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Sábado, 26 de Julio de 2025
Convención Constituyente

Convencional Labbé (MSC): "La comisión de reglamento no tiene el monopolio sobre los plebiscitos dirimentes, por lo que no está decidido"

Camila Higuera

En el contexto de la discusión que se ha dado por la ratificación del quórum de los ⅔ y del rechazo a la creación de plebiscitos dirimentes, la Comisión de Participación Popular tiene un importante rol, puesto que es este espacio el que tiene la tarea de proponer las instancias de vinculación de la Convención con los pueblos. 

Este pasado miércoles, la Subcomisión de Normas de la Comisión de Reglamento de la Convención Constituyente decidió mantener el quórum de ⅔ para la aprobación de las normas con 6 votos a favor y 5 en contra, al mismo tiempo que se rechazó la idea de realizar un plebiscito dirimente que pueda resolver aquellos temas que no logren el quórum establecido. 

Esta situación despertó una serie de reacciones en todo el espectro político de la Convención y puso en evidencia una vez más las tensiones que hay entre el Partido Comunista y el Frente Amplio, colectividad que defiende los ⅔ establecidos en el Acuerdo por la Paz. 

Por otro lado están los miembros de la Comisión de Participación Popular y Equidad Territorial quienes tienen que elaborar su propia propuesta de reglamento que integre mecanismos de vinculación entre la CC y los territorios, lo que está directamente relacionado con la creación de una normativa que regule los plebiscitos dirimentes y el de salida.

Si bien esta Comisión aún no ha discutido la situación del plebiscito en profundidad, a fines de la semana ya deberían tener más claridades respecto a la propuesta que se pueda levantar en la materia, según indicó a este medio el convencional de Movimientos Sociales Constituyentes (MSC) Bastián Labbé, integrante de la Subcomisión de Orgánica y Normas de Participación Popular y Equidad Territorial.

Por ahora existiría el consenso de que un plebiscito intermedio que zanje los temas complejos que se discutan en la Convención es una forma directa y vinculante de participación y que además es un tema que involucra directamente a la Comisión de Participación Popular, independiente de lo que decida la Comisión de Reglamento en ese espacio.

Según esto último, Labbé indica que estaría dispuesto a elaborar una propuesta con otros sectores políticos en la Comisión de Participación que establezca que en aquellas materias que no se logren los ⅔ –o idealmente un quórum basado en la mayoría– puedan ser sometidas a una serie de revisiones en el pleno, subcomisiones o comisiones, y que si nuevamente existe un apoyo superior a la mayoría simple pero no logra obtener los ⅔, sea sometido a un plebiscito.

En ese sentido, Bastián Labbé aclaró que “la Comisión de Reglamento no tiene el monopolio del reglamento, por lo que no tiene la decisión final de incluir esto [plebiscito] o no”.

En ese sentido, Bastián Labbé aclaró que “la Comisión de Reglamento no tiene el monopolio del reglamento, por lo que no tiene la decisión final de incluir esto [plebiscito] o no”. Además, agregó que si bien existen otras instancias de participación y vinculación con el proceso constituyente, como las asambleas o cabildos, la necesidad de generar esta instancia responde directamente a que la regla de los ⅔ fue impuesta a la Convención y establece un quórum supramayoritario y “por ende, el plebiscito obviamente genera un espacio directamente vinculante con la población en la toma de decisiones”, dijo el convencional a INTERFERENCIA.

Lo mismo indicaron ayer en un punto de prensa en el ex Congreso las constituyentes Alondra Carrillo (MSC), Natividad Llanquileo (Pueblo Mapuche), Ingrid Villena (LDP) y Bárbara Sepúlveda (PC), quienes junto a Daniel Bravo (LDP) habían presentado la propuesta de cambiar los ⅔ por uno de 4/7, lo que fue rechazado por la Subcomisión de Normas.

En el punto de prensa, las convencionales declararon que el quórum supramayoritario es un mecanismo que sistemáticamente permite que minorías obstruyan el logro de acuerdos, por lo que se hace imperante que los pueblos entren a definir temas relevantes democratizando el proceso de deliberación que significa la construcción de una nueva constitución.

Por ahora se mantiene la incertidumbre respecto a cómo actuará el bloque del Frente Amplio y del Colectivo Socialista cuando se vote el reglamento del quórum en el pleno. Hay quienes indican que el FA tiene un núcleo duro que probablemente no dejará de defender los 2/3 , pero tiene otros convencionales que no se adhieren con tanta firmeza a la decisión del colectivo y que podrían apoyar la aplicación de un quórum de las mayorías.

Estos días la figura del abogado Fernando Atria (FA), integrante de la Subcomisión de reglamento ha estado en el centro de las críticas por ser una de las figuras de izquierda que junto a Ricardo Montero (Colectivo Socialista), optaron por mantener los ⅔ y cuyo voto se sumó a los de Marcela Cubillos (UDI), Ruggero Cozzi (RN), Fuad Chahín (DC) y Guillermo Namor (Independientes No Neutrales).

Además, el convencional Atria se refirió a su inicial rechazo a la existencia de un plebiscito dirimente indicando que le preocupan las expectativas que estos puedan generar fuera la Convención, puesto que en el caso de que no haya ningún tema bloqueado que requiera de un plebiscito, la población podía leer la situación como si fuera el resultado de una cocina política que juegue en contra la legitimidad del proceso constituyente.

Por otro lado, el 22 de abril del presente año, el vicepresidente Jaime Bassa envió una carta al director de El Mercurio, donde dejaba manifiesta su voluntad de realizar plebiscitos intermedios, ya que según demuestra la experiencia internacional de otros procesos similares, los plebiscitos son un buen mecanismo de desbloqueo y también amplía la participación ciudadana. 

Por otro lado, el 22 de abril del presente año, el vicepresidente Jaime Bassa envió una carta al director de El Mercurio, donde dejaba manifiesta su voluntad de realizar plebiscitos intermedios, ya que según demuestra la experiencia internacional de otros procesos similares, los plebiscitos son un buen mecanismo de desbloqueo y también amplía la participación ciudadana. 

“No podemos perder de vista que este ha sido un proceso impulsado desde la ciudadanía, que demanda una profundización de la democracia no solo en su dimensión representativa, sino que también participativa. Ambos elementos serán claves para la legitimidad del nuevo orden constitucional”, finalizó Bassa. Considerando que el vicepresidente es uno de los referentes del FA podria significar que el bloque completo se inclinara por apoyar un plebiscito dirimente.



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La cuestión del plebiscito dirimente es absolutamente central, para la teoría de la democracia (y del poder constituyente) y para la práctica de la democracia.. El argumento de Atria recuerda tristemente "la medida de lo posible" de Aylwin. Además, considera que la comprensión ciudadana del proceso constituyente es limitada, como si la ciudadanía no entiendera la diferencia entre un acuerdo amplio (que no requeriría de plebiscito) y un acuerdo de mayoría (donde una minoría consistente no participa del acuerdo). Toda validación democrática suplementaria de las decisiciones (plebisicito dirimente) solo agrega legitimidad a las decisiones, nunca le quita legimidad. Eso en la teoría. En la práctica, sabemos que algunas transformaciones profundas no contarán con el apoyo de los sectores centristas o liberales, pero podrían contar con el apoyo de una mayoría popular. El plebiscito dirimente es un primer paso concreto hacia una práctica de la democracia participativa. La Nueva Constitución debe enunciar la democracia participativa, y también, para ser coherente consigo misma, afirmarse en una práctica participativa, vinculante, popular, y universal. La pedagogía de la democracia requiere más que un Si o un No, un Apruebo o Rechazo, requiere participar en la escritura misma de la democracia.

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