Análisis y Opinión

La muerte de un joven malabarista baleado por Carabineros en medio de un control de identidad en Panguipulli, puso nuevamente en cuestionamiento la polémica y discriminatoria medida (control preventivo de identidad). De paso, vino a profundizar aún más la crisis de legitimidad de Carabineros, la que se ha agudizado aún más en los sectores populares.

En un país marcado por constantes tragedias y emergencias, sumado a una pandemia que ha puesto a prueba al mundo entero, las autoridades y medios de comunicación han debido enfrentar un duro desafío en el manejo y tratamiento de la información, en donde la mayoría de las veces han zozobrado en pos de los ratings y/o señales de normalidad para minimizar costos políticos, agudizando y amplificando muchas veces el riesgo.

Carlos Larraín fue el invitado este domingo en "Pauta Libre". Allí defendió el pacto de RN (Chile Vamos) con el partido Republicano de J.A. Kast, y lanzó críticas a Mario Desbordes. Y contestó todo, hasta que le preguntaron por sus hijos, en particular, por Martín Larraín. Fue entonces que Larraín perdió el control, y prepotentemente abandonó abruptamente la entrevista.

Héctor Espinosa ha adoptado una actitud agresiva, que vista desde el punto de vista de la legislación que rige el quehacer policial, parece más bien una reacción defensiva. Esto, dado que su actuación personal en el fracasado mega operativo de Temucuicui puede ser objetada legal y éticamente.

Este domingo en "Estado Nacional" (TVN), se vivió un interesante round entre la excandidata presidencial Beatriz Sánchez, y el exministro del interior Gonzalo Blumel, ambos candidatos a la convención constitucional. La discusión pone de manifiesto el escepticismo que hay frente al proceso, la desconfianza en que los mismos que se opusieron a los cambios -incluso con represión- sean elegidos y los responsables de concretarlos.

En esta columna de Carlos Tromben, el periodista analiza el escenario actual con el líder de Felices y Forrados entrando de lleno a la política. El autor cree que la resistencia sistémica en su contra no hace más que darle más poder y visibilidad, en un momento de fuerte anti elitismo en el país.

La guerra presidencial ya desatada, el “Caso Luminarias” que salpica a Daniel Jadue, y una semana noticiosa que estuvo marcada por lo ocurrido en La Araucanía, la Fiesta Clandestina en Cachagua e internacionalmente por el ataque al Capitolio en EEUU por parte de grupos proto - fascistas, fue el tono de la nutrida pauta política este domingo en la TV chilena.

La mayoría de los programas de contingencia política de la TV, iniciaron el año de lleno con la carrera presidencial. Daniel Jadue quien hoy lidera las encuestas, estuvo en dos programas este domingo, manifestando su ya clara decisión de ir a la presidencial. Mientras que Mario Desbordes tuvo una compleja entrevista intentando recuperar todo el terreno perdido que lo tienen hoy abajo en las encuestas.

Los programas de contingencia política del domingo en la TV cerraron el año en modo “piloto automático”, con entrevistas a candidatos desesperados por aparición en pantalla, ante la desatada carrera presidencial que ya suma cerca de 20 pre-candidaturas en total. Un cierre anémico y sin mucho brillo, para lo que fue un 2020 dinámico y vertiginoso.

En dos programas estuvo este domingo el saliente ministro de Defensa, Mario Desbordes. Con clara intención de recuperar el terreno perdido estos meses -donde casi desapareció de las encuestas-, busca ser el candidato presidencial de RN, y a juzgar por su discurso, busca capturar también a sectores de la ex-Concertación.

El exministro de Salud Jaime Mañalich, fue entrevistado en “Estado Nacional” con absoluta condescendencia por el ícono del periodismo de relaciones públicas, Matías Del Río, reconocido por ser poco incisivo y de trato afable con el poder. Y esta vez, no fue la excepción.

Un nervioso y titubeante ministro de salud tuvo que salir -por tercera vez- a explicar el comportamiento negligente del presidente Piñera, quien nuevamente infringió las normas sanitarias impuestas por la autoridad de su propio gobierno.

La irrupción de Felices y Forrados en el mercado financiero y la reacción de la élite en contra de su fundador, Gino Lorenzini, tiene la marca del odio de clase. El polémico asesor previsional representa al “otro” que se mete “con los nuestros”, y con los economistas expertos que terminan trabajando para ese gran capital.

Este domingo, el fundador y director de "Felices y Forrados", Gino Lorenzini, estuvo en el programa "Pauta Libre" de La Red para hablar -por primera vez en tv abierta- desde que lanzara la denuncia sobre una eventual triangulación de Piñera con fondos de las AFP. La entrevista no estuvo excenta de polémica, dejando una serie de reacciones y también dudas.

No se entiende la preocupación de una parte del establishment económico chileno por esta adquisición.

El gobierno decidió finalmente acudir al TC para frenar el proyecto del "segundo retiro de las AFP". La impopular acción es una apuesta arriesgada, que inició con una ofensiva comunicacional en algunos programas este domingo, donde dos de los ministros del gabinete intentaron justificar la decisión e imponer la pauta para esta semana. Una arriesgada apuesta que de no resultar, podría terminar incluso con la caída del gobierno.

En La Moneda y Teatinos 120 festejan cada noticia “menos mala” con fuegos artificiales, como el alza circunstancial del Dow Jones por las nuevas vacunas o el decrecimiento mensual de "solo" 5% de la economía chilena. La agonía de terminar el mandato en medio de una tormenta económica perfecta se traduce en una política económica de fantasía.

El nuevo ministro del Interior, Rodrigo Delgado, a 10 días de asumir su cargo, fue entrevistado este domingo por el panel de "Tolerancia Cero". Una entrevista fuera de toda condescendencia, pero no hostil, donde quedó en evidencia que el nuevo titular de Interior carece de peso político y sustancia. Algo que parece no ser tan notorio en un gobierno que padece de lo mismo.

En un hecho histórico, varias de las grandes cadenas estadounidenses interrumpieron la transmisión en vivo de la conferencia de prensa del presidente Trump, luego que este mintiera acusando fraude electoral. El hecho generó reacciones a nivel global por parte de la gente que exige -en sus respectivos países- que si su presidente miente, los medios lo señalen. En Chile, también.

A una semana del plebiscito, los tradicionales programas de contingencia política de la TV intentaron decodificar lo ocurrido, con la desventaja de haber quedado en el lado de los “derrotados”, al estar íntimamente asociados con esa clase dirigente contra la que el pasado domingo, la indiscutida mayoría pareció protestar en las urnas. Incólumes y sin autocrítica, la mayoría siguió con su tradicional formato y análisis, evidentemente desconectados, al menos, de la mayoría del país.

En el sector oriente de Santiago arrasó el Rechazo. ¿Qué explica que comunas más pudientes hayan votado de manera totalmente opuesta a la inmensa mayoría del país? Probablemente sea una mezcla entre soberbia económica, temor al cambio y una preocupante desconexión con la realidad social de Chile.

Ni el país estaba dividido, ni polarizado, ni la mayoría de la gente quería lo que muchos de los paneles políticos de la TV decían que la gente quería. Y es que 8 de 10, no representan a un país dividido, más bien, grafica a una mayoría abrumadora que exige un país más representativo, más justo, con más derechos sociales, y donde la aritmética del poder no imponga de nuevo que 2 son igual o más que 8. La gente volvió a hablar, y esta vez, en un plebiscito que tuvo carácter de histórico.

La imagen de un campanario incandescente cae mientras noticieros transmiten en cadena nacional. La violencia vuelve a la agenda, las condenas regresan y se repiten como mantras, todo a una semana del plebiscito más importante de las últimas décadas, y luego de una semana que recordó a los 30 años que gatillaron las protestas. ¿Quién legitima la violencia? los que constituyeron esta democracia dantesca, que solo escucha a la violencia.

La mayoría de los paneles políticos del domingo en la TV volvieron a desempolvar la retórica de la violencia, esa que se condena “venga de donde venga”. Un semáforo destruido por manifestantes en medio de la última protesta del viernes, trajo de vuelta la discusión. Sin embargo, poco y nada se habló de las proclamas abiertamente nazis y anti semitas en la marcha del Rechazo. Esa omisión y consiguiente normalización, se está volviendo un riesgo y peligro inminente.

El doctor en física Alonso Silva desdice al ministro de Salud, Enrique Paris, quien descartó que haya una mayor letalidad asociada a la pobreza multidimensional. Paris había antes respondido a Silva, quien puso en discusión la siguiente pregunta: ¿En Chile, por ser pobre, hay más posibilidades de morir de Covid-19?

Un joven yace inmóvil boca abajo en el río Mapocho. La estremecedora imagen se viraliza rápidamente en redes sociales. Al poco rato, un registro mostraba con meridiana claridad, que el joven había sido empujado por un efectivo de Fuerzas Especiales de Carabineros. Sin embargo, la mayoría de los grandes medios mantuvieron sus titulares de: “joven cae”, sin corregir que dicha escena, tenía una causa ya clara, y que había ya un registro inequívoco del hecho. Nuevamente, se optaba repetir el reporte policial por sobre los hechos, en ser parte del problema y no de la solución.

A más de dos meses de iniciadas las negociaciones entre los partidos de la hoy denominada “oposición”, no hay acuerdo para una primaria conjunta, y la necesaria unidad de cara a lo que viene parece lejana. El Frente Amplio descartó este domingo -en un comunicado- ir a primarias, desatando una ola de críticas y discusiones. Pero a poco de aquello, se abre una puerta que puede evitar la zozobra.

Este viernes inició oficialmente la Franja Electoral en la TV abierta, de cara al plebiscito del 25 de octubre, donde por primera vez en la Historia del país, la ciudadanía podrá decidir si redactar o no una nueva Constitución, y si esta –de ganar la opción “Apruebo”- será redactada por una Convención Constitucional (100% elegida para ese fin), o bien por una Comisión Mixta (50% integrada por actuales parlamentarios, y 50% elegida). Aquí analizamos cómo fueron las respectivas franjas del "Apruebo" y del "Rechazo".

Llegó el momento de levantar el toque de queda militar, no así todas las restricciones a la vida nocturna.

Si hubo un nombre que se repitió constantemente en los programas de contingencia política en la TV, fue el de Pablo Longueira. Su entrevista en El Mercurio, marcó la pauta en la discusión política, de cara al plebiscito de octubre. Su revelación de que votará “Apruebo”, su declarada intención de ser candidato a la eventual convención constituyente, y su deseo de volver a presidir la UDI, generó revuelo.