El gobierno de Nicolás Maduro salió ayer a defender los resultados electorales que, en la noche del domingo, lo daban como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela, dando pie a su tercer mandato hasta enero de 2031. El Consejo Nacional Electoral (CNE), encabezado por Elvis Amoroso, miembro histórico del chavismo, no ha entregado mayores detalles de la elección, pero ayer coronó a Maduro como ganador oficial del proceso electoral.
Sin embargo, con el paso de las horas han crecido las dudas sobre los resultados reales de la votación. Ayer se produjeron varios actos de protestas en Caracas y otras ciudades venezolanas por parte de ciudadanos que creen que existió un fraude electoral.
Esa misma sospecha han tenido la mayoría de los gobiernos de América Latina, cuyos países han tenido que sostener el enorme éxodo de unos ocho millones de venezolanos que han abandonado su país durante la última década. Desde las declaraciones histriónicas del presidente Javier Milei de Argentina, a las dudas expresadas por el mandatario chileno Gabriel Boric, los gobiernos de la región han expresado sus dudas sobre los resultados electorales venezolanos.
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Hasta el cierre de esta edición, sólo un puñado de países había reconocido el triunfo electoral de Maduro. Entre estos estaban Rusia, China, Cuba, Bolivia y Nicaragua.
Ante ello, el gobierno chavista reaccionó con furia. Ayer, el canciller de ese país, Yván Gil, aseguró que “Venezuela expresa su más firme rechazo ante las injerencistas acciones y declaraciones de un grupo de gobiernos de derecha, subordinados a Washington y comprometidos abiertamente con los más sórdidos postulados ideológicos del fascismo internacional, tratando reeditar el fracasado y derrotado Grupo de Lima”. Acto seguido, el gobierno de Caracas anunció la expulsión de los embajadores de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, y llamando a sus representantes en esos países retornar a Venezuela. Además, el gobierno venezolano anunció la suspensión de todos los vuelos entre ese país y Panamá y Costa Rica en pro de la defensa de su dignidad nacional.
Hasta el cierre de esta edición, sólo un puñado de países había reconocido el triunfo electoral de Maduro. Entre estos estaban Rusia, China, Cuba, Bolivia y Nicaragua. Sin embargo, para el régimen madurista el mayor problema lo presentan países y gobernantes que históricamente han sido menos críticos e incluso comprensivos con el modelo chavista. En concreto, Lula da Silva de Brasil todavía no se ha pronunciado respecto de los resultados electorales. Su asesor internacional, el ex canciller brasileño Celso Amorim, ha estado en Caracas y ayer se reunió con Maduro.
“No pongo necesariamente en duda lo que se está diciendo, pero el gobierno (venezolano) dijo que suministraría todas las actas y eso aún no ha ocurrido”, dijo Amorim poco antes de reunirse con el mandatario venezolano. “Lo más importante es la transparencia”, aseguró el diplomático en entrevista con el diario O Globo. “El gobierno brasileño está monitoreando la situación hasta que tengamos los datos suficientes para tomar una decisión informada”, aseguró.
El ex mandatario argentino, Alberto Fernández, también insistió en la necesidad de transparentar los resultados. “Para que la convivencia democrática se recupere es condición esencial disipar cualquier duda sobre el resultado de la elección realizada ayer. Sin esa certeza, las disputas permanecerán y todo justificará el sostener ‘sanciones’ que solo seguirá dañando al pueblo venezolano. Por estas razones, exhorto a las autoridades venezolanas que disipen cualquier duda haciendo públicos no solo los resultados finales de los comicios realizados ayer sino también las actas labradas en cada mesa electoral.
“El ataque habría sido realizado desde Macedonia del Norte, y habría tenido la intención de manipular los datos que se estaban recibiendo en el CNE”, aseguró el fiscal. “Según la información recaba está involucrado Lester Toledo, Leopoldo López y María Corina Machado”.
Contraataque
El gobierno de Venezuela reaccionó ante las dudas de sus enemigos y aliados internacionales denunciando un supuesto complot de la ultraderecha local e internacional. Así, el fiscal nacional Tarek William Saab aseguró ayer que el domingo en la noche se habría producido un supuesto un ataque cibernético al CNE, que buscaba "manipular los datos que se estaban recibiendo (y) adulterar las actas" durante el conteo de los votos. Eso explicaría la tardanza en la entrega de los resultados y la falta de detalles al respecto.
“El ataque habría sido realizado desde Macedonia del Norte, y habría tenido la intención de manipular los datos que se estaban recibiendo en el CNE”, aseguró el fiscal. “Según la información recaba está involucrado Lester Toledo, Leopoldo López y María Corina Machado”.
Redoblando su apuesta, el chavismo hizo ayer un llamado a realizar una marcha multitudinaria hacia el Palacio Miraflores, sede del ejecutivo, para defender la supuesta victoria electoral de Maduro. “Mañana nos vamos a Miraflores a defender el derecho a la vida, a defender los resultados electorales”, sostuvo Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional.
“Convocamos al pueblo mañana a una gran marcha hacia Miraflores, a todas las fuerzas, en sus ciudades, para defender la paz. Nosotros somos la mayoría y por eso nos vamos a la calle a defender la paz. Usted tiene derecho a la paz. Quizás el candidato por el que usted voto es el que está engendrando la violencia”, dijo.
Reacciones en Chile dividen al oficialismo
A pesar de las declaraciones del presidente Boric en relación a relativizar la validez de los resultados anunciados por el CNE venezolano, la postura del Partido Comunista (PC) chileno ha vuelto a generar un conflicto dentro de la coalición gobernante.
En una declaración pública, el PC manifestó “la certeza que la institucionalidad electoral de Venezuela transparentará los mecanismos y procedimientos que validan el mencionado proceso, refrendado por la masiva y diversa presencia de veedores internacionales y la amplia cobertura de prensa confirmada en estos comicios”.
Esto se vio anticipado por declaraciones como las del diputado Boris Barrera quien señaló que “para Venezuela y América Latina es importante que se respeten los resultados. Incluso, esperamos que la ultraderecha respete, aunque sea una vez, una elección si es que la pierden nuevamente”.
“Y no sé si será mucho esperar que todos las actoras y actores políticos del mundo, incluido Chile, también reconozcan el triunfo. Son las reglas de la democracia, es el pueblo soberano que se pronuncia”, añadió el parlamentario comunista, quien fue invitado por el partido de Maduro a observar las elecciones.
La ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, desdramatizó el respaldo del Partido Comunista (PC) al cuestionado triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela, pese a la posición crítica desde su propio gobierno.
Por su parte, Carmen Hertz, integrante de la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara, se trenzó en una discusión por redes sociales con su par Diego Schalper (RN) sobre la validez de los resultados.
Con el pasar de las horas la molestia contra el PC se fue agudizando. En la mañana de ayer lunes, el senador del Partido Por la Democracia (PPD) Ricardo Lagos Weber dijo que tomar una postura respecto a la situación “no es un tema de ser consecuente con el Gobierno, sino de creer en la democracia”.
“Por eso, me incomodaría mucho estar en una coalición en la cual hay sectores que encuentran que lo que ocurrió en Venezuela anoche está bien, que eso es lo que hay que hacer”, agregó.
En ese sentido, el parlamentario indicó que sus declaraciones no son una exigencia ni ultimátum, “pero cómo caminamos juntos si algunos creen que lo de Maduro está bien hecho. Se me hace difícil compartir eso”.
En la oposición, la declaración del PC provocó una reacción desde la bancada de diputados de Renovación Nacional (RN) quienes enviaron una misiva solicitando al Presidente Boric que adopte una postura clara respecto al régimen de Maduro y que requiera al PC abandonar la coalición si continúa reconociendo el triunfo del mandatario venezolano.
Por su parte, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, desdramatizó el respaldo del Partido Comunista (PC) al cuestionado triunfo de Nicolás Maduro en Venezuela, pese a la posición crítica desde el gobierno.
En esa línea, aseguró que “no es nada nuevo las diferencias con los propios partidos en la historia de nuestro país y, por lo tanto, teniendo muy claro que la política internacional la fija el Presidente, las diversas opiniones de los partidos no van a ser impedimento en la mantención de esa posición”.
Consultada en específico por el PC y su apoyo al triunfo de Maduro en Venezuela, la ministra Vallejo insistió en que “no es nada nuevo, esto lo hemos tenido en otros momentos de la historia y vamos a seguir enfrentando probablemente distintas diferencias en este plano”.
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