Esta semana inició el año legislativo y el tema que se tomó las primeras jornadas fue el proyecto que reforma el sistema de pensiones en el país. La iniciativa presidencial ya fue aprobada en la Cámara de Diputados, pero ahora tiene novedades que tensionaron las posibilidades de que corra la misma suerte en el Senado.

El miércoles por la noche el presidente Sebastián Piñera anunció en cadena nacional una serie de modificaciones a la iniciativa, entre las que se encontraban el aumento en la cobertura del Pilar Solidario, pasando de un 60% a un 80%; asimismo propuso un aumento del 6% en la cotización que será administrado por una nueva entidad pública llamada Consejo Administrador de Seguros Sociales, pero que dividirá la mitad de estos fondos en una cuenta individual de los trabajadores y la otra destinada a un ahorro colectivo.

Algo que no deja de llamar la atención es el ahínco del mandatario en impulsar esta iniciativa en la previa del inicio de las funciones de la Convención Constituyente que redactará una nueva carta magna, en la que existe la posibilidad de que partes fundamentales del modelo chileno vigente queden obsoletas.

Y es que si bien hay una posibilidad de cambios importantes, también hay un escenario en que el contenido de la nueva carta fundamental no haga modificaciones estructurales o que simplemente imprima definiciones generales para que las leyes tomen mayor relevancia a la hora establecer las normas en temas específicos.

En el Senado, específicamente en sectores de la oposición, la reciente propuesta de Piñera en el tema previsional no fue bien recibida. Algunos del sector creen que busca amarrar el modelo de pensiones actual y así evitar que se termine con las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), demanda que en Chile se ha impulsado principalmente desde la ciudadanía, alcanzando esto su punto máximo para el estallido social.

En conversación con INTERFERENCIA, el senador y presidente del Partido Socialista, Álvaro Elizalde, sostiene que Piñera cerró la posibilidad de un entendimiento sustantivo y que presentó “más de lo mismo“.

“Lo que el presidente quiere es dejar el tema amarrado de tal manera que futuros gobierno no puedan cambiarlo, lo que sería muy dramático para los pensionados. Todos sabemos que este sistema impuesto en dictadura no funciona. El tema constituyente debe abordar la forma de generar herramientas para hacerse cargo de las demandas sociales del 18 de octubre pasado. Ciertos sectores del oficialismo han manifestado disposición a debatir estos temas escuchando propuestas distintas, pero el presidente se cerró a esto y decidió llevar adelante una reforma que no cambia nada significativo y que quede amarrada de tal forma que en el futuro no se pueda cambiar”, dijo.

Otro que se ha mostrado reacio a la situación es el senador ligado a la Democracia Cristiana, Jorge Pizarro, quien cree que el gobierno plantea la agenda legislativa de acuerdo a las coyunturas, y que en este contexto, la propuesta no satisface la necesidad de cambios profundos planteada por diversos sectores, pero cree que posteriormente el debate se dará igual en el marco de la redacción de la nueva carta magna.

“No creo que el gobierno esté impulsando este proyecto para evitar que se revise con posterioridad en la Convención Constitucional, de hecho será un tema importante en esa discusión de todas formas”, señaló.

Por su parte, Juan Ignacio Latorre senador y militante de Revolución Democrática, también coincide en el intento de amarre que impulsa el mandatario, pero cree que de todas formas en el debate constituyente se dará una discusión sobre la materia.

“Mi impresión es que el gobierno de Piñera quiere amarrar el sistema de AFP antes del cambio de Constitución porque tienen temor de que el proceso constituyente abra la discusión sobre qué tipo de seguridad social necesita Chile. Si bien la Constitución no va a detallar cómo será la arquitectura del sistema de seguridad social, sí puede abrir la puerta para la implementación de políticas públicas que hagan cambios profundos y garanticen mejores pensiones”, afirmó.

Pese a que ayer viernes el ministro vocero de gobierno, Jaime Bellolio, afirmó ayer viernes en Radio Bío Bío que el gobierno está abierto a la discusión con los partidos opositores, fuentes de este sector señalan que es difícil que se alcance algún tipo de acuerdo, puesto que Piñera estaría “rendido ante las presiones de la UDI”.

En concreto, la oposición se encuentra disgustada particularmente por la cotización adicional del 6%, la que consideran en su totalidad debería regirse bajo un criterio de solidaridad, no necesariamente todo con un sistema de reparto pero sí con mecanismos de ahorro colectivo, tal como se hace en otras partes del mundo.