Entre los variados tipos de periodismo existentes, uno de ellos aparece con inusual frecuencia entre algunos medios chilenos. Se trata del periodismo perro faldero –del inglés lapdog journalism– que se ubica en las antípodas del periodismo perro guardián (watchdog journalism), ese que suele incomodar al poder. En otras palabras, mientras uno monitorea, juzga y adopta una posición habitualmente antagónica en relación a los poderosos, el “periodismo cornetero” –como lo tildó hace pocos días y sin mayores ambages Pedro Santander– tiende a moverle la cola a los poderosos, se sienta a sus pies e intenta importunar lo menos posible.
De manera más elegante, la experta Claudia Mellado caracteriza a este periodismo facilitador y leal como cooperador con aquellos que ejercen el poder y presto a entregar una imagen amable de las élites políticas. El tipo de periodismo que –aludiendo a los personajes de la oficina del Jappening con Ja– habría practicado Evaristo Espina.
¿Cómo se manifiesta este periodismo condescendiente en nuestros medios? Valgan estas cinco escenas como medios de prueba.
Ante la sonrisa cómplice de Figueroa, Benítez continúa: “El ministro viene saliendo de una acusación constitucional, para que veamos cómo son las cosas de repente, pero creo que el balance es muy positivo, muy positivo”.
Escena 1: El ministro incomprendido
Corre el mes de agosto y en las oficinas de La Tercera el gerente general de Copesa, Andrés Benítez, se apronta a entrevistar al ministro de Educación, Raúl Figueroa. “Quiero agradecer al ministro de Educación por acompañarnos esta mañana”, comienza diciendo el otrora editor económico, de reportajes y dominical de El Mercurio. Antes de comenzar con las preguntas, Benítez agrega: “Agradecerle también por todo lo que se ha hecho en estos años. Creo que el trabajo del ministerio ha sido fuerte, no siempre comprendido”.
Ante la sonrisa cómplice de Figueroa, Benítez continúa: “El ministro viene saliendo de una acusación constitucional, para que veamos cómo son las cosas de repente, pero creo que el balance es muy positivo, muy positivo”.
El ministro de Educación, que a los pocos días recibiría páginas completas de cobertura en el mismo diario, solo sigue sonriendo ante los piropos a la espera de la entrevista “inquisidora” que se avecina.
Escena 2: Qué tiene de malo
Es septiembre y la discusión por el cuarto retiro de los fondos de pensiones se toma la agenda de los principales medios. A diferencia de las tres primeras ocasiones, esta vez también entra al debate la situación de algunos férreos opositores a la medida que sí hicieron efectivo uno o más de estos giros del 10%. Uno de los que se ubica en el ojo del huracán es el ministro de Hacienda, Rodrigo Cerda, quien se ve obligado a admitir que retiró el dinero en una de las ocasiones.
Mientras las críticas arrecian y Sebastián Sichel asegura que todo se trata de una “trampa que pone la izquierda”, Las Últimas Noticias sale al rescate de Cerda, con una nota a página completa titulada “Qué tiene de malo que el ministro de Hacienda haya sacado su primer retiro del 10%”. En el epígrafe, y acompañando una sonriente foto, el aludido se defiende: “Ejercí me legítimo derecho como ciudadano”. A un costado de la nota, y coronando la defensa, el columnista Kenneth Bunker tilda las críticas de “pequeñez política”. Claro, se trata del diario “apolítico”. ¿Qué tiene de malo?
Sichel no solo fue lobista, sino que lo hizo para Dicom y una AFP. La prensa tradicional, sin embargo, no se da por enterada y la acusación de Provoste prácticamente no aparece.
Escena 3: El lobista dolido
Es noche de debate y los candidatos presidenciales se ven las caras por primera vez. Yasna Provoste finge una confusión y llama Piñera a Sichel. Minutos después lo acusa de haber trabajado haciendo lobby, pero el expresidente de Banco Estado lo niega y le pide su fuente. Ella le responde que aparece en Wikipedia y él se ríe de ella. La información es corroborada posteriormente por INTERFERENCIA, que le dedica un largo artículo ratificando la acusación: Sichel no solo fue lobista, sino que lo hizo para Dicom y una AFP. La prensa tradicional, sin embargo, no se da por enterada y la acusación de Provoste prácticamente no aparece.
Sichel opta por darle una entrevista a Cristián Warnken, la que es replicada por El Mercurio con el título “El falso lapsus, cuando me llamó Sebastián Piñera me dolió, porque a mí me costó llamarme Sichel”. El diario de los Edwards olvida que tiene un Polígrafo y decide no investigar el pasado lobista de Sichel. A cambio titula con el “dolor” del candidato tras una broma colegial. Parafraseando a Pamela Jiles, “nanai”.
Escena 4: El falso abogado
Es domingo por la mañana y en las pantallas de Canal 13 reaparece Gonzalo Müller. El panelista ha estado en la noticia por sus trabajos como asesor para Joaquín Lavín en la municipalidad de Las Condes y que fueron denunciados por América Transparente. Müller, casado con la diputada y vicepresidenta de la UDI María José Hoffmann, alcanzó a emitir boletas por más de $6 millones mensuales en calidad de “abogado”, título que es rápidamente rebatido: el panelista sólo es licenciado en derecho.
Por un momento todos olvidamos que el fenómeno migratorio fue clave en la elección del actual Primer Mandatario, que la idea de Chilezuela cobró particular fuerza durante la pasada elección presidencial.
Esta mañana de domingo, Müller entrega sus descargos en Mesa Central. En menos de dos minutos, y sin mediar las constantes contra-preguntas a las que normalmente son sometidos los invitados al espacio, el panelista explica que hizo los dos trabajos, que está tranquilo y que nunca juró ante la Corte Suprema. Todos quedan conformes y –más aún– Cristián Bofill confirma que Müller tenía oficina en el municipio. No hay más preguntas. Cambiemos de tema. Sigamos con la pauta. Caso cerrado.
Escena 5: El subsecretario cara de palo
Es mitad de semana y las imágenes de los manifestantes iquiqueños que quemaron pañales y enseres de migrantes dan la vuelta al mundo. El nivel de crueldad parece haber sobrepasado cualquier límite y las distintas figuras políticas opinan al respecto. Unos piden más mano dura, otros acusan un Estado inexistente.
Desde el Gobierno, y ante la ausencia del Presidente que anda de gira por el continente, el encargado de salir en defensa es Juan Francisco Galli. En una generosa nota, El Mercurio titula con las declaraciones del polémico subsecretario del Interior, quien pide enfrentar el fenómeno migratorio “en conjunto y evitar aprovechamientos políticos”. Por un momento todos olvidamos que el fenómeno migratorio fue clave en la elección del actual Primer Mandatario, que la idea de Chilezuela cobró particular fuerza durante la pasada elección presidencial y que Piñera se paseó por Cúcuta hace un par de años tratando de sacar réditos de la situación que se vivía en la frontera colombo-venezolana.
Esta mañana en la foto que acompaña la nota, Galli no se inmuta para mentir y El Mercurio tampoco se molesta en contradecirlo. Así, tal cual. Condescendientes. Facilitadores. Caras de palo.
Comentarios
Muy buena la nota, sobre este
Las mentiras, los montajes,
Evidentemente, todos se lo
...la ignorancia del chileno
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