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Lunes, 28 de Julio de 2025
Hace 50 años

Otra vez paralizan los camioneros

Hugo Mery

La sorpresa inicial, según la revista Ercilla, como señalaron fuentes oficialistas, que provocó el comienzo del "paro" de los dueños de camiones en agosto, se transformó en una virtual "guerra" entre los gremios en conflicto y el Subsecretario de Transportes, Jaime Faivovich.

La situación hizo crisis al plegarse al movimiento una parte -"casi la totalidad", según los gremialistas- de los servicios de locomoción pública. Mientras, el Ministerio de Minería puso en práctica medidas de emergencia, racionando el suministro de combustible a Iímites que -según el cuadro observado en calles y carreteras- inmovilizó el parque de vehículos particulares del país. 

La organización de los transportistas -que agrupa a 75 mil propietarios- mueve anualmente un promedio de 240 millones de toneladas de carga. Ya en 1972, según afirmó el Presidente Allende en conferencia de prensa el viernes a mediodía, la paralización de esta actividad significó al país una pérdida de 200 millones de dólares. La actual situación podría elevar ese costo a cifras más altas. 

Pero al margen de la preocupación económica, el Jefe del Estado señaló los problemas sociales que está "sufriendo la población". Entre ellos: la falta de parafina, combustible utilizado en sectores de bajos ingresos para cocinar; y la distribución racionada de bencina a los vehículos particulares y de utilidad pública. 

Es este Comando el que organizó, con un "cuartel general" en el Parque O'Higgins, la movilización de los camiones requisados. Parte de estos vehículos fueron cargados con alimentos, especialmente trigo y enviados en convoyes a diversos puntos del país. 

Las reacciones oficiales sobre la crisis surgieron en los últimos días desde diversos frentes. El jefe del Comando Nacional de Transportes, Hugo Chacaltano, que dirige los parques de camiones de la empresas del área social, señaló que "feIizmente hemos logrado una organización que en octubre de 1972 demoró tensos diez días. Sin embargo, a pesar de ello, finalmente si el conflicto continúa, la situación se irá deteriorando rápidamente". Es este Comando el que organizó, con un "cuartel general" en el Parque O'Higgins, la movilización de los camiones requisados. Parte de estos vehículos fueron cargados con alimentos, especialmente trigo y enviados en convoyes a diversos puntos del país. 

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Gestiones de parlamentarios.
Gestiones de parlamentarios.

Tensiones 

En este clima de tensión, en la madrugada del jueves 2, los restantes gremios del transporte terrestre -taxibuses, taxi y microbuses- se plegaron al paro decretado por la Confederación de Dueños de Camiones. Cinco horas de conversaciones entre la directiva del transporte de pasajeros y el Jefe del Estado no terminaron con una fórmula de arreglo. 

-El Presidente nos hizo varias proposiciones que no aceptamos -señaló a ERCILLA el presidente de la Confederación del Rodado, Juan Jara-. El Jefe del Estado nos dijo que estaba consciente de algunos problemas nuestros. Prometió ver la película del Canal 13 de TV, sobre los hechos ocurridos en Nos -la requisición de camiones- por lo que exigimos la destitución del subsecretario de Transportes e interventor del conflicto, Jaime Faivovich. 

Sin embargo, horas más tarde, el presidente Allende aprobó la actuación del ex funcionario de Codelco, ex Intendente de Santiago y actual subsecretario de Transportes. 

-En mi escritorio tengo su renuncia, pero por mi condición de presidente de la República, jamás la cursaría por imposición-, afirmó el Primer Mandatario en conferencia de prensa. 

En el transcurso de las gestiones, León Vilarín ha estado marginado. Se sostiene que es "persona no grata" para el presidente Allende, para el ministro Martones y el subsecretario Jaime Faivovich. 

Mientras los dirigentes del Movimiento Patriótico de Renovación (Mopare) han solicitado protección de trabajadores armados, el presidente Allende aseguró que "si falta dotación policial, serán obreros los que acompañen al transporte terrestre. No armados, porque no hay ejército paralelo". Y a las peticiones emanadas de la CUT de declarar "fuera de ley a la Confederación de Vilarín", Allende respondió que "se aplicará la ley con todo su rigor". 

En el transcurso de las gestiones, León Vilarín ha estado marginado. Se sostiene que es "persona no grata" para el presidente Allende, para el ministro Martones y el subsecretario Jaime Faivovich. 

Simultáneamente con el malestar frente a Vilarín -y la ausencia de éste de las negociaciones- surgió, a fines de semana, un nuevo frente de conflicto. Esta vez la crisis afecta a la Confederación de Microbuses. Una parte de la directiva, integrada por Juan Marinakis. Ernesto Cisternas, René Concha y Carlos Zúñiga, fue censurada por la directiva de la Confederación del Transporte Terrestre, presidida por Juan Jara. La medida se originó porque Cisternas, Concha, Marinakis y Zúñiga le dijeron al presidente Allende que ellos no estaban de acuerdo con la paralización. 

Esa declaración de los ahora censurados dirigentes significó que un 25 por ciento de los microbuses de Santiago salieran a trabajar durante los días de huelga. El resto de las bases -como afirman dirigentes de la Confederación del Transporte Terrestre- sobrepasaron a los dirigentes. Incluso se sostiene que son los propios choferes los que ahora piden la salida de Jaime Faivovich. 

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Vigilancia militar en Providencia.
Vigilancia militar en Providencia.

Problemas 

En la práctica el paro de los transportistas derivó en un ambiente de inseguridad de los dueños de vehículos particulares. Desde el momento que se hizo efectivo el movimiento, las bombas de bencina de la capital y en el resto del país comenzaron a funcionar en forma parcial. 

La inmensa mayoría de ellas quedó desprovista de combustible en las primeras 24 horas de conflicto. Con soluciones de emergencia, el Ministerio de Minería dispuso el racionamiento de bencina y parafina. El sistema, funcionando con numerosas limitaciones, por falta de camiones distribuidores, provocó situaciones peligrosas en los centros de servicio. 

Una ola de rumores circuló en la capital durante los últimos días de la semana. Estos indicaban que el combustible se terminaría en las horas siguientes. Sin embargo, el subsecretario de Minería, Hernán Soto, sostuvo en conferencia de prensa, que había reserva de bencina y parafina.

De inmediato fueron puestos guardias militares en los locales de combustible. Cada uno de ellos se transformó en escenario de largas colas de vehículos en espera de una cuota mínima de bencina. 

Lo mismo ocurrió en el caso de la parafina: desde las primeras horas de la madrugada miles de personas se instalaban en espera de los diez litros autorizados por el Ministerio de Minería. 

Una ola de rumores circuló en la capital durante los últimos días de la semana. Estos indicaban que el combustible se terminaría en las horas siguientes. Sin embargo, el subsecretario de Minería, Hernán Soto, sostuvo en conferencia de prensa, que había reserva de bencina y parafina para los próximos treinta días. 

El único problema estaba en la distribución. Incluso, dijo, la crisis puede derivar en la necesidad de exportar combustible porque los estanques -de la Empresa Nacional de Petróleo están llenos, y es preciso asegurar la continuación del trabajo de las refinerías.

Los sectores en conflicto están claramente identificados. Los gremios del transporte anuncian que ellos mantendrán el conflicto hasta las últimas consecuencias. Entre las peticiones: la salida del subsecretario Faivovich y la solución a sus petitorios. Para el Gobierno -según declaraciones del propio Faivovich- "éste es un paro sedicioso, cuya responsabilidad es de Vilarín". En este terreno la posición del Ejecutivo es oponerse a una solución mientras los gremios en paro no depongan su actitud. 

Surgió también la posición del MIR, planteada por Miguel Enríquez. Este afirmó que ha llegado la hora de requisar los servicios de locomoción cuyos dirigentes atentan contra el pueblo. 

Esta idea amenaza con agravar la situación. y el ambiente parece conducir a eso: las últimas jornadas mostraron un país semiparalizado, cuyos caminos, vías férreas y calles lucen las huellas de recientes ataques. Ahora, junto a los "miguelitos", debutaron los atentados contra las bombas de bencina, los artefactos explosivos en sectores ferroviarios y los asaltos en carreteras. 

La CUT advirtió que cordones industriales y en el campo, iniciarían las discusiones para ver las fórmulas de "enfrentar a los fascistas".

Un clima que, según las declaraciones de las partes a comienzos de semana, conduce a la tranquilidad. Por el contrario, otros gremios han iniciado ya la etapa de alerta a sus bases. 

La CUT advirtió que cordones industriales y en el campo, iniciarían las discusiones para ver las fórmulas de "enfrentar a los fascistas". 

El temor es que, después de los motores paralizados, el clima derive en una detención aún mayor de las actividades del país.



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Comentarios

Comentarios

Vaya, camioneros dejaron paralizado el país, se entiende el origen del desabastecimiento tanto de alimentos como combustible, que curioso que los ingresos altos nunca les faltó nada.

Un análisis que no se indaga en fuentes de información más verídicas. La sedición, el sabotaje el y complot golpista protagonizado por la oposición en ese período, tenían un solo objetivo.

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