El lunes 9 de marzo la Comisión de Constitución de la Cámara de Diputados aprobó en general, por siete votos contra seis, el proyecto de reforma constitucional presentado por el gobierno de Sebastián Piñera que facultaría al Presidente de la República a sacar de los cuarteles a las Fuerzas Armadas con tal de resguardar “infraestructura crítica” en casos de “grave alteración al orden público”, esto sin necesidad de decretar un estado de excepción constitucional.

Pese a este triunfo del gobierno en la Comisión, la realidad al interior de la Cámara de Diputados pone en aprietos esta iniciativa que el gobierno considera vital para controlar el estallido social, medida que es impulsada por el ministro de Defensa, Alberto Espina. El problema para el oficialismo es porque la Democracia Cristiana (DC), partido que en otras ocasiones ha respaldado la agenda legislativa del Ejecutivo, se encuentra dividida en cuanto a dar sus votos a favor.

En la Comisión de Constitución el voto de Matías Walker (DC) fue clave para aprobar la medida que ya fue validada en el Senado. Pero a medida que pasan los días, los diputados falangistas de a poco han ido confirmando su rechazo al proyecto.

En enero pasado, el presidente de la Cámara, Iván Flores (DC) dijo que no respaldaría la iniciativa. Ayer a través de Twitter, el jefe de bancada del partido, Gabriel Ascencio, confirmó la misma posición. Más tarde, en conversación con INTERFERENCIA, el diputado demócratacristiano, Gabriel Silber, dijo que también rechazará, argumentando que no se puede legislar sobre este tema en un contexto de conmoción social.

Nuestro medio también conversó con Joanna Pérez y Jorge Sabag, diputados falangistas que representan a la Región del Bío Bío. Ambos aseguraron que no tienen definida una postura, pero que hasta ahora se inclinan por aprobar la iniciativa.

La bancada de la DC tiene 16 parlamentarios -incluyendo a los independientes Carlos Abel Jarpa, Fernando Meza y Pepe Auth- y todos estos votos son fundamentales para el gobierno, considerando que al ser el proyecto una reforma constitucional al artículo 42, requiere de 3/5 (93 votos) para ser aprobado. 

De esta forma el escenario es difícil para Piñera y Espina, puesto que si se suman los diputados de Chile Vamos junto con los independientes afines al gobierno, alcanzan 73 votos, por lo que necesitarían otros 20 adicionales, los que en otras ocasiones han salido en gran parte de la Democracia Cristiana.

La incertidumbre es la clave

En la oposición hay demasiadas dudas como para dejar pasar esta iniciativa, principalmente pues hasta hoy no se sabe qué es la “infraestructura crítica” y supuestamente más adelante el Ejecutivo enviará un proyecto de ley que definiría con claridad de qué es en realidad. 

De aprobarse esta legilsación sin tener un concepto claro de su materia, existe el temor de que Sebastián Piñera pueda recurrir a la medida y él mismo definir mediante un decreto supremo qué pueden resguardar las Fuerzas Armadas, por ejemplo un supermercado, pese a que Alberto Espina ha negado que dichos establecimientos estén considerados en la iniciativa. Esto se ve como algo delicado en el actual escenario, donde desde el 18 de octubre no han cesado las violaciones a los Derechos Humanos a lo largo del país.

En la Comisión de Constitución los diputados que no son oficialistas realizaron una serie de preguntas al ministro Espina, para hacerse una idea de qué tomará en cuenta el gobierno para definir “infraestructura crítica”, las cuales no respondió. Posteriormente, INTERFERENCIA tomó sus reacciones

El diputado Gabriel Boric (Convergencia Social) acuñó una de las dudas:

“Espina nunca precisó cuál es la naturaleza de la amenaza que tiene que existir para que se pueda permitir la salida de militares a la calle para resguardar infraestructura crítica. Hay mucha experiencia comparada y me parece que el gobierno no dio respuesta a preguntas esenciales para poder discutir un proyecto de ley de esta magnitud. Por tanto no estoy disponible para que las Fuerzas Armadas medien en un conflicto político social como el que actualmente tenemos en Chile y que eventualmente terminen violando derechos humanos”, dijo.

Por su parte, el diputado del Partido Humanista, Tomás Hirsch, planteó a nuestro medio la duda sobre cuál será el rol de las Fuerzas Armadas a la hora de resguardar algún espacio:

“El proyecto dice que van a poder resguardar la infraestructura crítica pero no restablecer el orden público, por lo tanto es una situación incomprensible. Es decir, qué van a hacer cuando llegue gente ¿les van a tomar fotos? ¿Cuál es la intención? ¿Causar temor? Se le preguntó cuántos Carabineros estarían destinados a resguardar infraestructura crítica y dijo que es algo que hay que ver con Carabineros. Luego habló de que se había intentado atacar infraestructura crítica, pero no pudo dar ningún dato concreto sobre esto”, señaló.

En tanto, el diputado del Partido Socialista, Leonardo Soto, dijo a INTERFERENCIA que uno de los defectos del proyecto es que “el gobierno lo justifica en la necesidad de poder enfrentar de mejor manera el estallido social y los disturbios civiles. Es decir, que la presencia de militares contribuya a controlar el orden público. Me parece que sacar a los militares de los cuarteles es una amenaza a la vida de las personas que se manifiestan y también a nuestra democracia”.

Una de las críticas a Espina fue que basa este proyecto de ley en una “hipótesis” de que la infraestructura crítica se vería amenazada.

Este martes 10 de marzo, la comisión discutirá y votará en particular el proyecto de ley.