Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Jueves, 18 de Abril de 2024
Entrevista a Eduardo Mondaca

Académico y activista: “queremos el reconocimiento de Chiloé como región autónoma en la nueva Constitución, lo que incluye capacidad legislativa local”

Lissette Fossa

El Movimiento Archipiélago Soberano se formó en 2020 y ha logrado llevar sus ideas a la convención Constituyente con Adriana Ampuero, integrante del movimiento. Eduardo Mondaca también es parte de la organización, que tiene como una de sus banderas el debate sobre cómo combatir el centralismo y generar regiones autónomas, que puedan generar legislación local.

Admision UDEC

Aunque el estallido social se centró en las grandes ciudades del país, fue parte de un proceso a nivel nacional y tuvo expresiones en distintas regiones del país. En 2020, ya cuando la pandemia había llegado al país, la reflexión política en Chiloé decantó en la creación del Movimiento Archipiélago Soberano, compuesto por cerca de 50 personas de todo el archipiélago,- junto a otras organizaciones de la zona-, y que logró llevar a la convención a Adriana Ampuero, constituyente del distrito 26.

Una de las principales propuestas de este movimiento es que en la nueva institucionalidad del país reconozca a Chiloé como una región, y que las regiones accedan a cierta autonomía, por ejemplo, en el poder legislativo.

Eduardo Mondaca es integrante del Movimiento Archipiélago Soberano, Doctor en Ciencia Política y académico de la Universidad de Los Lagos en Chiloé. En esta entrevista explica la propuesta del movimiento y da ejemplos de cómo podría funcionar en la práctica la autonomía regional de la isla.

"Y en términos específicos a Chiloé se le aplica una lógica continental sobre un territorio absolutamente  insular, plagado de particularidades, por lo tanto le afecta doblemente el centralismo".

- ¿Cuál es el diagnóstico que tienen ustedes respecto a la centralización que existe actualmente en Chile y cómo afecta a las regiones?

- El diagnóstico que hacemos es que en términos del poder político y territorial las regiones y las comunas hoy en día en Chile tienen un nulo poder político y decisional en todas las materias importantes. Todo se decide en Santiago o en el Congreso y se aplica a tabla rasa en todas regiones del país. 

Y en términos específicos a Chiloé se le aplica una lógica continental sobre un territorio absolutamente  insular, plagado de particularidades, por lo tanto le afecta doblemente el centralismo. O sea, hay un doble centralismo sobre las regiones y cuando un territorio particular, como las islas, dentro de una región.  La conectividad dentro de Chiloé es diferente, aquí somos 40 islas habitadas, la gestión hídrica en Chiloé es diferente, no hay cordillera nevada, no hay glaciares, dependemos del agua lluvia caída y de los ecosistemas que administran la lluvia caída. Una serie de cuestiones tremendamente particulares, que políticas centralistas no pueden abordar.

- Ustedes llegaron a la conclusión que un mejor sistema sería darle cierta autonomía legislativa a las regiones y crear una especie de pequeño poder legislativo en cada región ¿Cómo podría concretarse eso? ¿Hay ejemplos de sistemas así en otros países?

- Nuestra propuesta es avanzar de este estado de centralización hacia un estado de autonomías regionales. Y como indicas, esto necesita de la creación de una nueva institucionalidad. Y de ahí tenemos una propuesta, que no inventamos nosotros, porque hay muchísimas experiencias en el mundo que muestran que es una buena forma de gestionar potestades autonómicas en territorios subnacionales. Y una de esas nuevas instituciones para estas autonomías regionales podría ser, como planteamos, la creación de consejos regionales legislativos o pequeños parlamentos regionales. 

Un parlamentario en Chile representa a 96 mil habitantes y el promedio mundial es que un parlamentario representa a cerca de 85 mil habitantes. O sea, Chile no llega a ese promedio.

Hay que ser bien francos, y es que si queremos avanzar en una descentralización política, no sólo administrativa como la actual, que implique autonomía política de estos territorios, regiones, tenemos que crear una institucionalidad para viabilizar de manera sustantiva la autonomía legislativa. De otra manera, se caería en errores históricos de la autonomía y de la descentralización sin competencia útil ni concreta. La idea es poder redistribuir territorialmente el poder político legislativo. Esto, sabemos que asusta un poco, en términos de costo, sin embargo, cuando analizamos los datos de cuanto representa un legislador en chile en términos de números, vemos que un parlamentario representa a 96 mil habitantes y el promedio mundial es que un parlamentario representa a cerca de 85 mil habitantes. O sea, Chile no llega a ese promedio, por lo que cuando se argumenta que Chile tendría exceso de legisladores, al menos desde el punto de vista de a cuantos representan los legisladores, eso no es cierto. 

A nuestro parecer, la función está mal distribuida, concentrada, centralizada, y sobre la cual hay oportunidades de redistribuir. Por ejemplo, se podría tener un parlamento unicameral, pero con consejos legislativos regionales muy activos. Permitiría que lo que se legisle sea pertinente a los territorios, que se legisle de abajo hacia arriba, y así no se centraliza ni se demanda tanto al congreso nacional y que haya urgencias legislativas que se resuelvan en los territorios. 

- Eso, en la práctica, ¿puede generar que leyes a nivel nacional o proyectos de ley , se topen o choquen con iniciativas regionales?

- Eso lo tiene que decidir la Constitución. Las potestades y atribuciones legislativas del congreso nacional o plurinacional, así como las potestades de instituciones regionales, deben estar claramente definidos en la Constitución, para que no hayan estos topes que indicas. Las leyes sobre derechos relevantes se debaten a nivel nacional. No habrían leyes fundamentales distintas de una región a otra, como sí pasa en los estados federales, acá seguiría siendo un estado unitario, con autonomía legislativa en sus regiones, pero la Constitución debe poder establecer los límites de lo que se legisla a nivel nacional y a nivel regional.

- ¿Por qué Chiloé debiese, según ustedes, ser una región aparte de las zonas continentales? ¿Por qué, en particular, funcionaria mejor si tuviese una administración propia?

Ese criterio de conformarse de abajo hacia arriba debiese ser fundamental y debiese ser una máxima en el proceso constituyente a la hora de evaluar si seguimos con las 17 regiones que tenemos o es necesario reconocer a uno, dos, tres territorios más para aumentar las regiones.

- La regionalización actual se hizo dictadura, basada en criterios geopolíticos militares absolutamente arbitrarios. Con el término de la dictadura emergieron algunos movimientos regionalistas, algunos consiguieron crear nuevas regiones, como Valdivia, Arica, Ñuble, y ahí se dio algo de esa regionalización de abajo hacia, arriba, donde algunos territorios se conformaban y se autodefinen como comunidades político-territoriales específicas demandan la formalización de su condición de región al estado. 

Ese criterio de conformarse de abajo hacia arriba debiese ser fundamental y debiese ser una máxima en el proceso constituyente a la hora de evaluar si seguimos con las 16 regiones que tenemos o es necesario reconocer a uno, dos, tres territorios más para aumentar las regiones. El criterio que consideramos importante es que una región no se debería definir por tamaños equivalentes, sino que una región es una comunidad que se distingue por su homogeneidad cultural, su historia, geografía, económica. Una región es una comunidad autónoma en términos políticos e históricos. Y con esa máxima, podemos tener una regionalización de abajo hacia arriba. Con un estado que reconozca esa máxima, es normal que existan regiones más grandes que otras. Es normal, es sana y esperable que vayan a existir regiones más grandes que otras.

El caso de Italia, por ejemplo, un país que es la mitad de Chile en tamaño, sin embargo tiene 20 regiones autonómicas,la más grande es Lombardía con su capital Milán con más de 10 millones de habitantes y la más pequeña tiene 128 mil habitantes, incluso menos habitantes que Chiloé, que tiene 170 mil habitantes. 

Es importante el reconocimiento de Chiloé como región porque tenemos una vida en común dentro de este territorio, de este archipiélago, de más de 40 islas habitadas, lo que consolida una manera particular de vida. Para proteger esa manera de vida, las urgencias, los desafíos, es necesario asegurar ciertos niveles de autonomía política, económica, legislativa, que nos permitan canalizar esa particularidades. Por eso para nosotros tiene lógica que una comunidad como esta demande autonomía como región.



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.



Los Más

Comentarios

Comentarios

Lo encuentro fantástico, muy de acuerdo con los planteamientos de este movimiento, llevo 10 años viviendo en el sur, antes vivía en Santiago y cada día compruebo la frase "Santiago es Chile", muy frustrante verdad.

Muy acertada la entrevista que se le hace a Eduardo Mondaca, gracias por abrir este espacio tan importante en interferencia. Los que habitamos este territorio sabemos de qué habla y además estamos orgullosos de tener a Eduardo como líder y vocero del movimiento, como también de nuestra constituyente Adriana Ampuero. Adriana ha respondido con creces al mandato "soberano" como constituyente y ha desplegado todos sus esfuerzos en el territorio para el desarrollo de la convención constituyente, Gracias y saludos.

Añadir nuevo comentario