No más de 20 minutos tardó la Cámara de Diputadas y Diputados en poner fin a una trama que se había extendido durante las últimas semanas y mantenía en vilo el nombre de quién ocuparía la próxima Presidencia de la corporación parlamentaria, y si finalmente sería respetado el acuerdo suscrito por el oficialismo con la Democracia Cristiana (DC) y el Partido de la Gente (PDG) el pasado mes de marzo respecto de las testeras y las comisiones para los cuatro años de este periodo legislativo.
En definitiva, el oficialismo logró imponerse y, con una candidatura levantada a contrarreloj, pudo asegurarse la testera por los siguientes ocho meses. De esta forma, la mesa quedó conformada con el Vlado Mirosevic (PL) como presidente, el independiente Carlos Bianchi como vicepresidente y con la Catalina Pérez (RD) como segunda vicepresidenta.
Los parlamentarios Bianchi y Pérez fueron escogidos en primera vuelta tras alcanzar 79 de los 78 votos necesarios para ser electos por mayoría absoluta. En el caso de Mirosevic, quien tan solo llegó a los 74 sufragios en la primera instancia, tuvo que ir a segunda vuelta contra la segunda mayoría, el diputado Miguel Ángel Calisto (DC), quien reunió 70 votos.
Mirosevic ganó la Presidencia gracias a los votos de Apruebo Dignidad, Socialismo Democrático, pero también con preferencias falangistas y PDG, las que -en alguna medida- se aferraron al acuerdo administrativo pactado en marzo.
En segunda vuelta -decidida por mayoría simple-, Mirosevic alcanzó las 77 preferencias superando a Calisto quien solo totalizó 73 votos. De esta manera, el oficialismo continúa a la cabeza de la Cámara y queda en un mejor pie negociador de cara al rebaraje de fuerzas que supondrá buscar nuevas alianzas para las próximas elecciones de Presidencia de la Cámara.
Este resultado se da pese a que en un inicio el panorama era sombrío para el oficialismo, pues hace algunos días no había claridad de quién sería el candidato a suceder a Raúl Soto (PPD) como presidente de la Cámara. De tal modo, los parlamentarios oficialistas y, también La Moneda, respiran con menor inquietud que la que suponía perder la dirección del trabajo legislativo.
Esto, pues haber entregado la Presidencia de la Cámara a la oposición no solo significaba perder un fortín estratégico para la discusión parlamentaria, sino también implicaba potenciar las fuerzas de Chile Vamos, arrojando a sus brazos las bancadas del PDG y la DC.
Como resultado de lo de ayer, los partidos que hace algunos días comenzaban a posicionarse como conglomerados bisagras -la DC y el PDG- acabaron divididos en esta votación que decidió la testera de la Cámara.
En ese sentido, Mirosevic ganó la Presidencia gracias a los votos de Apruebo Dignidad, Socialismo Democrático, pero también con preferencias falangistas y PDG, las que -en alguna medida- se aferraron al acuerdo administrativo pactado en marzo. En concreto, los diputados de la DC Alberto Undurraga, Felipe Camaño, Ricardo Cifuentes y Héctor Barría, más los votos de la bancada PDG de los diputados Rubén Oyarzo, Karen Medina y Francisco Pulgar, fueron decisivos a la hora de decidir el nombre de Mirosevic.
En ese entramado, la DC quedó dividida, pues cuatro miembros de su bancada apoyaron a Mirosevic por sobre el candidato de su propio partido, Miguel Ángel Calisto, quien obtuvo el resto de los votos falangistas (otros cuatro). Por su parte, en el PDG ocurrió una historia parecida, pues tres votaron por Mirosevic y cuatro por Calisto; Gaspar Rivas no votó y Enrique Lee se abstuvo.
El nudo gordiano, que inicialmente estaba en terreno oficialista, se traspasó hacia la oposición, donde el nombre del diputado Víctor Pino (PDG) parecía el con más entaja para suceder a Soto hace pocos días. No obstante, a horas de la votación, trascendió que su nombre no generaba consenso ni siquiera entre su propio partido.
En ese entramado, la DC quedó dividida, pues cuatro miembros de su bancada apoyaron a Mirosevic por sobre el candidato de su partido, Miguel Ángel Calisto, quien obtuvo el resto de los votos falangistas (otros cuatro). Por su parte, en el PDG ocurrió una historia parecida, pues tres votaron por Mirosevic y cuatro por Calisto; Gaspar Rivas no votó y Enrique Lee se abstuvo.
Sin embargo, también se comentaba que entre los diputados de Chile Vamos no veían con buenos ojos entregar tan rápidamente la Presidencia de la Cámara al partido de Franco Parisi.
Así, la candidatura de Pino se fue enredando, pero la idea de mantener una alianza entre Chile Vamos, la DC y el PDG seguía haciendo sentido entre algunos parlamentarios de dichas reparticiones, De esta forma, el nombre del decé Miguel Ángel Calisto hacía un guiño hacia el centro y posibilitaba la formación de un nuevo frente al rebaraje de fuerzas que está ocurriendo en el Congreso.
Asimismo, por el momento, parece que la conformación de una nueva alianza entre el Socialismo Democrático, la DC y Chile Vamos -que se barajó como una posibilidad para volver a repartir las próximas presidencias-, no prosperó. Con esto, el diseño parece continuar siendo el inicial; es decir, un acuerdo de las dos coaliciones de Gobierno, con la DC y el PDG. Sin embargo, están por verse los efectos del derribe de la candidatura de Kariola.
De todos modos hubo también críticas a la candidatura de Mirosevic, ya que, al igual que Kariola, el diputado liberal fue vocero del Apruebo, por lo que recibió más o menos las mismas críticas por haber tenido un rol muy comprometido con la propuesta rechazada de nueva Constitución.
Con esto, el oficialismo parece anotarse una primera victoria, luego de ir en derrota en derrota, tras el plebiscito. Al menos varios respiran aliviados por no tener que ir tras los votos de la derecha, aunque tendrán que traabajar las desconfianzas hacia el PDG y la DC, luego de haber tenido que sacrificar a Cariola.
El quiebre en el PDG
Por otra parte, la victoria de Mirosevic también trajo coletazos entre algunos partidos. En Renovacional Nacional, no toda la bancada votó por el candidato del partido, Miguel Ángel Calisto. Diferencias que el jefe de bancada RN, Andrés Longton, señaló resolverían de manera interna.
En tanto, en el PDG, la diputada Gloria Naveillán acusó luego de la votación que "el trabajo que hizo el Poder Ejecutivo, en manos de Ana Lya Uriarte y otros ministros, de pirquinear votos, ofreciendo todo tipo de cosas para que las personas votaran por Vlado Mirosevic, fue asqueroso".
Luego agregó que "se ofrecieron puestos en el Gobierno para familiares de los diputados que votaran a favor de Mirosevic y apoyo para terminar con los problemas judiciales de algunos diputados". Su compañero de bancada, el diputado Rubén Oyarzo, negó lo señalado por Naveillán y declaró que "eso es falso, lamentablemente aquí están mintiendo".
La ministra Uriarte prefirió no referirse a los dichos de Naveillán para "no contaminar un día tan especial y bueno para el Gobierno". Aunque sí se mostró muy contenta tras la victoria de Mirosevic, "lo logramos" le dijo Uriarte al recien electro presidente de la Cámara en un encuentro que tuvieron entre los pasillos del Congreso.
Comentarios
Se impuso el eutanasista
Claro que es un triunfo¡¡
derecha llora como magdalenA
Mirosevic es un estratega
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