A las seis de la tarde del jueves 26 de marzo, la Dirección de Logística de Carabineros despachó una orden de compra para adquirir más de 130.000 mascarillas del tipo N-95, las que se suelen usar en quirófanos.

Bajo el rótulo de “emergencia, urgencia o imprevisto”, la institución uniformada, compuesta por casi 60.000 miembros en todo el país, pagó 495 millones de pesos, IVA incluido, para adquirir esa protección sanitaria para su personal. La empresa proveedora es Rudolf Medical, con sede en la comuna de Providencia, firma de insumos médicos de origen alemán, que cuenta con sucursales en España y Chile y que contaba con stock disponible de mascarillas N95 para vender a Carabineros.

Según la orden de compra, Carabineros adquirió cada mascarilla a un precio unitario de $3.127 sin IVA, muy por encima de lo que, hasta hace pocas semanas, se solía cobrar por este insumo que estaba en el orden de 800 pesos.

El 4 de marzo, la Central de Abastecimiento del Sistema Nacional de Servicios de Salud (CENABAST) compró 500 mascarillas N-95 a la empresa Drager Chile Limitada. El precio fijado fue de 892 pesos la unidad, sin IVA: $2,235 menos que lo que pagó Carabineros por el mismo producto el jueves pasado.

La empresa Rudolf Medical,  incluso, registra ventas de mascarillas similares a través del mercado público por menos de un tercio de lo pagado por Carabineros. El 27 de marzo, un día después del despacho de la orden de compra de Carabineros, Rudolf Medical se adjudicó la venta de 20.000 unidades de mascarillas N99 -más eficaz que la N95 en cuanto a filtrado de sustancias según el National Institute of Occupational Safety and Health (NIOSH)- al Servicio de Salud de Magallanes, quienes pagaron $724 por la unidad, 2.403 pesos más baratas que las N95 que compró Carabineros al mismo distribuidor.

La mascarilla N-95 está aprobada por NIOSH y por el Center for Disease Control and Prevention (CDC), ambos de Estados Unidos. Este elemento de protección personal se considera como una de las mejores mascarillas en el mercado y como una barrera de contención primaria que protege de agentes infecciosos al personal clínico.

El hecho de que Carabineros adquiera esa protección especial, mientras que la misma escasea en recintos de salud, generó enojo entre el personal sanitario contactado por INTERFERENCIA.

“Las mascarillas N95 son muy específicas”, explica una médico de la zona occidente de Santiago. “Son las que se utilizan en la Unidad de Cuidados Intensivos, en pabellones quirúrgicos, en servicios de urgencia y los lugares de choque de atención a los pacientes, sobre todo con sospechosos o derechamente infectados de COVID—19”, indica, asegurando además que en este minuto “se han reportado cerca de 400 personas dentro del personal de salud con COVID—19 positivo, sin que exista o que haya poca disponibilidad de estas mascarillas N95 para los trabajadores”.

Respecto a la compra de mascarillas N95 de Carabineros, la médico confiesa que “estamos indignados en el área de salud luego de que se gastaran 500 millones en mascarillas para Carabineros que hacen controles en la calle al azar, mientras nosotros que trabajamos directamente con pacientes positivos tenemos limitado el uso de las mascarillas”.

Prioridades

La semana pasada, INTERFERENCIA dio a conocer el complejo panorama que afronta el personal de salud que hace frente al coronavirus en los artículos Falta de insumos en centros de salud evidencia improvisación sanitaria del gobierno ante el coronavirus y Las señales de auxilio que está dando el personal chileno de salud en la víspera de la ola pandémica del coronavirus. Recintos hospitalarios a lo largo de todo el país denuncian falta de mascarillas y otros insumos básicos relacionados a la protección personal de trabajadores de la salud.

Y no es sólo la salud pública la que se ha visto afectada. Un trabajador de la salud de la Clínica Alemana indicó a esta redacción que se les estaría entregando una sola mascarilla N95 por turno, dado que la clínica privada se encuentra con pocos insumos y existen dificultades para acceder a stock del mencionado producto.

Por otro lado, el día de ayer, sábado 28 de marzo, este medio dio a conocer una millonaria compra de Carabineros, donde se desembolsó más de 42 millones de pesos en artículos que poco y nada tienen que ver con la crisis sanitaria actual o con el desempeño de sus funciones. Carabineros de Chile gastó durante el mes de marzo $4.500.000 en cuatro anillos de oro, $31.840.000 en 209 sables con una cabeza de cóndor en el mango y $5.894.000 en la adquisición de distintivos conmemorativos.