Por primera vez desde 1999, cuando estaba en el poder Eduardo Frei Ruiz-Tagle, el Senado rechazó ayer el nombre propuesto por La Moneda para ser el nuevo Fiscal Nacional. Se trata de una dura derrota para el gobierno de Gabriel Boric que, según participantes y observadores de este proceso, ha demostrado una vez más poco oficio político.
“Espero que el gobierno ahora empiece a conversar con sus propios legisladores, porque acá, de alguna manera, La Moneda sondeó que tenía un apoyo muy fuerte de la UDI, pero no preguntó a los propios, sobre todo al Partido Socialista, que yo creo es el partido eje del gobierno en estos momentos”, sostuvo el senador Matías Walker, quien preside la comisión de Constitución, que hace dos días emitió un informe favorable a la sala de la Cámara Alta para ratificar al fiscal José Morales como nuevo jefe del Ministerio Público.
Walker votó ayer a favor de Morales, pero el candidato sólo logró 31 de los 33 votos necesarios para ser el cuarto Fiscal Nacional de Chile desde que se puso en marcha la reforma procesal penal hace ya casi un cuarto de siglo.
De hecho, en la propia coalición Apruebo Dignidad hubo dos votos que pudieron inclinar la balanza a favor del nombre propuesto por La Moneda. Se trata de los dos senadores de la Federación Regionalista Verde Social, uno de los cuales votó en contra de Morales y otro se abstuvo.
Pero a ello también se suman dos abstenciones clave en el Partido Socialista, Fidel Espinoza y Gastón Saavedra; el voto en contra del senador DC Iván Flores, y la ausencia en la sala de cinco senadores: Yasna Provoste (DC), Sebastián Keitel (Evópoli), Felipe Kast (Evópoli), Isabel Allende (PS) y Alfonso de Urresti (PS).
“Espero que el gobierno ahora empiece a conversar con sus propios legisladores, porque acá, de alguna manera, La Moneda sondeó que tenía un apoyo muy fuerte de la UDI, pero no preguntó a los propios", asegura el senador Matías Walker,
La visión de la derrota fue distinta desde el gobierno, En un punto de prensa, y flanqueada por las ministras Marcela Ríos (Justicia) y Ana Lya Uriarte (Presidencia), la ministra del Interior, Carolina Toha, aseguró que “cuando el Presidente tomó la decisión de qué persona nominar, lo hizo habiendo escuchado las opiniones de los distintos senadores y senadoras de las diferentes bancadas; pero teniendo como único norte cuál es la persona más apropiada para encabezar la institución a cargo de la persecución penal”.
Y agregó: “Para el Ejecutivo no hay en juego ninguna otra cosa a la hora de definir la fiscalía que sea la persona más apropiada para poder perseguir los delitos. En ese sentido, las campañas sucias que se puedan establecer, los distintos intereses para que la opinión pública vea las cosas de una manera u otra, esa no va a ser la forma en que se tomen las decisiones, no son la forma e invitamos a que no sea la forma”, afirmó la ministra que, en los pasillos de La Moneda, se la jugó a favor del fiscal José Morales.
Con esta fracasada nominación, ahora le toca nuevamente a la Corte Suprema rellenar el quinto cupo de la quina, para lo cual tendrá un plazo de 10 días una vez que reciba el oficio del Senado.
Un viejo dicho afirma que la victoria tiene 100 padres, pero que la derrota es huérfana. En este caso es al revés. Este inédito fracaso en lograr la elección de un nuevo fiscal nacional arroja varios derrotados. Estos son:
El Presidente Gabriel Boric. El mandatario llegó al gobierno prometiendo una nueva forma de hacer política, desterrando las malas prácticas de los últimos 30 años, sólo para volver a recaer en ellas. Dado el pobre historial del fiscal José Morales, que en sus 20 años en el Ministerio Público se ha mostrado extremadamente blando con los criminales de cuello y corbata, condescendiente con víctimas pobres como los familiares de los cinco fallecidos en el incendio de la fábrica Kayser en pleno estallido social, y demasiado cercano a sus amigos, ex compañeros de universidad y ex amantes, como sucedió en una arista del llamado ‘Caso Basuras’, nada indicaba que iba a ser el nombre escogido por el gobierno de la quina que le llegó de la Corte Suprema a inicios de mes.
De hecho, La Moneda esperó hasta el último día hábil disponible, el 21 de noviembre, para dar a conocer su preferencia. En los catorce días entre que se dio a conocer la quina elaborada por la Corte Suprema y la decisión del gobierno, Boric zigzagueó entre los nombres de Marta Herrera, José Morales, Ángel Valencia y Carlos Palma. Tras un veto de la poderosa ministra de la Mujer, Antonia Orellana, en contra de Valencia, por haber defendido como abogado a una persona acusada de violencia intrafamiliar, el gobierno de Boric finalmente optó por Morales, bajo el argumento que, con 17 votos, había sido (junto a Valencia, por cierto) el candidato más votado en el pleno de la Corte Suprema.
votacion_fiscal_nacional.png
Claramente, a la luz de los resultados, el Presidente Boric calculó mal el apoyo final a su candidato.
Según fuentes de palacio, el Presidente Boric siguió ayer en la tarde de cerca los debates y la votación en el pleno del Senado. “Ha estado en la tarde en su oficina y ha sido informado permanentemente por sus ministras desde el parlamento”, afirmó una asesora del mandatario.
Según supo este medio, Boric no se limitó a ser mero espectador, sino que en varias ocasiones llamó personalmente por teléfono a senadores cercanos al oficialismo para convencerlos de votar a favor de Morales. INTERFERENCIA se contactó con varios de ellos, pero no obtuvo respuesta.
Ana Lya Uriarte, ministra de la Presidencia. La ex jefa de gabinete de Michelle Bachelet, que llegó al gobierno de Boric para apuntalarlo tras la dura derrota en el plebiscito constitucional, era la encargada de asegurar los votos en el Senado, misión que a todas luces fracasó. En reiteradas ocasiones aseguró, tanto al palacio presidencial como a senadores, que los 33 votos para Morales estaban confirmados. Sin embargo, su foco en asegurar los votos de la oposición le hicieron perder de vista que dentro del oficialismo, y de partidos cercanos como el PS, no le iban a entregar un cheque en blanco, como sí lo hicieron los dos senadores comunistas y el senador de Revolución Democrática, Juan Ignacio Latorre.
Claramente, a la luz de los resultados, el Presidente Boric calculó mal el apoyo final a su candidato.
La experiencia de Uriarte en este caso no fue suficiente para salvar la situación. En círculos políticos se especula que quien se llevará la culpa por este fracaso político no será ella, sino que la ministra de Justicia, Marcela Ríos. Esta, por cierto, nunca apoyó la candidatura de Morales a diferencia de Tohá y Uriarte.
Javier Macaya, senador y presidente de la UDI. La bancada de este partido, que con nueve miembros es la segunda mayor del Senado, era el principal sostén de la candidatura de Morales. Macaya es un hombre cercano al ex ministro del Interior, Andrés Chadwick, y el apoyo al fiscal se debía a las garantías que éste habría dado de no perseverar en las acciones judiciales en contra del ex Presidente Sebastián Piñera por las violaciones a los derechos humanos cometidas durante el estallido social de 2019. El gobierno -tanto Boric como Ana Lya Uriarte- estaba confiado que con un acuerdo ‘transversal’ con la UDI sacarían adelante el nombre de Morales. Sin embargo, Macaya, y el jefe de la bancada de ese partido, Iván Moreira, no lograron cuadrar a todos sus legisladores. David Sandoval se abstuvo, restando otro voto crítico al fiscal Morales.
Matías Walker, presidente de la comisión de Constitución del Senado. El ex senador de la DC, ahora adscrito al partido en formación Demócratas, manifestó públicamente su apoyo a José Morales desde que La Moneda optara por ese nombre. “Entendí que yo tenía que cumplir un rol institucional y de Estado y que, por lo tanto, iba a apoyar el candidato propuesto por el gobierno, aunque mi primera opción era Valencia y no Morales”, aseguró el legislador a este medio. Con todo, Walker fue el artífice del informe de la comisión que dio luz verde para que el pleno del Senado sometiera a votación el nombre de Morales. En ese sentido. Se la jugó por la opción que, finalmente, resultó perdedora.
Guido Girardi, el ex poder en las sombras. El ex senador del PPD jugó privadamente todas sus cartas para que saliera electo el fiscal José Morales. Tanto así que, según informó La Segunda en su edición de ayer, realizó numerosos llamados de última hora para alinear los votos. Cosa que logró en su partido, donde los cinco senadores votaron a favor de Morales. Y a ello se suma Pedro Araya, cercano al PPD y Girardi, que fue el único de los tres senadores independientes en apoyar a Morales (Karim Bianchi y Fabiola Campillai votaron en contra).
abogados_y_politicos_se_movieron_para_conseguir_votos_favorables_a_jose_morales.png
Sin embargo, esta derrota ha mostrado que su influencia esta menguando, en especial en sus acuerdos bajo cuerda con la derecha, ya que ni junto a la UDI lograron sacar adelante a Morales.
Andrés Chadwick. Durante todo este proceso de nominación ha sido un secreto a voces en el mundo del poder de que el ex brazo derecho de Sebastián Piñera ha impulsado desde la sombras al fiscal Morales. La razón principal es que éste se habría comprometido a no insistir en los juicios en contra de Piñera. Después de que Boric ganara la presidencia, y preocupados de que este efectivamente cumpliera su promesa de perseguir penalmente al ex mandatario, el ‘piñerismo’ se puso en marcha para tratar de instalar a un fiscal nacional que se desistiera de ello. Y Morales habría sido su hombre.
Los abogados del poder. Toda una camada de poderosos abogados ejercieron un intenso lobby para instalar a José Morales como candidato favorito en la elaboración de la quina de la Corte Suprema, influenciar la decisión del gobierno y presionar al Senado por aprobar su nombre. Según varias fuentes consultadas por este medio, se trata de los abogados Gabriel Zaliasnik, Samuel Donoso, Luis Hermosilla, su hermano Juan Pablo Hermosilla, además de Eduardo Lagos, Darío Calderón (apodado el ‘Conde Negro’), Gonzalo Cisternas (hijo del ex supremo Lamberto Cisternas), entre otros.
La mayoría de estos abogados hicieron lobby a favor de Morales para que entrara en la quina de la Corte Suprema; otros, como Juan Pablo Hermosilla habrían transmitido al gobierno que José Morales era el nombre adecuado, mientras que Zaliasnik y Donoso trataron de influir en el Senado.
Cabe recordar que Juan Pablo Hermosilla fue el abogado de la ex presidenta Bachelet cuando tanteó la posibilidad de querellarse en contra de la revista Qué Pasa, que había revelado el llamado Caso Caval.
Zaliasnik y Donoso, en tanto, fueron parte del equipo de abogados que defendieron a Julio Ponce Lerou en el llamado ‘caso Cascadas’. Además, Samuel Donoso (cercano al PPD) es abogado del senador de RN Manuel José Ossandón.
Comentarios
Atroz como estos politicos
Que lamentable lo que tiene
No es muy diferente el
Aquí tenemos el vivo ejemplo
Añadir nuevo comentario