Tras semanas de dudas y cuestionamientos, la diputada comunista Karol Cariola finalmente no presidirá la Cámara de Diputadas y Diputados por los próximos ocho meses.
Fue mediante un comunicado que el Partido Comunista informó que “hoy no están las condiciones para que un militante o una militante comunista asuma la presidencia de la Cámara”, confirmando la caída de Cariola y lo infructuoso de las negociaciones para respetar el acuerdo administrativo que diseñó las testeras de la Cámara y las comisiones para los cuatro años de este periodo legislativo, el que incluía la Presidencia para el PC desde noviembre de 2022 a junio de 2023,
Con esto se pospuso el momento histórico en que por primera vez un o una militante comunista fuese quien presida dicha corporación. Un hito que en alguna medida repararía la historia institucional, marcada por el conflicto y el anticomunismo,
Esto pues en los 100 años de historia del PC, fue proscrito en 1948 por el Presidente radical Gabriel González Videla, hasta 1958, bajo la 'Ley de Defensa de la Democracia', más conocida como la 'Ley Maldita'. Luego, a partir de 1973 también fue prohibido por la dictadura de Augusto Pinochet, como todo el resto de los partidos, pero la Constitución de 1980 dispuso el artículo 8° que lo hacía inconstitucional junto con otros partidos de filiación marxista.
Durante la transición, el PC no fue proscrito, pero el sistema binominal de elección lo dejó sin representación parlamentaria entre 1989 y 2010 -completando 36 años fuera del Congreso desde 1973-, habiendo elegido tres diputados: Hugo Gutiérrez, Lautaro Carmona y Guillermo Tellier.
El pasado marzo los partidos oficialistas, junto con la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente (PDG), suscribieron un pacto en que se dividieron las próximas presidencias de la Cámara en esta legislatura. Paradójicamente, fue la misma DC y el PDG los que fueron socavando en las últimas semanas el apoyo a la candidatura del PC, partido que hoy tiene doce diputados (y dos senadores).
En los pasillos del Congreso muchos parlamentarios no veían con buenos ojos que Cariola fuera el rostro más visible del comando del Apruebo. Incluso, algunos de ellos comentaron a INTERFERENCIA, que habían conversado esta situación con Cariola, augurando -a la luz de las encuestas- que el Apruebo no tendría un buen resultado en el plebiscito.
Sin embargo, el torpedeo a Cariola comenzó mucho antes. Inicialmente, y hace varios meses atrás, se rumoreaba que el diputado Raúl Soto (PPD) quería mantenerse en la Presidencia de la Cámara, y que para ello había avanzado conversaciones con algunos sectores de Chile Vamos para apoyar su candidatura. Esta información, fue corroborada a INTERFERENCIA por dos fuentes cercanas que conocieron dichas tratativas.
Aunque dicha intención fue totalmente disipada con la reciente renuncia de Soto a la Presidencia de la Cámara, respetando el acuerdo administrativo, las dudas en torno a la candidatura de Cariola ya habían tomado un rumbo distinto.
En los pasillos del Congreso muchos parlamentarios no veían con buenos ojos que Cariola fuera el rostro más visible del comando del Apruebo. Incluso, algunos de ellos comentaron a INTERFERENCIA, que habían conversado esta situación con Cariola, augurando -a la luz de las encuestas- que el Apruebo no tendría un buen resultado en el plebiscito. Dicha derrota, personalizada en Cariola, fue vista por quienes querían derribarla como un condicionante negativo a su rol como presidenta de la Cámara, pues le restaría legitimidad.
Después de todo, quienes ganaron el plebiscito quisieron cobrar el triunfo por sobre la candidatura de Cariola, lo que activó que parlamentarios que votaron Rechazo-aunque habían suscrito al acuerdo administrativo que le daba el turno a Cariola- se tornaran contra la comunista, y ex líder estudiantil, quien es compañera de generación de Gabriel Boric (CS), Giorgio Jackson (RD) y Camila Vallejo (PC).
No obstante, las últimas semanas y conforme se acercaba el 7 de noviembre -día en que se debe elegir la nueva mesa de la Cámara- se aceleró el tranco y los votos de apoyo a Cariola comenzaron a desaparecer de forma soterrada.
El punto de inflexión lo puso la DC, pues condicionó su apoyo a la candidatura de Cariola siempre y cuando el PC retirara su respaldo a una querella interpuesta en contra del ex director del Instituto de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco (ex DC), por parte de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, la que paradojalmente está vinculada a históricos decés que la fundaron.
El episodio recordó la caída del comunista Nicolás Cataldo, como subsecretario del Interior en el cambio de gabinete del 6 de septiembre, donde también se acusó la presencia de este anticomunismo.
“La bancada no va a concurrir con sus votos para ningún militante del Partido Comunista mientras estos no marquen el desacuerdo con los fundamentos de la querella presentada contra Sergio Micco”, sostuvo este miércoles el jefe de bancada de la DC, Eric Aedo.
En el paso de "Cariola" a "ningún militante del Partido Comunista", hubo un cambio de tono en la bancada DC que no cayó bien dentro del conglomerado comunista. En el documento compartido por el partido de Luis Emilio Recabarren -que lo fundó en 1922- también se señala que: “[Como comunistas] no estamos disponibles para que se use nuestro nombre, el de nuestro Partido o que se denoste públicamente a alguna o algunos de nuestros militantes como excusa para no cumplir la palabra”.
Y en el párrafo final los comunistas sentencian: “ante esta situación, como Partido, renunciamos, por ahora, a nuestra legítima opción, ante el incumplimiento de lo acordado”.
La decisión, también se fundamenta en no entregar la posibilidad de que la oposición tome el control de la Cámara, para así poder rearticular fuerzas en el oficialismo y levantar una nueva candidatura a la Presidencia en los días que restan, la que podría salir desde el Partido Socialista (PS). Algo que permite cierto orden y vadear un momento difícil que podría superarse a futuro, posponiendo la nominación de Cariola para ocho meses más y no desechándola completamente.
“Lamento que la bancada DC haya señalado de manera explícita que ‘no votarán por un diputado o diputada comunista’, lo que deja de manifiesto el veto a nuestro partido [...]".
En esto también ha estado inmiscuido el propio Gobierno, pues fue la misma ministra Secretaria General de la Presidencia, Ana Lya Uriarte (PS), quien ante las intenciones de que Cariola no fuera la próxima presidenta, movilizó todo su capital político para negociar con las voces disidentes, misión en la que no tuvo éxito.
Ante todo, Cariola no mantuvo silencio. Una vez comunicada la decisión de su partido, la diputada comunista escogió las redes sociales para manifestar sus sensaciones tras el episodio que la tuvo semanas en vilo y finalmente la dejó caer.
“Quiero agradecer las múltiples manifestaciones de apoyo recibido desde personas, autoridades, organizaciones sociales y políticas, como respuesta ante los ataques cargados de misoginia, anticomunismo y violencia política que han buscado denostar mi imagen como parlamentaria”, inicia el escrito.
“Lamento que la bancada DC haya señalado de manera explícita que ‘no votarán por un diputado o diputada comunista’, lo que deja de manifiesto el veto a nuestro partido [...] Una vez más nos toca vivir las consecuencias de la persecución y asedio por defender nuestras ideas y convicciones”, señala Cariola.
Parte de las palabras del PC y Cariola, representan un sentir que ha ido aumentando entre las filas comunistas, la aparición de un cada vez más claro anticomunismo.
Cariola + Cataldo
De hecho, el episodio recordó la caída del comunista Nicolás Cataldo, como subsecretario del Interior en el cambio de gabinete del 6 de septiembre, donde también se acusó la presencia de este anticomunismo. Cataldo -quien es cercano a la ministra Vallejo- iba a pasar de la Subsecretaría de Educación a reemplazar al subsecretario Manuel Monsalve (PS), sin embargo, antiguos tweets suyos en contra de Carabineros sirvieron de excusa para una lluvia de críticas que hicieron desistir al presidente Boric de su nombramiento.
Duró 29 minutos en el cargo.
El nombramiento de Galo Eidelstein (PC) en la Subsecretaría de Defensa también estuvo en el centro de la polémica. Finalmente, Eidelstein salió de dicha subsecretaría en el cambio de gabinete post-plebiscito y fue reemplazado por Gabriel Gaspar (PS).
La presión en contra de Cataldo también apuntó hacia el Partido Comunista. “Cuando se le entrega la seguridad pública al PC el Presidente [Gabriel Boric] toma una definición estratégica; y cuando se pone a alguien sin experiencia y con prejuicios contra las policías, revela su liviandad con la seguridad de Chile”, escribió el ex convencional y ex senador, Felipe Harboe (ex PPD).
Una línea similar tomó el ex ministro de Sebastián Piñera, Roberto Ampuero. “Subsecretarías del Ministerio de Defensa y del Ministerio del Interior de Chile pasan a manos del Partido Comunista: El sueño de La Habana y Caracas hecho realidad. No olvidar: Inmigración, etno-terrorismo, delincuencia y Visa Waiver se siguen desde el Ministerio del Interior”, escribió Ampuero en sus redes sociales.
Cabe mencionar que con la Subsecretaría de Defensa, Ampuero estaba criticando la nominación del comunista Galo Eidelstein al principio del Gobierno de Boric, la cual también estuvo en el centro de la polémica por parte de personeros y medios de derecha. Finalmente, Eidelstein salió de dicha subsecretaría en el cambio de gabinete post-plebiscito y fue reemplazado por el socialista Gabriel Gaspar.
El alcalde de La Florida, Rodolfo Carter (UDI), tuvo palabras similares para la fallida designación de Cataldo. “Chile no resiste esta incompetencia y explicaciones absurdas. Después del categórico mensaje en las urnas, el Gobierno nombra a un PC ultra en la Subsecretaría del Interior. Presidente Gabriel Boric corrija a tiempo lo de Nicolás Cataldo o hágase exclusivo responsable de las consecuencias”, fue el mensaje del edil.
El ex candidato presidencial, José Antonio Kast, hizo lo propio y declaró que “la eventual designación del militante comunista Nicolás Cataldo a cargo de la Subsecretaría de Interior es un gravísimo error y un peligro para la seguridad de la nación”.
Frente a esta rápida reacción, el timonel del PC, Guillermo Teillier, señaló que “es el motivo o la excusa de la derecha, pero lo de fondo es que la derecha no acepta que un comunista esté en el Ministerio del Interior, ahí hay un veto. Lo que pasa es que es complicada esta ola de anticomunismo que existe y que en este caso se levantó en una o dos horas”.
Palabras que refrendó el diputado Boris Barrera (PC), quien en entrevista con 24 Horas de TVN señaló que “era la oportunidad de que conociera qué es lo que opinamos los comunistas en relación a la seguridad, que es tan ansiada por la gente. Era la oportunidad, pero salió el anticomunismo de la derecha”, además agregó que “el anticomunismo les brotó del cuerpo”.
Pese a las críticas y presiones desde la oposición, Cataldo fue reubicado en la Subsecretaría de Desarrollo Regional, un enclave importante en materia de gestión y presupuesto, pero en términos concretos no pudo reemplazar a Monsalve, quien siguió en su cargo y no pudo asumir la Segpres, cartera que finalmente ocupó la socialista Uriarte.
N. de la R.: Este artículo fue modificado para precisar que Felipe Harboe no milita en el Partido Demócrata a la fecha de publicación.
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