El femicidio se define como un crimen de odio con contexto de violencia de género, un acto de violencia extrema contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. Según la ley 20.480, un femicidio es el asesinato de una mujer realizado por quien es o ha sido su esposo o conviviente. Ha sido, además, tema favorito de la crónica roja nacional. Cabe recordar las horas dedicadas en los matinales y noticiarios de televisión al asesinato de Fernanda Maciel, el ataque a Nabila Rifo o el de Gabriela Alcaíno y su madre . Generalmente, estas noticias han tendido a naturalizar o minimizar la violencia de género, lo que no ha pasado desapercibido para académicos, agrupaciones feministas y para el mismo Colegio de Periodistas, que define estas actitudes de la prensa como “sexistas”.
“El amor y los celos la mataron”, fue titular del diario chileno La Cuarta en marzo de 2016. El mismo medio, ante un femicidio frustrado tituló: “Hizo anticucho a la polola” en 2015. Éste, como otros, son parte de los ejemplos más explícitos cuando hablamos de violencia hacia las mujeres en la prensa. Sin embargo, el sexismo es pan de cada día en la construcción de informaciones.
“¿Pueden sobrevivir las astronautas sin maquillaje?”, fue una de consultas de un reportero en conferencia de prensa a seis mujeres astronautas integrantes del experimento Luna-2015, según indica New York Magazine. Preguntas sin contexto en ruedas de prensa o titulares como “Las 6 deportistas más sexys de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro”, de El Mundo Deportivo de España son situaciones habituales que han despertado distintas campañas contra los medios machistas.
“¿Cómo se siente ser el único hombre del mundo que disfruta trabajando con su mujer?” fue la pregunta que en mayo del 2018 el notero chileno Gonzalo Feito le hizo a Javier Bardem, quien presentaba una película en el Festival de Cannes junto a la actriz Penélope Cruz, quien también es su esposa. Bardem calificó la pregunta "de mal gusto", a pesar de que el periodista insistió en que era "divertida". Claramente, con respecto al tratamiento informativo de femicidios, las preguntas que los periodistas hacen y la manera de informar pueden tener un impacto mayor.
El 2019 finalizó con 45 mujeres en Chile víctimas de femicidio, cifra más alta que el año 2018, con 42 femicidios. Entre el año 2010 y 2019, la cifra suma 412 mujeres víctimas de femicidio. Para las autoridades, a mediados de los años noventas, de vuelta la democracia, la prioridad eran las campañas contra la violencia intrafamiliar, con un Servicio Nacional de la Mujer recién creado, por lo que el tratamiento en los medios de estos crímenes no era tema de debate. Sin embargo, con el auge de las redes sociales, los análisis de académicos y a través del foco del género y del feminismo, durante la última década el modo en que los medios han tratado estos delitos ha sido tema de discusión pública.
En noviembre de 2016 el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, la Red de Asistencia a Víctimas de la Subsecretaría de Prevención del Delito y el Consejo Nacional de Televisión publicaron un Manual de Recomendaciones para el Tratamiento Mediático de la Violencia contra Niñas y Mujeres.
En aquella ocasión la ministra vocera de Gobierno, Paula Narváez, dijo que “el cambio cultural depende de todos y de todas. También de los medios de comunicación, de informar de manera veraz, de manera precisa, con responsabilidad y poner los conceptos que hay que poner cuando hablamos de violencia de género”.
Sin embargo, distintos medios de comunicación ha hecho caso omiso a varias de las recomendaciones cuando informan sobre femicidios o violencia hacia las mujeres. Uno de los casos recientes, corresponde al del asesinato de Fernanda Maciel, cuyo cadáver fue encontrado en junio de 2019, enterrado en una bodega cercana a su vivienda en la comuna de Conchalí, tras desaparecer el 10 de febrero de 2018. Hasta el día de hoy el único imputado, Felipe Rojas, sigue guardando silencio.
“En los medios hace poco que se está hablando de femicidio, muchas veces se habló de ‘crímenes pasionales’ o ‘la mató por celos’. Los hechos están enfocados en relatar cómo fue asesinada, sin dar una dimensión social que denuncie lo que implica realmente la violencia de género y siempre aparece la foto de la mujer, casi nunca aparece el femicida. Además, suelen ser solo fuentes policiales y judiciales y no hablan con expertas que puedan dar cuenta que es un hecho social y no un crimen solamente, sino que tiene que ver con la estructura patriarcal y machista”, explica a INTERFERENCIA la académica Sandra López Dietz, la primera mujer en dirigir la carrera de Periodismo de la Universidad de la Frontera (UFRO).
“Nuestro diagnóstico es que los medios reproducen estereotipos de género, que tienden a relativizar la violencia hacia las mujeres, a farandulizarla, informan en base a prejuicios entorno a las mujeres y siempre ponemos como ejemplo los casos de femicidios. También tienden a invisivilizar la diversidad de roles de las mujeres, a mostrarlas en un solo rol. Y esas prácticas están instaladas en los medios, en sus líneas editoriales y en el ejercicio del periodismo”, comenta INTERFERENCIA Nataly González, encargada de Género del Colegio de Periodistas de Chile.
En junio de 2019 “24 Horas Central” lanzó el reportaje “¿Qué tanto conocemos de su personalidad?”. El trabajo periodístico indicaba los detalles del informe criminalístico forense del Ministerio Público, refiriéndose a Fernanda Maciel, como una mujer con una personalidad “nada de fácil”, entre otros aspectos. El reportaje generó rechazo en gran parte de ciudadanía el cual se vio reflejado en el Consejo Nacional de Televisión (CNTV), resultando con más de 1000 denuncias.
“Describe a Fernanda Maciel, entregando información de su informe psicológico. Se entrega una percepción errónea de que los femicidios están justificados, normalizándolos y reproduciendo la violencia de género”, indica parte de la denuncia CNTV.
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La cobertura del caso de Nabila Rifo, quien sufrió una brutal agresión en 2016, ha sido para la académica Sandra López uno de los ejemplos más vergonzosos de información sexista en los medios de comunicación chilenos: “Les importaba más el morbo del hecho, cuestionar a la mujer, su vida, indagando en su sexualidad, de alguna forma justificando los hechos, como que hubiesen mujeres que merecen ser asesinadas o sufrir violencia de género”.
“La usaron en los matinales, en Bienvenidos hablaron hasta del examen ginecológico, una vergüenza y solo para vender, porque al ser empresas les importa el golpe mediático. Esto habla de un falta de responsabilidad social, de ética y una postura ideológica de las líneas editoriales de los medios, y que también a los periodistas les falta formación. Los medios de comunicación son cómplices porque han naturalizado y banalizado la violencia hacia la mujer y no han querido tener un rol en erradicar la violencia de género”, enfatiza Sandra López, quien también es codirectora del Observatorio de Medios y Movimientos Sociales de la UFRO (OMMS) e investigadora del Centro de Investigación en Comunicación, Discurso y Poder (CDP).
Formación y medidas: pequeños avances
Este tipo de tratamiento de la información, con sesgos sexistas, ha generado que el mismo Colegio de Periodistas haya realizado una campaña para alertar a sus colegas sobre estas prácticas. En 2018 lanzaron la campaña “Medios no Sexistas”, con una serie de acciones para “visibilizar prácticas discriminatorias contra las mujeres en los medios de comunicación del país y promover un periodismo ético y respetuoso de los derechos de las personas”. La campaña incluye una guía para periodistas, que entrega consejos sobre la manera en que se deberían tratar estos temas en medios.
“Constantemente observamos , como colegio de periodistas, cómo se comportan los medios en temas de tratamientos sexismo y hacemos talleres, capacitaciones, conversaciones en las escuelas de periodismo. Nos interesa tener estas instancias en las escuelas de periodismo, porque creemos que si queremos erradicar el sexismo en los medios, tenemos que hacerlo en la formación. Y hemos visto que es muy poca la formación, en las escuelas de periodismo, en derechos humanos y en perspectiva de género”, afirma Nataly González.
González agrega que debido a la falta de formación respecto a los derechos de las mujeres, es positivo que los periodistas se formen en estas temáticas.
“La autora Rita Segato señala muy bien cómo convierten en espectáculo estos hecho de violencia de género en los medios de comunicación y hace dos años aproximadamente gracias al movimiento feminista se ha cuestionado que en las mallas de periodismo casi no se ven asignaturas de género, pero esto aún no se refleja en cambios”, señala Sandra López.
También es un tema que preocupa al Consejo Nacional de Televisión. En una cuartilla desarrollada por ellos, en conjunto con la Red de Asistencia a Víctimas, se indican algunas recomendaciones a comunicadores sobre cómo informar en casos de violencia de género, entre ellas, fomentar la denuncia, proteger a las víctimas y contextualizar la información.
La producción periodística y reproducción de estereotipos de género, así como la violencia de género en lo que publican los medios de comunicación es objeto estudio de diferentes investigaciones feministas y estudios académicos.
Por ejemplo, la Fundación Heinrich Böll en el documento “Medios de comunicación y homicidios de mujeres por razones de género: apuntes sobre los casos de Europa y América latina”, indica que en la cobertura mediática de los femicidios y de la violencia contra las mujeres se han identificado cuatro enfoques, especialmente en televisión, que debiesen evitarse: el enfoque policial o “solo los hechos”; el que considera que dichos eventos involucran a personas diferentes a “nosotros”; el que culpa a las víctimas y/o excusa al victimario; y el enfoque de identificar al perpetrador como "normal".
El año 2017 la web chilena Las Portadas de tu Vida publicó un estudio sobre mujeres y portadas de prensa escrita. El estudio se enfocaba en las portadas como el espacio “más importante de un periódico, pues en ella se priorizan las noticias: se elige algunas por sobre otras, se discute el titular y se elige la fotografía que mejor represente el hecho, por tanto obedece a una edición que devela un criterio editorial”. Sus resultados evidenciaban que sólo un 18,4% de los medios estudiados tienen portadas relacionadas con mujeres, con una muestra de 344 portadas.
Al profundizar en el análisis de los titulares referidos a mujeres, el estudio evidenció que las temáticas en las que aparecen relacionadas ellas están vinculadas a Política, Espectáculos, Policial, Sociedad y Deportes, mientras que los hombres están vinculados a Política, Deportes, Policial, Internacional y Tecnología, evidenciando diferencias y roles pre-establecidos en la sociedad.
Sobre las fotografías en portadas, el estudio indica que aunque era un porcentaje bajo, había algunas que mostraban personas semidesnudas o con ropa interior. Las fotos de este tipo en el caso de las mujeres (7,1%) era casi diez veces mayor que en el caso de fotos de hombres (0,8%).
“Vemos que son prácticas muy difíciles de cambiar, pero en los medios hemos visto que algo se ha avanzado. Hay medios en Chile que han incorporado secciones de género, editoras de género y algunos medios que se han declarado feministas, y desde ahí uno puede evaluar cuánto se ha llevado a la práctica”, cree Nataly González.
“Es un hueso duro de roer”, agrega con una sonrisa.
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