Chile cuenta con la colonia Palestina más grande en el mundo. Por años las relaciones en el país sudamericano entre judíos y palestinos han sido cercanas y cordiales. Comparten los mismos partidos políticos, son socios en diversos negocios, y hasta se les ve compartir socialmente en fiestas y restaurantes. Sin embargo, todo cambió después del ataque de Hamas a Israel en octubre de 2023.
La división y la desconfianza aumentaron no sólo con el inesperado golpe de Hamas a Israel sino también por los continuos ataques de Israel en Gaza. Ambas comunidades en Chile se acusan de cruzar la línea en apoyo a sus causas. No se juzgan por ayudar con asistencia médica o alimentos, pero lo que despertó las alertas de Israel y los judíos fue el enterarse de la ayuda que recibiría Hamas desde Chile.
Los servicios de inteligencia israelíes y norteamericanos sabían de los viajes y presencia de miembros de Hamas en Chile antes del ataque. También era regular ver iraníes, soldados de Hezbolá y sirios cercanos a la causa Palestina en Chile. Lo que llamaba la atención era verlos con las conservadoras familias chilenas pertenecientes a las colonias Palestina y Siria reunidas con esos grupos radicales.
Agentes de los servicios de inteligencia internacionales en Chile, descubrieron que los fondos y logística en las operaciones de Hamas provenían de un banco en Chile, y de muchas familias árabes en el país. Estas investigaciones de la fiscalía de Nueva York están en curso y pasaron a ser prioritarias bajo el nuevo gobierno de Donald Trump.
Aunque los servicios de inteligencia chilenos fueron informados de los movimientos de grupos terroristas en su país, el gobierno del actual presidente Gabriel Boric, poco hizo para tomar acciones debido que estas colonias árabes donaron grandes cantidades de dinero para su partido político, a pesar de que muchos de los empresarios palestinos-chilenos se identifican más con las ideologías de derecha. Al igual que la colonia judía.
Después del inicio de la guerra, las divisiones entre judíos y palestinos sufrieron un quiebre relevante que se agudizó mucho más cuando los judíos se enteraron de que algunos radicales de la colonia palestina habrían ayudado al grupo terrorista Hamas con recursos económicos desde Chile, y en algunos casos eran sus propios socios y amigos palestinos.
El gobierno del fallecido ex presidente de derecha, Sebastián Piñera, y el actual líder chileno de izquierda, Gabriel Boric, siempre han apoyado la causa Palestina por sobre la judía. Esto se debe a las grandes donaciones de recursos para las campañas políticas y lobby que ha sabido invertir muy bien la comunidad Palestina.
El trato despectivo del presidente Boric hacia Israel viene desde mucho antes de su presidencia y comenzó cuando viajó como diputado a territorio palestino.
En octubre del año 2019, Boric salió a explicar una publicación que realizó por un presente que recibió: “La Comunidad Judía en Chile me envía un tarrito de miel por el Año Nuevo judío, reafirmando su compromiso con ‘una sociedad más inclusiva, solidaria y respetuosa’. Agradezco el gesto, pero podrían partir por pedirle a Israel que devuelva el territorio palestino ilegalmente ocupado”.
Boric, ya siendo presidente causó molestias en Israel en septiembre de 2022. En esa ocasión el embajador israelí, Gil Artzyeli fue al palacio chileno para presentar sus cartas credenciales como representante de Israel. Un simple trámite que terminó en una tensión diplomática entre ambos países ya que Boric suspendió la cita minutos antes cuando el embajador ya estaba en las oficinas de la Moneda.
Hace unos días atrás, Boric anunció en su última cuenta pública, medidas diplomáticas de defensa y comerciales contra Israel, y luego rechazó llamadas telefónicas del secretario de Estado norteamericano, Marco Rubio que, señalan en Washington D.C., buscaba saber las razones del alejamiento del mandatario chileno con Israel.
Otra división importante está dentro de la propia comunidad Palestina en Chile. Los más radicales que apoyan a Hamas, incluso se han alejado de la embajada Palestina en Santiago, por considerarla pasiva en declaraciones de prensa y acciones de guerra contra Israel. Luego están los que se oponen a grupos extremos y que conocen bien quienes son los que apoyan y otorgan logística a Hamas y no quieren ser relacionados con esa lucha clandestina.
No es novedad que el interés de Estados Unidos es apoyar a Israel y por ende los chilenos saben que se usará la visa waiver como moneda de cambio, pero ya este beneficio ha perdido su valor para los chilenos desde que muchos de sus ciudadanos han sido mal tratados a su ingreso o simplemente sus autorizaciones de viaje han sido canceladas sin razón alguna.
Lo que sí, Chile debe preocuparse, es que bajo la administración de Trump y con la llegada de un nuevo embajador, las sanciones a miembros de la colonia Palestina y Siria que estén involucrados en la asistencia de recursos económicos o logística a Hamas, Hezbolá e Irán no sólo se les cancelará sus visas sino que recibirán sanciones del Departamento del Tesoro, sus cuentas bancarias podrían ser congeladas en varios países, obtener cargos criminales en Estados Unidos y hasta enfrentar extradiciones y listas rojas de Interpol.
Estos individuos ya identificados desde la administración de Joe Biden, y entre los que figuran nombres de conocidos empresarios chilenos, ahora son prioridad para el Departamento de Estado y el de Justicia.
Las próximas elecciones presidenciales en Chile serán en noviembre de este año. La duda entonces es cuál posición tomará un posible próximo gobierno de derecha ante Israel y Estados Unidos, y si entregarán a las autoridades norteamericanas a los empresarios árabes chilenos.
Un elemento no menor es la participación de políticos chilenos en la ayuda a Hamas, ya que están conectados por las donaciones. En pocas palabras, ¿Cómo justifica un presidente, senador, diputado o alcalde haber recibido dinero de los mismos empresarios que ayudan a Hamas y luego querer ir a Disney?
Comentarios
Negociar con el gobierno de
Me va a costar seguir leyendo
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