Con el 99% de las mesas escrutadas, Gustavo Petro, candidato de Pacto Histórico, coalición de partidos de izquierda alternativa, fue electo este domingo como el nuevo Presidente de Colombia para el período 2022-2026.
Con más de 11 millones de votos (50,45%), Petro se impuso al derechista ex alcalde de Bucaramanga Rodolfo Hernández (47,3%), en un segunda vuelta donde no hubo trasvase total de votos entre las derechas y en que el candidato de Pacto Histórico consiguió sumar 2,7 millones de votos.
Este resultado transforma a Gustavo Petro en el primer Presidente de izquierda en toda la historia de Colombia, en un país con una vida electoral marcada por un fuerte anti izquierdismo, que surge principalmente del despliegue de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FARC) desde los 60 y que recién hoy se está abriendo a un cambio de paradigma político, luego de los Acuerdos de Paz de 2016 entre el gobierno y las FARC.
Asimismo, para buscar antecedentes de un izquierdista tan popular y tan cerca de llegar a la Casa de Nariño hay que retroceder hasta la elección presidencial de 1946, cuando Jorge Eliecer Gaitán, líder del partido Liberal, quedó en tercer lugar.
Gaitán marcaría un antes y un después en Colombia tras ser asesinado en 1948 en un evento conocido como el Bogotazo. Este magnicidio inició un largo periodo de guerra civil no declarada entre liberales y conservadores conocido como “La Violencia” y entre sus múltiples efectos tuvo la fundación de las FARC.
Ahora bien, Petro, de profesión Economista y ex guerrillero del M-19, llega a la presidencia como senador y tras dos candidaturas presidenciales fallidas. La primera en 2010, cuando quedó cuarto, y la segunda en 2018, cuando perdió en segunda vuelta contra Iván Duque, mandatario que deja el cargo con un 70% de desaprobación.
La elección de Petro también marca la salida del uribismo de la presidencia colombiana tras dos décadas ininterrumpidas de políticas neoliberales inauguradas por el derechista Álvaro Uribe y que sobrevivieron con su reelección subsecuente y las de sus seguidores, Juan Manuel Santos y el mismo Iván Duque.
El corolario de 20 años de uribismo fueron dos estallidos sociales en 2019 y 2021, en los que la ciudadanía fue reprimida con brutalidad por el gobierno de Duque.
El corolario de 20 años de uribismo fueron dos estallidos sociales en 2019 y 2021, en los que la ciudadanía fue reprimida con brutalidad por el gobierno de Duque. Las protestas tuvieron causas multifactoriales, pero en general se debió al agotamiento del modelo económico y la desigualdad social de un país con un PIB per cápita de US$5.334 y un índice de igualdad Gini de 54,2 (muy desigual).
En específico, parte de las causas de las protestas fueron desconocimiento del gobierno de Duque a los acuerdos de la paz con las FARC, la continuación de las matanzas de líderes sociales, la presentación de una Reforma Tributaria que buscaba aumentar los impuestos a la clase media y gravar la canasta familiar, así como una alta percepción de corrupción.
Hoy, Duque entrega a Petro una Colombia con un mercado de Empresas Promotoras de Salud (EPS) -símiles a las Isapres- en crisis, donde decenas serán liquidadas con pérdidas estimadas en $2 billones de pesos colombianos (US$512 millones), dejando a más de 10 millones de colombianos sin seguro médico.
Petro también recibe una Colombia con denuncias por parte de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) contra la represión policial durante las protestas de 2021 que dejó más de 80 muertos y 1200 heridos, además de 129 desaparecidos y 103 heridos oculares. Interferencia junto al Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (Clip) trabajó en una serie de reportajes sobre ‘El Negocio de la Represión’, en lo que abordó el uso de ‘Venom, el armamento no letal que aterrorizó a Colombia’.
Respecto a la pandemia de Covid-19, Colombia reporta 14 mil casos activos y más de 139 mil muertos. Además de un plan de vacunación liderado por Duque que ha sido criticado por el mismo Petro desde su puesto como senador.
Hoy, Duque entrega a Petro una Colombia con un mercado de Empresas Promotoras de Salud (EPS) -símiles a las Isapres- en crisis, donde decenas serán liquidadas con pérdidas estimadas en $2 billones de pesos colombianos (US$512 millones), dejando a más de 10 millones de colombianos sin seguro médico.
En este escenario, ante un gobierno desprestigiado y un sistema político en crisis, en el que pudo surgir -por ejemplo- un personaje como Rodolfo Hernández y su coalición ‘Liga de los Gobernadores Anticorrupción’, es que el programa de gobierno de Petro debe actuar con celeridad y buscar responder a las demandas del pueblo colombiano.
En campaña, el candidato de Pacto Histórico prometió un plan de transformaciones que parte de la crítica al modelo extractivista petrolero, proponiendo un giro hacia las energías renovables y la diversificación agropecuaria. Ejecutar dicho plan requerirá buscar alianzas en las nuevas correlaciones de fuerza en el Poder Legislativo, donde también el uribismo está de capa caída.
En las elecciones legislativas de marzo, Pacto Histórico consiguió 28 de 188 asientos en la Cámara de Representantes -la baja-, siendo la segunda mayoría tras el partido Liberal, que obtuvo 32. En tanto, en el Senado la coalición del presidente electo se alzó como la primera mayoría con 20 escaños de 108, superando a conservadores y liberales.
Esta fuerza legislativa mayoritaria pero no hegemónica obligará a Petro a tender puentes y realizar la alianza con partidos como el Liberal, Comunes y Alianza Verde.
Esta fuerza legislativa mayoritaria pero no hegemónica obligará a Petro a tender puentes y realizar la alianza con partidos como el Liberal, Comunes y Alianza Verde, además de los ‘curules de la paz’, para conseguir los ‘votos útiles’ en la tramitación de sus futuros proyectos de ley para implementar su programa político.
Representación indígena y afrodescendiente
En su discurso de victoria, Gustavo Petro manifestó su deseo de transformar Colombia sobre las bases de su población indígena y afrodescendiente, reconociendo sus derechos y formas de organización para cambiar el modelo de desarrollo extractivista.
En este sentido, parte de la popularidad de Petro se debe a la representación social que significó su carta a la vicepresidencia, Francia Márquez.
Trabajadora de hogar, afrocolombiana y activista ambiental, Márquez ha impulsado una propuesta política que lleva por delante la defensa de los derechos humanos, especialmente, de las comunidades marginadas, sabiendo llegar a los sectores populares.
La importancia del binomio que forman el presidente y vicepresidente en Colombia surge de los poderes que el primer mandatario le otorga a su segundo. En este caso, dependerá de Petro delegar a Márquez sus poderes y obligaciones a futuro.
Giro a la izquierda en América
Si la Cumbre de Cúcuta y la formación de Prosur en 2019 fue un intento por los presidentes de América Latina por unir la política del continente hacia la derecha, el resultado tres años después es la derrota política total de sus representantes. Sebastián Piñera, Iván Duque, Mauricio Macri y Martín Vizcarra no lograron pasar su mandato a un personero de su signo político.
Esta debacle del Prosur podría continuar ante la proyección favorable que tiene Lula Da Silva para ser electo como presidente de Brasil por sobre Jair Bolsonaro en octubre de este año y ante el 80% de desaprobación del mandatario paraguayo Mario Abdo, en vistas de las elecciones de 2023.
Si la Cumbre de Cúcuta y la formación de Prosur en 2019 fue un intento por los presidentes de América Latina por unir la política del continente hacia la derecha, el resultado tres años después es la derrota política total de sus representantes.
En esa línea, la elección de Petro fue celebrada por los presidentes de su giro político en México, Perú, Bolivia y Argentina, y en especial del Presidente Gabriel Boric que ya en su campaña había mostrado simpatía hacia el entonces candidato.
En su cuenta de Twitter, Boric escribió: “Acabo de hablar con Gustavo Petro para felicitarlo por su triunfo en la presidencia de Colombia junto a Francia Márquez. ¡Alegría para América Latina! Trabajaremos juntos por la unidad de nuestro continente en los desafíos de un mundo que cambia velozmente”.
Ahora bien, la estrechez de la victoria de Petro sobre Hernández bien pudo haber abierto la puerta para la especulación sobre un posible fraude electoral, tal como sucedió en Bolivia en 2019 o como se instaló la noticia falsa en Chile tras los comicios de noviembre de 2021.
Sin embargo, a los pocos minutos de que se dieran a conocer los resultados con el 99,97% de las mesas escrutadas, el candidato Hernández salió a reconocer su derrota. Así también lo hizo el uribismo con el Presidente Iván Duque felicitando a Petro en Twitter en vistas del cambio de mando en agosto próximo.
Incluso el mismo Álvaro Uribe reconoció la victoria del izquierdista: “Para defender la democracia es menester acatarla. Gustavo Petro es el Presidente. Que nos guíe un sentimiento: Primero Colombia”, en posible referencia al partido que lo llevó a la presidencia en 2002, Primero Colombia.
Algunos artículos de Interferencia sobre el tema:
- Gustavo Petro: el candidato que puede romper décadas de hegemonía de la derecha en Colombia.
- Sebastián Ronderos, politólogo colombiano: “Rodolfo Hernández es la mejor carta del uribismo”.
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¡¡¡¡Viva Colombiaaaa !!!!!
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