“Vengo de Chile, un país pequeño, pero donde hoy cualquier ciudadano es libre de expresarse como mejor prefiera” fueron las palabras con las que inició el entonces presidente, Salvador Allende, su ovacionado discurso en 1972 ante la 27 Asamblea General de la ONU. No es casualidad que el actual mandatario, Gabriel Boric, a 50 años del discurso de Allende, abriera su exposición ante la 77 Asamblea de las Naciones Unidas con palabras que evocaron las de su antecesor: “Vengo de Chile, que es un hermoso país situado en el extremo sur de América”, indicó durante la mañana de ayer.
Todo esto debe haber corrido por la mente de Gabriel Boric cuando, horas antes del discurso, optó por desechar el vehículo presidencial para así caminar los casi 2 kilómetros que separan su hotel de la sede de Naciones Unidas.
Las expectativas ante el discurso eran altas. Luego de una amplia derrota electoral tras el resultado del pasado plebiscito constitucional, cientos de mandatarios, asesores y ministros esperaban apostados en el hall central de la sede de la ONU en Nueva York la exposición del presidente más joven del mundo –un mandatario, además, de izquierda, que se dirigiría al pleno a medio siglo de que lo hiciera Allende, quien fuera derrocado por un golpe de Estado poco después de exponer ante las Naciones Unidas.
Todo esto debe haber corrido por la mente de Gabriel Boric cuando, horas antes del discurso, optó por desechar el vehículo presidencial para así caminar junto a la embajadora chilena ante la ONU, Paula Narváez, los casi 2 kilómetros que separan su hotel de la sede de Naciones Unidas.
Gabriel Boric enfrentó su primer discurso ante la Asamblea General de la ONU a 50 años de la exposición ante el pleno de Allende, durante su cuarto viaje presidencial internacional y luego de una primera gran desilusión electoral –tanto para él, que ganó todas las elecciones en que participó, como para su coalición, el Frente Amplio, cuyo ascenso al poder ha sido meteórico desde su nacimiento en 2017– con el triunfo del Rechazo ante la Nueva Constitución que apoyó.
El plebiscito chileno, las violaciones a los DD. HH. de Piñera, la crisis democrática y ambiental en el mundo: el discurso de Gabriel Boric
“Algunos han querido ver el resultado del plebiscito como una derrota del Gobierno. Y con toda humildad quiero hoy día decirles a estas Naciones Unidas que nunca un gobierno puede sentirse derrotado cuando el pueblo se pronuncia”, aseveró mientras se dirigía a la comunidad internacional; agregando que, en democracia, “la palabra popular es soberana y es la guía para todo momento”.
Durante los casi 22 minutos que duró su discurso, el presidente chileno destacó en el plano nacional el proceso constitucional chileno vivido en democracia, indicó estar convencido de que el país tendrá una nueva Constitución en el corto plazo y aseguró ser testigo de una “represión descontrolada” durante la administración anterior de Sebastián Piñera, que “desde el punto de vista de nuestro Gobierno y organismos internacionales de derechos humanos es una grave violación a los derechos humanos que debe ser reparada, y así lo será”.
En materia internacional, Gabriel Boric llamó a la comunidad a hacerse cargo del descontento social y la desigualdad, tomando el caso del estallido chileno como situación a evitar; además de llamar a enfrentar los problemas que aquejan al mundo “con más democracia y no con menos, incentivando la participación y no restringiéndola, fomentando el diálogo y jamás censurándolo”.
Destacó que Chile posee 7 de 9 de los criterios de vulnerabilidad establecidos por las Naciones Unidas, a pesar de ser responsable de sólo el 0,24% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. “Como resulta evidente, en estos días ningún país, sea grande o pequeño, humilde o poderoso, puede pretender salvarse solo”, concluyó al respecto.
El mandatario chileno también realizó varias críticas en materia de derechos humanos a otros países miembro de la ONU, partiendo por la guerra Ruso-ucraniana, la que calificó como “injusta guerra de agresión desatada por Rusia”. Habló de “crisis humanitaria” en Venezuela, la cual generó “un flujo migratorio que es inédito en nuestra región y país, poniendo una presión tremenda”; llamó a trabajar por liberar a los presos políticos de Nicaragua y a no naturalizar “las permanentes violaciones a los derechos humanos contra el pueblo palestino”, aunque también indicó que se debe garantizar el “legítimo derecho de Israel a vivir dentro de fronteras seguras e internacionalmente reconocidas”.
El mandatario fue el primero durante la jornada en hacer mención del asesinato de Mahsa Amini, asesinada en custodia de la policía por no usar velo, utilizando su caso para llamar a detener la violencia contra las mujeres.
La crisis climática fue parte relevante del discurso de Boric. El presidente destacó que Chile posee 7 de 9 de los criterios de vulnerabilidad establecidos por las Naciones Unidas, a pesar de ser responsable de sólo el 0,24% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero. “Como resulta evidente, en estos días ningún país, sea grande o pequeño, humilde o poderoso, puede pretender salvarse solo”, concluyó al respecto.
Momentos antes, el secretario general de la ONU, Antonio Gutérres ya se había referido a la desigualdad en cuanto a la contaminación por gases invernadero, calificando la situación actual como una “guerra suicida contra el clima”.
La presentación de Gabriel Boric fue seguida de dos reuniones bilaterales. El mandatario sostuvo actividades con la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, y con el propio Gutérres de Naciones Unidas.
Impacto
A los 36, Boric, el líder más joven del mundo, electrizó a la Asamblea de la ONU fue el titular con que el medio norteamericano especializado en economía, Bloomberg, cubrió el discurso del presidente chileno. En el artículo describen su exposición ante el pleno de Naciones Unidas como apasionante, y al propio Boric como “la nueva cara de la izquierda política en Latinoamérica”.
Fotografías de ambas asambleas generales dan cuenta que el actual mandatario se dirigió a un pleno notoriamente más poblado, con menos asientos vacíos que los registros de la exposición de Piñera hace tres años.
Sin embargo, los últimos sucesos en la guerra de Rusia y Ucrania parecieran haber acaparado la atención de los medios internacionales en desmedro de la Asamblea General 77 de la ONU. El New York Times publicó un artículo titulado La invasión de Rusia ensombrece la Asamblea de la ONU en medio de una 'disfunción global colosal', donde hacen referencia también a los discursos de distintos mandatarios como Erdogan y Macron, quienes destinaron largas palabras a la guerra.
Cualquiera sea el caso, la presentación de Gabriel Boric ante la Asamblea General de la ONU pareciera haber tenido mayor impacto que el último discurso entregado por un mandatario chileno ante el pleno, el de Sebastián Piñera en 2019.
Fotografías de ambas asambleas generales dan cuenta que el actual mandatario se dirigió a un pleno notoriamente más poblado, con menos asientos vacíos que los registros de la exposición de Piñera hace tres años.
Una posible explicación que surge para explicar tanta diferencia en asistentes es que, a diferencia de la asamblea de 2019, este año Estados Unidos no ocupó su tradicional lugar como segundo expositor, después de Estados Unidos. Producto del funeral de la reina Isabel, el presidente Joseph Biden pospuso su presentación para la jornada de hoy, algo que según periodistas que participaron de versiones anteriores de la asamblea afecta la presencia de representantes en la sala. “Después de que habla el presidente estadounidense muchos se paran y se van”, explica un asistente, algo que no ocurrió en esta oportunidad.
Comentarios
Tengo mucha confianza en
Muy buen reportaje sobre
El problema no esta en
Mauricio ha dicho exactamente
Yo pienso exactamente lo
Comparto la observación de
Es verdad todo lo anterior:
Boric la cueca la baila
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