El 26 de enero de este año, el Consejo para la Transparencia (CPLT) tuvo una sesión ordinaria normal, salvo por un anuncio. En las cuestiones previas a la reunión -tal como señala el acta de la sesión- la consejera Natalia González señaló a los otros tres miembros del Consejo que había sido informada de que se iba a convertir en parte del Comité de Expertos para el nuevo proceso constitucional, función a la que llegó debido a una propuesta de la UDI:
“Atendido los plazos impuestos para desarrollar el cometido mandatado por la Constitución y el reglamento de funcionamiento del nuevo proceso constitucional, los principios de buena fe en el ejercicio de sus funciones como consejera y de probidad para evitar cualquier tipo de conflicto de interés en el ejercicio de una u otra función (...) lo razonable es que suspenda o deje de asistir a las sesiones, ordinarias o extraordinarias, del Consejo durante el período de tiempo antes indicado [6 de marzo al 7 de junio], por cierto, sin goce de dieta”, señaló González en esa reunión.
El Consejo -integrado en ese momento por Francisco Leturia, Gloria de la Fuente, Natalia González y Bernardo Navarrete- acordó haber tomado conocimiento de la información, acreditó que no hay norma que impida el ejercicio de ambos cargos, pero señaló que para el buen funcionamiento del Consejo, González tendría que asistir a las reuniones en las que uno de los otros tres consejeros no pudiera concurrir, para así cumplir con el quórum que la ley exige para sesionar.
Sin embargo, desde el cambio de gabinete del viernes pasado ya no estarán los otros tres consejeros. En efecto, Gloria de la Fuente, quien fue consejera del CPLT desde 2017, salió del cargo para ser la nueva subsecretaria de Relaciones Exteriores del gobierno de Gabriel Boric.
Sin poder reunir a tres consejeros, el Consejo no puede sesionar, lo cual implicaría que no podrán revisar numerosos casos de ciudadanos que realizan solicitudes de información pública via Ley de Transparencia, sin contar los amparos y reclamos de aquellos solicitantes que no quedaron conformes con las respuestas de los organismos públicos a estas consultas.
Su salida siembra la duda de qué pasará con el funcionamiento del Consejo ahora que, además, Natalia González ya entró en ejercicio de sus funciones como parte del Comité de Expertos para el nuevo proceso constituyente. Esto se traduce en dos consejeros a tiempo completo y una que estará ocupada en las labores propias de dicho proceso constituyente.
Sin poder reunir a tres consejeros, el Consejo no puede sesionar, lo cual implicaría que no podrán revisar numerosos casos de ciudadanos que realizan solicitudes de información pública via Ley de Transparencia, sin contar los amparos y reclamos de aquellos solicitantes que no quedaron conformes con las respuestas de los organismos públicos a estas consultas.
Fuentes cercanas al CPLT confirmaron a Interferencia que este tema ha sido motivo de conversación y preocupación en el Consejo, considerando que la designación de un nuevo consejero o consejera para el CPLT requiere que el gobierno haga una designación que cuente con el acuerdo de los dos tercios del Senado, lo cual usualmente no se soluciona con mucha velocidad.
Este tema ha sido motivo de conversación y preocupación en el Consejo, considerando que la designación de un nuevo consejero para el CPLT requiere que el gobierno haga una designación que cuente con el acuerdo de los dos tercios del Senado, lo cual usualmente no se soluciona con mucha velocidad.
Esto sin considerar que, si Natalia González participa de las sesiones, podría incurrir en conflictos de interés debido a su rol de experta en el nuevo proceso constitucional.
Interferencia se contactó con González para resolver estas dudas, quien sólo señaló que “como es un tema que recién se suscitó el viernes, y que se gatilla por una decisión del gobierno de nombrar en una subsecretaría a una ex consejera del Consejo para la Transparencia, el tema se está evaluando para el buen y estable funcionamiento de las respectivas instituciones”.
Nuestro medio también se comunicó con Gloria de la Fuente, para preguntarle sobre su abrupto paso desde el CPLT a Cancillería, considerando que el Consejo es un órgano que fiscaliza al ejecutivo en numerosas causas por Ley de Transparencia. Hasta el cierre de esta edición no contestó a las consultas
Interferencia también se comunicó con el Consejo para la Transparencia para obtener una versión oficial sobre este tema. Su presidente, Francisco Leturia, nos señaló que “el Consejo para la Transparencia seguirá funcionando dentro de los márgenes que establece la ley. Con el nombramiento de la ex consejera Gloria de la Fuente queda una vacante que nombrar, la cual tiene un procedimiento que ya está establecido en la ley”.
Comentarios
Tiene olor a cuoteo político,
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