Hace dos años y un día, más de mil personas ingresaron a la fábrica de la empresa de ropa Kayser en la comuna de Renca. Cinco no lograron salir. Un incendio que requirió de 20 compañías de bomberos para ser controlado consumió la totalidad del sector de bodegas de la empresa, dejando un saldo de cinco fallecidos.
Hoy, las circunstancias que envolvieron la muerte de Julián Pérez, Andrés Ponce, Manuel Muga, Luis Antonio Salas y el menor de edad, Yoshua Osorio, aún no están del todo claras. El Servicio Médico Legal estableció que la causa de muerte para los cinco fue “inhalación de productos de combustión”, pero son los minutos anteriores a su deceso los que llevaron a Fiscalía a emitir una orden de indagar a la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos de la PDI (Bridehu); a la que le quedan poco más de 30 días de investigación.
En su cobertura del caso, INTERFERENCIA ha develado a la opinión pública distintos antecedentes en torno a los fallecimientos, como la presencia de una bala calibre .22 en el pie de Luis Antonio Salas, lesión provocada poco antes o durante su muerte junto a una serie de fracturas no atribuibles a la acción del fuego; la existencia de un objeto radiopaco levemente alargado y redondo en el hombro de Andrés Ponce, el cual no ha sido estudiado ni periciado; o los tres orificios hallados en el tórax de Yoshua Osorio que no fueron mayormente analizados en la autopsia.
Estos antecedentes, sumados al análisis de autopsias, motivaron que el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, oficiara el 21 de julio de este año al fiscal nacional, Jorge Abbott, manifestándole “preocupación por los lentos avances en la investigación”.
Estos antecedentes, sumados al análisis de autopsias, motivaron que el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), Sergio Micco, oficiara el 21 de julio de este año al fiscal nacional, Jorge Abbott, manifestándole “preocupación por los lentos avances en la investigación”. En él, el director del Instituto consulta a Abbott por la posible participación de agentes del Estado en los decesos, a lo que el fiscal nacional aseguró que no existen “antecedentes que dieran cuenta de una probable intervención” de estos.
Además, Micco aseguró en ese oficio que tres de los cinco cuerpos tenían impactos de proyectil, cuestión que no es mencionada ni en los informes ni en las ampliaciones de autopsia –salvo la de Salas, quien efectivamente tenía una bala en su pie–, por lo que pareciera ser una interpretación del director del INDH. (Revise acá el artículo de esta redacción al respecto).
En una nueva conmemoración de la tragedia ocurrida el 20 de octubre de 2019, nuevos hechos y circunstancias arrojan más dudas que respuestas para el denominado caso Kayser.
Disparos a la hora del incendio, un cadáver con una bala y una 9 milímetros perdida
Un video de poco más de un minuto llegó a manos de los familiares de los fallecidos. Grabado desde el frontis de Kayser al tiempo que la fábrica era consumida por las llamas, el registro incluye información que podría ser relevante para el caso: en los últimos 20 segundos se escuchan tres sonidos cortos y fuertes, los que parecieran corresponder a disparos.
El video ya fue entregado por la defensa de las familias querellantes al Ministerio Público.
De acuerdo con el Reporte Antropológico de Salas, éste presentaba una fractura perimortem –es decir, antes o durante el deceso– que “no estaría relacionada a la acción del fuego/calor", así como también un hematóma subdural en el cráneo, el cual es asociado principalmente a traumatismos.
La existencia de disparos en el perímetro cobra especial importancia dado que el cuerpo de Salas, como fue anteriormente descrito, presentaba una herida de bala con el proyectil aún alojado en su pie izquierdo. No sólo eso, sino que de acuerdo con el Reporte Antropológico elaborado después del informe y la ampliación de autopsia de Salas, éste presentaba una fractura de clavícula perimortem –es decir, antes o durante el deceso– que “no estaría relacionada a la acción del fuego/calor", así como también un hematóma subdural en el cráneo, el cual es asociado principalmente a traumatismos.
El proyectil encontrado en el pie de Salas corresponde, según pericias realizadas por el Departamento de Criminalística de Carabineros (Labocar), a un calibre 22, el mismo que una de las armas inscritas bajo el nombre de Edward Abugattas Saba, uno de los dueños de Kayser.
La coincidencia de calibres fue descubierta por el propio fiscal que lleva el caso, José Morales, quien después de conocerse el calibre alojado en el pie de Salas solicitó a la Dirección General de Movilización Nacional que le informara si el propio Abugattas poseía autorización para la “tenencia y/o porte de arma de fuego”, además de las armas inscritas a su nombre si las hubiere.
El 27 de noviembre del 2019 llegó la respuesta: el dueño de Kayser mantenía inscritas una escopeta Mossberg calibre 36 (para uso de caza); una escopeta JJ Sarasqueta calibre 16 (para uso de caza); una escopeta Mistral calibre 22 (para uso deportivo); una pistola Astra calibre 9 (para defensa personal); una pistola Taurus calibre 9 (para defensa personal); y un rifle Savage calibre 22 (para uso deportivo).
Desde la solicitud de pericia del fiscal a la fecha ha pasado un año y diez meses. De acuerdo con el Ministerio Público, este peritaje se encuentra “encargado”, pero aún no están listos los resultados.
Morales, entonces, solicitó el rifle a Abugattas, quien lo entregó de forma voluntaria. El 4 de diciembre del 2019, el fiscal Morales solicitó a Labocar un informe pericial del rifle, el cuál constó de tres puntos: determinar si el arma había sido disparada, realizar un "examen mecánico y de aptitud para disparo, además de obtención de vaina y proyectil testigo" y comparar este proyectil testigo con la bala extraída del cuerpo de Luis Antonio Salas. (Revise acá el artículo de este medio al respecto).
Desde la solicitud de pericia del fiscal a la fecha ha pasado un año y diez meses. De acuerdo con el Ministerio Público, este peritaje se encuentra “encargado”, pero aún no están listos los resultados.
De las armas de Abugattas hay otra que llama la atención. Según el testimonio entregado por Paula Abugattas, hija de Edward y abogada de la empresa Kayser, al O.S.9 de Carabineros, la pistola Taurus calibre 9 milímetros habría sido extraída desde la caja fuerte de su padre, ubicada en una de las oficinas de Kayser. Tanto el arma como documentos y dinero en efectivo se encontraban en la caja, la cual es descrita en la declaración de la abogada como “una caja fuerte grande de aproximadamente 1,5 metros”, la que además indicó “pesaba más de 200 kilos”.
De la lectura de informes de autopsia y ampliaciones de estos realizadas por el SML, no se desprende la presencia de ningún proyectil además del hallado en el pie de Salas.
Sin embargo, en las radiografías de los cuerpos sí se puede apreciar un objeto radiopaco circular y alargado en el hombro derecho de Andrés Ponce; el cuál no es descrito ni analizado en las autopsias.
¿Es una bala?
Para la elaboración de un artículo sobre este objeto extraño, INTERFERENCIA consultó a distintos especialistas médicos –entre los que se cuentan cirujanos, traumatólogos y radiólogos– sobre qué podría ser este objeto. La respuesta fue categórica: todos indicaron que lo más probable es que fuera un proyectil, aunque recalcaron que faltaría al menos una radiografía que tenga otra proyección de la zona.
La respuesta fue categórica: todos indicaron que lo más probable es que fuera un proyectil, aunque recalcaron que faltaría al menos una radiografía que tenga otra proyección de la zona.
Radiografía de Andrés Ponce con un objeto radiopaco desconocido en su brazo derecho
En aquella oportunidad, consultados por una explicación para este objeto y el por qué no fue descrito en los informes de autopsia de Ponce, desde Fiscalía no dieron respuesta.
Una fuente conocedora de la investigación del Ministerio Público indicó que esta lesión si había sido explicada, pero consultado por dónde está presente la explicación y cuál es ésta en concreto, aseguró que revisaría para dar una respuesta más acabada, cuestión que se encuentra pendiente.
A todos estos antecedentes se suma una circunstancia que, por lógica, complica la obtención de testimonios de personas que estuvieron al interior del siniestro y que podrían haber presenciado las condiciones que envolvieron la muerte de las cinco personas. En la misma causa y bajo la investigación del mismo fiscal Morales se investigan dos hechos, el hallazgo de cadáveres y el robo de la fábrica Kayser con posterior incendio.
De testigo a imputado: el desincentivo a hablar con Fiscalía
El hecho de que la Fiscalía Centro Norte esté investigando tanto las circunstancias que llevaron a la muerte a cinco personas halladas al interior de Kayser como el robo en lugar habitado y posterior incendio que aconteció en el lugar puede significar pasar de testigo a imputado.
Entregar cualquier detalle del interior de la empresa al momento en que se producen las muertes a Fiscalía puede llevar a la incómoda pregunta de qué hacía usted en el lugar de los hechos; transformándose en un desincentivo a la hora de acercarse a prestar declaración.
Al momento del siniestro, cientos de personas se encontraban saqueando la fábrica. Entregar cualquier detalle del interior de la empresa al momento en que se producen las muertes a Fiscalía puede llevar a la incómoda pregunta de qué hacía usted en el lugar de los hechos; transformándose en un desincentivo a la hora de acercarse a prestar declaración.
Consultados por esto, desde el Ministerio Público indicaron que cualquier testigo es visto como potencial víctima, asegurando también que el enfoque de la investigación está puesto en resolver las circunstancias en que se perdieron vidas. “Sabemos que una de las personas fallecidas entró a sacar gente del incendio, por lo que suponemos que ese pudo haber sido el motivo para entrar para los testigos”, explicaron.
Una fuente conocedora de la investigación de Fiscalía indicó que “ni los abogados querellantes las han ofrecido [testimonios de personas que estuvieron al interior de Kayser]” ni “tampoco alguna persona se ha acercado a manifestar querer colaborar”.
El motivo detrás de que la causa que lleva adelante la Fiscalía Centro Norte investigue el hallazgo de cadáveres y el robo de Kayser es una querella interpuesta por la propia empresa. En el escrito, también se dan luces de una arista que, hasta el momento, el Ministerio Público pareciera no haber indagado: los seguros a cobrar producto del incendio.
Seguro -millonario- comprometido
El 11 de noviembre de 2019, a 23 días del incendio, Paula Abugattas envió un correo bajo el asunto ‘Problemas graves con el terreno’ al fiscal José Morales, el cuál quedó registrado en la carpeta investigativa del caso.
Un tercer elemento preocupa a la abogada de la empresa: “Por otra parte, los liquidadores requieren que limpiemos y saquemos todos los escombros que quedaron del incendio”, apunta.
En este, Abugattas consulta si quedan diligencias por realizar en el terreno siniestrado y expresa su preocupación tanto por la transformación de los restos de Kayser en un foco de violencia “muy peligroso para nuestra gente y los vecinos” como porque “todos los días se mete gente a robar y seguir saqueando cables, fierros, cañerías, generador eléctrico, etc.”.
Un tercer elemento preocupa a la abogada de la empresa: “Por otra parte, los liquidadores requieren que limpiemos y saquemos todos los escombros que quedaron del incendio”, apunta.
Una semana después, el 19 de noviembre, Paula Abugattas vuelve a consultar si han finalizado los trabajos investigativos en el lugar. “Me gustaría saber si las diligencias en el terreno y edificio ya se encuentran finalizadas, necesitamos avanzar con la activación de nuestros seguros y con la Municipalidad y vecinos”, indica.
Y es que el problema para las operaciones de Kayser era mayúsculo. El lugar saqueado, según se indica en la querella presentada por la empresa, correspondía a las oficinas de administración, bodegas, centro de distribución y logística de la compañía. “17 mil metros cuadrados operativos”, se señala, con la “totalidad de la mercadería para ser despachada a las tiendas de la empresa”. 200 personas trabajaban en el lugar.
El saqueo y destrucción de la fábrica en Renca tenía el potencial de acabar con la empresa, la cuál avaluó los daños en $14.150 millones, correspondiendo $2.800 a “pérdidas en inventario de mercadería saqueada y quemada”; $950 millones en “activo fijo destruido y quemado”; $4.200 para “bodegas de Renca absolutamente quemadas” y $6.200 millones destinados al “lucro cesante, originado por la imposibilidad de abastecer tiendas y vender retail”.
Kayser contaba con seguros comprometidos, cuyo detalle se desconoce, así como también si el pago ya se efectuó y si el monto estará cerca del avalúo de $14 mil millones que hace la empresa.
Tal como indican los correos de Abugattas al fiscal Morales, Kayser contaba con seguros comprometidos, cuyo detalle se desconoce, así como también si el pago ya se efectuó y si el monto estará cerca del avalúo de $14 mil millones que hace la empresa.
Consultado vía telefónica sobre si manejaban información respecto al pago de seguros y si esto formaba parte de la investigación, el fiscal Morales indicó que esta arista no es parte de la investigación.
A continuación, revise la cobertura completa de INTERFERENCIA sobre el caso Kayser:
- "Fiscalía entrega cuerpos calcinados de Kayser a familiares pese a dudas sobre autopsias"
- "Cuerpo calcinado de Kayser tenía 3 orificios en el tórax, pero autopsia no lo indagó"
- "Una de las víctimas del incendio de Kayser sufrió lesión pocas horas antes de aparecer calcinado"
- "No era NN: cuerpo de Kayser con fragmentos metálicos corresponde a víctima ya identificada"
- "Autopsia de uno de los fallecidos en Kayser dice que fue baleado en su pie poco antes de morir"
- "A petición de la fiscalía, dueño de Kayser entrega rifle que pericia ahora Labocar"
Comentarios
Algo huele a podrido en este
Otros Gervacios en nuestro
Otro notorio caso de
* 4 meses antes, estaba a la
Como siempre ! En este
Añadir nuevo comentario