se ha equivocado en forma tremenda, porque al saber, después de ocurrida la formalización, el nivel de contactos que ella tenía con Luis y el nivel de favores que le pedía, que hoy están todos más o menos reconocidos, a mí me parece que ella se debió haber inhabilitado por una razón”, es una de las declaraciones de Hermosilla sobre Parra.
La última de ellas ocurrió en la entrevista con CNN donde reiteró que, si bien valoraba su trabajo, insistía en que a su juicio debió inhabilitarse dado los contactos con su hermano. Dicha postura, la ha sostenido desde la formalización, es decir, reconoce el trabajo de Parra, pero critica su permanencia.
Las jugadas de Hermosilla en contra del Ministerio Público generaron movimientos internos en la repartición. El 9 de octubre, en dos entrevistas otorgadas el mismo día a distintos medios de comunicación, el fiscal nacional Ángel Valencia reconoció que el último mensaje que tuvo con Hermosilla fue en junio de 2022, pero que se había reunido con él después de su nombramiento, conversación en la que también participó Andrés Chadwick.
“Respecto a Hermosilla, aunque esos fueron los últimos mensajes de WhatsApp, yo recuerdo que me junté con él a tomar un café, y también con Andrés Chadwick. Esto fue pocas semanas después de haber entrado a la Fiscalía, también solo por un tema personal”, confesó Valencia.
Esos asuntos personales, según Valencia, obedecían a las asperezas que dejó la carrera por ser fiscal nacional. Así, la “profecía” de Hermosilla acabó por cumplirse, y su declaración del 28 de agosto “veamos qué fiscales le pedían favores a Luis Hermosilla; veamos qué ministros le pedían favores a Luis Hermosilla” cobró sentido y quizás, sea solo una parte de la verdad, pues en su última entrevista manifestó que no se estaba contando toda la verdad.
Una “cadena nacional” de 40 minutos para arremeter contra el Gobierno
El caso Audio dejó al descubierto cómo operan las redes políticas fuera del ojo público. La atención mediática que congregó el caso llegó a su punto crítico durante la lectura de medidas cautelares de Luis Hermosilla.
En primera instancia, el abogado fue trasladado a Santiago 1. Dicha decisión fue tomada con sorpresa por la defensa, ya que esperaban que el penalista terminara en el anexo Capitán Yáber, destinado para casos particulares y reclusos “de guante blanco”, fuera de los óvalos de la penitenciaría.
La determinación produjo un efecto inmediato en Juan Pablo Hermosilla, quien, como primera estrategia, presentó un recurso para solicitar el traslado de su hermano al anexo Capitán Yáber, amparando sus argumentos en declaraciones que el propio presidente Boric entregó una vez se conoció que se había decretado la prisión preventiva en contra de Luis Hermosilla. “Acaban de enviar a la cárcel, a prisión preventiva, a un señor que se creía todopoderoso, al señor Hermosilla”, dijo Boric.
Por otra parte, abogados consultados por Interferencia, señalan que los Hermosilla siguen pautas de “litigación compleja” un área que aborda de manera esencial la relación con los periodistas, la televisión y la public opinion donde destacan libros como Complex Litigation and Its Alternatives de Jay Tidmarsh y Roger H. Trangsrud y A practical Approach to Effective Litigation de Susan Blake, dos manuales consultados hoy por hoy.
Dicha declaración fue funcional a Hermosilla, quien en su recurso de amparo señaló que “se suma a lo anterior la decisión por parte del Poder Ejecutivo, al declarar públicamente el Presidente de la República Gabriel Boric Font: 'Qué bueno que los que se creían poderosos vayan también a la cárcel', 'Es un señor que se creía todopoderoso'. De estas frases se desprende una politización arbitraria destinada a que Luis Hermosilla cumpla su medida cautelar en un recinto distinto al que se encuentran habitualmente en prisión preventiva por este tipo de delitos”.
Al día siguiente, se decretó el traslado de su hermano hacia el anexo; no obstante, ese mismo día, Hermosilla entregó un punto de prensa durante la noche, en el que se refirió en términos críticos al manejo del Gobierno durante el caso, con Boric, Tohá y el entonces ministro de Justicia, Luis Cordero en el centro.
Aquello lo hizo desde un punto de prensa que él mismo citó. Allí, no hubo medio de comunicación que no tuviera uno de sus micrófonos para escuchar lo que Hermosilla tenía que decir durante 40 minutos, respondiendo las preguntas de los periodistas y cambiando el tono según la situación. Fue una especie de cadena nacional con los medios transmitiendo en vivo durante más de 40 minutos las declaraciones del penalista.
“Es inaceptable que el Presidente de la República, la ministra del Interior y ahora el ministro de Justicia, que es abogado, no respeten las normas constitucionales, las normas sobre independencia de poderes, y se permitan hacer comentarios sarcásticos sobre mi trabajo profesional”, enfatizó Hermosilla.
“Lo que ha pasado es gravísimo. No solo lo del Presidente, sino también los comentarios de la ministra del Interior, quien posteriormente dijo que estaban acreditados los cohechos. Después, el ministro de Justicia hizo comentarios irónicos sobre cómo estoy manejando yo el caso”, fueron otras de las declaraciones del abogado.
Un hombre de la centroizquierda
El tono de Hermosilla en contra del Ejecutivo, y en particular de Boric, fue realmente duro. Incluso señaló: “Yo no soy una persona de derecha; la gente del Gobierno sabe que soy de izquierda, y de izquierda dura. Yo voté por este Presidente y fui de los giles que nos inscribimos en Convergencia Social para que él saliera candidato. ¿Y toparnos con esto ahora?”.
Pero la cercanía de Hermosilla con el mundo de la izquierda se gestó desde un vínculo familiar y también estudiantil, cuando mientras cursaba derecho en la Universidad Católica, se acercó al Partido Comunista, como también lo hizo su hermano. Asimismo, fue un reconocido opositor a la dictadura de Augusto Pinochet llegando a ser abogado de la Vicaría de la Solidaridad.
Con el correr de los años, esa afinidad llevó a Hermosilla a convertirse en uno de los principales abogados de la ex Concertación y, en particular, en un penalista de confianza de la ex presidenta Michelle Bachelet, con influencia en sus dos gobiernos como asesor legal y, posteriormente, como uno de sus consejeros de confianza.
Por ejemplo, defendió a la ex mandataria en una querella relacionada con un tanque del Ejército que chocó en 2004 contra un bus escolar en Tarapacá, cuando Bachelet era ministra de Defensa. En 2010, fue su asesor jurídico en el “caso Tsunami”, producto del terremoto del 27/F, donde la jefa de Estado enfrentó una querella por su eventual responsabilidad al no decretar una evacuación oportuna en los sectores afectados.
En 2014, al comienzo del segundo gobierno de Bachelet, presidió la comisión de expertos para proponer cambios a la Ley Antiterrorista. En 2016, fue su defensor en la querella contra la revista Qué Pasa en el marco del Caso Caval, donde se condenó a la ex presidenta a pagar las costas del juicio.
Aquí ocurre algo interesante, pues se constata uno de los vínculos de Juan Pablo Hermosilla con el periodismo y en particular con Fernando Paulsen, quien por ese entonces cumplía funciones como asesor comunicacional en la oficina de abogados que integraba.
Por otra parte, abogados consultados por Interferencia, señalan que los Hermosilla siguen pautas de “litigación compleja” un área que aborda de manera esencial la relación con los periodistas, la televisión y la public opinion donde destacan libros como Complex Litigation and Its Alternatives de Jay Tidmarsh y Roger H. Trangsrud y A practical Approach to Effective Litigation de Susan Blake, dos manuales consultados hoy por hoy.
Más atrás en el tiempo, en 2010, Hermosilla fue abogado de la familia Frei en la causa para esclarecer la muerte del ex presidente Eduardo Frei Montalva. En 2009, fue parte del tanque de pensamiento Océanos Azules, un grupo de profesionales que se encargó de elaborar el programa de gobierno de Eduardo Frei Ruiz-Tagle para la elección de 2009, en la que se enfrentó a Sebastián Piñera sin lograr la victoria.
Asimismo, en 2005, fue abogado de Hernán Durán, cuñado del ex presidente Ricardo Lagos, en el contexto del caso MOP-Gate, y patrocinó al ex senador Guido Girardi en los casos Spiniak y Publicam.
Con todo, uno de los casos que marcó su carrera, fue la representación de los supervivientes de Fernando Karadima, condenado por El Vaticano a una vida de penitencia tras ser declarado culpable de abusos sexuales contra menores y adultos. En esa línea, Hermosilla es director de la Fundación para la Confianza que preside el superviviente de Karadima, José Andrés Murillo.
Comentarios
Que riesgos ni que ocho
No asombra la actitud del
Antes de este caso, Chile era
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