Estamos donde tú estás. Síguenos en:

Facebook Youtube Twitter Spotify Instagram

Acceso suscriptores

Jueves, 17 de Julio de 2025
Memoria

Junto al presidente del gobierno español y familiares de Salvador Allende, Boric homenajea al ex mandatario chileno en EE. UU.

Diego Ortiz (desde Nueva York)

El presidente Boric junto a ministros Marcel y Urrejola en conferencia de prensa previo al homenaje

El presidente Boric junto a ministros Marcel y Urrejola en conferencia de prensa previo al homenaje
El presidente Boric junto a ministros Marcel y Urrejola en conferencia de prensa previo al homenaje

La reunión se dio en el Instituto Cervantes en Nueva York para conmemorar los 50 años del discurso de Allende ante la ONU en 1972, misma instancia en la que habló Gabriel Boric el pasado martes. A medio siglo de las palabras del ex presidente, su exposición mantiene vigencia –y comparte algunos elementos con la de Boric, como críticas a la profunda desigualdad chilena y mundial.

El mandatario chileno Gabriel Boric y el presidente del gobierno español Pedro Sánchez, acompañados brevemente por su homónimo peruano, Pedro Castillo, se dieron cita ayer en el Instituto Cervantes, en Manhattan, para rendir homenaje al discurso prestado por Salvador Allende ante la ONU hace 50 años. También participaron la hija del ex presidente, la senadora Isabel Allende, y su nieta, la bióloga y documentalista Marcia Tambutti.

Ubicados en un auditorio en el subterráneo del instituto, delegaciones del gobierno chileno y español, familiares del presidente Allende y la Orquesta Juvenil Municipal de La Pintana –invitada por el gobierno especialmente para la ocasión– rememoraron el ovacionado discurso de 1972; un día después de que Gabriel Boric se estrenara exponiendo ante las Naciones Unidas. (Revise acá el discurso de Allende y acá el de Boric).

Separados por 50 años, ambos discursos ante la Asamblea General de la ONU comparten algunas similitudes, más allá de cómo se inician (Boric, en una suerte de homenaje in situ, comenzó su exposición con un “Vengo de Chile”, al igual que Allende). De extensiones dispares –Allende habló por más de una hora, mientras que Boric lo hizo por 22 minutos–, la fuerte crítica a la desigualdad nacional e internacional fue un elemento central en las dos presentaciones.

Allende destacó que durante los años que empresas extranjeras explotaron el cobre antes de que el gobierno lo nacionalizara, éstas “se llevaron más de cuatro mil millones de utilidades, en circunstancias que su inversión inicial no subió de 30”. Boric reparó en la crisis climática, con Chile cumpliendo 7 de los 9 criterios de vulnerabilidad ambiental de Naciones Unidas cuando es responsable de sólo un 0,24% de las emisiones de gases de efecto invernadero

Los contextos, claro está, eran distintos, por lo que los hilos conductores también. Mientras Salvador Allende detalló ante las Naciones Unidas las agresiones del imperialismo a su gobierno, uno que buscaba redistribuir la riqueza mediante profundos cambios económicos, Boric advirtió sobre las consecuencias de desoír el malestar de la gente que habita “uno de los países más desiguales del mundo”: un estallido social que muchos, incluidos varios de los oyentes del presidente chileno, no vieron venir.

Allende destacó que durante los años que empresas extranjeras explotaron el cobre antes de que el gobierno del ex mandatario lo nacionalizara, éstas “se llevaron en ese lapso más de cuatro mil millones de utilidades, en circunstancias que su inversión inicial no subió de 30”. Boric reparó en la crisis climática, con Chile cumpliendo 7 de los 9 criterios de vulnerabilidad ambiental de Naciones Unidas cuando es responsable de sólo un 0,24% de las emisiones de gases de efecto invernadero, mientras “las economías más grandes del G20 […] producen el 80%”.

El llamado a la paz y al respeto por los derechos humanos también se repite. En 1972, Allende lo pidió para Indochina y para Vietnam. Hace dos días, Boric calificó como una “injusta guerra de agresión” rusa el conflicto con Ucrania; pidió la liberación de presos políticos en Nicaragua; llamó a no naturalizar las violaciones a los derechos humanos en Palestina; y llamó a movilizar esfuerzos para detener la violencia contra las mujeres a propósito del asesinato de Mahsa Amini a manos de la policía iraní por no utilizar velo.

El presidente Boric, también, condenó la “represión descontrolada” durante el gobierno de Piñera, calificándola como una “grave violación a los derechos humanos que debe ser reparada”. Allende –la historia nos recuerda– no tendría la oportunidad de denunciar crímenes de lesa humanidad en Chile.

El actual mandatario chileno hizo mención de la palabra dignidad, asegurando que “somos un país que lleva largo tiempo buscando su propio camino hacia” ésta. Allende relevó el poner “al servicio de las enormes carencias del pueblo la totalidad de nuestros recursos económicos” como algo necesario en miras de “la recuperación para Chile de su dignidad”.

Un elemento pareciera rodear todo lo expresado en ambos discursos: la constante desigualdad.

Épocas distintas, hilos conductores y extensiones diferentes, ciertos grandes males en la sociedad persisten, imposibles de superar por el sistema imperante desde hace más que los 50 años que separan el discurso de Salvador Allende con el de Gabriel Boric.

Un elemento pareciera rodear todo lo expresado en ambos discursos: la constante desigualdad.

Nota del editor: Este artículo fue modificado posterior a su publicación, puesto que mencionaba a Pedro Sánchez como presidente de España cuando su cargo es presidente del gobierno de España



Los Más

Ya que estás aquí, te queremos invitar a ser parte de Interferencia. Suscríbete. Gracias a lectores como tú, financiamos un periodismo libre e independiente. Te quedan artículos gratuitos este mes.



Los Más

Comentarios

Comentarios

De "desigualdad" nadie se muere, la gente se muere de pobreza, como en algunos de los países desde los que sus habitantes arrancan hacia Chile.

Es imposible hacer una comparación entre dos cosas que no tienen ni un punto de comparación. Realizar un homenaje al expresidente Salvador Allende, mediante la visioadición de aquél discurso histórico en la ONU (1972) en el Instituto Cervantes de Nueva York, es lo único plausible...., toda vez que se haga con admiración y humildad, habida cuenta la estatura munumental de Allende. Que el actual presidente Boric pronuncie un discurso emulativo, no es más que un remedo de muy mal gusto e irrespetuoso para quien se pretende homenajear.

Muy de acuerdo con Fernando. No existe comparación posible. Peor aún cuando se busca forzarla. El discurso de Allende fue antiimperialista, el de Boric solo buscaba mostrar un país estable y seguro para los inversionistas con el fin de decirles de que acá los negocios se respetan, aunque sea a costa de los proprios chilenos ... Escuchar a Boric contar que se reunió con el/la presidente éste/a y aquél/la, como buscando legitimarse por la cercanía a tales personajes y no en virtud de representr al pueblo chileno... patético...

La verdad es que no tengo idea a qué mierda fue el sr Boric a los EEUU; a pedir disculpas, a hacer negocios para invertir (en las micro empresas nica,) A qué fue..?

Al menos su comportamiento es parecido a la de un títere o a una suerte de marioneta...no de un Presidente como Salvador Allende...y que seamos todos diferentes, eso siempre será en buen hora, pues es la esencia del ser humano el ser único e irrepetible, salvo en el pensamiento de los poderosos sin escrúpulos y conocidos por todos. Hay muchas preguntas sin respuesta, y nadie quiere responderlas.

Añadir nuevo comentario